2. La exposición Pissarro que en el trimestre de verano ha presentado el Museo
Thyssen de Madrid es la primera retrospectiva del artista impresionista en España y
está centrada en el paisaje, tanto rural como urbano, el género dominante en la
producción de Pissarro.
Se exhiben un total de 79
cuadros. El recorrido de la exposición se
centra en el paisaje y se articula en orden
cronológico, desde sus inicios cerca de
los paisajistas realistas (las enseñanzas
de Corot, Courbet o Dauvigny), pasando
por el periodo plenamente impresionista
interpretado en los campos de
Louveciennes, Pontoise y Eragny, los
lugares donde el pintor residió y trabajó.
Pero las dos últimas salas
están dedicadas a las series de paisajes
urbanos creados a partir de 1893: sus
vistas de Paris y Londres, Rouan, Dieppe
y Le Havre. Son sus series urbanas
tardías realizadas cuando una
enfermedad ocular le impidió trabajar en
el campo y pasó a hacerlo desde la
ventana de diversos hoteles en París,
Londres, Rouen, El Havre, etc.
3. “Humilde y colosal” como le llamó
su amigo Cezanne, Camille Pissarro (Santo
Tomás, Antillas, 1830-París, 1903) es un pintor
fundamental en el impresionismo, aunque sea
uno de los pintores menos reconocidos de
este movimiento. Pissarro, hijo de padre judío
y madre criolla, nació en ultramar en las
Antillas y aprendió a pintar en París y en
Venezuela, antes de entregarse a la vida rural
solo interrumpida por la agitación urbana
cuando ya no quedó más remedio.
Diez años de edad mayor que sus
colegas (Monet, Cézanne, Gauguin, Renoir) fue
reconocido como mentor y maestro por ellos,
especialmente por Cezanne, Gauguin y Seurat.
Amigo de todos, factor de cohesión, fiel al
grupo que se había unido en 1874 en torno a la
primera exposición, redactó los estatutos de la
cooperativa de artistas y fue el único pintor
que participó en las ocho exposiciones
impresionistas desde 1874 a 1886. Pero la
carrera de Pissarro quedaría eclipsada por el
gran éxito de su amigo Monet con el que
coincide en su afán por pintar en series.
4. La exposición se inicia con una paleta de 1878 que dejó de ser herramienta
para convertirse en obra de arte, una paleta pintada con un paisaje campesino da la
bienvenida al visitante, junto a un autorretrato del año de su muerte (1903).
“Me aferro a mi deseo de seguir libremente mi camino” declaró el pintor en su
afán de libertad e independencia. Es el camino que aparece en muchos de sus paisajes
de los campos de Louveciennes, Pontoise o Eragny. Camino de tierra o camino de
agua. El milagro de la evolución pictórica se obra ante los ojos del visitante en los
paisajes rurales de Pissarro: Las pinceladas se desmenuzan, la luz se vuelve
espaciosa, los colores se expanden hacia nuevas dimensiones.
La crítica oficial y el público dieron siempre la espalda a Pissarro, que siendo
padre de una familia numerosa vivió siempre con grandes dificultades económicas
para seguir con sus proyectos. Realizó su primera exposición individual con 70 obras
en 1883 y apenas si sacó beneficios. Y entre 1885 y 1889 comenzó a experimentar de la
mano de dos jóvenes pintores, Seurat y Signac, con un método nuevo: el puntillismo,
una técnica que no gustaba a los críticos, ni siquiera a su marchante Durand-Ruel.
A partir de 1892, y después de muchos años de privaciones, Pissarro no tiene
dificultad para vender y hay varios marchantes que compiten por sus cuadros. Es en
este momento cuando hay un cambio entre el artista del campo y el de la ciudad,
adonde se mudo cuando una infección ocular le obligó a dejar de pintar al aire libre. La
contemplación del mundo desde el balcón de un hotel acentúa la melancolía del último
Pissarro hasta difuminarla en las nieblas que asoman en vistas como la de Londres en
el puente de Charing Cross. Tras muchos años de paisajes rurales, Pissarro se volcó
en el bullicio de las grandes ciudades, de París y Londres, de Rouan, Dieppe y Le
Havre.
81. El Anse des Pilotes, El Havre por la mañana, día nublado
y niebla, 1903
82. Textos extractados del catálogo de la exposición.
Imágenes de internet.
http://www.museothyssen.org/microsites/exposiciones/2013/pissarro/index.html
Música: Claude Debussy, Ensueño - (Réverie)
83. ¡ESPERO QUE TE HAYA GUSTADO!
Pilar M E
Septiembre de 2013