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UNIDAD PERSONAL DE JESUCRISTO, 1 Nestorio  (patriarca de Constantinopla,  428 ): María no sería Madre de Dios porque en Jesús habría  dos personas : una divina y otra hu- mana, y María sería madre de la persona  humana  de Cristo. La unión entre la naturaleza divina y la humana sería sólo una  unión moral  entre dos sujetos. Identidad de voluntad, pero  no  se podría decir que el Hijo de Dios nació de María, murió,  etc. . Refutado por San  Cirilo de Alejandría y condenado por  Éfeso  ( 431 ). Unión de las dos naturalezas de Cristo  en la Persona  (hipóstasis)  divina  del Verbo, única en Cristo. Por eso María es ver- daderamente  Madre de Dios : de Ella nació el Verbo según la carne. CR 20 de 43
UNIDAD PERSONAL DE JESUCRISTO, 2 Monofisismo :  Eutiques , superior de un mo- nasterio de Constantinopla ( s. V ), afirma que después de la Encarnación hay  una sola natu- raleza  en Cristo, compuesta de la divina y la humana, aunque la humana habría sido  absor- bida  en la infinita persona del Hijo de Dios. Condenado por San  León Magno  ( 440-461 ) y  Calcedonia  ( 451 ): “Hay que confesar a un solo y mismo Hijo y Señor nuestro Jesu- cristo:  perfecto  en la  divinidad , y  perfecto  en la  humanidad ; ver- daderamente Dios y verdaderamente hombre (...). Se ha de recono- cer a  un solo y mismo   Cristo  Señor, Hijo único del Padre, en  dos naturalezas , sin confusión, sin cambio, sin división, sin separación. (...) Quedan a salvo las propiedades de  cada una  de las naturalezas”. CR 21 de 43
UNIDAD PERSONAL DE JESUCRISTO, 3 Una  hipóstasis  o individuo es una substancia individual completa, subsistente  en sí misma, independiente en su ser de otros individuos. => Se llaman “ personas ” a las hipóstasis más dignas, los seres  racio- nales  que son dueños de sus actos. Naturaleza  es la  esencia  en cuanto  principio de operaciones  (ej.: la naturaleza de Pedro es su condición humana con sus facultades propias por las que actúa como hombre). La  distinción  entre una  naturaleza  y la persona  que la posee es una distinción entre una parte y el todo . Ej.: Pedro es la persona, el  todo , y la naturaleza es una  parte  de él que le especifica. CR 22 de 43
UNIDAD PERSONAL DE JESUCRISTO, 4 La  unión  de las  dos naturalezas  en Cristo es una unión  hipostática  (en la persona). No tiene semejanza con ninguna otra unión. La conocemos por la  fe . La naturaleza humana de Cristo es  íntegra  y perfecta , pero  no  es una  persona humana , ni es un sujeto distinto del  Verbo . Constantinopla II (553)  “confesó a propósito de Cristo: ‘No hay más que  una sola  hipóstasis (o persona) que es nuestro Señor Jesucristo, uno de la Trinidad ’. Por tanto,  todo en la humanidad  de Jesucristo debe ser atribuido a su persona  divina  como a su propio sujeto, no solamente los  milagros  sino también los  sufrimientos  y la misma muerte ” ( CCE 468 ). CR 23 de 43
UNIDAD PERSONAL DE JESUCRISTO, 5 La  Encarnación   no  supuso  cambio  alguno en el Hijo de Dios, que es  inmutable . Sólo hay cambio en la naturaleza  humana  que comien- za a existir elevada inefablemente a la  unión personal  con el Verbo. La  Persona  de Cristo  no  es  causada  por la  unión  de las dos naturale- zas, sino que es  eterna . Cristo no “es” o existe por su naturaleza hu- mana, sino que por ella “ es hombre ”. Cristo en cuanto hombre  no es hijo adoptivo  por la gracia  que tiene, pues su humanidad no constituye ningún sujeto personal  que pudiera ser hijo. El  Hijo de Dios  (Persona) es  Hijo de María , pues ha nacido  verdaderamente  de Ella  según su naturaleza humana. Nacen personas, no naturalezas. CR 24 de 43
UNIDAD PERSONAL DE JESUCRISTO, 6 Para unos autores recientes la personalidad consis- tiría en la  apertura   de la   conciencia  humana al ser en general, al infinito, o sea a Dios. Pero entonces, como en Cristo hay un  centro de conciencia   huma- no  referido a  otro centro   de conciencia divino , ha- bría dos subjetividades en Él: una divina (Dios), otra humana (Cristo). Jesús será un hombre en quien tiene lugar la  revelación suprema  de Dios. Esas teorías reducen la realidad de un ser a  uno de sus actos : la per- sona sería la simple conciencia de sí. Lo cual es un  error , pues toda operación vital -como lo es la conciencia-  requiere un sujeto  operan- te, que es la persona. La persona  no se identifica  con su conciencia, ni se constituye por ella:  la persona es quien tiene esa conciencia  de sí. CR 25 de 43
UNIDAD PERSONAL DE JESUCRISTO, 7 El Hijo de Dios ha hecho  partícipe  a la humanidad asumida de la dignidad  de su persona: al expresar el misterio de la Encarnación se da una especie de comunicación de propiedades entre lo huma- no y lo divino, que se llama “ communicatio idiomatum ”. A la  única   persona  de Cristo hay que atribuir  tanto  todas las pro- piedades y acciones   de su naturaleza divina  como  las de su natura- leza humana (ej.: se puede decir “Dios ha nacido de María” o “ha muerto por nosotros”). No se puede atribuir  a una naturaleza  de Cristo las propiedades y acciones  de la otra  (ej.: no se puede decir que la divinidad ha nacido en el tiempo). Sí se puede  reduplicar : “Jesús, en cuan- to Dios...”; “el Hijo de Dios, en cuanto hombre...”. CR 26 de 43

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  • 1. UNIDAD PERSONAL DE JESUCRISTO, 1 Nestorio (patriarca de Constantinopla, 428 ): María no sería Madre de Dios porque en Jesús habría dos personas : una divina y otra hu- mana, y María sería madre de la persona humana de Cristo. La unión entre la naturaleza divina y la humana sería sólo una unión moral entre dos sujetos. Identidad de voluntad, pero no se podría decir que el Hijo de Dios nació de María, murió, etc. . Refutado por San Cirilo de Alejandría y condenado por Éfeso ( 431 ). Unión de las dos naturalezas de Cristo en la Persona (hipóstasis) divina del Verbo, única en Cristo. Por eso María es ver- daderamente Madre de Dios : de Ella nació el Verbo según la carne. CR 20 de 43
  • 2. UNIDAD PERSONAL DE JESUCRISTO, 2 Monofisismo : Eutiques , superior de un mo- nasterio de Constantinopla ( s. V ), afirma que después de la Encarnación hay una sola natu- raleza en Cristo, compuesta de la divina y la humana, aunque la humana habría sido absor- bida en la infinita persona del Hijo de Dios. Condenado por San León Magno ( 440-461 ) y Calcedonia ( 451 ): “Hay que confesar a un solo y mismo Hijo y Señor nuestro Jesu- cristo: perfecto en la divinidad , y perfecto en la humanidad ; ver- daderamente Dios y verdaderamente hombre (...). Se ha de recono- cer a un solo y mismo Cristo Señor, Hijo único del Padre, en dos naturalezas , sin confusión, sin cambio, sin división, sin separación. (...) Quedan a salvo las propiedades de cada una de las naturalezas”. CR 21 de 43
  • 3. UNIDAD PERSONAL DE JESUCRISTO, 3 Una hipóstasis o individuo es una substancia individual completa, subsistente en sí misma, independiente en su ser de otros individuos. => Se llaman “ personas ” a las hipóstasis más dignas, los seres racio- nales que son dueños de sus actos. Naturaleza es la esencia en cuanto principio de operaciones (ej.: la naturaleza de Pedro es su condición humana con sus facultades propias por las que actúa como hombre). La distinción entre una naturaleza y la persona que la posee es una distinción entre una parte y el todo . Ej.: Pedro es la persona, el todo , y la naturaleza es una parte de él que le especifica. CR 22 de 43
  • 4. UNIDAD PERSONAL DE JESUCRISTO, 4 La unión de las dos naturalezas en Cristo es una unión hipostática (en la persona). No tiene semejanza con ninguna otra unión. La conocemos por la fe . La naturaleza humana de Cristo es íntegra y perfecta , pero no es una persona humana , ni es un sujeto distinto del Verbo . Constantinopla II (553) “confesó a propósito de Cristo: ‘No hay más que una sola hipóstasis (o persona) que es nuestro Señor Jesucristo, uno de la Trinidad ’. Por tanto, todo en la humanidad de Jesucristo debe ser atribuido a su persona divina como a su propio sujeto, no solamente los milagros sino también los sufrimientos y la misma muerte ” ( CCE 468 ). CR 23 de 43
  • 5. UNIDAD PERSONAL DE JESUCRISTO, 5 La Encarnación no supuso cambio alguno en el Hijo de Dios, que es inmutable . Sólo hay cambio en la naturaleza humana que comien- za a existir elevada inefablemente a la unión personal con el Verbo. La Persona de Cristo no es causada por la unión de las dos naturale- zas, sino que es eterna . Cristo no “es” o existe por su naturaleza hu- mana, sino que por ella “ es hombre ”. Cristo en cuanto hombre no es hijo adoptivo por la gracia que tiene, pues su humanidad no constituye ningún sujeto personal que pudiera ser hijo. El Hijo de Dios (Persona) es Hijo de María , pues ha nacido verdaderamente de Ella según su naturaleza humana. Nacen personas, no naturalezas. CR 24 de 43
  • 6. UNIDAD PERSONAL DE JESUCRISTO, 6 Para unos autores recientes la personalidad consis- tiría en la apertura de la conciencia humana al ser en general, al infinito, o sea a Dios. Pero entonces, como en Cristo hay un centro de conciencia huma- no referido a otro centro de conciencia divino , ha- bría dos subjetividades en Él: una divina (Dios), otra humana (Cristo). Jesús será un hombre en quien tiene lugar la revelación suprema de Dios. Esas teorías reducen la realidad de un ser a uno de sus actos : la per- sona sería la simple conciencia de sí. Lo cual es un error , pues toda operación vital -como lo es la conciencia- requiere un sujeto operan- te, que es la persona. La persona no se identifica con su conciencia, ni se constituye por ella: la persona es quien tiene esa conciencia de sí. CR 25 de 43
  • 7. UNIDAD PERSONAL DE JESUCRISTO, 7 El Hijo de Dios ha hecho partícipe a la humanidad asumida de la dignidad de su persona: al expresar el misterio de la Encarnación se da una especie de comunicación de propiedades entre lo huma- no y lo divino, que se llama “ communicatio idiomatum ”. A la única persona de Cristo hay que atribuir tanto todas las pro- piedades y acciones de su naturaleza divina como las de su natura- leza humana (ej.: se puede decir “Dios ha nacido de María” o “ha muerto por nosotros”). No se puede atribuir a una naturaleza de Cristo las propiedades y acciones de la otra (ej.: no se puede decir que la divinidad ha nacido en el tiempo). Sí se puede reduplicar : “Jesús, en cuan- to Dios...”; “el Hijo de Dios, en cuanto hombre...”. CR 26 de 43