El documento describe el copite, un árbol nativo de México que crece en varios estados del país. Tiene múltiples usos, incluyendo su madera dura que se utiliza para fabricar muebles y otros artículos, y sus frutos comestibles que se usan para hacer dulces. Aunque el copite ofrece muchos beneficios, su cultivo y aprovechamiento han disminuido, poniendo en riesgo sus poblaciones. Algunas dependencias gubernamentales ahora están interesadas en promover esta especie.
1. COPITE
Su nombre científico es Cordia dodecandra A.DC. Pertenece a la familia Boraginaceae,
que incluye aproximadamente 90 géneros más, trece de los cuales son nativos de
Veracruz. Se le conoce con diferentes nombres dependiendo de la entidad; por ejemplo,
se le llama siricote en Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, copite en la zona
centro del estado de Veracruz y Yucatán, trompillo en el centro de Veracruz y chakopté,
k´an-k´opté o kopté en Yucatán. En lo que se refiere al género Cordia, este tiene varias
especies en nuestro estado, entre las que podemos mencionar a C. dentada, C. alliodora,
C. ambigua, C. boissieri A. DC., C. diversifolia y C. megalantha.
Es un árbol poco conocido en la entidad pero es el símbolo de Quintana Roo, tiene
múltiples cualidades, pues contribuye a mejorar la salud, la alimentación y la economía de
las familias en las localidades rurales, lo que lo hace un árbol maravilloso.
Su distribución abarca desde México hasta Centroamérica. En nuestro país, se le
encuentra en los estados de Veracruz, Chiapas, Campeche, Quintana Roo y Yucatán. Se
ha encontrado que el copite vive en zonas donde la elevación sobre el nivel del mar
alcanza hasta los 500 metros y que tienen una precipitación anual de 1000 milímetros. En
forma silvestre vive en las selvas denominadas baja caducifolia, mediana subcaducifolia,
selva alta y baja perennifolia, ecosistemas que se caracterizan por tener una alta
diversidad biológica y porque además producen una gran variedad de materias primas
que sirven para satisfacer las necesidades humanas.
Es un árbol caducifolio, esto es, que pierde sus hojas durante la floración. Puede alcanzar
hasta 30 metros de altura y un diámetro de 70 centímetros; la copa es redonda y
piramidal, la corteza es fisurada, ligeramente escamosa con un grosor de diez a veinte
milímetros, y las hojas son simples, de ovaladas a elípticas, muy ásperas, especialmente
en el haz, se disponen en espiral y se aglomeran en las puntas de las ramas.
Las flores tienen el cáliz en forma de campana, en tanto que la corola parece una
trompeta de color anaranjado brillante. La floración ocurre prácticamente a lo largo de casi
todo el año, y en muchas ocasiones aparece cuando el árbol carece de hojas. Los frutos
son drupas que varían de tres a cinco centímetros de largo y tienen un peso de 25 a 55
gramos.
Importancia y usos
La madera es muy dura, de buena calidad y muy resistente. Se usa para fabricar
horcones, columnas, engranes de trapiche, redilas, muebles finos, artículos torneados,
incrustaciones, barrotes, reglas, tablas, lambrín, carrocerías, puentes, artículos de
escritorio, costillas y fustes de sillas para montar, artesanías y duelas. Incluso se utiliza
para la fabricación de instrumentos musicales, como guitarras, arcos de contrabajo,
violoncelos, violines y violas, entre otros.
Los frutos son comestibles, pero tienen un sabor poco agradable, por lo que normalmente
se cuecen con azúcar para elaborar dulces y jaleas –formas en las cuales es muy
apetecible– para el consumo familiar y su venta en el mercado local. Cuando está cruda,
la fruta tiene un color amarillo intenso, con apariencia semejante a la de la guayaba, en
2. tanto que su interior es como un durazno y tiene en su centro una semilla similar a la
almendra. Fresca, despide un olor parecido a la manzana, y cuando se prepara en dulce
su sabor es parecido al del higo.
El copite también tiene usos medicinales, para lo cual se emplea la corteza y la madera
en infusiones para combatir las afecciones respiratorias, la diarrea y la disentería; sin
embargo, estos usos medicinales no han sido comprobados científicamente.
Por su rigidez, áspera y resistente, las hojas se emplean para lavar trastos y como
sustituto de la lija. En algunas de las localidades del centro de Veracruz, como La
Candelaria, aún se siguen utilizando las hojas del copite con esos fines.
Aunque pequeñas, las flores son muy vistosas por su forma y por su color naranja
intenso, razón por la que en algunas ciudades tropicales de México se les encuentre
frecuentemente en calles, parques y jardines. En algunas localidades de Veracruz, como
La Candelaria y Santa Inés, las señoras comentan que cuando eran jóvenes solían
elaborar collares con las flores del copite.
En nuestro estado, dada la escasez de áreas silvestres, este árbol forma parte de las
cercas vivas o como sombra para el ganado. Una cerca viva proporciona además fruta
que sirve como alimento para las vacas u otros animales. Algunos especialistas lo han
recomendado también para la apicultura.
Además de proporcionar múltiples servicios, el copite también brinda beneficios
ecológicos, pues su abundante follaje protege la superficie del suelo contra la erosión y lo
provee de materia orgánica, alimenta a la fauna silvestre y sus raíces mejoran el drenaje
del suelo.
En la zona central de la entidad, el copite es a veces simplemente tolerado por la gente.
Es poco frecuente que se siembren plantas de esta especie debido a que se prefieren
otros cultivos, como el limón o el cedro, especies que parecen más redituables. El
porcentaje de autorregeneración de este árbol es muy bajo debido a que las plántulas que
crecen son aplastadas por el ganado o mueren cuando se queman los pastos, por lo que
sus poblaciones corren el riesgo de desaparecer en algunas zonas.
Como sabemos, el copite es una especie que tiene un gran potencial de aprovechamiento
pero no es común ver plantaciones de esta especie para obtener madera. Lo mismo
sucede con el fruto procesado, pues a pesar del agradable sabor de los dulces de copite,
su consumo en las localidades ha disminuido y actualmente hay pocas personas que se
dediquen a procesar y vender el fruto dentro y fuera de sus pueblos.
En los últimos años, dependencias como la Conafor, INIFAP y Sedap se encuentran
interesadas en esta especie. Un ejemplo de ello es el vivero de la Sedap en la localidad
de Tolome, municipio de Paso de Ovejas, que se dedica a la colecta de semillas para la
producción de plantas. Una parte de las plantas se distribuye entre los productores que la
solicitan al vivero y otra se envía al municipio de Boca del Río para su siembra en
calzadas y parques.