La reforma de la Ley de Extranjería endurece las condiciones para los inmigrantes al aumentar el tiempo de detención en centros, dificultar la reagrupación familiar y limitar el acceso a ayudas. También penaliza la solidaridad con inmigrantes irregulares y exige a los extranjeros el respeto a los valores constitucionales españoles. Algunas mejoras incluyen la concesión automática de permisos de trabajo para familiares reagrupados y el reconocimiento del derecho al voto de acuerdo a la Constit