La Península Ibérica en la Edad Media: al-Ándalus
1.-Evolución política: la conquista, los emiratos y el Califato de Córdoba.
2.--La crisis del siglo XI: reinos de taifas e imperios africanos.
3.-Organización política y social. El legado cultural.
Tema 2. La Península Ibérica en la Edad Media: al-Ándalus
1. 1. Evolución política: la
conquista, los emiratos y el
Califato de Córdoba.
2. La crisis del siglo XI: reinos
de Taifas e imperios
africanos.
3. Organización política y
social. El legado cultural.
2. INTRODUCCIÓN
En el año 711 desembarcaron en la punta de Tarifa
soldados del ejército musulmán que avanzaban en su
tarea de ampliación territorial, iniciada en los últimos
años de la vida del profeta Mahoma (muerto en 632).
Tras avanzar por el Norte de África y conquistar toda
la orilla Sur del Mediterráneo, el paso siguiente fue
pasar a la Península Ibérica. La conquista de este
territorio por los musulmanes hay que entenderla,
pues, en el contexto de la expansión de los árabes
por el Mediterráneo. Sin encontrar gran resistencia,
los ejércitos islámicos iniciaron la conquista y
ocupación de la Península Ibérica, regida por el reino
visigodo, y dieron a esta tierra el nombre de al-Ándalus.
Comenzaba así un largo periodo de ocupación
musulmana que pasaría por varias etapas políticas.
Al-Ándalus dejó una importante impronta cultural, ya
que fue puente entre Occidente y Oriente, y transmitió
la cultura clásica de griegos y romanos a la Europa
medieval.
3. 1. Evolución política.
1.1. Invasión y conquista:
La conquista musulmana de la Península
Ibérica, entre los años 711 y 716, fue
“fulminante como un rayo”.
El primer paso lo dio un ejército de 12.000
soldados al mando de Tariq , lugarteniente
de Musa, gobernador del Noroeste de
África (Ifriquiya), que cruzó el Estrecho y
asentó una base militar. Enterado del
asunto el rey visigodo don Rodrigo, se
dirigió al encuentro de Tariq con su
ejército. La batalla, llamada del río
Guadalete (aunque no se sabe muy bien
su emplazamiento) fue un desastre para
los visigodos: perdieron la batalla, murió su
rey y se derrumbó la organización de su
reino.
Tariq ben Ziyad
4. En el mismo año 711 Tariq continuó su avance primero dirigiéndose a Córdoba
y a Toledo, ciudad que ocupó sin apenas resistencia.
En el 712 fue el propio gobernador norteafricano Musa quien desembarcó con
un ejército de 18.000 hombres para seguir afianzando la conquista. Se dirigió a
Sevilla y luego a Mérida.
En los años siguientes las campañas se dirigieron hacia el Norte y Noreste, y
así ocuparon Zaragoza y León en el 714, y dos años después Pamplona,
Tarragona, Gerona y Narbona.
La resistencia hispano-visigoda fue prácticamente nula. El control de la
población se hizo mediante pactos de rendición con los grandes terratenientes
godos, y concediendo permiso a los pequeños campesinos para que pudieran
seguir trabajando sus tierras en paz, a cambio de contribuir con rentas y tributos
al enriquecimiento del nuevo estado musulmán asentado en el territorio
conquistado. Incluso los campesinos podrían haber recibido a los árabes con
alivio, al ser su presión fiscal menor que la sufrida en tiempos visigodos. La
minoría judía también habría apoyado la presencia musulmana, pues habían
sido aislados en la sociedad goda.
Los cristianos podían seguir practicando su religión a cambio de pagar un
impuesto a mayores, llamado “jizya”, por lo que muchos se convirtieron al Islam.
5.
6. 1. Evolución política.
1.2. El Emirato dependiente (711-756):
Los musulmanes organizaron el territorio
peninsular como una provincia más del gran
califato de Damasco, gobernada por emires.
En un principio los invasores no tenían idea
de crear una colonia de poblamiento, sino de
explotación, que les serviría de paso y
abastecimiento para conquistar Europa; pero
al ser vencidos por los francos en Poitiers en
el año 732, comprendieron que se les
acababan las posibilidades de expansión y se
plantearon el asentamiento definitivo en la
Península.
Diez años antes (722), los musulmanes
también habían sido vencidos por los
hispanogodos y ástures en Covadonga,
desde donde se gestaría la resistencia
cristiana peninsular llamada “Reconquista”.
Batalla de Poitiers
7. La tarea de los emires dependientes fue la de controlar el territorio para
organizar el nuevo estado.
Se trataba de implantar la nueva forma política, religiosa y económica de la
administración califal. Necesitaban promover la convivencia con los autóctonos
hispano-godos, por ser los invasores una minoría (¿30.000?) frente a una
mayoría autóctona (¿4.000.000?).
Los problemas fueron mayores entre los propios invasores, al ser de
procedencia étnica muy diversa:
Árabes: aristócratas que ocuparon altos cargos del ejército y de la
administración. Tenían el poder y se instalaron en las grandes y esplendorosas
ciudades del Sur. Se consideraban superiores al resto de musulmanes.
Bereberes: subordinados a los árabes, constituían el grueso del ejército y
procedían del norte de África. Fueron enviados a ocupar las tierras del norte,
más frías y más pobres y expuestas al peligro de ataques cristianos. Después
del 740 las rebeliones bereberes serían constantes por lo que se abandonaron
las zonas más próximas a los cristianos.
También hubo una minoría de sirios.
8. En cuanto a la población autóctona, los antiguos
campesinos dependientes de los latifundistas
godos pasaron a ser libres, de hablar en latín
pasaron a hablar en árabe, y de ser cristianos,
muchos pasaron a ser musulmanes (muladíes).
El proceso de islamización de al-Ándalus se vio
favorecido por tres circunstancias:
La inmigración de musulmanes.
Los matrimonios mixtos de hombres musulmanes
con mujeres cristianas que educaban a sus hijos en
el Islam.
La conversión al Islam de la población hispano-goda.
Probablemente la formación cristiana de los
grupos más bajos de la escala social era tan débil
que no tenían inconveniente en cambiar de religión.
Además, en los primeros tiempos de la ocupación,
sólo los no musulmanes pagaban impuestos.
9. 1. Evolución política.
1.3. El Emirato independiente (756-929):
La familia Omeya gobernaba el califato de
Damasco desde la muerte de Mahoma. En el
año 750, otra familia, los Abbásidas, les
arrebataron el trono con la matanza
organizada de todo el grupo familiar. Sólo
hubo un superviviente, el príncipe Abd al
Rahman (o Abderramán) que se refugió en
Al-Ándalus, donde consiguió ser nombrado
emir.
No parecía lógico que mantuviera relaciones
con los califas Abbásidas que habían
asesinado a su familia, de manera que cortó
los lazos políticos que durante el emirato
dependiente unían a al-Ándalus con el califa.
Comenzaba por esa razón el emirato
independiente bajo Abd al Rahmán I en 756.
Abd al Rahman I
10. Abd al Rahmán I inició la tarea de construcción de un estado independiente en
al-Ándalus. Para ello necesitaba fundamentalmente tres cosas: un ejército,
unos ingresos económicos, y sofocar las posibles revueltas de sus
enemigos. Esos tres frentes fueron objeto de atención por Abd al Rahmán I,
quien para consolidar el poder firme sobre al-Ándalus introdujo un sistema
dinástico de sucesión. Además, fue el primero que se ocupó del desarrollo de
su capital, Córdoba, cuya mezquita mandó iniciar en el 784.
Sus sucesores siguieron su tarea de consolidación del estado. Hay que destacar
entre los gobernantes del siglo IX a, Abd al Rahmán II (822-852), que llevó a
cabo una modernización de al-Ándalus, incorporando elementos orientales, se
preocupó de recaudar más impuestos y ampliar el ejército, y de fundar nuevas
ciudades (Úbeda, Murcia y Jaén).
Los emires de la segunda mitad del siglo IX se encontraron con graves
problemas al rebelarse en diversas partes de al-Ándalus algunos nobles
musulmanes, que se levantaron contra el poder centralizado del emir. La familia
de los Banu Qasi en torno a Zaragoza, Ibn Marwan en la zona de Badajoz, y
Omar ben Hafsun centrado en Bobastro (Málaga), estuvieron a punto de
terminar con el emirato independiente. Solo el poder fuerte del emir Abd al
Rahmán III consiguió poner fin a estas revueltas, y reunir de nuevo en sus
manos el territorio de al-Ándalus.
12. 1. Evolución política.
1.4. El Califato de Córdoba (929-1008):
Abd al Rahmán III, octavo de los emires
independientes de Córdoba, tras recobrar el
control de al-Ándalus, decidió
autoproclamarse califa en el año 929. Esto
significaba el rechazo a la soberanía de
Damasco y la afirmación del soberano
andalusí como gobernante único de su
territorio, pero además el título le confería la
aureola de jefe religioso y no sólo político.
No solo rechazaba el poder abbasí, sino
también el de un nuevo califato en el Norte de
África (fatimí) que amenazaba con integrar al-Ándalus.
El califato duró un siglo, desde 929 a 1030.
Durante el siglo X, el califato de al-Ándalus
fue un estado de gran esplendor y poder.
Abd al Rahman III
13. Creador del califato, tras
conseguir sofocar las
revueltas que hacían
peligrar la integridad de Al-Ándalus,
y de tener el
valor de autoproclamarse
califa, hizo frente a los
reinos del Norte, llegando
a imponerles tributos en
ocasiones. Aún así sufrió
una decisiva derrota frente
al reino de León en la
batalla de Simancas (939)
Construyó el palacio de
Medina Azahara.
Su política se caracterizó
por el amor a la paz y a la
cultura. Mantuvo el dominio
militar sobre los cristianos,
que visitaron o enviaron
embajadores a la corte
califal en varias ocasiones.
Su amor por la cultura, por
las artes y las letras, se
reflejó en la ampliación de
la mezquita de Córdoba y
en la fundación de una
espléndida biblioteca.
Hijo de Al-Hakam II, fue el
más débil de los califas de
Córdoba. Tuvo como
regente a Almanzor, que
se hizo cargo del poder
poco después de heredar
el trono Hisam, y fue el
auténtico mandatario del
califato hasta su muerte
en el año 1002.
Almanzor llevaría a cabo
una política muy agresiva
contra el Norte, lo que le
dio gran poder y el apoyo
total del ejército.
15. 2. La crisis del S. XI: reinos de Taifas e imperios africanos.
2.1. Crisis del Califato y
reinos de Taifas (1008-1090):
Los últimos años del califato
fueron extremadamente
problemáticos, pues los califas
fueron personajes cuya
autoridad había caído en
manos de los visires. Al morir
Almanzor le sucedió en el cargo
su hijo Abd al-Malik. Su muerte
en el año 1008 desencadenaría
una crisis política.
Hubo trece proclamaciones de califa durante esa etapa turbulenta, hasta 1031,
en que una asamblea de nobles declaró extinguido el califato, lo que da idea de la
división existente. Algunos de los personajes que habían estado tratando de
hacerse con el poder se proclamaron reyes en algunos territorios y se inició el
periodo conocido como de los Reinos de Taifas.
16. Más de una veintena de reinos surgieron en el territorio de al-Ándalus; los más
grandes fueron los de Toledo, Badajoz y Zaragoza. No tardaron mucho los
reinos de Norte en aprovechar la debilidad de estos pequeños reinos y
comenzaron a arrebatarles territorios, aunque algunos desaparecieron al ser
absorbidos por otras taifas más poderosas.
La debilidad frente a los cristianos llevó a muchos gobernantes de las Taifas
a pagar tributos (parias) a cambio de la paz. La riqueza de al-Ándalus se iba
así al Norte + subidas de impuestos = crecimiento del descontento.
1085 – Alfonso VI de León conquista Toledo – importancia simbólica de la
recuperación de la vieja capital visigoda de toda Hispania.
Reyes de Sevilla y Algarve llaman en su auxilio al nuevo Imperio
Almorávide formado en el norte de África.
Prosperidad económica y cultural de los reinos de Taifas: al principio se dio
una prosperidad económica que se traduciría en la vida cultural. En las cortes
de Sevilla y Zaragoza se construirían grandes palacios, como la Aljafería, y se
promovieron las letras y las ciencias.
18. 2. La crisis del S. XI: reinos de Taifas e imperios africanos.
2.2. Los almorávides (1090-1144):
Finales S. XI – nuevo imperio en el norte de África: el Almorávide.
1086: desembarco en la P. Ibérica: vencen a los cristianos en
Sagrajas o Zalaca (Badajoz).
Entre 1090 y 1110 recuperan casi todo al-Ándalus (incluso
Valencia), aunque no lograron recuperar Toledo.
Factores que posibilitaron su avance:
La debilidad de los Taifas y el descontento popular.
Nuevo sentimiento de Guerra Santa y rigor islámico.
Con el tiempo recuperarían el estilo de vida andalusí y llegarían la crisis y las
rebeliones (nuevas autonomías regionales-2º taifas). En 1144 no quedaba nada
de su dominio.
Nuevo avance cristiano – 1118 conquista de Zaragoza – Alfonso I el
Batallador (rey de Aragón).
19.
20. 2. La crisis del S. XI: reinos de Taifas e imperios africanos.
2.3. Los almohades (1144-1248):
Dinastía norteafricana procedente
del corazón del Atlas que, encabezada
por el guerrero Ibn Tumart, se
organizó para derrocar a los
almorávides, con argumentos de
pureza y revitalización religiosa.
Conquistaron al-Ándalus con gran
violencia, y lo dotaron de cierta
estabilidad y prosperidad económica y
cultural, aunque tardaron en completar
la conquista (1172 – caída de la taifa
de Murcia).
Grandes constructores, se
rodearon de los mejores hombres de
ciencias y de letras de su tiempo.
21. Hasta 1195, cuando vencen
en la batalla de Alarcos a los
castellanos, consiguieron
mantener la unidad andalusí y
suficiente resistencia, pero a
partir de entonces decayó.
1212 – gran ofensiva
cristiana – coalición de reinos
– batalla de las Navas de
Tolosa – derrota musulmana
aplastante. Batalla de las Navas de Tolosa
Entre 1223 y 1248, leoneses, aragoneses y
castellanos avanzaron hacia el sur conquistando
Cáceres, Mérida, Badajoz, Valencia, Murcia, La
Mancha y Andalucía occidental. Era el fin de al-Ándalus
como unidad política.
Solo permaneció independiente hasta 1492 un
importante reino llamado Nazarí, vasallo del
poder cristiano, con su centro en la ciudad de
Granada.
22. 3. Organización política y social. El legado cultural.
3.1. La organización del poder:
En los años del emirato dependiente,
los dirigentes de al-Ándalus eran
delegados del gobernador de Ifriquiya,
que controlaba sus actividades en nombre
del Califa de Damasco.
756 – fundación del emirato – el
gobernador se declara independiente y
comienzan a configurarse las instituciones
andalusíes, que se establecieron
definitivamente con el califato.
Soberano – (Emir, Califa o Rey) – tiene
un poder absoluto, asistido por toda una
serie de cargos palaciegos y territoriales
que suelen estar en manos de familias
árabes.
Abderramán III
23.
24. 3. Organización política y social. El legado cultural.
3.2. Economía y sociedad:
Las actividades económicas de al-Ándalus se caracterizan fundamentalmente
por la dedicación a la agricultura y la ganadería.
A pesar de que la mayoría de los habitantes de al-Ándalus eran campesinos,
hay que destacar la enorme importancia que tuvieron las ciudades: palacios,
mezquitas, zocos, bazares, barrios artesanos… Las suyas fueron las ciudades
más populosas y esplendorosas de la Europa medieval.
Poco a poco fueron ganando importancia la artesanía y el comercio.
La moneda fue un instrumento y un aval de la economía comercial de al-Ándalus,
que llegó a un gran esplendor durante la época del califato. Se
acuñaban monedas de oro (dinar) y de plata (dirham), que contribuyeron a la
brillantez económica del califato, cuya economía ha llegado a considerarse
como la más importante de Europa en los primeros siglos de la Edad Media.
25.
26. SSOOCCIIEEDDAADD AANNDDAALLUUSSÍÍ
DDIIVVIISSIIÓÓNN SSOOCCIIAALL DDIIVVIISSIIÓÓNN RREELLIIGGIIOOSSAA
MUSULMANES (CREYENTES)
Árabes, bereberes, muladíes:
• Podían desempeñar cargos públicos.
• Estaban exentos de tributo personal (en los
primeros tiempos).
DIMMIES (NO CREYENTES)
Mozárabes y judíos:
• Tienen sus propias autoridades.
• Pagan impuestos personales.
27. 3. Organización política y social. El legado cultural.
3.3. El legado cultural y artístico:
Influencia permanente de la religión.
Generalización del árabe como lengua oficial y de uso general: el español de
hoy en día tiene cientos de palabras provenientes del árabe Mozárabes y
muladíes continuaron usando el latín y el romance.
Gran esplendor durante el Califato de Córdoba: Abderramán III y Al-Hakam II
trajeron a su corte escritores, filósofos, historiadores y doctores de Oriente y de
todo el mundo islámico, los protegieron y promocionaron la construcción de
escuelas y bibliotecas. Averroes y Maimónides destacaron en filosofía.
En el terreno de la ciencia fue importantísimo el avance en astronomía y en
medicina. Los médicos andalusíes alcanzaron gran fama en todo el Occidente
medieval. Inventaron el astrolabio, introdujeron el papel y los números árabes,
etc.
28. Materiales de construcción:
piedra (poco frecuente),
mampostería, ladrillo recubierto de
yeso para permitir la decoración.
Soportes: pilar de ladrillo, columna
Tipos de arco: herradura,
herradura apuntado, lobulado,
mixtilíneo
Cubiertas: de madera. Bóvedas: de
crucería y de mocárabes, cúpulas.
Decoración: exuberancia
decorativa, ausencia de
representación humana o animal,
predominio de: composiciones
geométricas, decoración vegetal,
decoración epigráfica, lazos
complicadísimos, mocárabes
29. La impronta cultural de los árabes ha
quedado plasmada en edificaciones
tanto de carácter civil como religioso,
palacios y mezquitas. Buenos ejemplos
de esas huellas, pertenecientes a las
diferentes etapas de al-Ándalus, son
los siguientes:
Emirato y califato de Córdoba
(siglos VIII-X). Algunos ejemplos:
Mezquita de Córdoba, Palacio de
Medina Azahara y Mezquita de Bib al
Mardom (Cristo de la Luz de Toledo).
Reinos de Taifas: Aljafería de
Zaragoza.
Dinastías africanas: Giralda y Torre
del Oro, en Sevilla.
Reino de Granada: Alhambra y
Generalife.