El documento describe los cambios culturales vertiginosos que están ocurriendo en América Latina debido a la modernidad y posmodernidad. Algunos rasgos clave de la nueva cultura son el cosmocentrismo, antropocentrismo, surgimiento de un nuevo lenguaje secular, y la posmodernidad. La Iglesia reconoce los aspectos positivos de estos cambios pero también plantea desafíos para la evangelización en este contexto cultural cambiante.
3. OBJETIVO Que el alumno se sitúe en el contexto social de América Latina, particularmente en la posmodernidad periférica.
4. INTRODUCCIÓN Según el teólogo Jesús Espeja América Latina se encuentra en un vertiginoso cambio cultural. Para entender dicho cambio partamos del concepto de cultura.
5. Al hablar de cultura nos referimos a un complejo sistema de creencias acerca de la realidad, acerca de lo humano y de lo divino. Un conjunto de valores de acuerdo a esas creencias. Es la forma en que los seres humanos interpretan la vida y se organizan para vivirla.
6. En la actualidad la sociedad se ha convertido en el lugar propio de nuevas culturas que se están gestando e imponiendo con un nuevo lenguaje y una nueva simbología. Los pueblos de América Latina y el Caribe viven marcados por una realidad de grandes cambios que afectan profundamente sus vidas. En particular hoy vivimos un cambio de épocacuyo nivel más profundo es el cultural.
7. En este cambio cultural emergen nuevos sujetos con nuevos estilos de vida, maneras de pensar, sentir y percibir; y con nuevas formas de relacionarse. Son autores y actores de la nueva cultura. A esto se le llama periodo paradigmático.
8. ¿Qué es un paradigma? Son patrones o referencias para la conducta de una persona o un pueblo. Por ejemplo: ¿Por qué usar traje y corbata en el trabajo? ¿Cuál es la principal motivación para vestir de esa forma? ¿Qué institución motiva dicha acción? ¿Qué valores ha creado la sociedad entorno a esa conducta?
9. Además, nuestra época es compleja y opaca. En ella coexisten binomios que desafían cotidianamente tradición y modernidad, globalidad y particularidad, inclusión y exclusión, personalización y despersonalización, lenguaje secular y lenguaje religioso, homogenidad y pluralidad, cultura urbana y pluriculturalismo.
10. Particularmente, un especialista jesuita ubicado en República Dominicana afirma que los países latinoamericanos están viviendo una modernidad periférica. Es decir, han entrado los valores de la modernidad, aunque de una forma periférica, a los márgenes y lentamente. La gente quiere ser más autónoma, la subjetividad vale cada vez más. Pero no se ha tocado el tema de la injusticia
11. RASGOS FUNDAMENTALES DE LA NUEVA CULTURA Cosmocentrismo Se afirma que el mundo tiene consistencia por sí mismo. No necesita de Dioses ni de Religión. En el Renacimiento los seres humanos volvían al pasado para ver si encontraban valores. Sin embargo, ahora el hombre ya no mira hacia atrás.
12. El ser humano tiene confianza en sí mismo, tiene la ciencia y la técnica suficientes y es capaz de abrirse al futuro sin necesidad de tradiciones, dioses y religiones. La publicidad les conduce a mundos lejanos y maravillosos donde todo deseo puede ser satisfecho por unos productos que tienen un carácter eficaz, efímero y hasta mesiánico.Se legitima que esos deseos se vuelvan felicidad.
13. Como sólo se necesita lo inmediato, la felicidad se pretende alcanzar con bienestar económico y satisfacción hedonista, placer por el placer. Las nuevas generaciones son las más afectadas por esa cultura del consumo, en sus aspiraciones personales profundas, crecen en la lógica del individualismo, del pragmatismo y narcisismo sin referencia a valores e instancias religiosas.
14. Esta lógica está produciendo en América Latina un modelo nuevo de hombre: El consumidor y productor. Y el que no consume o no produce es desechado, porque es inservible, inútil. Antropocentrismo La época moderna da preeminencia absoluta al individuo sobre las instituciones. Estamos en una cultura grandiosamente humanista, hombres y
15. hombres y mujeres luchan por sus derechos y quieren actuar con autonomía. Sin embargo, en el Documento Conclusivo de Aparecida los obispos latinoamericanos reconocen como surge en la actualidad con fuerza una sobrevaloración de la subjetividad individual. Así mismo, se constata el surgimiento en América Latina de distintas culturas, diversas cosmovisiones,
16. distintas morales, distintas éticas, formas de vida, etc. Así mismo, fácilmente se entra en relación con personas ateas, agnósticas, de otras creencias religiosas o de otras iglesias cristianas. En dicho contexto surgen las preguntas: ¿Cómo se puede decir que Jesucristo es salvador universal?¿Y que la Iglesia católica es la única iglesia verdadera?
17. ¿y las demás? ¿qué pasó con ellas? ¿No es el Espíritu Santo el que mueve a alabar a Dios? Este pluralismo religioso es una de las situaciones que se tienen por delante. No se apaga el clamor de los pobres A pesar del “pseudo humanismo” y de la “lucha por los derechos humanos” la pobreza sigue.
18. Y es escandaloso que en el continente que tiene el número mayor de cristianos en el mundo, se llegue a una polarización tan exagerada en la que unos pocos cuenten con la mayor parte de la riqueza del continente, mientras la gran mayoría vive con menos de $1 diario – dejando de lado el cuestionarse el por qué uno u otro tiene o no tiene más o menos.
19. Así mismo, no es sólo el empobrecimiento, pues a ello se une la exclusión e injusticia social. Dicho fenómeno afecta la realidad familiar y social aumentando las actitudes antisociales como las adicciones (cigarro, licor, drogas, prostitución, poder, etc.), la agrupación en guetos (maras o grupos como los emmos, góticos, romanos, etc.), la delincuencia, la violencia, etc. Situación que no sólo la Iglesia denuncia, sino también los distintos
20. foros sociales internacionales (Amnistía internacional, ONU, etc). Surgimiento de un nuevo lenguaje Aparece ahora un lenguaje que busca unificar dentro de la aldea global en que se vive, desgraciadamente a costa de matar la singularidad e identidad particular de las personas y de los pueblos. Y ante dicha situación, surge la pregunta: ¿Estamos entrando en diálogo o incidiendo en ese lenguaje?
21. San Agustín decía a Dios: Si no me haces mejor ¿para qué me has creado? En nuestro caso se nos podría preguntar: Si lo que me dices [en la catequesis, en la pequeña comunidad, en el movimiento, etc.]no me hace mejor y no lo entiendo, ¿para qué me predicas? Peor aún, ¿de qué me predicas si no haces vida lo que dices?
22. Ese lenguaje secular contrapuesto al religioso lo van imponiendo los medios de comunicación de masas, y no en un lenguaje que configure un elemento articulador de los cambios de la sociedad. Este lenguaje responde a una cultura dominada por la ciencia y la técnica cuyos objetivos son, producir y consumir, más que hacer felices.
23. La Posmodernidad El término posmodernidad es uno que en su raíz es problemático. Es una palabra rara, compleja y sin posible definición. Esto porque alude a la modernidad, pero añadiendo el “pos”, es decir, una realidad que se da “después”; en nuestro caso después de la modernidad. Así mismo, significa ruptura. El filósofo Gianni Vattimo afirma incluso la muerte de la modernidad.
24. Sin embargo, no se ha superado la modernidad del todo. Porque el hombre “posmoderno” continúa buscando autonomía, la subjetividad de un modo más exagerado que los modernos. Y les importa poco o nada las instituciones u organizaciones humanas o comunitarias. No les importa más que gozar, en lo posible. Hay que evitar todo tipo de sufrimiento.
25. Así mismo, se relativiza la verdad. Los filósofos afirman que no existe una “verdad objetiva”. Pero, no será esto mismo una denuncia. ¿Tiene que haber “UNA VERDAD”? O quizás, ¿se habrá querido IMPONER una Verdad? Por su parte, los jóvenes afirman que quieren gozar la vida. ¿Por qué se querrá gozar de la vida? ¿Estarán denunciando que hemos hecho de la vida un sufrimiento y por esto, ellos quieren gozarla?
26. VALORACIÓN DE LOS RASGOS DE LA NUEVA CULTURA El reconocimiento de esta consistencia del mundo en sí es valiosa en cuanto que el humano encuentra la felicidad en éste mundo y no en otro lugar. Más aún cuando la tradición occidental tuvo y ha tenido una visión pesimista del mundo. Hay que reconocer, como lo hizo el teólogo dominico Edward Schillebeeckx, que fuera de este mundo no hay salvación.
27. El Vaticano II reconoce dicha autonomía y la consistencia teologal del mundo. Le mira con simpatía y amor. La Iglesia reconoce todo lo bueno que hay en el mundo y que se encuentra en el dinamismo social del mismo. Aparecida afirmará que cuando Dios creó al mundo con su Palabra expresó la encarnación diciendo que era bueno. El mundo creado por Dios es hermoso. El problema es cuando la autonomía humana prescinde de Dios como absoluto, prescinde de su Creador.
28. El gran problema que tenemos en el mundo y también en América Latina es que el hombre se ha constituido en absoluto y la fe cristiana es precisamente mirar todas las cosas desde Dios, como centro absoluto. Ante el antropocentrismo, la Iglesia reconoce que la verdadera y auténtica libertad refleja la imagen divina en el hombre. Sólo él hombre es
29. hecho a “imagen de Dios”, es la verdadera imagen de Él. Así mismo, se reconoce que Dios es quien pone en las manos del hombre su futuro y el del resto de la creación para su cuidado. Y es valioso que se reconozca un tipo de libertad y dignidad de las personas, sin embargo tienden a reconocer sólo los individualismos que debilitan los vínculos comunitarios y familiares.Aquí, las palabras del Concilio nos retan invitándonos al diálogo y al testimonio de la verdadera concepción
30. del ser humano como criatura de Dios y nos dice que: La verdad no entra, sino por la fuerza de la misma verdad que entra suavemente en las almas. (DignitatisHumanae No. 1) De allí que nuestro método de evangelización ha de ser uno que logre éste diálogo y testimonio. Entorno a la situación de pobreza, el papa Benedicto XVI en su intervención en Aparecida hacía ver que no bastaba con el cambio de
31. ideologías políticas, porque ni el socialismo ni el capitalismo han dado una respuesta adecuada. Se necesita un cambio del ser humano. E incluso, tomando en cuenta que el ser humano se desenvuelve y es formado en una estructura social, estamos de acuerdo con Espeja en que urge más aún un cambio de las estructuras. El lenguaje del cristiano siempre será el anuncia hecho vida de la Buena Nueva, de la llegada del Reino
32. de Dios al mundo, a nuestras vidas. Y es éste lenguaje el que tenemos que aprender a recrear para entrar en diálogo con nuestros nuevos interlocutores que tienen exigencias justas para el diálogo y para la aceptación de la fe. Sólo un lenguaje de este tipo podrá unir para el bien y la felicidad de la humanidad, articulando y aunando todos los esfuerzos para la creación de ese nuevo mundo construido por hombres nuevos seguidores de Cristo.
33. La Posmodernidad es todo un reto para la evangelización, porque desgraciadamente la Iglesia llegó tarde a la Modernidad y pareciera que podemos llegar tarde a la posmodernidad. ¿Qué harás tú desde tu apostolado?