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Eloy Alfaro
1.
2. José Eloy Alfaro Delgado nació el 25 de junio de 1842
en la ciudad ecuatoriana de Montecristi, sus padres
fueron Juan Alfaro González, republicano español
quien llegó a Ecuador en calidad de exiliado político y
María Natividad Delgado López, nacida en Montecristi
el 8 de septiembre de 1808, hija de Rafael de la Cruz
Delgado, que fue en repetidas ocasiones regidor del
Cabildo de Montecristi y de María de la Cruz López,
mestiza.
Nacimiento
3. Eloy Alfaro era hijo del comerciante español Manuel
Alfaro y la manabita Natividad Delgado. Su padre se
dedicaba a la exportación y Alfaro participó en los
negocios paternos, viajando al Perú, Colombia,
América Central y el Caribe. Exiliado en Panamá, allí
emprendió varios negocios con éxito. En 1872, y
siendo ya un hombre rico, contrajo matrimonio con
Ana Paredes Arosemena, hija de uno de los notables
del Istmo.
Su padre
4.
5. José Eloy recibió su instrucción primaria en su lugar
natal y al concluir esos estudios, se dedicó a ayudar a
su padre en los negocios. Durante su juventud se
identificó con el liberalismo anticlerical, doctrina que
se conoció posteriormente como el liberalismo radical
ecuatoriano. Al enterarse el joven Eloy Alfaro de que
Gabriel García Moreno había pedido el protectorado a
Francia, se unió a las filas liberales.
Estudios
6. Derrotado y perseguido, Alfaro ancló en Panamá, departamento
de Colombia todavía, en donde con su trabajo se labró una
fortuna y contrajo matrimonio con Ana Paredes y Arosemena,
panameña de 16 años de edad, a la que amó fielmente a lo largo
de la vida, y con quien tuvo nueve hijos. Sin la fortaleza de su
esposa que sobrellevó con entereza las separaciones y
sobresaltos ocasionados por la interminable lucha militar y
política del esposo, Alfaro no habría podido sembrar lo que
sembró. En Panamá conoció a Juan Montalvo, a quien protegió y
financió la edición de algunos de los inmortales ensayos. Muerto
García Moreno en 1875, Alfaro regresó a Ecuador, luchó por la
abolición de la octava carta política conocida como "Carta
Negra" y por la convocatoria de una Convención.
Su exilo a Panamá y Su regreso
7. Se embarcó para Esmeraldas y asumió la dirección del movimiento armado, pero
fue vencido y tras un escape prodigioso y lleno de sufrimientos a través de los
Andes y la selva llegó a Panamá. Allí le nació una hija a la que puso el nombre de
Esmeralda. Y volvió otra vez a combatir en la campaña de la Restauración, lo que
le valió ser nombrado jefe supremo de Manabí y Esmeraldas. Los opositores le
echaron en cara el decreto del 2 de julio de 1883, en el que ordenaba que los
"sindicados sean juzgados sumaria y verbalmente sin apelación" y que "los
bienes de todos estos criminales se les confisquen mientras dure la guerra y para
emplearlos en sostener la guerra".
Sus tropas fueron las primeras en cercar a Guayaquil. Combatió en la batalla del 9
de julio de 1883 y entró triunfante en la ciudad amada. Convocada la Convención
de 1884, renunció a la jefatura suprema de Manabí, recibió la confirmación de su
grado de general y se desterró del Ecuador. Poco después, volvió para combatir
a Caamaño y liderar a los montoneros.
Batallas
8. Eloy Alfaro pasó por muchas y serias dificultades en
las diversas campañas que emprendió, tendientes a
combatir la tiranía, en estos combates gastó su
fortuna adquirida en Panamá con la ayuda de su
esposa de esa nacionalidad Ana Paredes Arosemena,
de ese matrimonio nacieron nueve hijos: Bolívar,
Esmeraldas, Colombia, Colón, Bolívar (2), Ana María,
América, Olmedo y Colón Eloy; Rafael nació fuera del
matrimonio.
Matrimonio
9. Alfaro ejerció la jefatura suprema hasta el 17 de enero de 1897. En este año y medio, la
revolución cabalgó sobre un potro de tormentos nacidos del espíritu conciliador y de
la prudencia reformista de Alfaro, de las exigencias de cambios drásticos pedidos por
la impaciencia de los radicales, de la subversión de los conservadores, de la violencia
del clero y de la represión y ambiciones de los propios alfaristas.
La primera medida fue exonerar a los indios del pago de la contribución territorial y del
trabajo subsidiario, y gobernar con todos los sectores del liberalismo. La segunda,
aplacar a la Iglesia: escribió al papa León XIII para presentarse y le pidió que
canonizara a la quiteña Mariana de Jesús Paredes y Flores. El Papa le contestó con
paternal bondad, pero la Iglesia local no estaba dispuesta a la paz. "Rechace el Señor a
los espíritus infernales (del liberalismo)", arengaba el huido obispo de Manabí, que
dirigió una invasión desde Colombia, mientras el desterrado obispo de Loja lo hacía
desde el Perú. Los conservadores se sublevaban en el norte, en el centro y en el sur de
la Sierra. Los predicadores incitaban a la guerra santa. Hubo abusos y desmanes: el
coronel Manuel Antonio Franco, el hombre duro de Alfaro, expulsó a los capuchinos
de Ibarra. Las tropas liberales asaltaron el Palacio Arzobispal de Quito, quemaron la
biblioteca y el archivo, injuriaron al arzobispo González y Calisto, paladín de la cruzada
antiliberal, e hicieron la parodia de fusilarlo si no gritaba "!Viva Alfaro!".
Primer Gobierno: Desde el 5 de junio
de 1895 al 31 de agosto de 1901
10. El golpe militar de Eloy Alfaro contra el presidente Lizardo García
influyó para que los dos primeros años de la segunda presidencia
del Viejo Luchador fueran perturbados por la oposición de los
liberales placistas y de los conservadores. Lo más notable de este
segundo período fue la consolidación del laicismo, la llegada del
ferrocarril a Quito y la unión nacional en torno al conflicto bélico con
el Perú. El 9 de diciembre de 1906, el general conservador Antonio
Vega Muñoz levantó a Cuenca contra Alfaro. Vega esperaba
refuerzos conservadores de otras provincias de la Sierra. Fue
derrotado por el general liberal Ulpiano Páez en Ayancay, entre
Azuay y Cañar. Vega murió de un balazo cuando entraba a pie en
Cuenca como prisionero de las tropas alfaristas. Los gobiernistas
dieron la versión de que Vega se había suicidado; pero lo más
probable es que fue asesinado.
Segunda Administración:16 de enero
de 1906 a 11 de agosto de 1911
11. Hallazgo de los restos mortales del Gral. Mariscal de Ayacucho
Antonio José de Sucre los mismos que fueron llevados a la catedral
metropolitana donde se los guarda, se los conserva y se los venera
muy respetuosamente. Reorganizó el desaparecido conservatorio
de música Desapareció privilegios militares y eclesiásticos. Hizo
levantar un monumento al insigne escritor y amigo Don Juan
Montalvo en su ciudad natal. En 1901, se establece locales para el
funcionamiento de los Colegios Normales Juan Montalvo y Manuela
Cañizares, El edificio del Colegio Vicente Rocafuerte de Guayaquil.
Construyó el ferrocarril del sur, se dio 1’700.000 sucres para el Agua
Potable de Quito, dotó a Guayaquil de canalización, se inauguró en
la Recoleta el local que hoy ocupa el Ministerio de Defensa, proveyó
al Ecuador de un armamento moderno.
12. Constructor ejecutivo del ferrocarril de sur.
- Hallazgo de los restos mortales del Gral. Mariscal de Ayacucho
Antonio José de Sucre los mismos que fueron llevados a la catedral
metropolitana donde se los guarda, se los conserva y se los venera
muy respetuosamente.
- Mejoro la recaudación fiscal
- Abolición de algunas contribuciones del pueblo indígena.
- Propuso el mejoramiento y protección de la raza indígena.
- Incorporo a la mujer a la vida publica
- Implanto el Laicismo
- Organizo mejor la enseñanza universitaria
- Fundo el colegio nacional Mejía.
- Fundo escuelas normales
Obras de Eloy Alfaro
13.
14. Uno de los principales aportes de Eloy Alfaro fue la creación de
colegios públicos laicos, eliminado el monopolio de a la Iglesia
Católica en la educación. Estas medidas fueron inspiradas por
librepensadores como Juan Montalvo y José Peralta, quienes
impulsaron la secularización de la sociedad ecuatoriana. La creación
de colegios públicos y de colegios privados para la formación de
profesores laicos, fue una de las principales tareas de Eloy Alfaro.
Una de las medidas de la Revolución liberal que se mantuvo durante
décadas fue la obligación de los estudiantes de los colegios
católicos de rendir sus exámenes y validar sus conocimientos ante
los maestros laicos del Estado. El primer colegio laico del país que
fue fundado en 1896 por Eloy Alfaro fue el colegio Bolívar de la
ciudad de Tulcán, siguiéndole colegios como Juan Montalvo, Mejía y
Manuela Cañizares de Quito.
El laicismo
15. El general fue miembro de las logias
masónicas, al igual que los próceres
de la Independencia, y sus esfuerzos
para separar la Iglesia del Estado
fueron consagrados en aspectos
como la creación del Registro Civil.
Esta medida permitió que las
personas tuvieran derecho a la
identidad sin necesidad de constar
en los registros de bautismo de la
Iglesia Católica. Alfaro promovió la
libertad de cultos, permitiendo el
ingreso al país de misiones
protestantes, en especial, de
Estados Unidos. De esta forma,
Alfaro puso las bases de la
secularización de la sociedad y su
apertura al mundo, que se
desarrollaría ampliamente a lo largo
del siglo XX.
16.
17. Desde mediados de 1911, en Quito y en todo
el país, se fue afianzando y extendiendo, un
clima anti-alfarista que culminó el 11 de
agosto con un golpe de estado militar, que
obligó a Eloy Alfaro a dimitir de la
presidencia, a refugiarse en la Legación de
Chile y posteriormente exiliarse a Panamá.
Según estima Cristóbal Gangotena, un
testigo presencial de los hechos que dejó
una crónica, la vida de Alfaro ya corrió
peligro durante su derrocamiento, siendo
salvado por los cónsules de Brasil y Chile.
El General Montero fue juzgado por traición
en Guayaquil, bajo el pretexto de estar
sujeto a la jurisdicción militar, en donde al
final de la sentencia que lo condena a 16 años
de prisión, un soldado le disparó en la frente
y lo arrojó a la calle desde una ventana.
Como en un anticipo macabro de lo que
vendrá, el pueblo arrastró el cadáver por las
calles de Guayaquil y lo quemó en forma
bestial en una plaza.
La Hoguera Bárbara
18. Trasladados a Quito, el 28 de enero de
1912 una turba asaltó la prisión y
acabó con Eloy Alfaro, Flavio y
Medardo Alfaro, Luciano Coral,
Ulpiano Páez y Manuel Serrano. Sus
cuerpos, arrastrados a modo de
trofeos sangrientos por la ciudad,
fueron quemados en El Ejido. Al
parecer, una oscura alianza entre el
placismo y los conservadores fue el
origen de esta acción criminal.
Junto a Eloy Alfaro, murieron (aunque
no todos en el mismo día ni en el
mismo lugar) Manuel Serrano, Flavio
Alfaro, Ulpiano Páez, Luciano Coral,
Pedro Montero, Medardo Alfaro,
Belisario Torres, Luis Quirola.
A partir de ese día, se inició en el país
la persecución de los alfaristas, y
hasta 1916 en que ya gobernaba
Leonidas Plaza Gutiérrez, se
registraron alrededor de 8.000
muertos, debido a una guerra civil que
se desató en Esmeraldas.