2. Recursos naturales –
definición:
La definición de Recurso se relaciona a los medios de vida o a los
elementos que constituyen la riqueza o potencia de una nación.
Cuando se refiere a los recursos naturales, la aceptación es más
amplia, extendiéndose no sólo a los recursos efectivamente
utilizados, sino también a los que potencialmente pueden
beneficiar al hombre en su actividad socio – económica.
Los recursos naturales se dividen en:
- Renovables
- No renovables
- inagotables
3. Recursos renovables
Recursos renovables
Los recursos pueden considerarse renovables cuando se
regeneran a una tasa superior a la de su consumo, descontada la
tasa de reutilización y recuperación. Algunos son virtualmente
inagotables, lo que no quiere decir que su disponibilidad sea
ilimitada. Es el caso de la radiación solar, que nos llega a un
ritmo esencialmente invariable (ver Constante solar), o el agua
dulce y limpia, que el ciclo hidrológico nos proporciona también
de manera continua. Otros recursos renovables dependen de la
conservación de los sistemas que les dan origen; es el caso de los
recursos forestales, que dependen de la conservación de los
bosques, o la pesca, que depende del mantenimiento de las
poblaciones de peces. Éstos son ejemplos de recursos
primariamente renovables que pueden ser llevados al
agotamiento por una explotación irracional.
4. . recursos renovables son aquellos que se regeneran con bastante
Los
rapidez: madera, peces, etc., (siempre y cuando las técnicas de captura o
talado sean adecuadas).
Dentro de los recursos naturales renovables podemos englobar a todos
aquellos que, aunque sean utilizados por el hombre durante un período,
más tarde vuelven a aparecer sobre la Tierra.
Son recursos naturales renovables, por ejemplo, las plantas que el hombre
toma para alimentarse. En efecto, aunque el hombre emplea el trigo para
elaborar el pan, al año siguiente el trigo vuelve a crecer en los campos si
éstos se han cultivado.
Aunque el hombre mate animales para alimentarse, la función
reproductora de éstos dará lugar a que siempre existan animales a
disposición del hombre.
El agua que el hombre emplea es también un recurso renovable, ya que,
mediante el ciclo hidrológico, el agua que ahora se use podrá volver más
tarde a ser utilizada.
Sin embargo, un uso desmedido de los recursos renovables puede llegar a
producir un agotamiento de los mismos. Los animales, por ejemplo,
necesitan determinado tiempo para reproducirse. Si el hombre no respeta
este período, los animales no podrán reproducirse y acabarán
extinguiéndose.
5. Recursos no renovables
Los recursos no renovables son recursos naturales que no pueden ser
producidos, cultivados, regenerados o reutilizados a una escala tal que pueda
sostener su tasa de consumo. Estos recursos frecuentemente existen en
cantidades fijas ya que la naturaleza no puede recrearlos en periodos geológicos
cortos.
Se denomina reservas a los contingentes de recursos que pueden ser extraídos
con provecho. El valor económico (monetario) depende de su escasez y
demanda y es el tema que preocupa a la economía. Su utilidad como recursos
depende de su aplicabilidad, pero también del costo económico y del costo
energético de su localización y explotación.
Algunos de los recursos no renovables son: el carbón, los minerales, los
metales, el gas natural y los depósitos de agua subterránea, siempre que sean
acuíferos confinados sin recarga.
La contabilidad de las reservas produce muchas disputas, con las estimaciones
más optimistas por parte de las empresas, y las más pesimistas por parte de los
grupos ecologistas y los científicos académicos. Donde la confrontación es más
visible es en el campo de las reservas de hidrocarburos. Aquí los primeros
tienden a presentar como reservas todos los yacimientos conocidos más los que
prevén encontrar. Los segundos ponen el acento en el costo monetario
creciente de la exploración y de la extracción, con sólo un nuevo barril hallado
por cada cuatro consumidos, y en el costo termodinámico (energético)
creciente, que disminuye el valor de uso medio de los nuevos hallazgos.
6. .
Se llama recursos no renovables a todos aquellos que han precisado de millones
de años para llegar a formarse: los minerales, por ejemplo, son recursos
naturales no renovables. Para su formación han tenido que pasar millones de
años y, una vez consumidos, no vuelven a aparecer.
Además de los minerales, son muchos los recursos naturales que no son
renovables. Entre éstos se encuentran las fuentes de energía como el carbón, el
gas o el petróleo.
Estas materias son imprescindibles en la actualidad, puesto que hacen que
funcionen las máquinas de las grandes industrias, son aplicadas en la
producción de electricidad y mueven los vehículos que nos trasladan de un
lugar a otro.
El excesivo consumo de estas materias ha dado lugar a que las reservas
disminuyan de un modo alarmante, planteándose el peligro de que en pocos
años se hayan agotado en la Tierra tanto el petróleo como el carbón.
Ante este problema, todos los científicos del mundo se han movilizado en la
búsqueda de nuevas fuentes de energía, esto es, recursos naturales diferentes
del carbón y del petróleo que sean capaces de sustituirlos en un futuro próximo.
De esta manera, en la actualidad ya comienzan a funcionar centrales nucleares
que ocupan ya un importante lugar en la producción de energía en muchos
países, y centrales solares, que intentan sustituir a las actuales fuentes de
energía.
7. Recursos inagotables
Los recursos naturales permanentes o inagotables, son aquellos que no se agotan, sin
importar la cantidad de actividades productivas que el ser humano realice con ellos,
como por ejemplo: la luz solar, la energía de las olas, del mar y del viento.
El desierto del Sahara, por ejemplo constituye un sitio adecuado para aprovechar la
energía solar.
Algunos recursos naturales inagotables:
La luz solar y el aire.
La luz solar, es una fuente de energía inagotable, que hasta nuestros días ha sido
desperdiciada, puesto que no se ha sabido aprovechar, esta podría sustituir a los
combustibles fósiles como productores de energía.
Transformación natural de la energía solar
La recogida natural de energía solar se produce en la atmósfera, los océanos y las plantas
de la Tierra. Las interacciones de la energía del Sol, los océanos y la atmósfera, por
ejemplo, producen vientos, utilizados durante siglos para hacer girar los molinos. Los
sistemas modernos de energía eólica utilizan hélices fuertes, ligeras, resistentes a la
intemperie y con diseño aerodinámico que, cuando se unen a generadores, producen
electricidad para usos locales y especializados o para alimentar la red eléctrica de una
región o comunidad.
8. Casi el 30% de la energía solar que alcanza el borde exterior de la atmósfera se consume
en el ciclo del agua, que produce la lluvia y la energía potencial de las corrientes de
montaña y de los ríos. La energía que generan estas aguas en movimiento al pasar por las
turbinas modernas se llama energía hidroeléctrica. Véase también Presa; Meteorología;
Suministro de agua.
Gracias al proceso de fotosíntesis, la energía solar contribuye al crecimiento de la vida
vegetal (biomasa) que, junto con la madera y los combustibles fósiles que desde el punto
de vista geológico derivan de plantas antiguas, puede ser utilizada como combustible.
Otros combustibles como el alcohol y el metano también pueden extraerse de la biomasa.
Asimismo, los océanos representan un tipo natural de recogida de energía solar. Como
resultado de su absorción por los océanos y por las corrientes oceánicas, se producen
gradientes de temperatura. En algunos lugares, estas variaciones verticales alcanzan 20
°C en distancias de algunos cientos de metros. Cuando hay grandes masas a distintas
temperaturas, los principios termodinámicos predicen que se puede crear un ciclo
generador de energía que extrae energía de la masa con mayor temperatura y transferir
una cantidad a la masa con temperatura menor (véase Termodinámica). La diferencia
entre estas energías se manifiesta como energía mecánica (para mover una turbina, por
ejemplo), que puede conectarse a un generador, para producir electricidad. Estos
sistemas, llamados sistemas de conversión de energía térmica oceánica
(CETO), requieren enormes intercambiadores de energía y otros aparatos en el océano
para producir potencias del orden de megavatios. Véase también Océanos y oceanografía.
La fuerza del aire, es otro recurso natural inagotable, que tampoco ha sido muy utilizado
en nuestro días, en Holanda, por ejemplo se utiliza la fuerza del aire, para mover los
molinos.
9. Reserva ecologica
Una reserva ecológica es un espacio natural, ya sea virgen o semi-virgen, en el cual
conviven un gran numero de especies animales y vegetales en conjunto con factores
abióticos como el agua, el suelo, la luz del sol.
La función de una reserva ecológica, es la de resguardar un espacio natural, y como es,
con la finalidad de poder conservar un espacio virgen. En el país, hay muchas reservas
ecológicas entre ellas, la isla tiburón en Sonora, Calakmul en Quintana roo, la reserva de
la biosfera pantanos de Centla, en Tabasco y muchas otras.
Parques nacionales y reservas naturales, áreas seleccionadas por los gobiernos o por
organizaciones de carácter privado para protegerlas de manera especial contra el
deterioro y la degradación medioambiental. Los criterios de selección obedecen a
variadas razones, desde la belleza natural del entorno al interés científico de la región,
pasando por la preservación de aquellas zonas que constituyen el hábitat de especies
protegidas o amenazadas y la consideración de una región como patrimonio cultural de
un país. En algunas ocasiones, también se tiene en cuenta la necesidad de proporcionar al
público un lugar de esparcimiento.
10. Orígenes
La idea de crear parques nacionales y reservas naturales surgió a comienzos del siglo XIX
como respuesta a los problemas del imparable proceso de industrialización que ya estaba
causando graves daños y destruyendo el medio ambiente en varia zonas del planeta,
aunque muchos de los países más poblados disponían ya de parques urbanos y jardines
públicos, así como algunas zonas rurales que servían o habían servido durante mucho
tiempo como cotos de caza o propiedades privadas de los reyes y de la aristocracia, lo que
limitaba la presencia humana y la degradación del medio ambiente. Por otra parte,
existen muchos lugares en el mundo que no han resultado afectados por la actividad
humana; se trata de enormes espacios naturales escasamente poblados que permanecen
inalterados, como las grandes llanuras de América del Norte, la cuenca del Amazonas, las
selvas del África subsahariana o los herbazales australianos. Estas regiones parecen no
necesitar de una protección especial debido a su condición de inaccesibles e inhóspitas.
El concepto actual de preservar determinados entornos y a la vez permitir su acceso al
público en general, en lugar de reservarlos para el uso de una minoría privilegiada, nació
en el siglo XIX. El Parque nacional Yellowstone, en el noroeste de Estados Unidos, fue el
primer entorno natural declarado parque nacional en 1872. No obstante, el término
parque nacional se usó por primera vez para designar el Parque nacional Real (Royal),
creado en 1879 en Nueva Gales del Sur (Australia). A partir de entonces, durante la
década de 1880 el concepto de parque nacional se extendió por Canadá y Nueva Zelanda.
En 1909 se creó el primer parque nacional en el continente europeo, concretamente en
Suecia, y tras él el de Covadonga (1912), en España. En otros lugares como Japón, México
o la antigua Unión Soviética se crearon, durante la década de 1930, parques de similares
características; durante la década de 1950 se siguió la misma tendencia en Gran Bretaña,
Francia y otros países europeos, algunos de los cuales se crearon a partir de los antiguos
cotos reales de caza. Desde entonces se han creado parques por todo el mundo. En la
actualidad el término parque nacional se usa para designar también entornos de menor
extensión y áreas que requieren una protección especial.