3. FIDELIDAD A DIOS OBJETIVO Encontrar la Metodología como una obra humana y divina en cuyo centro está Cristo y que tiene 4 mediaciones específicas.
4. “Escucha, Israel: Yahweh, nuestro Dios, es Yahweh único. Y tu amarás a Yahweh, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.” (Dt. 6, 4-5)
5. EL MÉTODO CATEQUÍSTICO: OBRA DIVINO-HUMANA La Pedagogía Catequística es una obra divino-humana. Es una tarea humana que implica estudio, profundización científica, descubrimiento de nuevos elementos y gran poder de síntesis para que el catequista no se pierda en puntos secundarios y superfluos.
6. Pero, también es una obra de Dios que se revela tal cual es de un modo enteramente propio. Y además se adapta al lenguaje de los hombres y habla al corazón mismo de la cultura de los pueblos y de las sociedades.
7. Al hacerse hombre, el Padre en Jesús asumió todo lo humano y convalidó todas las características humanas de la pedagogía y de la metodología, en cuanto verdaderas y valederas. Nada humano es ajeno al corazón de Cristo.
8. Así mismo, el ser humano ha sido creado por Dios y lo ha hecho a su imagen y semejanza, como interlocutor suyo, como alguien con quien puede hablar de igual a igual, alguien a quien puede tratar como a un hermano o hermana.
9. Y Dios asume todos los métodos catequísticos y pedagógicos para su obra. Así, la elaboración de un método catequístico es una tarea humano-científica y a la vez, teológica. Con las adquisiciones y progresos en el terreno humano, la metodología catequística se enriquece.
10. Y Dios asume todos los métodos catequísticos y pedagógicos para su obra. Así, la elaboración de un método catequístico es una tarea humano-científica y a la vez, teológica.
11. CRISTOCENTRISMO Hay detalles que son específicos de la pedagogía religiosa y, especialmente, de la cristiana. La primera y fundamental para nosotros es la presencia viva de Jesucristo, que se realiza misteriosamente en todo acto de trasmisión del mensaje religioso.
12. En la catequesis, como hemos dicho en otros momentos, no están sólo el catequista y los catequizandos: cuando catequizamos está presente Jesucristo muerto y resucitado.
13. “…En este sentido, el fin definitivo de la catequesis es poner a uno no sólo en contacto sino en comunión, en intimidad con Jesucristo… El objeto esencial y primordial de la catequesis es el Misterio de Cristo… En el centro de la catequesis encontramos esencialmente una Persona, la de Jesús de Nazaret…” (Juan Pablo II, CatechesiTradendae no. 5)
14. Cristo mismo se hace presente en la catequesis, allí actúa y enseña. Allí, el catequista tiene que hacer de sus catequizandos discípulos de Cristo. Junto con ellos tiene que saber escuchar a Cristo, hacerse a un lado para dejar hablar a Cristo, para que todos se dejen enseñar por él.
17. En la metodología catequística, ambos – catequista y catequizando - están en relación de escucha de Cristo. El catequista es, en primer lugar, discípulo de Cristo, y su principal empeño consiste en ayudar al catequizando a escuchar a Cristo y hacerlo su discípulo.
18. La tarea del catequista es más que una labor docente, es una labor de testigo. Como en la Eucaristía, en la Catequesis se da la anamnesis, es decir, se hace memoria de Cristo. El punto central de la catequesis es que Cristo murió y resucitó. Él es la Palabra de Dios hecha carne que se nos revela.
19. Así, todo lo que testimoniamos y enseñamos está relacionado directamente con Cristo. Por eso decimos que más que clases, hacemos Encuentro de Catequesis. Allí, nos encontramos con Cristo por medio de sus discípulos.
20. LAS CUATRO MEDIACIONES La Palabra de Dios es una palabra interior, y lo primero que tiene que aprender el catequizando es a escucharla en lo íntimo de su corazón. Para ello, como seres humanos con sentidos, nos valemos para mostrar a Cristo de cuatro mediaciones:
21. El relato: El relato o narración de su historia, de la historia del Pueblo de Dios a través de los siglos permite encontrar la propia identidad. Por ello, la biblia es para el Pueblo de Dios el libro que narra su historia, afirma su identidad y a la vez da su misión.
22. La enseñanza: Son las instancias educadoras que explican, definen, legislan y ordenan. Ésta le da a lo narrado un sentido particular. La enseñanza hacen comprensible y transmisible el mensaje.
23. La celebración: La fiesta es expresión de la vida, ella hace que la vida sea humana. Así, el hombre celebra su propia vida y por ella la comprende mejor. Así, en la educación de la fe, la liturgia cumple esta misma función. Ella nos ayuda a escuchar más la Palabra.
24. El servicio: Pero la vida ha de expresarse en obras que transformen el mundo y establezcan un orden efectivo y útil a las cosas creadas.
25. La pedagogía bíblica es pedagogía del relato, no es dogma. El dogma es más bien la conceptualización de la doctrina para hacerla comprensible y comunicable. La liturgia de la Iglesia concuerda con la celebración de la vida. Y la vida de la Iglesia, se manifiesta en la labor de construcción del Reino de Dios. De no seguir esas mediaciones caemos en fundamentalismos.
