El artículo describe un próximo concurso literario para estudiantes organizado por la librería Serret. El concurso tiene como objetivo motivar a los estudiantes a investigar y escribir sobre las formas de vida tradicionales del campo recopilando historias de sus padres y abuelos. El propietario de la librería, Octavio Serret, espera que el proyecto ayude a preservar el patrimonio cultural rural y fomente el orgullo de los estudiantes por sus raíces.
Librería serret auspiciará un certamen literario para escolares diariodeteruel-01-03-14
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Sábado, 1 de marzo de 2014
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Librería Serret
auspiciará un
certamen literario
para escolares
Su objetivo es que los niños recuperen
los modos de vida del ámbito rural
M. A. A. G.
Teruel
La librería Serret de Valderrobres
auspiciará un certamen de literatura escolar como otra de las patas del proyecto global de promoción cultural del mundo rural
que está llevando a cabo, y que
de momento incluye cuatro premios literarios de prosa y uno de
poesía, creados por la propia librería, que además colabora con
el I Certamen d’Art #3territoris,
cuyo ganador creará los galardones para los relatos vencedores
del concurso literario.
El certamen literario escolar
sería una primera conclusión de
un proyecto que se está madurando entre Octavio Serret, propietario de la librería, y Jesús
Calvo, director del Colegio Público de Valderrobres. Según explica Serret, “desde que fueron presentados los premios literarios de
escritores adultos, muchos chavales de los CRA, sobre todo el de
La Fresneda, se entusiasmaron y
ellos mismos pidieron participar
en un concurso”.
Promoción del mundo rural
El proyecto se articularía a través
primero de un programa de actividades en el colegio público de
Valderrobres, que cuenta con
unos 120 chavales de entre 6 y 12
años, aunque “sería exportable a
toda la comarca del Matarraña, si
Miguel Ángel Artigas Gracia
Teruel
El Conservatorio Profesional de
Música de Teruel fue ayer escenario de un concierto en homenaje al maestro Paco de Lucía, fallecido el pasado martes en México, que corrió a cargo de la guitarra de Rafael Hoces Ortega, profesor del Conservatorio Profesional de Música Ángel Barrios, de
Granada, y del violín de Ana María Gorbe, profesora en el Conservatorio turolense.
El granadino, antes de arrancar las primeras notas a su guitarra ante un nutrido público, glosó la importancia que ha tenido
Paco de Lucía en el mundo de la
guitarra, instrumento al que dotó
de identidad propia: “Paco de
Lucía comenzó a experimentar y
a componer y fue capaz de separar la guitarra del cantaor que
hasta entonces siempre le había
acompañado, convirtiéndolo por
primera vez en un instrumento
solista. Después de él una guitarra podía ser la voz principal con
una flauta, un violín o cualquier
otro instrumento”, explicó.
los colegios se implican, y más
adelante incluso al resto de Aragón”.
El objetivo fundamental consiste en motivar a los chavales,
mediante actividades lectivas,
para hablar con sus padres y con
sus abuelos para recopilar historias sobre los modos de vida tradicionales y plasmarlos en forma
de relatos. “Tenemos que promocionar los modos de vida que han
existido en el mundo rural, porque si no volvemos a nuestros
orígenes no sé dónde vamos a
acabar”, asegura Octavio Serret.
En este sentido, el propietario
de la librería de Valderrobres está
convencido de que un proyecto e
este tipo “no solo servirá para exportar el modo de vida rural a la
gente de las ciudades, sino también, y sobre todo, para que los
propios chavales sepan de donde
vienen, conozcan su mundo y
puedan sentirse orgullosos de lo
que son”.
No hay nada de malo en las
nuevas tecnologías y en la velocidad con la que avanza la sociedad actual, pero para Octavio Serret, profundamente comprometido con la cultura y con su territorio, uno de sus efectos colaterales es que “los chavales que ahora tienen seis, siete u ocho años
no tienen el contacto que pude
tener yo con mis padres o mis
abuelos”, y eso está haciendo
que costumbres, historias, mo-
Octavio Serret, propietario de la librería Serret de Valderrobres
dos de vida, tradiciones y hasta
lugares corran el peligro de caer
en el olvido.
“Estamos cerrando ideas sobre como se puede plantear el
programa para el curso que viene”, subraya Octavio Serret, “pero si de aquí a que termine el actual curso los chavales están motivados y quieren investigar, preguntar, hablar con sus familias y
escribir, no tenemos que ponerles trabas sino todo lo contrario”.
Entre las ideas que baraja Oc-
tavio Serret está agrupar en un
volumen todos los relatos, “toda
la creación literaria que se obtenga de los chavales hablando del
pasado, del presente y del futuro
de los pueblos, para ellos mismos
y para sus familias, y luego recopilar los mejores textos y publicar un libro para el público en general”.
En cualquier caso, Serret destaca que “yo puedo motivar, convocar mesas redondas, charlas, o
aportar ideas, pero quienes real-
El Conservatorio de Teruel
honra a Paco de Lucía
Imagen de la primera parte del concierto, con Rafael Hoces a la guitarra. M. A.
mente tienen que implicarse son
los responsables de los centros
educativos”.
Por el momento varios de los
centros y de los CRA con los que
se ha puesto en contacto han
mostrado su predisposición y su
entusiasmo a poner en marcha el
proyecto. Un proyecto integrador, que pretende de los niños
del ámbito rural recuperen la
identidad que han heredado del
pasado, para darla a conocer al
exterior, que buena falta hace.
Según Hoces, puede haber
controversia sobre quién es el segundo o el tercer mejor maestro
de guitarra flamenca, pero existía
absoluto consenso en que “Paco
de Lucía era el primero, el que
más alto estaba, y además la altura que tenía sobre el resto era
enorme”.
Más allá de la pérdida personal, la muerte del maestro gaditano deja huérfanos a todos los
guitarristas contemporáneos,
“que ya no sabemos bien dónde
mirarnos”.
Hoces comparó a De Lucía
con Wagner o Mozart, en el sentido de que “cuando eres coetáneo
a un maestro de esa talla te sientes muy afortunado, aunque su
pérdida es más dolorosa”.
“No tanto por lo que ha hecho
y por lo que Paco ha sido”, explicó, “sino sobre todo por todo lo
que tenía que dar en el futuro”.
Paco de Lucía contaba 66 años a
su muerte, y en opinión de Hoces, “todavía tenía muchos años
por delante para tocar, para componer, para grabar discos y para
seguir investigando sobre el
mundo de la guitarra”.