Recuperando el Rumbo Hasta la Transformación Parte #3.pptx
Ram pensamiento
1. LA GRAN MEMORIA RAM
ARADO GUARDIÁN DEL ESPÍRITU
Y ESTO ME INDICÓ EL PENSAMIENTO REFORMADOR
“¡Así pues, hablad! penetra cual acero la mente de los hombres".
Y escuché y este es mi Cincel Rutilante para la mente final.
2. La Gran Memoria Ram
COLECCIÓN SÍMBOLOCIENCIA DEL INTÉRPRETE
Advertencia: Todos los Libros de esta Colección tienen derechos
reservados, protegidos bajo las Leyes Internacionales.
I TOMO DE LA GRAN MEMORIA RAM
EL PENSAMIENTO REFORMADOR
Portada de Runacuri y Ser-Rham.
Símbolo del Arado Estelar, la Memoria Viva de todos los tiempos.
Contenido: GÉNESIS DEL PENSAMIENTO CONSCIENCIA
1ª Versión de Tecnociencia Espiritual.
Descenso de Las Potestades del Reino.
Segunda Edición: “EDITORIAL UNICORNIO C.A.”, Rubio Venezuela 3.000
ejemplares, Mayo 24 del 2005.
Original del Escritor Sol-Ra-Ser, con depósito legal en la República de
Venezuela, ISBN 980-07-0982-7, LA MEMORIA RAM TOMO I, La
Condición Creadora de la Inteligencia Cósmica.
Porque la infernal “organización de la niebla”, la materia del “dios” del mundo,
cambió los Códigos del Pensamiento Perfecto de esta generación humana. El
contenido de este Libro devuelve a los Santos del Altísimo las estructuras de Luz
que no posee ninguna Academia de Lengua o Literatura terrestre: reinstaura el
Pensamiento Reformador de esta humanidad y le entrega la llave y el Reino
Final (Dan. 7:18).
1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 2
3. Arado
Protector del Espíritu
ENTER DEL PROGRAMA PENSAMIENTO
ES SU LIBRO Y MI LIBRO... Pag.
VENTANA DE TECNOCIENCIA
EL MANTO DEL SABER
EL ARADO
EL MAESTRO DEL TEMPLO
LA MONTAÑA DEL TIEMPO
UN PROFETA ENTRE LEONES
BABILONIA Y JERUSALÉN
EL RAYO DE CONSCIENCIA
COGNICIÓN DEL SENDERO
PENSAR DEL DIOS SABAOT
MI BLANCO CABALLO
EL GRAN MARISCAL DEL SUR
CUANTO A DIOS LE CORRESPONDE DAR
EL REFORMADOR DEL IRIS
MI GUERRERA DE ARCO IRIS
LA NAVE DE SARIEL
LA CASA CRISTALINA
EL PENSAMIENTO REFORMADOR
LAS SIETE PROFECÍAS DEL JUICIO
NOTA DEL AUTOR Y CONTENIDO DE ESTE LIBRO
Por vez primera y en una forma coloquial, se da a conocer la cimentación del
Pensamiento Espiritual o Reformador. El final descifrado que aumentará como
un mar embravecido la Inteligencia Espiritual que la humanidad tanto tiempo ha
esperado, por lo cual queda mi Email para complementar las respuestas de
consciencia de la Idea Luz.
pleyades2009@yahoo.com.mx
3
El Rutilante Pensamiento Reformador
4. La Gran Memoria Ram
ES SU LIBRO Y MI LIBRO
Antes de cualquier Noé bíblico, en un continente patrón del Remanente
final hace 36 mil años, se revive este Saber que antecedió al tiempo de
Babilonia; en esa época se inicia la travesía del Protector de las Estrellas: él
recibe el Manto y es Profeta al oriente y Guerrero en el sur. Llega a la
Tierra para enseñar el Pensamiento Reformador Espiritual del Sur, darle
forma en su Nave, al Mensaje de la Paloma, la consciencia de los tiempos
finales. El Protector habla, enseña sus símbolos al Reformador, al Saber
del Remanente del Conocimiento Luz: Cuanto te doy en mi corazón,
trasmite en Saber, porque entre tú y yo, una unión de tiempos y espacios
es cumplida. Mi espíritu iluminará el tuyo y aunque no te crean, habla
con este Saber, porque solamente así, se hará sentir tu Verdad de
Reformador y mi fuerza de Protector de Justicia: este es El Mensaje del
Pensamiento Final”…
El Reformador escribe: “este es su Libro y mi libro; el Mensaje Final de
un Protector de las Estrellas, un viajero de galaxias y de otros Días
Creadores, quien en silencio, ha permanecido aquí para impulsar
reencarnaciones de vida espiritual de este planeta llamado Tierra. El
Protector vino a preparar el Conocimiento Reformador que desde esos
milenios llegaría al día de hoy; y estas son sus palabras y enseñanzas:
Mi verdad es sólo para los llamados; los perversos que desprecian no
tienen parte con Ella. Yo Soy él, y al irme, cerraré las puertas del Templo
a cuantos la rechacen finalmente. Desde tiempos Soy Protector y Guía.
Esta Verdad del Altar de las Almas blancas es para el número de tus
hermanos, es el testimonio viviente del cristal fiel. Quienes comprendan,
allí les espero, pero antes, deben salir de la gran tribulación del 2007.
Reformar su Pensamiento, es lavar sus consciencias y emblanquecer sus
encarnaciones en la Sangre Servidluz, la Esencia del Hijo del Hombre:
esta es su oportunidad final”.
¡Yo Soy Protector y Guía de la Verdad Eterna!
Así me dijo escribiera al momento de revelar su Tecnociencia
Espiritual.
1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 4
5. Arado
Protector del Espíritu
VENTANA DE TECNOCIENCIA
LA JUSTICIA ETERNA
Y ellos, por todos los tiempos, desde que el hombre terrestre ha transitado
sobre este mundo, están aquí. Tiempo tras tiempo comparten sus vidas
estelares, impulsando los Días Creadores de esta su humanidad hermana.
Así, como un ser normal le reconocí en la travesía de mi vida, rechazando
las injusticias del mundo, un ser extraño al tiempo, pero unido a la gloria
de los hombres de este planeta; y entonces, mirándole al rostro como
Daniel, me pregunté: “¿Quién puede presentar con honradez su camino de
consciencia sobre la tierra? ¿Quién logrará ver claramente su propósito?
¿Cuántos querrán decir sí o no, a esta verdad que sólo yo conozco en él? Sé
que nadie está acreditado para determinar en justicia, mi propia verdad de
cuanto conozco, vi, y él me enseñó. Saber que a pocos doy y que por esta
historia le reconocerán.
Al mirar el mundo y sus miserias, cuántas veces me pregunté ¿Dónde está
la Justicia Eterna? Si el mundo de los hombres es un sólo lamento y no hay
más que silencio ante ella. ¿Dónde se esconde Ella, cada vez que un niño es
violado o un honrado burlado? ¿En qué lugar se manifiesta, en tanto la ley
de este mundo es el poder de las tinieblas que toma ventaja sobre los
inocentes?
Gobernantes, ministros de “Dios”, jueces, militares, opulentos, poderosos,
autócratas y déspotas, son quienes administran justicia para ellos y sobre
los demás hombres. ¿Dónde reside la Justicia Eterna? Si muchos enviados
han tenido el mundo para enseñarla, pero fueron y son quemados en
hogueras, desmembradas sus carnes por bestias y fieras humanas ¿dónde se
ha ocultado? Porque el mismo Jesús de Días fue crucificado y desde
entonces, es blasfemado y aún el veredicto de Justicia no se muestra para
creer en él.
Qué justicia pueden esperar los humanos, si el arbitraje hasta ahora
conocido no interviene en los asuntos de los hombres que se preguntan:
¿Por qué los hombres se hacen representantes y elegidos de “Dios”, en tanto
allá, en esos antros se esconden las víboras y la carne putrefacta de las
tinieblas, los que bendicen armas para la guerra, que atesoran lujos para
sus rameras, que a ninguno dan un pan, sino la infernal hostia de la
mentira? (Apoc. 17.18)
5
El Rutilante Pensamiento Reformador
6. La Gran Memoria Ram
¿Ausente ha estado la Justicia? No la vemos, no la sentimos, sólo tenemos
desolación y desamparo. Las naciones viven gobernadas por quienes nunca
pagan sus crímenes, porque su justicia es urdida en la violación, el despojo
y cuando alguien honrado se levanta, es asesinado inmisericorde. La tierra
fue poseída por potentados que han llenado de miseria y ruina a la mayoría
de los demás humanos.
Injusticia he visto en los corazones de la tierra. Los malos son el poder de
la injusticia que es igual en la mente de los llamados “buenos”, quienes en
sus razones, viven en las emociones de mundo. ¡Cuánta injusticia hay en
estos buenos! En su imperfección se burlan de lo excelso. Cómo humillan
la tierra, mientras en sus bocazas y corazones hay injusticia. Se venden a lo
malo y dicen: ¡hacemos lo bueno!
De los protervos no espero nada bueno, su fruto es ser malvados porque
“los árboles no dan fruto diferente a su especie”. Los malos serán
siempre perversos y todos los días, a cada instante de sus vidas hacen árida
su tierra, siembran infamia, cosechan maldad y esto fue dicho: “por sus
frutos se conocen”.
Mirad la tierra de los malos: llena de cizaña, la traición y prepotencia es su
medida, no tienen arado, su semilla es maleza que germina en perversión
ante los hombres, ¿Qué cosecha recogerán? ¿Acaso darán buen fruto?
Este libro cuenta el recorrido de un Protector de la Justicia Eterna, quien a
través de los tiempos, examina y prepara la reencarnación del Reformador
de los tiempos. El Protector es un Ser del Altísimo, de orbes Superiores,
prestado aquí por un tiempo sólo para vigilar y enseñar; y con base en su
testimonio, LA CONSCIENCIA QUE JUZGA A LA HUMANIDAD DE
ESTA TIERRA. Muestra el sendero de obras al Reformador, al hombre
que preparó para enseñar en formas y símbolos, la Consciencia que guarda
los destinos de la humanidad.
Yo conocí al Protector, el me llamó para que escribiese y madurase las
razones humanas, para descifrar las medidas del tiempo que se hace obra
misma del alma del hombre. Para mostrar el camino del Reformador, el que
viaja incansable entre tiempos, buscando el molde del hombre en sí mismo,
que se graba en la suma de la obra creada en impulsos del espíritu, en
acciones que hunden en el abismo, o lo convierten en testigo y ejecutor de
la Justicia Divina. El Reformador son muchos y un hombre, que en símbolo
habla aquí.
Al escribir este libro, que sale al mundo mientras del que hablo cumple su
misión ante los hombres; cada día que transcurre conozco más la mente
1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 6
7. Arado
Protector del Espíritu
pérfida de los inicuos o el corazón y conciencia de los hombres sensatos, y
veo que los Protectores anotan en sus libros de Consciencia, cada obra
humana… Veo que ellos, dispersos por el tiempo del hombre, hacen
consciencia en la conciencia débil de la humanidad… Veo que el Altísimo y
Sin Fin, los ha puesto como enlace entre la justicia y el juzgamiento de las
humanidades, porque la obra de todos y cada uno de los hombres es
juzgada desde arriba, y ninguno de los encarnados en este mundo, aún el
más poderoso, es más grande que las Leyes del Altísimo, el que juzga luego
de escuchar la evidencia de los Protectores, y así está escrito desde siempre
por el testimonio de los ángeles del Sielho: “Y clamaba fuertemente y
decía así: Derribad el árbol, y cortad sus ramas, quitadle el follaje, y
dispersad su fruto; váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves
de sus ramas. Mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con
atadura de hierro y de bronce entre la hierba del campo; sea mojado con
el rocío del cielo, y con las bestias sea su parte entre la hierba de la
tierra. Su corazón de hombre sea cambiado, y le sea dado corazón de
bestia, y pasen sobre él siete tiempos. La sentencia es por decreto de los
vigilantes, y por dicho de los Santos la resolución, para que conozcan los
vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien
él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres”( Daniel
4:14-17).
Todos los terrestres, pequeños y grandes, los reyes de la tierra, yacen sin
gloria, ante el juzgamiento de los Protectores de las estrellas.
Esto aprendí de un Protector del Sielho.
7
El Rutilante Pensamiento Reformador
8. La Gran Memoria Ram
EL MANTO DEL SABER
“Y la Tierra se escindirá, y todo lo que está sobre la tierra perecerá,
y entonces tendrá lugar el juicio sobre todos los habitantes de la
tierra. Y El Señor de Luz dará paz a los justos, y guardará a los ele-
gidos; sobre ellos reposará la clemencia; ellos serán de Dios, y serán
dichosos, y benditos, y para ellos brillará la Luz. Y he aquí, El viene,
con gran número de Santos para ejercer sobre ellos el juicio,
aniquilar a los impíos los pecadores, y castigar toda carne por lo que
han hecho y cometido en contra de Él”.
Del Libro de los Tiempos “La Profecía de los Tiempos”, Saber que
está escrito en muchos libros de la Tierra.
1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 8
9. Arado
Protector del Espíritu
EL ARADO
Y el Protector impulsó la recurrencia terrenal del Reformador, dio luz a su
camino explicando: “Mi padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo”… “y
orado la tierra para amarla y enseñar su Saber al final de los
tiempos”…
Y el Protector empezó el diálogo de sus reencarnaciones por este planeta: le
conocí en la Nave y le identifiqué en el sendero del Saber que Venezuela me
entregó. Y así me habló de su tiempo en la Tierra, de cuanto vino a
realizar, como testimonio para esta humanidad… Y esta es su historia,
porque me expresó que así aprendió de la tierra y de los hombres…
Mi mano sobre el arado; se me envió desde otras edades... mis pies pisan
la tierra... mis ojos otean el horizonte... mi corazón recuerda, siente y ve
desde el ayer hasta el presente donde estoy y grabo mis huellas para
despedirme otra vez de los hombres, para seguir mi camino, que es una
individualidad vestida de eternidad. YO SOY ETERNO, una Luz de soles
invisible a los ojos mortales.
Mi arado surca la tierra del hombre terrestre; vino impulsado por las
estrellas que desea la humanidad... penetra, hiere y rompe la capa
aparente atestada de toscas piedras, de raíces, de malezas que se adueñan
de los espacios donde deben ir las buenas semillas: profundiza removiendo
los nidos de alimañas, que ya heridas de muerte, cortadas en restos, se
revuelven al tiempo que otras, huyen al paso de mi arado.
Mi mano sobre el arado: traspiro el aliento que da vida a los dioses y los
hombres de tiempos que anteceden... son fuertes mis muñecas, mi piel
rubia, tostada por el sol, cubre mi cuerpo de estatura sobresaliente ante los
demás hombres de mi tiempo, en esta encarnación terrestre a donde he
venido, para obtener Consciencia de este mundo de conciencia inicial.
Mi mano sobre el arado; soy una memoria viviente del conocimiento que
en el futuro la humanidad aprenderá... huele a tierra, se siente tierra; se
remueve en el viento que esparce mi emanación. El sudor cae sobre mi
cuello que es fuerte como el de mis bueyes, transpiración pesada sobre mi
carne, pues en mi mundo, el cuerpo trabaja para el espíritu y no para la
materia; sudor que cae sobre mis bueyes; uno de extraño azul oscuro y
blanco poderoso de músculos y el otro, rojizo de testa noble e inteligente,
los dos émulos del poder de las Pléyades…
9
El Rutilante Pensamiento Reformador
10. La Gran Memoria Ram
Mi mano sobre el arado; yo registro en mi espíritu la consciencia del
pensamiento de los hombres terrestres... mi pelo castaño cae ondeando
sobre mis hombros, mientras mis dos manos van encima del arado, que no
suelto, porque la fuerza de mis bueyes es poderosa y no da tregua. Mis dos
manos siguen asidas a la guía que tira desde el yugo, que atrae la nuca de
mi yunta, la mayor de todas en estas tierras.
Mi mano sobre el arado; pero aprendo de cuanto aquí se escribe en el
corazón humano... soy único hijo; toda esta tierra es de mi padre y de mi
madre, ya viejos. Soy su esperanza y sustento, el aliento de herencia para
su estirpe, que según él, en mí, si no tengo vástagos, muere.
Mi mano sobre el arado; ante la grandeza de que el hombre terrestre
despertará dentro de poco, aunque ahora, por su miseria, es pequeño...
soy varón joven para este tiempo, 36 años de vida, los viejos envejecen a
los 80, los hombres maduran a los 40... Mi mano sobre el arado, mis pies
en sandalias de cuero de león pisan la tierra: mi corazón piensa, mi mente
en cada sentido reconoce que soy nuevo en esta tierra… todo es extraño
para mí… Mis Padres Progenitores, los dioses de este Universo,
suprimieron temporalmente la memoria de mi mundo, para que poco a poco
me acostumbre a la tierra… veo el verde color tostado de la tierra y de los
árboles. Huele y sabe a vapores de surco, a polvo que se filtra entre los
dedos de mis pies. Mis manos sudan y sujetan la guía del arado, mis brazos
se tensan a cada empellón de la yunta que dirijo con exacta fuerza hacia
cada obstáculo que tritura mi reja: mis piernas se acomodan con firmeza y
la cadera fortalece la punta del arado; esa reja-uña de acero fundida de las
mejores espadas de los guerreros antiguos de este pueblo huraño y pecador
contra Dios y desconocedor de DIOS, EL ALTÍSIMO SIN NOMBRE Y
SIN FIN, de donde yo vengo.
Mi mano sobre el arado; mi pulsar siente... en días y noches voy pisando
esta tierra; años, desde que mi padre me entregó su herencia por ser único y
mayor. Desde entonces, mi yunta es la número trece; las doce, todas de mi
padre y mi herencia, van delante de mí. Mi arado siempre va repasando la
tierra detrás de todas, sin cesar; soy el primero cuando la tierra es nueva y
el arado llega por vez primera.
Soy el primero en arrancar pedruscos, raíces malas, yo remarco la tierra
por donde las demás yuntas deben pasar... La tierra espera, el trigo anhela
el arado, promete al hombre, se nutre con el resoplar de los bueyes y el
pisar de la planta del amo; YO SOY EL AMO porque aro la tierra.
1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 10
11. Arado
Protector del Espíritu
Yo soy el amo y señor de la tierra, guía del arado soy para que la tierra
produzca su noble fruto... Mis bueyes lo saben, la tierra comprende, la
semilla obedece y muere al caer, porque ella prepara reiteradamente su
vientre para renacer cada vez. La lluvia entiende mi aliento, acata mi
designio: Soy el hombre, el guía que cumple la Ley del Arado y prepararla.
La tierra está lista; mi mano sobre el arado, porque los otros hombres del
mañana esperan por el trigo maduro, que es el hálito de los bueyes, el
renovar de la tierra, el amor y ley del hombre con la esperanza de la
semilla; es el hacer brotar la vida otra vez por la vida.
El arado es enemigo mortal de las raíces malas que detienen la siembra. La
brisa es la consejera de los lomos del labrador, con ella, él alcanza al canto
de los pájaros y toma fuerzas para labrar una y otra vez, y el labrar así, es
desafiar y vencer cada día que nace... Desde aquí escucho esas palabras
que rompen mis oídos, que hacen que mi arado se afinque con más
profundidad en la tierra de mi espíritu y mi alma, en mi camino de
universos... “Así ha dicho el Señor: “Las vestiduras del cielo son para
los que persisten en su arado, los que comprenden su fuerza para la
tierra y se visten de amor por la semilla y el trigo”... Soy hijo de Safat:
doce yuntas van delante de mí; tengo trece, mía es la última. Este es el
tiempo del Rey Acab en el pueblo del renegado Israel, de la raza arrancada
de la Justicia Divina, cortada de las estrellas y del Aliento del Supremo;
mía es la última yunta... y con potestad, las palabras llegan a mis oídos:
son como la fuerza de mi arado, el que en mis propias manos labré durante
siete años. De éste, que es una sola raíz de madera dura y vetusta del
territorio de los riscos y ventisqueros... esas palabras rompen mi corazón,
lo hacen como mi arado desgarra la tierra a cada paso, a cada palabra. Se
hacen pensamiento, siento crear en ellas nueva carne de mis lomos... “Yo
soy el sol que alumbra los planetas”...
Mi mano sobre el arado; mi sentir sella tiempos... En estas tierras ya son
conocidas esas vetustas palabras, es la voz del Profeta del Señor, las del
Tisbita. Se dice que viene de Galaad en el desierto: es un profeta que
castiga con cada palabra a Israel: anuncia la presencia del Señor Justo, de
un Dios distinto al de la sinagoga.
Él dice venir del Sin Nombre, asegura que el Verdadero no tiene nombre y
que él es Esencia de muchos hombres y universos... “¿Qué nombre
queréis darme? Soy como cualquiera de vosotros, soy la mano del
anciano y la sonrisa del niño, yo soy el campo y la semilla”...
11
El Rutilante Pensamiento Reformador
12. La Gran Memoria Ram
MIS OVEJAS
Mi mano sobre el arado; los tiempos, determinan mi vida y la de quienes
me conocen sin reconocer... mis primeros años crecí apacentador de
ovejas, en tanto me conformé varón, cuidé las ovejas de mi padre. Allí
aprendí de la identidad de cada una de ellas. Son diferentes en elegancia y
vivir. Unas comen los mejores pastos, la mayoría, individuales aunque
todas son del rebaño; otras, casi muertas, mascan cuanto queda; van hacia
donde la mayoría se dirige, son difuntas porque sin cesar van detrás y son
las que aprovecha el lobo. Aprendí de las ovejas y del lobo que astuto es,
que busca a las ovejas torpes, esas momias que se hacen amigas cercanas
del lobo. La alimaña se acerca a ellas y en su ingenuidad, no son hábiles de
reconocerlo. Se pegan cada vez más, hasta que un día ya no las veo en el
rebaño, se esconden en los mogotes, detrás de los abismos y allí se
traicionan a sí mismas: prefieren la muerte a estar dentro del rebaño y cerca
del pastor y la manada.
Mi mano sobre el arado; y cada pulsar, un registrar de la vida... mi padre
me preparó en los secretos de las ovejas... la voz está allí en la vereda,
estremece los contornos y muchos que van por el camino se detienen a
escuchar al mensajero... Un día dijo mi padre sobre las ovejas: no confíes
en todas ellas, en su mayoría son creyentes en el pastor: ellas tienen fe en el
pastor y muchas veces opinan que el pastor las castiga para que crean en
él, otras, suponen que él las llevará al cielo. Ovejas así, cualquier pastor
que se detenga delante de ellas, si no se han criado con él, se van detrás del
lobo... La voz del profeta mueve mi arado hacia él, mis pies cambian de
rumbo y se acercan a esos huracanes de palabras... “Por fin los cabos de
la tierra se estremecen, he aquí la voz que prepara la Primera Venida del
Señor. ¿Quién de vosotros os acercáis al yugo del Eterno? ¿Cuántos
estáis listos?”...
Mis ovejas, las he criado, vigilado de cerca, no he consentido que en mi
manada otras ovejas lleguen, mi padre así me enseñó; no he permitido
ovejas que no sean del rebaño... “Os acercáis al aliento Eterno. Mi
nombre es la risa de los niños y la tierna brisa de la mañana; yo soy el
pecho que amamanta, la gota de rocío para el germen y la semilla, yo
soy la fuerza en el canto de la avecilla que vuela. Vosotros que os
acercáis, seréis los frutos que preparará el tiempo”...
No he tolerado ovejas de manadas extrañas, porque mi padre es amo de
multitud de ovejas en estas tierras y yo conozco las ovejas de mi padre, él
me enseño a conocerlas. Las reconozco por su constancia de vivir, por su
estirpe de compartir y estar unidas al pastor. Aprendí de mi padre, cómo
1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 12
13. Arado
Protector del Espíritu
las ovejas reconocen la voz de su pastor y cómo el pastor reconoce a sus
ovejas por su balido y unión y cuando las reconoce, las lleva a los mejores
pastos de vida... “La tierra se prepara y la manada se apresta; porque el
Señor de las ovejas pronto vendrá por el trigo de la tierra. El tiempo
llegará sólo cuando las ovejas hayan crecido en el rebaño y reconozcan
la voz de su pastor”...
EL PROFETA DE AYER
Mi mano sobre el arado; y cada vida, un expandir del Eterno... y así llego
frente al profeta: está allí, es imponente; un volcán de palabras que no son
enunciados del ágora. Es una voz aromada de estrellas que caen como rocío
sobre la tierra que preparan los hombres. Sus palabras son espadas, a su
vez, néctar, miel silvestre que brota libre de las colmenas del verano que
tantas veces he saboreado.
Su estatura contrasta con lo rubio de su cuerpo y cabellera, que suelta,
blonda se arrebata casi con furia en la fuerza de sus ojos centelleantes de
una Luz nunca vista. Su boca y cada vocablo hacen tronar este valle y
montaña... Mis bueyes detuvieron sus pasos; mis pies quedaron en
suspenso y silencio, no caminaron más: mis músculos callaron sus fuerzas,
mientras el aliento desde mi corazón se agigantó con un océano de
esperanzas.
El vigor de mi mano sostiene aún el arado, y mi mente en silencio, ya
escucha y comprende. Siento que se permuta la tierra que piso, que este
hombre es mayor en el poder del arado, porque hace estremecer la mente de
los hombres: al hacerla polvo del pasado.
Mi mano sobre el arado; un crear de nuevas existencias extraterrenas...
los bueyes ahora silencian su aliento, no casquean, no rotan sus cuernos al
viento, no halan del yugo; se inclinan, no comen ni rumian, también
escuchan... El profeta no dice palabras, son truenos, relámpagos que
rompen el semblante del horizonte entre los hombres, que allí embelesados,
sienten como mis bueyes.
Los corazones de los que llegaron, como yo, palpitan mientras sienten la
tierra moverse bajo sus pies. Otros, alejados, pasan por el camino; apenas
se detienen a mirar, siguen despectivamente, le miran y con una imbécil
sonrisa en sus labios, se pierden por el abismo de sus atajos, creyéndole
loco; se van por sus caminos de ir y volver hacia ningún lugar: pierden la
oportunidad de conquistar la vida de esta Tierra.
EL PREDICADOR
13
El Rutilante Pensamiento Reformador
14. La Gran Memoria Ram
Mi mano sobre el arado: es soplar en los Océanos de vida… y aprendo
cada palabra que dice el Profeta; siento su Verbo grabarse en mí; lo
identifico con la eternidad del Soy... “Yo Soy el Predicador. Mi nombre es
conocimiento, porque desde el principio llevo en mí el conocimiento del
tiempo y las edades. Yo soy el Predicador, hijo de la Vid Eterna, he sido
rey y ministro de lo Supremo. He caminado la tierra de los hombres,
buscando entre ella, el surco y la semilla y sólo he visto en ella vanidad
de vanidades; todo vanidad. He reconocido al hombre que se afana
debajo del sol. Generación va, y generación viene; mas la tierra siempre
permanece. Sale el sol, y se pone el sol. El viento tira hacia el sur, y
rodea al norte; va girando de continuo, y a sus giros vuelve el viento de
nuevo. Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar de donde
los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo. Todas las cosas son
fatigosas más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo
de ver, ni el oído de oír. Lo que fue es lo mismo que será y nada hay
nuevo debajo del sol. Cuanto aquí es nuevo, ya fue en los siglos
precedidos. Para el hombre que no ara su tierra, no hay memoria de lo
que precedió, ni tampoco de lo que sucederá.
Yo, el Predicador, fui rey y mendigo en el mundo de los hombres.
Después de esto, dispuse mi corazón para inquirir y buscar sabiduría
sobre todo lo que se hace debajo del cielo. Ya me dedico al trabajo del
Señor ante los hijos de los hombres; lanzo saetas de verdades para que
éstos se ocupen en Él. Durante siglos he visto todas las obras que se
hacen debajo del sol; y encontré que todo ello es vanidad y aflicción de
espíritu, pues el tiempo cumple y lo torcido no se puede enderezar. Hablé
con mi corazón para crecer en sabiduría ante los que fueron en el mundo
y mi corazón ha percibido sabiduría y ciencia. Así dediqué mi corazón a
conocer la sabiduría, a entender los desvaríos de los insensatos, que aún
no comprenden su aflicción de espíritu: porque en el saber del mundo
hay molestia y en la ciencia del hombre torpe, se añade dolor... Yo no soy
el que veis que soy. He conocido de vosotros las edades y los tiempos. Mi
nombre es Edad y mil nombres de hombres”.
Mi mano sobre el arado; que traigo en mí, igual que mis hermanos de
estrellas, para compartirlo entre las estrellas nacientes... mi reja, la
cuchilla filosa de mi arado, descansa de la tierra, no es de cobre ni de
bronce que se amella, es de acero forjado de las espadas de mis abuelos, es
la única de la región...
1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 14
15. Arado
Protector del Espíritu
El profeta sobre la roca domina el espacio y las mentes de los hombres. Su
cayado en la mano apunta hacia el cielo de los hombres, mientras se bate
en remolinos de señales y símbolos. Mis bueyes se echan sobre la hierba y
los últimos terrones que mi final arrastre levantó. Y la voz retumba, sigue
su paso inapelable. Los ojos de unos revisaron en la escritura de la letra
muerta, en sus apuntes del Lamud y asombrados a hurtadillas, murmuran
entre sí.
Se acercaron allí viajeros y comerciantes. Una caravana detuvo sus pasos
ante la formidable voz. Mis aradores de las doce yuntas, temerosos
también, quietos, permanecieron. La vara con su voz volvió a batirse hacia
el infinito y señalando las nubes dijo: “Un día mientras fui rey, dije yo en
mi corazón: prueba tu alegría, goza tus bienes; mas encontré en esto
vanidad, porque sentí el placer que enloquece los sentidos y de nada
sirve. Luego propuse agasajar mi carne con el vino hasta la necedad,
hasta que vi a los hijos de los hombres ocupándose todos los días de su
vida en esta ruina.
Un día engrandecí mis obras y edifiqué casas, planté viñas; hice huertos
y jardines, y planté en ellos árboles de todo fruto. Hice estanques de
aguas y regué los bosques donde crecían los árboles. Compré siervos y
siervas, y tuve gran posesión de vacas y de ovejas. Amontoné plata y oro,
tesoros preciados de reyes y de provincias; me hice de cantores y
cantoras, y fui engrandecido, más que todos los que fueron antes de mí
en el tiempo de los hombres. No negué a mis ojos cosa alguna, ni aparté
mi razón de placer alguno, esta fue parte de toda mi faena en la tierra. Y
miré luego las obras hechas por mis manos, el trabajo que tomé para
hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, sin provecho
debajo del sol. Volví a la sabiduría al preguntarme ¿qué hará el hombre
que venga después de cuanto aprendió el rey? Nada, sino lo que ya fue
hecho”.
Mi mano sobre el arado; porque hay estrellas en los Sielhos y en la
tierra, lámparas que pronto lo serán... el viento de la tarde había llegado y
con éste, muchos pies y pasos; otros caminantes quedaron allí inmóviles,
clavados sobre el sendero de rudas rocas. Los árboles de brazos largos y
robustos, sostenían y acomodaban los cuerpos de hombres maduros, de
niños y jóvenes que habían llegado de varios lugares. Las mujeres
acompañantes, madres, hijas y esposas escondidas detrás de sus negros
velos y leyes discriminantes del Lamud y Talmud, sentadas en grupos, lejos
de los hombres. La ley del Sinaí se comparaba entre murmullos, con las
palabras del Profeta. Ya rumiaban mis bueyes como lo hacían los
vigilantes de la ley de Moisés, donde muchas veces encontré el hervidero de
15
El Rutilante Pensamiento Reformador
16. La Gran Memoria Ram
falsedades y crímenes en nombre de Dios, de sangre de inocentes y
violaciones de niñas, inducidos por “los libros sagrados”. Rumiaban los
hipócritas defensores de la ley que no cumplían ley (Eclesiastés) y que allí
pasaban cercanos a la verdadera Ley.
El buey azul oscuro, y blanco que siempre llamé “gran ave”, el más
poderoso de los dos y el rojo “pleyón”, aún cargaban en su testuz el yugo
de madera y correas de cuero. Los dos eran cabeceros, cuando en las
mañanas tantas veces adhería las doce yuntas en una sola y araba a
profundidad con mi uña, la reja y arado que labré durante siete años en esta
tierra de mi padre. Todos, animales y hombres, habíamos llegado allí,
cumplidos los tiempos del paso del Profeta, la voz que volvió a clamar...
“Todo tiene su tiempo: y todo lo que es debajo del cielo tiene su hora”.
De repente; la tierra toda se aquietó: las hojas dejaron de caer, la brisa se
escondió en algún lugar del momento, las aves no cantaron y aun, el mismo
sol, se contuvo por instantes: tal parecía que el tiempo se detuvo para
escuchar y sentir las palabras del Predicador... “¿Qué provecho tiene el
que trabaja, de aquello en que se afana? Yo he visto el trabajo que El
Señor ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en Él. Todo
lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de
ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho El
Señor desde el principio hasta el fin. Yo he conocido, que no hay para
ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida; y también que es
don del Señor que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su
labor.
He entendido que todo lo que El Señor hace será perpetuo; sobre aquello
no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace El Señor, para que
delante de Él aprendan los hombres. Aquello que fue, ya es; y lo que ha
de ser, fue ya; y El Señor restaura lo que pasó.
Soy el Predicador, la voz que prepara el camino del Señor. Mi nombre es
sabiduría, porque desde el principio de los tiempos, de los hombres y los
mundos, mi espíritu se nutrió de ella y Ella es la que os llama al Arado
Eterno”.
Mi mano sobre el arado; pues la tierra es un jardín tan igual de frondoso
como el que me dio identidad de estrella... Algunos reiniciaron su
camino, habían tomado de las palabras cuanto necesitaban, así es el
reglamento del espíritu -y se fueron con ellas-; se contiene en el recipiente
hasta donde es su medida. Ninguna capacidad puede dar más de su medida
1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 16
17. Arado
Protector del Espíritu
y el hombre es la medida de su obra que forja el crisol de la vida, el
espíritu... “Mi nombre es la Verdad que llevo dentro porque desde el
principio yo participé de ella, y desde entonces he visto todas las
violencias que se hacen debajo del sol; conozco las lágrimas de los
oprimidos, sin tener quien los consuele; y la fuerza estaba en la mano de
sus opresores, y para ellos no había consolador. He visto las malas
obras que debajo del sol se hacen, la envidia del hombre contra su
prójimo. He visto al necio comer su misma carne. Al que no tiene hijo ni
hermano y nunca cesa de trabajar y sus ojos no se sacian de riquezas.
Les he visto vivir y morir solos y no se calientan, porque no tienen el
amor del par. Vi a todos los que viven debajo del sol, caminando con el
muchacho sucesor, que estará en lugar de aquél... Mi nombre es la Luz,
porque yo alumbro el sendero de los hombres y doy a conocer el destello
de los soles”.
Mi mano sobre el arado; un útero de espíritus... ahora me aferraba más a
él; no lo soltaba, ya el arado me sostenía, por poco caía a tierra. Tiempo
antes, siempre y con poder guié el arado, ningún obstáculo medró mi fuerza
y por vez primera me di cuenta que éste me sostenía aquí. Se inclinaba la
tarde y el profeta aguzaba más su prédica. Acrecentaba cada palabra y el
símbolo cortante penetraba en mí Ser, se guardaba dentro de mí, se escribía
crecidamente en mi corazón, creaba un nuevo molde de verdades que eran
mi propia identidad... “Cuando fueres a la casa de El Señor, guarda tu
pie; y acércate más para oír, no para ofrecer el sacrificio de los necios.
No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra
delante del Señor; porque El Señor está en el cielo, y tú sobre la tierra;
por tanto, sean pocas tus palabras. Porque de la mucha ocupación del
mundo, viene el dormir en vanidad, que son la multitud de palabras, el
alarido del necio. Cuando al Señor haces promesa, no tardes en
cumplirla; porque él no se complace en los insensatos: cumple lo que
prometes. No prometas si no cumples. No dejes que tu boca te haga
pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. No hagas que El
Señor te rechace a causa de tu chillido de sueños y vanidades, tus
muchas palabras necias.
Si opresión de pobres y perversión de derecho y de justicia vieres en la
provincia, tiembla de ello; porque sobre el alto vigila otro más alto, y
uno más alto está sobre ellos. Además, el provecho de la tierra es para
todos; el rey mismo está sujeto a los campos.
El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho
tener, no sacará fruto y cuando aumentan los bienes, igual aumentan los
que los consumen.
17
El Rutilante Pensamiento Reformador
18. La Gran Memoria Ram
Dulce es el sueño del jornalero, coma mucho, coma poco; pero al rico no
le deja dormir su abundancia, porque las riquezas guardadas por su
dueño, son para su mal que le pierden en malas ocupaciones, y como
salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino;
y nada tiene de su trabajo para llevar en su mano. Además, en tanto
vivió, todos los días de su vida comió tinieblas, atesoró afán y al morir
conoció su miseria... Mi nombre es paz, que entrego a los que me buscan
y les doy el descanso que anhelan sus corazones”.
Mi mano sobre el arado: que algún día y luego de que regrese... todos en
silencio, ninguno de los caminantes vedó al profeta, tenían miedo y respeto;
sentí; la mayoría, que sólo escuchó y se impregnó del portento, del Saber y
Sabiduría: ninguno arriscó hacerle preguntas, el huracán era un portento
desde su corazón, mientras los demás no tenían ni siquiera vientos de
dudas: se veían acusados.
El espacio abierto daba la sensación de libertad, de grandeza: nadie de los
allí presentes antes, estuvieron de acuerdo para llegar al lugar; todos
estaban conmovidos al mirar y sentir a este hombre. Sus ropajes tejidos en
pelo de camello y lana de oveja, un cinto atado a la cintura, sujetaba un
faldón a la usanza del desierto. Un Manto en líneas azules y blancas del
mismo tejido, caía desde su hombro derecho. Su porte elegante de cuerpo
vigoroso y ágil, terminaba en un rostro de barba poblada y belleza varonil.
En sí, su vestidura era humilde, su presencia de aquella época, denotaba la
identidad del profeta. Alzó sus dos manos al cielo, en la derecha su vara
con la que agitaba el viento y los símbolos en cada una de sus palabras;
dejó caer con fuerza su mano izquierda en el hombro derecho y con la vara
suspendida, llevó su mano derecha encima del corazón y dijo: “Mi nombre
es mil nombres, cualquiera de ellos soy”.
Mi mano sobre el arado: estarán prontos a verter su Luz sobre la
inmensidad... caminó en medio de los varones, mujeres, ancianos y niños
que aún quedaban, porque la tarde llegó y algunos escapados por los
espacios, ya distaban. Se acercaba, sentí la tierra fundirse bajo mis plantas
así como el sol se fusiona en el horizonte. Miró en muchos ojos y volvió a
replicar... “He venido a disponer los frutos que el tiempo reclama”. A
todos observó en silencio y de cerca; más próximo estuvo y de frente a mí.
Sus pies en sandalias atadas arriba del tobillo quedaron frente a las mías de
cuero de león, el que azotaba mis ovejas y desgarré con mi vara y manos;
así mis pies retenían el poder del León. Sus ojos claros penetrantes miraron
los míos color miel. Sentí que rompían la virginidad de mi espíritu y el
1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 18
19. Arado
Protector del Espíritu
llanto ahogó mi pecho. Tembló mi ser y cuanto soy, lloré: echó sobre mí su
Manto y caí en tierra sin soltar el arado...
EL MANTO DE PROFECÍA
Entonces, el Manto cubrió mi cabeza y cuerpo, quebró en pedazos mi
corazón, para revivirlo en el futuro aún desconocido; y allí, entre lágrimas
y visiones del presente que es hoy, mientras doy de comer este Saber al
Reformador del Pensamiento, sentí desmoronarse el mundo anterior y crear
el presente, donde hablo por estas letras escritas por el “cincel rutilante”
para los que intentan conocer la Justicia Eterna… Solté mi arado, acaricie
mis bueyes y tomé el Manto: lo aferré con la fuerza del arado como nunca
había aferrado antes el arado y me levanté ante el Profeta y dije: permíteme
besar a mi padre y a mi madre y estaré preparado para seguirte… Sólo
había ido por mí y por quienes desde ese momento crecieron en espíritu
conmigo.
Todo lo comprendí. Sentí que jamás regresaría por esos lugares y
encarnaciones. Al fin puede entender algunas de las enseñanzas que los
rabinos recalcitrantes no pudieron responder a mi espíritu sediento de
Saber. Había encontrado el camino para la llegada del Mesías que le
llamaban Señor, y que yo esperaba en preguntas y ruegos mirando las
estrellas, al nacimiento y poniente del Sol, o la mano de los enfermos
desamparados que el Lamud mandaba matar para no ser estorbo del pueblo
y de Dios. En este instante, mientras soltaba el arado y tomaba el Manto,
mirándome a lo profundo de mi corazón dijo: “Ve, y vuelve, este es tu
camino”.
LA CARNE DE MIS BUEYES
Regresé prontamente, y con mis manos y estilete, sacrifiqué primero a
“pleyón” luego a “gran ave”. Prendí fuego a la madera de mi arado y con la
demás, traída por las gentes y mis aradores, cocí la carne de mis bueyes,
mientras mis pensamientos en tormentas de palabras renacían a otra
carne... la di a comer al pueblo allí reunido. Todos comieron esa tarde,
noche y amanecer.
Limpié el cuero de mis dos bueyes; de “gran ave”, por ser el símbolo de la
fuerza de la tierra, en él dibujé el límite de mi herencia. Corté en trece
pedazos el cuero y repartí la tierra entre mis doce aradores, según cada
forma del plano. El número trece, lo guardé para mi padre y madre ya
viejos. Escribí sobre el cuero de “pleyón” y con la mano de cada uno de
mis doce sucesores, el juramento de sangre de todos los herederos de mi
tierra. Ninguno de ellos poseería mi heredad que entregué, hasta que mis
19
El Rutilante Pensamiento Reformador
20. La Gran Memoria Ram
días y mis ojos se apagaren, porque yo, con la yunta trece, el pedazo de mi
padre, guiaría la vida de los que atrás quedaron; tendrían alimento. Cada
uno de mis herederos daría una porción del producto para el sustento de
mis padres, hasta que volvieran a la tierra.
Me levanté y fui tras el Profeta que retomó su rumbo mientras decía... “Mi
nombre es vida, pues por mí, vosotros encontraréis la inmortalidad desde
la fuente en que se inició”. Ahora tenía mis manos sobre el otro arado, era
el manto de una verdad nueva; me preparaba para arar la tierra del espíritu
del hombre. Con mayor fuerza tomé el Manto, el arado del Preparador del
Camino y tal como lo sentí en el impulso, no me había equivocado en el
sentir de mi corazón: fue necesario sacrificar mis bueyes, ya no pertenecía
a ese lugar; ya nadie cuidaría de mis robustos animales, ya ninguna
persona los amaría como yo, porque crecieron junto a mí y yo mismo los
amansé, les enseñé los caminos y las palabras del arado.
Fue esencial; mis padres ya viejos, dependían de la fuerza del arado, ahora
ya tenía otro arado y este me daría y les daría la vida que siempre esperé:
LA INMORTALIDAD...
Mi Espíritu con el Manto; ahora que toma el Arado final... caminamos
días y noches, alejándonos del bullicio, algunos intentaron seguir nuestros
pasos. El desierto se abrió imponente e implacable, los más cobardes
desertaron. Fue una marcha lenta y cada paso del profeta era seguro,
porque me enseñaba el camino. Nuestras huellas llegaron hasta el Monte
Horeb, todos decían que era la montaña de Dios, yo también, en mi
inocencia, lo creía. Durante días, meses y años cruzamos los grandes
desiertos, desde Damasco al Monte Hebron, nos alejamos hacia la tierra de
los Moabitas, días interminables fuera y alejados del reino de Acab, hasta
llegar a Hazerot, donde cercana se levantaba atrayente y temerosa la
montaña del odio, el Sinaí: allí estaba el Horeb. Mi trabajo fue servir al
Profeta, como asiste el pastor a las ovejas y el arador a la tierra; aprender
en esos años de sus palabras, que repartía como pan de vida y palabra viva
en los lugares donde llegábamos: yo le escuché en todo lugar y consejo.
Insistió ante las gentes que era el Predicador, el Preparador del camino del
Señor, y siempre repitió; “Yo soy amor y amor es mi nombre” mientras
habló siguiendo las palabras con las cuales arrojó su Manto sobre mí...
“Aunque el hombre engendrare cien hijos, y viviere muchos años, y los
días de su edad fueren numerosos; si su alma no se sació del bien, para
él creció su sepultura. Porque el hombre vano viene y a las tinieblas va, y
con tinieblas su nombre es cubierto, aunque aquel viviere mil años dos
1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 20
21. Arado
Protector del Espíritu
veces. Éste no es sabio, es más que un necio. ¿Quién sabe cuál es el bien
del hombre en la vida, todos los días de la vida? Porque ¿quién enseñará
al hombre qué será después de él debajo del sol?”
Mi Espíritu con el Manto... y con sus palabras, buscaba hombres que
desde diferentes lugares de las rocas y arenas salían temerosos, escondidos
como animales de presa; surgían al oír las poderosas palabras y se
encontraban con ellos mismos; con su espíritu... “Mejor es la obra buena
que el mejor ungüento; y mejor el día de la muerte que el día del
nacimiento. El corazón de los sabios está en la casa del luto; mas el
corazón de los insensatos, en la casa en que hay alegría. La risa del
necio es como el estrépito de los espinos debajo de la olla. Mejor es el
sufrido de espíritu, que el altivo de espíritu. No te apresures en tu
espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios.
La ciencia con herencia, es provechosa para los que ven el sol; pero más,
la sabiduría que excede y da vida a sus poseedores. Mira la obra del
Señor; porque ¿quién podrá enderezar lo que en tu razón crees, él
torció? La adversidad que consideras es el aprender de los injustos,
porque hay impíos que por su maldad alargan sus días.
La sabiduría fortalece al sabio, porque no hay hombre justo en la tierra
que haga el bien y nunca peque; porque el corazón del siervo se prueba
en sabiduría, cuando es sabio. Si el corazón examina e inquiere
sabiduría, la razón conoce la maldad, la insensatez y el desvarío del
error. Y el que agrada al Señor, escapará de ello; mas el pecador
quedará preso en el anzuelo del tiempo. El Señor hizo al hombre recto,
pero muchos han buscado perversiones y esa es su cárcel y Sheol”.
LA SOLEDAD DEL DESIERTO
Mi Espíritu con el Manto... Pasó el tiempo y en la soledad del desierto,
donde el silencio rompe los tímpanos y los oídos oyen más desde adentro,
en donde el hombre se siente solo, en tanto, está mejor acompañado consigo
mismo; en ese desierto, donde los escasos animales, serpientes, lagartos y
algunas aves, apenas intentan vivir porque saben el secreto. Él inició un
día así su enseñanza para hacerme Eterno: “Es cuando se logra la
consciencia y la identidad del origen que somos, del por qué estamos y
hacia dónde debemos dirigirnos: ¿Quién como el sabio? ¿Y quién como
el que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre ilumina
su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará. Te aconsejo que
guardes el mandamiento de la Ley y la palabra del Señor. La palabra de
la Ley es potestad, porque para todo lo que quisieres hay tiempo y juicio;
21
El Rutilante Pensamiento Reformador
22. La Gran Memoria Ram
pues no hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el
espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal
guerra, ni la impiedad librará al que la posee. Hay tiempo en que el
hombre se enseñorea del hombre para mal suyo, porque hasta ahora el
corazón de los hijos de los hombres está dispuesto para hacer el mal. Al
impío, no le serán prolongados los días que son como sombra; dedique el
hombre sensato su corazón a conocer la sabiduría, y a ver la faena que
se hace sobre la tierra, porque la justicia del Señor, es que el hombre
alcance su obra que debajo del sol se hace; que trabaje buscándola y la
compruebe”.
Mi Espíritu con el Manto... sus palabras iban cambiando el panorama del
desierto. Llegué a comprender, que así era la vida de los hombres
ignorantes del Saber de Preparador del Camino; un desierto, una vida sin
agua, sólo arena, roca, soledad, calor y muerte para los que desconocen la
vida, la esencia del Preparador. Estas palabras, cada vez se convertían en
manantiales, de ellas sentía brotar agua y nueva vida... “Mi corazón
entregué a toda verdad para declarar la esperanza a los justos y los
sabios, pues sus obras están en la mano del Señor, porque sea odio o
amor, todo está delante de ellos. Todo acontece de la misma manera a
todos; un mismo suceso ocurre al justo y al impío; al bueno, al limpio y
al manchado, pues los hijos de los hombres están llenos de mal y de
insensatez en su corazón durante su vida; pero aún hay esperanza para
todo aquel que está vivo. Porque el hombre tampoco conoce su tiempo;
como los peces que son presos en la mala red, y como las aves que se
enredan en el lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el
tiempo malo, cuando cae de repente sobre ellos. Mejor es la sabiduría
que la fuerza, aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y no sean
escuchadas sus palabras. Y las palabras del sabio, escuchadas en
quietud, son mejores que el clamor del señor entre los necios. Mejor es la
sabiduría que las armas de guerra; no obstante, un pecador destruye
mucho bien”.
MI PREPARACIÓN
Mi Espíritu con el Manto... Mi preparación se preludió según él, por
mandato del Eterno; hay muchos hombres como yo, perdidos inconscientes,
ignorantes de su encarnación y compromiso. Sus palabras entregaba en
cada lugar donde llegábamos; iban dirigidas a mi arado, a mi fuerza que
tantas veces me sustentó; porque conociendo los cinco libros de Moisés; el
Génesis, con una creación incompleta que se contradice en la esencia del
hombre y el mensaje; un Éxodo de grandes esclavitudes y pactos que
someten al hombre, el mensaje, entonces, debía llegar a mi mente y
1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 22
23. Arado
Protector del Espíritu
corazón. Un Levítico atiborrado de sangre, como si Dios Supremo
masticara sangre, vísceras y barbaries.
El documento de Números, donde los israelitas vagaron perdidos en este
desierto que nosotros hemos cruzado fácilmente, porque la mano de Dios
no fue capaz de enseñarles el camino, y del Deuteronomio, donde las leyes
del Sinaí se hacen más perversas y son veneno para la humanidad y
libertinaje para Israel; pues viví conociendo todos sus libros, Josafat mi
padre, era buen hebreo, creyente de la Torah, yo, su hijo de carne, no de
espíritu, no pude encontrar en esto una inspiración divina y espiritual.
Sangre y crimen en los mandatos de Hayah, del Tetragrámaton, las cuatro
letras de YHWH que el mismo Moisés no cumplió sin protestar y tampoco
lo hicieron quienes subieron al Sinaí... “se puso Moisés a la puerta del
campamento... Y él les dijo: Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Poned cada
uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el
campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente”...
No encontré piedad ni amor en las manos del dios de la sinagoga, en el dios
de los prepucios de guerra y mortandad; sólo odio, ansia de poder y
gobierno de sus leyes; reconocí fantasía ante el Dios del Preparador, quien
me enseñó a ver la Torah como un mandato para destrucción de naciones,
lo cual nunca aceptó mi conciencia: “de las ciudades de estos pueblos que
Jehová tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejarás con vida, sino que los
destruirás completamente: al heteo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y
al jebuseo, como Jehová tu Dios te ha mandado” Éxodo 3:7. Deuteronomio
20:16,17)
Nací inteligente y noble en espíritu, valorando entre la misma naturaleza
los dones de la Creación: vi crecer los árboles que dan nido y alimento a las
aves, sentí caer la lluvia que alimenta las aguas del río y de los mares, vi
amamantar la madre al hijo y de ella aprendí todo sacrificio por sus hijos.
Crecí con la demanda en mi corazón. Este no es mi Dios; yo alimento a mi
pueblo, comparto la semilla y el pan, ¿Por qué entonces, si soy humano y
obro como siento desde mi corazón? ¿Por qué el verduguismo del dios del
Sinaí? fue mi interpelación constante, la pregunta a mi alma antes de llegar
el Preparador que hablaba con sabiduría hacia los pobres y humildes: “Las
moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista;
así una pequeña locura, al que es estimado como sabio y honorable. El
corazón del sabio está a su mano derecha, más el del necio en su
izquierda. La necedad está colocada en las grandes alturas de los
poderosos. He visto siervos a caballo, y príncipes que andaban como
siervos sobre la tierra.
23
El Rutilante Pensamiento Reformador
24. La Gran Memoria Ram
Quien corta piedras, se hiere con ellas; el que parte leña, en ello peligra.
Si muerde la serpiente antes de ser encantada, de nada sirve el
encantador.
Cuánto desconocen los hombres del Dios del Universo: su amor es más
poderoso que el de cualquiera de los dioses del mundo figurado a imagen
y semejanza de los hombres. Ante el Altísimo, los demás no son nada,
porque los demás dioses pasan como el invierno o el verano, en tanto, el
Altísimo es Señor del invierno y el verano”... y la sinagoga no tenía
respuestas...
Mi Espíritu con el Manto... habíamos llegado al Horeb. Fue en este mismo
lugar, acotó, que el Supremo me llamó para que te preparara. Yo vine y
caminé sobre el desierto, sobre las arenas preñadas de alimañas y las almas
secas de esencia de este pueblo insurrecto y sangriento; ellos viven aquí por
su rebeldía, la vida de ellos es un desierto de materialismo; desde las
estrellas se juzga su crimen sobre hombres de este mundo y de otros. Vine
entre ellos, a iniciar el camino de los profetas que han de transitar para
preparar la Venida del Señor verdadero; entre ellos, porque son quienes
niegan la Luz del Altísimo y en los últimos tiempos se opondrán, trayendo
a su propio y tenebroso “dios encarnado” sobre los hombres; entre ellos
que adoran y se inclinan obedientes al mandato del amo de las tinieblas.
Años caminé por estos lugares, la mayoría de las veces, buscando aliento
desde el Sielho, las restantes, escondiendo mi vida del odio y matanza que
la casa de Israel lleva en sus corazones. Son homicidas en su más extraña
naturaleza. Las enseñanzas del Lamud, que recibió Moisés de su dios que
les dijo… “Matad, pues, ahora a todos los varones de entre los niños; matad
también a toda mujer que haya conocido varón carnalmente. Pero a todas las
niñas entre las mujeres, que no hayan conocido varón, las dejaréis con vida ”
(Números 31:16-18), así les han hecho, son formados a la imagen y
semejanza en la venganza, como está escrito en sus libros: son diferentes al
conocimiento universal y perenne con el que el hombre se viste de
Eternidad. Estoy y estamos en este camino para cumplir la Profecía del
tiempo: “Echa tu pan sobre las aguas encarnantes del hombre: porque
después de muchos días hallarás el mismo río de vida. Reparte a siete, y
aun a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra. Si las
nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra la derramarán; y si el árbol
cayere al sur o al norte, en el lugar que el árbol cayere, allí quedará.
Siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; como no
descansa la luz del sol y anda en los caminos del corazón a la vista del
1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 24
25. Arado
Protector del Espíritu
Señor que siempre juzga. Quita de tu corazón el enojo, y aparta tu carne
del mal; porque el tiempo cobrará toda vanidad”.
LOS PRECEPTOS DEL MANTO
Mi Espíritu con el Manto... las enseñanzas son el camino que conduce a
este mismo lugar donde hoy estamos y estaremos años, hasta que
comprendas meramente, para que poseas el conocimiento, el Manto de
justicia de tu alma sedienta de Saber. En este mismo lugar me refugié, me
escondí de mis matadores, luego que realicé los actos de profecía sobre este
pueblo, cumplí la Ley del Sielho y reconocí al Eterno, no al dios que se ha
hecho reverenciar por esta raza de víboras; a este pueblo que no se le dio
otra tierra porque no la merecen; por lo tanto, tú que bebes la fuente del
Altísimo: “Acuérdate de tu Creador antes que se oscurezca el sol, y la luz
de la luna te quede como verdad, antes que las puertas de afuera se
cierren, antes que las langostas sean una plaga, antes que la cadena de
plata y el cuenco de oro se rompan, que el cántaro se quiebre junto a la
fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo; antes que el polvo vuelva a la
tierra, como era, y el espíritu vuelva al Señor que lo dio todo. Porque El
Señor, el día de su juicio, hará relucir toda obra del hombre, toda
palabra y acción de los sabios y los necios, porque toda obra humana es
como clavos hincados en su carne; en unos son varas y voces del pastor,
y en otros, alaridos del lobo que roba y mata las ovejas. Esto es y será,
porque el tiempo –el arado- perdido por los hombres lo lloran los
ángeles del Supremo”.
LA SABIDURÍA DEL PREDICADOR
Mi Espíritu con el Manto... La sabiduría del Predicador me hizo escudriñar
mucho más, él supo hallar las palabras para escribir su verdad en mí Ser.
Huía de los dioses de los hombres, me dijo. No tenía más resguardo que la
inmensidad del desierto, podía morir a manos de los hijos de Israel. Allá en
las distancias caminadas hasta aquí, y luego del agotamiento, ya sintiendo
morir de sed y de hambre, dormí debajo de un enebro. Entonces, el Dios del
Arado del Espíritu me llamó, para que te tocara con el Manto, envió su
ángel y también me tocó con su mano, y me dijo: Levántate y come.
Desperté de la muerte y la soledad y vi en mi cabecera de piedra y arena,
una torta de pan cocida sobre ascuas, me incorporé y encontré una vasija
de agua limpia y fresca. Y comí y bebí, y por cansancio y agotamiento,
volví a dormir sobre ese mismo lugar. Mi sueño fue reparador, volvió otra
vez el ángel que anuncia la segunda vez y me tocó, diciendo: Levántate y
come, porque largo camino te resta. Aún no lo comprendía, comí y bebí; y
fortalecido con aquella comida, caminé cuarenta días y cuarenta noches
25
El Rutilante Pensamiento Reformador
26. La Gran Memoria Ram
hasta llegar aquí, al Horeb, al monte donde estamos y en esta cueva donde
hemos dormido, y pasé esa noche. Y entonces vino a mí la palabra del
Señor, la misma que en tu interior te llevó a sacrificar tus bueyes, a
convertir la carne en fuego y seguir el Manto y me preguntó: “¿Qué haces
aquí en esta cueva de tu mente, Preparador del Camino? Entonces yo
respondí: He creído en mi razón un vivo celo por servir al “Dios” de los
ejércitos de Israel; porque los hijos de tu pueblo han dejado tu pacto,
han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo
yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida”.
Y entonces Él me dijo: ¿Cómo consideras tú al Dios Eterno? El Dios que
conoce tu Esencia, la de todos los reencarnados en este mundo, vosotros
que confundís la Propiedad de lo Inmutable, con cuanto es parecido a las
razones humanas.
¿Por qué dices que han dejado mi pacto? Si no hago pactos ni alianzas
con hombres de ningún pueblo.
¿Por qué sostienes que han derribado mis altares? Si yo no pido
adoraciones ni pleitesías a ningún hombre, menos, por supuestas
alianzas.
¿Por qué dices que tienes un vivo celo de servir al dios de este pueblo? Si
no conoces a quién sirves ¿Puedes servir al amo que desconoces cuando
dices: tus profetas?
¿Consideras que he mandado inmolar hombres si yo he creado toda la
Vida de la vida? Mi Trono es la vida y no la muerte.
Quien te busca para quitarte la vida es quien la niega, el dios de la
venganza contra el hombre y el Supremo.
Es el momento de recobrar tu identidad de Ser. Estás aquí, solo, en este
lugar, para que compares el “dios” del ojo por ojo y la venganza, para
que conozcas el Saber de la Justicia del DIOS VERDADERO: Sal fuera,
y ponte en el monte delante de Mí, quien te habla de vida. Quien te llama
a que recobres tu Esencia: sal fuera de tu cueva de razones y aplica tu
Saber Interior, que es la Lógica de la Creación, Mi Creación; sal fuera
de tu cueva de razones y comparaciones de lo más profundo de la mente
humana, de los socavones más oscuros de la conciencia, donde los
hombres guardan escondidos sus más bajos instintos, pensamientos de
pasiones. Sal fuera de tu cueva donde el hombre cobija su conciencia
ante sí mismo y ante los hombres. Rechaza esa parte profunda y fría del
ser, en donde no hay vibraciones y el alma no tiene nombre. Aléjate de
ese oscuro y mísero lugar donde el hombre esconde su conciencia y
donde la masa del universo lo alumbra. Sal de allí, donde el hombre
1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 26
27. Arado
Protector del Espíritu
elige dioses y monumentos y los empotra en un pedestal; de donde el
hombre señala y creyendo, levanta la mano y da nombre a las potestades
que desconoce”.
“Y salí afuera de la cueva y de mí mismo. Y he aquí, El Supremo se movía
en un grande y poderoso viento que rompió los montes, y quebró las peñas;
pero Él no estaba en el viento, era todo el movimiento de los vientos y
tempestades sobre el universo. Y tras el viento, llegó un poderoso
terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto; era más que el
terremoto en la inmensidad de la creación. Y tras el terremoto, un fuego;
pero ÉL no estaba en el fuego, porque era el fuego de la Creación. Y tras el
fuego, un silbar apacible y delicado que tocó mi espíritu y penetró mi Ser
Interior y me dio la Voz con la que hablo, llamó y tocó con mi Manto que
es la Verdad de Él, que ahora tú aprendes, para que seas Reformador de Él
cuando el Señor se apronte por llegar La Segunda Vez”.
Y tú, Preparador del Camino, ahora eres vida y eres muerte y, a la
inversa, eres muerte y eres vida. LA TRAES COMO LEY SOBRE LOS
HOMBRES. Está contigo desde el Principio donde se generó, y con tu
espada limpiaré la tierra, escarbaré la era, araré en la nueva tierra del
Sur. Allí sembraré la semilla que dará los frutos del final de los
tiempos”: dijo El Señor de las Leyes del viento y la tempestad, del
terremoto, el fuego y el sellar del alma humana... “Ve, vuélvete por tu
camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por
rey de Siria. A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; ellos –en
los tiempos- desparramarán la sangre de los culpables, de los que han
derramado la inocente; de ellos saldrá la serpiente voladora, ellos son la
raíz de los arrojados que perecerán: pero al hijo de Safat, de Abel-
mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar: él es poderoso en el
arado y será tu Manto y Mi Manto. Y en la justicia que pongo en tus
manos, el que escapare de la espada de Hazael, Jehú lo matará para que
no dé semilla mala; y el que escapare de la espada de Jehú, Eliseo lo
cortará de la ley del arado al final de los tiempos.
Y yo haré que para ese tiempo, queden en Israel siete mil almas, cuyas
rodillas no se doblaron ante Baal, la otra cara del dios que dice: mía es
la venganza.
Ve, dispone desde ahora el camino preparador, porque el mundo llegará
al foso de su estupidez, sacrificará sus carneros, los llevados por las
corrientes más fáciles y más agradables al oído de las turbas. El hombre
perderá su alma, cuando se deje arrastrar hasta la cueva de sus oscuros
pensamientos y las más bajas vibraciones. Ve, porque desde el “dios” de
27
El Rutilante Pensamiento Reformador
28. La Gran Memoria Ram
Israel y su pueblo, se codearán con los imbéciles, con los vocingleros y
con los hombres de poca monta: desgraciados serán, los que en ese
tiempo rechacen el Manto de la Verdad y el Arado del Mensaje;
desdichados son, porque ellos mismos buscaron su perdición”.
Mi Espíritu con el Manto... al escuchar las palabras del Preparador, mi
mente se hizo nueva; él la pasó por el fuego como la carne de mis bueyes y
así mi espíritu vio la Luz. Escuché y le comprendí al Preparador del
Camino y días pasaron en preparación, me relató de su encuentro de
conciencia, desde esconderse en el arroyo de Querit frente al Jordán. Allí
bebió su propia agua interior, mientras las grandes aves de las estrellas le
traían alimento, pero el arroyo se secó, porque no había llovido espíritu
sobre su propia tierra. Después llegó a Sarepta a la orilla del mar, a casa
de la viuda, a la que le dijo: “Te ruego que me traigas un bocado de pan
en tu mano, hazme a mí primero, de ello, una pequeña torta cocida
debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo.
Porque así es dicho, que la harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite
de la vasija disminuirá, hasta el día en que llueva otra sobre la faz de la
tierra. Y ella fue e hizo y comieron él y ella, y su casa, muchos días; pues
la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó,
conforme a la palabra dicha por El Preparador”.
Después cayó enfermo el hijo de la viuda; y la enfermedad fue tan grave,
que no quedó en él aliento. Pero él le dijo: Dame acá tu hijo; y lo llevó al
aposento y lo puso sobre su cama. Y clamando en su corazón, Señor mío,
se tendió sobre el niño tres veces, y el alma del niño volvió a él, y revivió.
Todas estas obras en tiempos de Acab, en tanto no llovió sobre la faz de la
tierra, porque Jezabel, su mujer, destruía a los profetas
Hasta que Abdías, sirviente de Acab le dio el aviso a su rey y Acab vino a
encontrarse con el Preparador del Camino, al cual le dijo: tú y la casa de tu
padre, han dejando los mandamientos de justicia, siguiendo a los baales.
Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los
cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los profetas de Asera, que
comen de la mesa de Jezabel.
Entonces Acab convocó a todos los hijos de Israel, y reunió a los profetas
en el monte Carmelo.
Y el Preparador volvió a decir al pueblo: Dénsenos, pues, dos bueyes, y
escojan ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero no
pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro buey según el rito hebreo, y lo
1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 28
29. Arado
Protector del Espíritu
pondré sobre leña, y ningún fuego pondré debajo. Invocad luego vosotros el
nombre de vuestros dioses, y yo invocaré el nombre del Eterno, que no es el
de Israel ni de Judá; y el que respondiere por medio de fuego, ése sea El
Señor. Y todo el pueblo respondió, diciendo: bien dicho.
Y ellos tomaron el buey que les fue dado y lo prepararon, e invocaron el
nombre de Baal, desde la mañana hasta el mediodía; Pero no había voz, ni
quien respondiese; entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar que
habían hecho.
Y al mediodía, el Preparador del Camino se burlaba de ellos, diciendo:
Gritad en alta voz, porque su dios quizá está meditando o duerme, y hay
que despertarle. Y ellos se sanjaban con cuchillos y lancetas, hasta chorrear
la sangre sobre ellos.
Y luego del medio día dijo el Preparador a todo el pueblo: Acercaos a mí.
Y todo el pueblo se le acercó; y tomando doce piedras, conforme a las
razas de la tierra, levantó en ellas un altar en símbolo del hombre terrestre.
Y preparó la leña, cortó el buey en pedazos y lo puso sobre la leña; sólo así
podían creer aquellos extraviados de la fe.
Y llenó tres veces con cuatro cántaros de agua el holocausto y la zanja. Y
preparado dijo: El Señor de todos los hombres, por encima Abraham, de
Isaac y de Israel; sea hoy manifiesto, que tú eres El Señor en los cielos y la
tierra y que Yo Soy tu siervo, respóndeme, para que quede historia en este
pueblo que tú eres el Señor, y que tú vuelves a ti el corazón de los que te
comprenden y caminan en tus Leyes. Entonces cayó fuego y consumió el
holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba
en la zanja.
Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: El Preparador es el
mensajero de la Verdad; y desde ese momento, la Verdad ungió a Elías. Y
les dijo el profeta: prended a los agoreros de oscuridad para que no escape
ninguno; se han infiltrado entre la humanidad, y no son hombres; posesan
cuerpos humanos; son demonios de las tinieblas. Y los llevó al arroyo de
Cisón, y allí los degolló.
Y hubo una gran lluvia. Y el Señor estuvo con el Preparador, mientras
Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que el Preparador había hecho, y de
cómo había matado a espada a todos los profetas. Entonces envió Jezabel
al Preparador un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me
añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno
de ellos. Y viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida,
y vino a Beerseba, que está en Judá, y se fue por el desierto un día de
camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo:
basta ya, oh Señor, quiero morir, pues no soy yo mejor que mis padres.
29
El Rutilante Pensamiento Reformador
30. La Gran Memoria Ram
Entonces el Señor le envió a ungir al hijo de Safat, que es el que da
testimonio de este rollo, tal como debe quedar ahora, libre de la mano
traicionera de la oscuridad con la que se ha manchado el nombre del
Profeta.
Mi Espíritu con el Manto... los años trasladaron su carga a nuestras
espaldas. ¿Cuánto aprendí del profeta? Solo el tiempo y las edades de mi
espíritu responderán, comprobando mi Saber en cada acción de mis vidas
futuras. Caminábamos desde Jericó a Gilgal; el profeta con días de
anticipación me habló del Reino de Sielho; de los Protectores que desde las
estrellas bajaban sobre la humanidad para iluminarlos con el Saber del
Supremo. Me dijo de ellos, que eran los mensajeros del Saber Eterno, que
de ellos se conocerá la verdad de nuestros orígenes, porque la tierra
soportaba una mancha en su seno: una gran rebelión cerca al Trono del
Altísimo, dio como resultado que aquel que los hombres llamaban Satanás,
hubiese llegado a la tierra convertido en “Dios”, se levantó sobre un pueblo
y se hizo con ellos “Dios”, eligiéndoles a ellos como servidores. Que ese
pueblo tomado por las tinieblas, es donde el Hijo del Supremo llegaría con
los tiempos para ser crucificado, para sembrar las primeras semillas de la
verdad original que desde EL ALTÍSIMO del Arco Iris (Génesis 9:13) es
diferente al que dijo crear al hombre del barro y polvo de la tierra”.
FUEGO Y CARRO DE SIELHO
Su instrucción allanó mi sendero, al mostrarme mis orígenes y los de la
humanidad. De ésta me señaló, ser el umbral de todos los principios; que
humanidades son muchas en el Universo del Altísimo. Conocí mi identidad
que no he olvidado como Esencia en este tiempo donde estoy y dicto como
Saber. Hice de las Nueve Leyes originales en las que existe El Sin Nombre
y el Sin Fin, mis totales memorias asentadas en mi espíritu y alma. Me
preparó en esos días para conocer a los hombres del Sielho, donde también
él es y fue preparado con su propia Esencia.
Y llegó el día en que el Preparador debía regresar; un torbellino se dibujó
en el cielo mientras caminábamos desde Gilgal. Y él me insistió: quédate
atrás, las fuerzas de arriba han llegado: mas yo me aferré a no dejarle ir sin
mí; el era Mi manto y vestidura. Caminamos adelante hasta Bet-el y otros
visionarios salieron al camino para decirme; el Señor te quitará hoy a tu
Señor, y yo les mandé callar; porque en silencio y desde el día que
sacrifiqué mis bueyes, sentía su viaje, quería irme con él. El Preparador
volvió a decirme: quédate aquí ahora, debo ir a Jericó, ya que cada vez que
un profeta del Sielho se traslada a un lugar distante, las nubes bajan al
1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 30
31. Arado
Protector del Espíritu
suelo y lo conducen hacia donde debe estar. Y nuevamente respondí: le
acompañaré al final. Y él dijo: Vive el Altísimo que así será. Y así
llegamos a Jericó, aún no intuía de la preparación necesaria como hijo del
Cielo, para compartir con los hombres. No comprendía que se necesita
consciencia, espíritu del alma para quedarse en este mundo. Y llegamos al
Jordán. El Profeta me reconsideró: te ruego que te quedes, porque se me ha
enviado lejos, pasando el Jordán. Fueron inútiles mis ruegos, mientras
algunas gentes, más cincuenta de los hijos de los profetas, se pararon
delante a lo lejos para observarnos. Tomó entonces su Manto, lo dobló, y
golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y a otro lado y pasamos los
dos por lo seco. Y cuando ya habíamos cruzado, dijo mirándome a los ojos
y colocando su mano derecha sobre mi corazón: pide lo que quieras que
haga por ti, antes que yo sea quitado de tus ojos y tiempo. Entonces lloré
como aquel momento en que solté el arado para ofrendar mis bueyes a la
nueva vida que se me ofreció, y tomé su Manto, volví mis ojos en los suyos
y pedí: te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí. Y él
repuso: cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te
será hecho así; si no, no…
Caminamos un poco más, en tanto, hablamos sobre el tiempo cuando él
regresaría vestido de Voz y clamor del desierto, y al final, cubierto de
Vuelo de Paloma e Imperio del Sol; al tiempo de mi regreso y heredad,
porque luego, él llevaría la semilla hasta el Trono de la Eternidad.
Y entendí los símbolos que en ese momento transmitió, pero los grabé en
mi corazón y ahora se abren para quienes han de buscar al Preparador del
Camino, como yo lo encontré. Hablábamos cuando el torbellino se repitió y
de él salió un “carro” de fuego cristalino, no se parecía a ninguno de la
tierra, ningún rey poseía uno de éstos. Era un fuego y dentro, como plata a
forma de casa de cristal. Brillaba en colores del arco iris, pero su fuego no
quemaba. El torbellino nos apartó a los dos, él quedó a un lado, en tanto,
yo al otro. Mi mente y pensamiento trataron de recordar la figura del carro,
me era familiar; quedé separado por una distancia que no me permitió
acercarme, el torbellino lo elevó lentamente, yo en tierra clamé con las
manos hacia el carro de fuego. Entonces recordé mi origen, me parecía
venir de un fuego, de carros de fuego; él se elevó lentamente mientras sentí
que así fui depositado en el vientre de una mujer joven. Y el Preparador
subió al torbellino, al fuego del iris, que lo arrebató ante mis ojos y manos
suspendidas mientras clamaba: ¡Padre Altísimo, Padre mío, carro de los
Cielos! Lloré otra vez, mientras rompí mis vestidos en dos partes, una del
saber en ese tiempo y la otra, del heredar el cumplimiento de esta Verdad.
31
El Rutilante Pensamiento Reformador
32. La Gran Memoria Ram
Todo quedó en silencio, atónitos también los espectadores, no se acercaron,
mas presenciaron desde lejos. Alcé el Manto ya de mi Camino, que él dejó
caer en símbolo del cambio del Arado por su Manto, volví a la orilla del
Jordán y golpeé con él las aguas, y dije: ¿Dónde está el Dios del Sielho, el
Señor del Preparador del Camino? Y cuando hube invocado al Altísimo en
mi Corazón y golpeando las aguas con mí fuerza Interior, éstas se
apartaron a uno y a otro lado, y pasé y entonces fui el profeta, que sin
soltar mi arado, heredé el Manto del Preparador.
Mi Espíritu con el Manto... el designio estaba sobre mí. Desde el momento
que por mi conciencia y voluntad, sacrifiqué mis bueyes, desde el instante
que dejé casa y familia, porque encontré casa y familia en aquellos que se
levantaron con el Preparador; los demás no comprendieron y era visible la
confusión en aquellos cincuenta varones que se eligieron entre la multitud
para ir a buscar al Preparador, pues ellos creían que un animal o el espíritu
del bosque lo había raptado. Me importunaron hasta que dije: enviad a
buscadle, pero no lo encontraréis, y buscaron tres días, mas no lo hallaron.
APRENDIZ EN LOS MISTERIOS CREADORES
Mi Espíritu es el Manto... inicié mi vida como profeta: fui un aprendiz en
los Misterios de la Creación, un hombre como cualquier varón de la Tierra
que se lanza en conquista y aprende en ella. Mi fuerza fue el arado y la
inflexibilidad que ya había aprendido para trabajar la tierra. El arado como
madera, desde que lo labré con mis propias manos durante los años de
pastor de ovejas. Fue el arado el que se hizo invocación constante en mi
interior. Del arado aprendí y me conformé, porque el arado no fue sólo la
fuerza y la persistencia de trabajar la tierra. Forjé el arado en su totalidad;
fue mi padre terrenal de aquel tiempo, quien me enseñó su poder, me formó
en el arado. Un día con visión dijo: “¿vez esa vaca grande y poderosa?, va
a parir. Es un becerro, debes formar de él un buey para el arado. Dedícate
a ella y asiste el parto para que el becerro te conozca desde el vientre, sólo
así podrás educarlo y él te obedecerá como un hijo a un padre; porque
llevará en su nariz el olor de tus pasos y el palpitar de tu respiración. Toma
tu obligación, porque eres hombre de la tierra y con ella vivirás y la mejor
identidad con ella, es ararla y sembrarla, hacerla fructificar en grano
fecundo.
Desde ese instante mis ojos y voces fueron sobre la madre, estaba cercano
su alumbramiento. De día y de noche la vigilaba y aprendí de ella su
consistencia de futura madre, pues era primeriza en su parto. La hora se
1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 32
33. Arado
Protector del Espíritu
acercaba, la noche cayó en ese último invierno antes del verano; esa tarde
las nubes presagiaban tormenta y así fue. Borrasca desde el desierto y fríos
desde los mares cercanos, apuraron las nubes hacia estas cercanías. La
lluvia azotaba todo, fue gran tempestad donde los animales, el bosque y las
distancias parecían desaparecer en la noche larga. La madre parió llegada
la mañana; la tormenta caía, los vientos desraizaban árboles viejos, y la
madre comprendió dónde la había conducido para su parto. Inquieta,
abrigada debajo de la gran roca que hacia de peñasco en las alturas de estas
montañas casi secas, sólo mojadas por los inviernos, ella parió a “gran
ave”, así lo nombré por su extraño color azul oscuro y mancha blanca en
su testuz que apenas vislumbraba en el amanecer y a la luz de la lámpara
de aceite de pez, traído desde Sidón.
Mi Espíritu es el Manto... crecía “gran ave”. Los ancianos contaban que en
otro lugar de la tierra había una ave más poderosa que las águilas, y que
éstas aves eran familia de las que bajaban de las estrellas; era más
inteligente y poderosa, esa ave de color blanco y negro, de cresta rojiza,
que gobernaría los aires y los vientos, cuando el Mesías del Supremo
llegase a la Tierra y diera el Trono a sus Santos de Luz.
Luego preparé a “pleyón”, nombre que sustraje de las leyendas de boca,
que los ancianos de mi estirpe contaban de las batallas en los cielos. Fue,
dijo uno de ellos, un guerrero de las estrellas de los tiempos que los
hombres conocerán en al futuro, -los del pasado antes que esta humanidad
existiese- encabezó un éxodo desde las estrellas del Can... “gran ave”
crecía; lamía sal del mar de Tiro en mis manos, y ya becerro, lo amadriné
con las viejas yuntas de mi padre. Adherido a ellas y atado con correas de
cuero que yo mismo curé con grasa y tiros de caballo; pegado a ellos
aprendió a cargar el yugo del arado. Y se formó buey después de dos años.
Lo dejé madurar, según mi padre, en tanto se mantuvo viril, porque nunca
castré su poder de macho, un toro buey de la comarca.
Nació “pleyón” en la vacada de la montaña, arriba donde el león come y las
fieras nocturnas despedazan. Llegó al medio día del sol. Rojizo su
pelambre, celosa su madre, mas yo me impuse y la primera leche, se la di
en mis manos. Creció atado a “gran ave” que fue todo el tiempo fuerza y
dureza; “pleyón” se destacó por aprender fácilmente los pasos y retos del
arado. A los tres años de “gran ave” y dos de “pleyón”, mi arado sembró la
primera tierra. La cosecha fue abundante porque las raíces, al paso de mis
dos bueyes, quedaban pulverizadas. Las rocas se removían desde lo
33
El Rutilante Pensamiento Reformador
34. La Gran Memoria Ram
profundo y el terreno se limpiaba al pasar de mis bueyes, la huella de mi
pie y el aliento de mí Ser.
La región conoció mi arado, único en su clase, porque una noche “Pleyón”,
en su virilidad luchó con una leona nocturna y la mató, igual que a sus
cachorros, ellos quisieron quitarle su vida, y él quitó la de ellos. “Pleyón”,
de color rojo como la sangre, se formó poderoso también y tomó la
delantera en inteligencia a “Gran ave”; él era el que guiaba y conocía aun
mis impulsos, hasta que los até a los doce bueyes, las demás yuntas de mi
padre.
La tierra se movía bajo sus pezuñas, las duras raíces fueron arrancadas de
cepa y la tierra sentía la herida profunda de la uña, la reja de mi arado; no
se resistía raíz de cizaña ni pedrusco a la madera labrada que curé al fuego
del aceite caliente, en el agua de las montañas, y en la profundidad del
barro de la misma tierra; ella me obedecía como mis bueyes y mi fuerza,
que dentro de mí, bullía igual a la tormenta que trajo al mundo a “gran
ave” o como la inteligencia y soltura que mostró “pleyón”, antes de llegar
el Profeta...
Mi Espíritu es el Manto... y ya con los arreos del Manto y el poder de mi
arado interior; Yo, Eliseo, atravesé lomas y volví a Gilgal, y los hombres
de la ciudad dijeron: He aquí, el lugar en donde está colocada esta ciudad
es bueno, como mi señor vé; las aguas son malas, y la tierra estéril.
Entonces dije: Traedme una vasija nueva, y poned en ella sal del mar,
porque ella diluye el azufre. Y sané las aguas, y no hubo más en ellas
muerte ni enfermedad.
Mi edad maduró, mi tiempo marcó sus huellas en mis ojos y mis manos; las
arenas y palabras para los hombres habían cavado huellas en mi pecho, mis
pies y mi rostro, pero siendo un árbol fuerte de vida, caminaba con mi
Manto y arado y mis arrugas. Y allí en Bet-el en sendero al Carmelo,
subiendo por el camino de piedras y arbustos secos por el viento, salieron
unos muchachos de la ciudad, y se burlaron de mi ancianidad, de mi vejez,
de mis arrugas: se burlaban de mi bastón y mi indumentaria tejida de fibra
del desierto. ¡Calvo!, me llamaron, en tanto arrojaban piedras sobre mi
cabeza, ¡sube calvo, sube! Repetían, mientras mis heridas abiertas por sus
piedras y astillas de madera, manaban sangre que bajaba por mi cuello.
Tomé en mi espíritu la fuerza de mi arado, el fuego que preparó la madera
de él, el poder del Preparador y clamé al Altísimo y pregunté ¿Señor
Altísimo; no es digno que defiendas mi vida de éstos, aunque son niños?
¿Es noble, porque de seguro éstos lo hacen con cuantos en este camino se
1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 34
35. Arado
Protector del Espíritu
atreven? ¿Es normal que un profeta sea herido por los que interfieren sus
pasos y camino en el tiempo? Y miré atrás y vi en visiones del presente y
del futuro, salir del monte dos osos enormes que se abalanzaron sobre
estos cuarenta y dos muchachos, y los despedazó uno por uno, arrancando
brazos, cabezas y piernas. No quedó ninguno y entonces comprendí la
Justicia del Manto y el arado que estaba en mi corazón. Se me había
preparado para herir la tierra con mis palabras, y con mi justicia cuantas
veces quiera. El arado rompía la tierra desmoronándola. El Manto
realizaba el cumplimiento de la Justicia sobre los hombres que
aparentemente son justos, pero en sus encarnaciones, han acumulado
castigo del karma.
Y pasando por Silo, Jezrrel, Megido donde vi reunir la muerte al final de
los tiempos; caminé hasta el monte Carmelo y visité a los hombres que
prepararían en al tiempo final, la semilla del Eterno. Enseñé a ellos cuanto
el Preparador me entregó y con palabras profundas grabé en sus mentes y
corazones, cincelé en sus almas, las Nueve Leyes del Eterno, dándoles en
comparación a beber el néctar que separaba las leyes del Sinaí, de las que
el Preparador me había enseñado... de allí volví a Samaria en los tiempos
de Joram hijo de Acab, quien gobernó con las leyes de Jehová y entabló
guerra con el rey de Moab.
Mas se unieron en batalla contra él, el rey de Israel, el rey de Judá, y
entonces me llamaron para conocer la profecía del conflicto, porque los
hijos de Israel no iniciaban batalla hasta no consultar a sus profetas, magos
y adivinos, a lo cual respondí; ve a los profetas de tu padre, pues ya no soy
profeta de las guerras y matanzas: Vive el Señor de los Sielhos, que no es
el de Judá, ni de Israel y no te ayudará si no viera en tus manos tanta
muerte. Traedme, pues, un arpista para serenar mi espíritu y escuchar los
vientos de mi alma. Entonces vi en el valle muchos estanques llenos de
agua, donde bebían ellos, sus bestias y ganados y se dio la guerra. Y
cuando se levantaron por la mañana los de Judá e Israel, brilló el sol sobre
las aguas, vieron los de Moab desde lejos las aguas rojas como sangre; y
hubo gran mortandad entre los de Moab. Y cuando el rey de Moab vio que era
vencido en la batalla, arrebató a su primogénito que había de reinar en su lugar, y
lo sacrificó a Jehová en holocausto sobre el muro. Y hubo grande enojo contra
Israel; y se apartaron de él, y se volvieron a su tierra. Y no fui yo quien
infundió la guerra, sino las leyes de venganza de Moisés y del Sinaí, que ya
estaban escritas en el corazón de Judá e Israel.
35
El Rutilante Pensamiento Reformador
36. La Gran Memoria Ram
Mi Espíritu es el Manto... Muchas cosas más cumplí en ese tiempo, en
esos lugares, desde el monte Carmelo hasta Samaria, al lado mí criado
Giezi; en este pueblo donde había vivido para encontrar el Manto y conocer
la fuerza de mi arado. De Israel conocí su inutilidad de lucha por tener un
rey y un poder. Sus generaciones, unas y otras perdidas en la sangre de sus
crímenes y sacrificios. Sus mentiras del Lamud, convertidas en Dios,
poder y sinagoga en contra de los demás hombres, sus vecinos. Allí hice
mis obras; desde la justicia a la Sulamita y su hijo; la olla grande del potaje
y la harina, cuando la gran hambre; los veinte panes de cebada delante de
cien hombres que comieron y todavía, sobraron; la lepra de Naamán,
general del ejército del rey de Siria, de la que fue limpio cuando se
zambulló siete veces en el Jordán, hasta el castigo a Giezi, mi criado que
corrió y tomó de Naamán dos talentos de plata y vestidos nuevos, ante el
cual dije: ¿Es tiempo de tomar plata, vestidos, olivares, viñas, ovejas,
bueyes, siervos y siervas? Por tanto, la lepra de Naamán se te pegará a ti y
a tu descendencia para siempre. Y fue leproso él y ellos hasta el fin de sus
días; del hacha prestada que cayó al agua e hice flotar; de la guerra que
Ben-adad rey de Siria azotó a Samaria, en tanto yo conocía en mi corazón
cada palabra que se habla en su cámara secreta; de mi oración para cesar
la guerra, mientras el monte estaba lleno de gente a caballo y carros de
fuego de las estrellas a mi alrededor; de la profecía de harina y cebada a la
mañana siguiente a la puerta de Samaria. Del ungir en Ramot de Galaad a
Jehú hijo de Josafat, hijo de Nimsi; hasta el tiempo de Joás, rey de Israel,
donde yo enfermé y llegué a mi final en vejez, momento que el rey imploró
y dijo: ¿qué debo hacer? Entonces respondí: Toma un arco y unas saetas,
pon tu mano sobre el arco y puse mis manos sobre las del rey y dije: abre la
ventana que da al oriente y tira, porque así herirás a los sirios en Afec. Y
volví a decir cuando él falló el embate: ¡no derrotarás a Siria!: esto,
conforme a la voz que revela y hace desde la palabra del corazón del Dios
Altísimo de los Hombres.
ÚLTIMO MOMENTO DE ELISEO
Mi Manto ya es... Mi último momento llegó días después. En la distancia,
el sol rojo caía sobre el horizonte; a mi criado llamé pidiéndole mis viejas
sandalias de cuero de león: sentí que se acercaba el momento de cerrar mis
ojos. Las imágenes de mi vida empecé a mirar desde adentro de mi corazón,
una a una, iban llegando claras y sin detenerse. La sangre -sentía- bullía
rápido dentro de mi corazón, era él, el que leía y me mostraba cuanto había
hecho. Revisé sin moverme, que mis sandalias de cuero de león estuviesen
bien sujetas. Vi claras las imágenes desde el día que corté las tiras, el día
que pleyón, en su fuerza, mató la leona que atacó su vida, del cuero de ella
1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 36
37. Arado
Protector del Espíritu
eran mis sandalias. Con ellas iniciaba este viaje que era largo, lo sabía,
porque el Preparador me dijo: “que no olvidara los símbolos y señales de
mi vida, que cada paso dado en mis actos debían de quedar claros, que
podía detener las imágenes hasta tallarlas profundamente en mi alma;
así me haría eterno, vida tras reencarnación, porque, eres un guía
reencarnante: MANTÉN TU CONSCIENCIA INTACTA”.
Grabé profundamente cada una de las huellas de mi vida, las reconocía una
a una; y revivía cada paso de mis memorias donde fui preparado... mis ojos
de la carne se cerraron con MI CONSCIENCIA INTACTA y viajé a través
de la luz de mi entrecejo... conecté mi espíritu al pasado y recobré otros
tiempos antes de cerrar mis ojos de Eliseo… regresé a la fosa; a mi cuerpo
anterior, al tiempo de Saris, en el Templo, donde aprendí de las estrellas y
los hombres, del saber de la vida y la maestría de la muerte... del
PENSAMIENTO DE LA CONSCIENCIA, el misterio reservado para
muy pocos, atrás, en la muerte y la vida...
37
El Rutilante Pensamiento Reformador
38. La Gran Memoria Ram
EL MAESTRO DEL TEMPLO
“Y en esos días abriré los Tesoros de Bendición que están en el
Sielho, para hacerlos descender sobre la Tierra, sobre las obras y el
trabajo de los hijos de los Hombres Santos. Y la Paz y la Verdad
estarán unidas en el Saber para los siguientes días del Cumplimiento
y todas las generaciones que amen la Luz, poseerán para siempre la
Tierra”.
Del Libro de los Tiempos “Profecía del Templo”, Saber que está
escrito en otros libros de la Tierra.
1er Nivel de Tecnociencia Espiritual 38