2. El Software Libre en la
sociedad, su rol y
soberanía en Venezuela
Desde el año 2004, partidarios de la
comunidad de software libre comienzan a
discutir y formular un proyecto de Ley para
introducirlo en la Asamblea Nacional. Este
proyecto sufrió modificaciones y, en el año
2006, la Asamblea Nacional comenzó a
discutirlo con el nombre de “Ley de
Infogobierno”, que tiene como propósito
reglamentar el uso de las Tecnologías de la
Información para mejorar la forma de trabajo
del Estado. En aquel momento, el debate se
centró en la obligatoriedad del uso de
Software Libre en la plataforma tecnológica
del Estado, algo que ya había sido ordenado
por el Presidente Chávez en 2004 a través del
Decreto 3.390 para el Poder Ejecutivo
Nacional el cual indica: “Artículo 1. La
Administración Pública Nacional empleará
prioritariamente Software Libre desarrollado
con Estándares Abiertos, en sus sistemas,
proyectos y servicios informáticos. A tales
fines, todos los órganos y entes de la
Administración Pública Nacional iniciarán
los procesos de migración gradual y
progresiva de éstos hacia el Software Libre
desarrollado con Estándares Abiertos.”, pero
que ahora debía ampliarse a todos los
poderes públicos.
Al utilizarse software libre, el Estado posee el código
fuente del software, que le permiten examinar cómo
funciona dicho software, nos da la posibilidad de
modificarlo y compartirlo con terceros, lo que es
fundamental para entender cómo funciona el software
que usamos, adaptarlo a las necesidades de nuestro
país y poder usarlo en numerosos entes públicos o
compartirlo con nuestra población, sin el pago de
licencias adicionales.
El software privativo, por el contrario, le niega a sus
compradores estas posibilidades. Quien adquiera
software privativo (bien sea un producto para un sólo
computador, como Microsoft Windows, o un gran
sistema de gestión empresarial que se usa en cientos de
computadores, como SAP) no puede ver el código
fuente de las aplicaciones, porque la empresa ha
decidido cerrar y privatizar el conocimiento dentro del
mismo, y ha decidido prohibir cualquier técnica para
que sus usuarios puedan conocer cómo funciona,
puedan modificarlo o adaptarlo a sus necesidades. Esta
es una forma de esclavizar a los pueblos del mundo,
pues el comprador de software privativo, ante
cualquier requerimiento o necesidad de adaptar el
software, debe pagar montos adicionales a las
empresas para que éstas sean las que ejecuten las
adaptaciones. Además, el software privativo puede
ocultar código que permita espiar o sabotear las
computadoras donde está instalado, y debido a que no
se puede examinar el código fuente, no es posible
detectar estas amenazas.
3. El software es una herramienta que le permite a individuos y
organizaciones ser más eficientes. Es una herramienta que está presente en
todos los aspectos de nuestra vida: es lo que permite que nuestro celular
funcione, es lo que facilita el análisis de las imágenes médicas en los centros de
alta tecnología, es lo que permite diseñar
estrategias que permitan el ahorro de energía, es lo que facilita la
determinación de la presencia de petróleo en nuestro suelo patrio, y es lo que
nos permite comunicarnos con nuestros seres queridos a través de la Internet.
El software es algo que normalmente no nos preocupa y que muchas veces ni
siquiera notamos a menos que algo salga mal.
4. Si queremos independencia tecnológica, tenemos que empezar a trabajar en pro
del desarrollo de esas herramientas que nos permitan lograr nuestra
independencia tecnológica. Una de esas herramientas es el software libre. El
software libre es aquel que está hecho en base a estándares abiertos y que
garantiza al menos las siguientes libertades:
la libertad de usarlo, la de estudiarlo, la de compartirlo, y la de
modificarlo. Es decir, el software libre además de ser una herramienta
para mejorar la eficiencia de individuos y organizaciones, es una
herramienta para el aprendizaje y para el logro de la anhelada
independencia tecnológica. Lamentablemente, en Venezuela la comunidad de
Software Libre no ha conseguido el apoyo necesario para desarrollarse
plenamente y llegar a ser la punta de lanza del movimiento del software libre a
nivel mundial.
5. Proyecto Canaima
Educativo
El trabajo colectivo de esta
comunidad ha
sido de vital importancia para
concebir,
desarrollar y ejecutar proyectos
de Tecnologías de Información
Libres que promuevan el ejercicio
de la soberanía y la independencia
tecnológica en
Venezuela. Un ejemplo es el
Proyecto Canaima
Educativo, un aporte universal
con sabor venezolano, que
promueve la socialización del
conocimiento, respetando las
libertades
y necesidades de nuestro país, al
tiempo que aprovecha la
experiencia y creatividad de los
docentes venezolanos.
Este sistema socio tecnológico va más allá de la
Comunidad de Software Libre, hay actores que no son
técnicos, pero son
fundamentales; el sector productivo,
educativo, emprendedores e instituciones
gubernamentales se integran a la
construcción colectiva y estratégica de
proyectos en Tecnologías de información
Libres que coadyuvan al progreso de nuestro
país.
Otra ventaja en las Universidades es
el fomento intrínseco a la investigación y
desarrollo tecnológico, ya que el
estudiante, docente o investigador tiene mucha
tela de donde cortar; el Software Libre es bien
conocido por la alta calidad de personas que
trabajan en él, y la enorme cantidad de
documentación existente para su uso y
desarrollo, además del numeroso grupo de
desarrolladores de todo el mundo
involucrados. Es fácil encontrar que cualquier pr
oyecto de Software Libre involucrará
muchas veces a personas de diferentes países,
es decir el Software Libre además trabaja de
forma global y multidisciplinaria, una
particularidad muy valorada en la actualidad.