1. MARÍA EN LOS TEXTOS EVANGÉLICOS
ANUNCIO DE LA ENCARNACIÓN.
2. • María era una de esas personas
que llamamos: pobres de Yavé.
• Oraba insistentemente para que
Dios enviara un Salvador para los
pobres de su pueblo.
3. • María recibe “una visita” o
una revelación muy especial
en la profundidad de su
oración, en la intimidad de su
alma.(El
ángel
Gabriel
anunció a María)
• Será madre sin cooperación
de varón. Será Dios el padre
de su Hijo.
• No debió entender mucho.
4. • Lo más probable es que recibiera este mensaje en su
insistente oración por su Pueblo, rogando a Yavé que
cumpliera su promesa de liberación.
• ¿Cómo será esto?
• Para Dios no hay nada imposible, le dijo el ángel.
• María creyó: “ Yo soy la servidora del Señor. Hágase en
mi según tu palabra.”
5. Con esta actitud de María, la humanidad
entera recibía “la plenitud de Dios”, Jesús,
que ya habitaba en María.
Su embarazo era algo altamente misterioso.
Pero el ángel le había anunciado, otro
embarazo, largamente esperado, el de su
prima Isabel.
Allá fue a comunicar su alegría y su misterio,
a conocer y afirmar que, para Dios nada hay
imposible.
Los grandes acontecimientos salvadores,
son obra de Dios, no del hombre.
6. • Isabel es quien siente que
Dios ha llegado a su casa:
• “Bendita entre las mujeres
y bendito el fruto de tu
vientre.”
• Mi niño ha saltado de
alegría
al
sentir
tu
presencia.
7. • Tu presencia es la Dios
encarnado, humanizado.
• La Madre de mi Señor (Dios)
viene a visitarme. Dios se
solidariza con la alegría de los
pobres, Dios escucha los
gemidos de los sufrientes.
• Dios escucha los lamentos de
quienes ponen en Él su
esperanza.
8. • María ha peregrinado llevando el
misterio en su vientre y ha
quedado llena de Dios:
• “Mi alma glorifica al Señor y mi
espíritu se alegra en Dios, mi
Salvador.”
• Dios, al fijarse en mi, ha
manifestado el amor por los
pobres.
• Ha cambiado el pensamiento
sobre Dios: los pobres, los que
sufren, los misericordiosos, son
amados por Dios.
• Los
necesitados
han
sido
satisfechos.
• Los satisfechos han quedado
vacíos.
9. • El Hijo de Dios “ha sido enviado para hacer un juicio:
que los que ven, sigan ciegos y los ciegos, vean.” Un
juicio a los soberbios, a quienes lo saben todo. Seguirán
sin conocer a Dios. Jn.9, 39.
• Ese es el Mesías que se ha encarnado en María. El
Salvador es pobre y humilde, como retoño en el
desierto. El poder de Dios es misericordia.
• María sabe que nada ha cambiado en su status social.
Se quedó sirviendo hasta que llegó el Precursor.
• Luego, regresó a Nazaret, a la casa pobre.
11. • El poderoso Emperador ordena y
todos deberán peregrinar a su
ciudad
de
origen
para
empadronarse.
• Quiere conocer cuántos son los
que deberán pagar impuestos.
• Los Zelotes se rebelan contra el
imperio.
• María
y
José
caminan
humildemente como pobres y
oprimidos de su pueblo.
• María es un sagrario, portadora
de Dios, de la salvación, también
para el Emperador.
• Nos salvarán los pobres: dice el
silencio de Dios en María.
12. • El Dios “todopoderoso” que nos
enseñan los rabinos,
• ¿ no podría hacer las cosas de otra
manera más brillante?
• María y José aceptan el misterio de
Dios.
• Belén está repleto de gente. Otros
parientes habrían llegado antes y
ocuparían la casa que podría
pertenecer a algún pariente de José.
• Por eso eligen algunas de esa
cuevas donde los pastores se
refugian y pasan el frío de la noche.
13. • Y se derramó el misterio de Dios en una
pesebrera de animales. No había
palacios ni templos para Dios.
• Algunos creyentes seguimos intentando
cambiar el pensamiento de Dios y nos
gustaría una gran catedral o una
confortable vivienda.
• Jesús nos dirá: el Templo soy yo. En mi
habita Dios.
• María fue el primer templo de Dios.
María la mujer humilde, la que amasa el
pan con sus manos y va a buscar agua
a la fuente, es portadora de Dios..
• El llanto y la alegría, reciben al
Salvador.
14. • María y José están cubiertos por
el misterio de Dios.
• Ello se hace evidente cuando
llegan los pastores: Los que no
pueden ingresar al templo por su
condición de impuros, son los
primeros en reconocerlo y
acogerlo.
• El Mesías es un niño envuelto en
pañales, que vive en nuestra
casa, la de los pastores y los
pobres.
• “Encontraron a María, a José y al
Niño acostado en un pesebre.”
• Es verdad lo que cantó María:
“Ha derribado de su trono a los
poderosos”.
15. • “María conservaba todos estos recuerdos y los meditaba
en su corazón”.
• Y nosotros los olvidamos y miramos al Emperador y
construimos palacios para Dios y nos vestimos como
reyes y no creemos que el camino de los pobres es el
camino de Dios.
• Los pastores regresaron a cuidar sus ganados,
glorificando y alabando a Dios.
• Nada ha cambiado en su status. Su vida ha sido
salvada.
17. • La ley se lo imponía: Todo primogénito será ofrecido a
Dios.
• Para rescatarlo, los pobres ofrecían un par de
pichoncitos.
• María y José son fieles judíos y cumplen las leyes.
• Un anciano, un pobre de Yavé, esperaba la liberación
del pueblo. No la de un general, sino de un creyente fiel.
• Al ver al niño exclama Simeón: Mis ojos han visto al
liberador de mi pueblo. Ya puedo morir en paz. Dios fiel,
cumple sus promesas.
18. • María y José, no terminan de
admirarse de lo que sucede con su
hijo. Van descubriendo un camino
misterioso por donde Dios los lleva.
• Es sólo el comienzo del camino:
Simeón continúa:
• “Mira, este niño hará que muchos
caigan y se levanten en Israel, Será
signo de contradicción y a ti misma,
una espada te atravesará el corazón;
así quedarán al descubierto las
intenciones de muchos.”
• Misterio tras misterio. El Salvador
será ocasión de ruina. ¿Cómo? ¿Por
qué?
• María guardaba estas cosas en su
corazón.
20. • “Sus padres iban cada año a
Jerusalén a la fiesta de
Pascua. Cuando el Niño
cumplió doce años, subieron a
celebrar la fiesta, según la
costumbre.”
• Aquí está el modelo de una
familia pobre que hace el
esfuerzo de fidelidad a Dios,
recordando y agradeciendo su
liberación.
• Jesús se queda en Jerusalén.
• Otro acto misterioso de este
niño. Todo llega al corazón de
María sin sentido, escondido
en el misterio de Dios presente
en su Hijo.
21. • María y José regresan a
buscarlo, angustiados.
• Y lo encuentran en el Templo,
en la catequesis, entre los
maestros de la ley.
• Hay que suponer las preguntas
que Jesús se
haría en
aquellos diálogos con los
doctores.
• Los padres se asombraron.
¿Por qué has hecho esto? Te
hemos buscado angustiados.
• ¿Por qué me buscaban? ¿No
sabían
que
tengo
que
ocuparme de las cosas de mi
Padre?
• Esta es la clave: Jesús ya se
siente todo de Dios.
22. • María no entiende la respuesta porque está ante el
misterio de Dios. Pero “conservaba cuidadosamente
todos estos recuerdos en su corazón.”
• Así vive María el misterio de Dios, en la fe y en la
fidelidad.
• Lo va a necesitar durante toda su vida.
• “Jesús bajó a Nazaret y siguió obedeciéndolos.”
• Y ejerciendo el oficio de trabajador pobre en un
pueblo ocupado, oprimido y explotado.
23. • Luego vienen días de vida sencilla en
Nazaret.
• Jesús, que tuvo que ser cuidado,
educado con cariño maternal, va
creciendo en sabiduría y gracia.
• Muchas serán las preguntas de su
Hijo que María no sabría responder.
Le enseña a orar, le conduce a la
Sinagoga, pero Jesús se hace cada
día más preguntón sobre las formas
raras de vivir la fe de su pueblo.
• Mi Padre diría: no es así.
• ¿Por qué abandonan a los pobres?
• ¿Por qué el ayuno, las normas del
sábado, los castigos a la mujer?
24. • “Jesús crecía en sabiduría, en estatura y gracia ante los
hombres.”
• Y María recibiría las preguntas, los mensajes y las
extrañezas de Jesús ante la situación de su pueblo y de
una forma de religiosidad tan lejos del corazón
misericordioso del Padre.
• Todo estaba listo para responder al grito de alerta de
Juan Bautista:
• “Ha llegado el momento de la justicia de Dios. El hacha
está a punto de cortar los árboles que no dan fruto.”
26. • Jesús, ha sentido el llamado
del Padre y se convierte en un
profeta y misionero itinerante.
• En Lucas 8, 19 avisan a Jesús,
que estaba rodeado de una
multitud:
• “Tu madre y tus hermanos (no
dice hijos de María) te buscan”
• Jesús responde:
• “Estos, los que escuchan la
Palabra, son mi madre y mis
hermanos.”
• En otro lugar dice que lo
buscaban porque decían: se
ha vuelto loco.
27. • María, presionada por sus parientes, temerosa de que
algo malo pudiera ocurrir a su hijo, los acompaña.
• Ciertamente, María es quien escucha la palabra y es fiel
a ella.
• La que guardaba todas las palabras y acciones de su
hijo en su corazón.
• Pero es un corazón de madre que presiente el dolor y el
final trágico para su amado Hijo.
• Por eso, lo seguirá en silencio.
• Jesús ha tomado el camino de “los locos”, los que
encuentran a Dios y lo dejan todo por Él.
28. • En el texto de Lc. 11,27, una mujer entusiasmada ante
sus palabras y el testimonio de su vida, exclama:
• “Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te
amamantaron.”
• A lo que Jesús responde:
• “Dichosos los que escuchan la Palabra y la practican.”
• Es como decir: María no es dichosa por ser madre, sino
porque ha sido fiel a la vocación de Dios.
• Dichosa por decir SÍ a Dios.
29. • En el Reino de Dios que ha venido a anunciar y crear
Jesucristo, todos seremos hermanos.
• No tiene importancia la carne ni la sangre y menos las
grandezas y los poderes o sabiduría humana.
• Todo ha cambiado. Ahora son dichosos los pobres, los
marginados, los débiles, pero fieles a Dios y hermanos
de los hombres.
• Hay que cambiar el modo de pensar y ver la vida.
• Nadie es padre, nadie es señor. María es hermana.
• Un nuevo valor, lo trascendente, ha ingresado a la vida
del hombre.
31. • Cuando escribe Juan su evangelio, la Iglesia vive ya
sesenta años haciendo memoria de Jesús. Juan
aprovecha algunas de las acciones de Jesús para
convertirlas en un signo, un signo que sea enseñanza
de una realidad nueva.
• La Iglesia ha visto a María durante siglos, en las bodas
de Cana, como la mujer preocupada de los demás,
afligida con la aflicción de los esposos, sirviendo como
la servidora que ha sido siempre.
• Además, podemos descubrir en estas bodas, el signo
del Banquete del Reino.
32. • Estas bodas, donde está María y son invitados Jesús y
sus discípulos, son aún bodas del Antiguo Testamento.
• Aún no ha llegado la boda, la Pascua liberadora de
Jesús. La Hora de Jesús.
• En esas bodas falta el vino de la alegría y la esperanza.
• Así lo siente María y le pide a su Hijo que acelere ese
día, el día de la alegría y la felicidad.
• Jesús responde: “No ha llegado mi hora.”
• María es siempre humilde y acepta a Dios. Por eso dice
solamente: “Lo que Él les diga, háganlo.”
33. • Ella sabe que Jesús es el buen
vino que, haciendo lo que Él nos
diga, ya ha llegado el Reino y la
alegría. Ella, acogiendo a Dios
con humilde fe, ya está en el
Reino de la Alegría.
• Y se realiza el signo.
• Esas bodas, con bueno y
abundante vino, son el signo del
Reino, que ya ha llegado con los
signos y las palabras de Jesús:
sanando, liberando, perdonando,
anunciando la misericordia de
Dios.
• Nosotros,
solamente
necesitamos poner el agua de
nuestra buena voluntad y deseo
sincero de ser hermanos. Así
realizamos la presencia del
Reino.
35. • El segundo texto mariano de Juan, con
María asistiendo a su muerte, es el
signo del testamento de Jesús.
• “Jesús al ver a su madre y junto a ella al
discípulo a quien tanto amaba, dijo a su
madre”:
•
•
•
•
“Mujer, ahí tienes a tu hijo.
“Después dijo al discípulo”:
“Ahí tienes a tu madre,”
“Y desde aquel momento el discípulo la
recibió como suya.”
36. • Jesús no deja sola a su Madre. Le
encomienda al cuidado de muchos
hijos, simbolizados en Juan.
• A estos hijos, les pide que la reciban
como madre.
• Desde aquel momento María pasa a
ser la Madre de la Iglesia.
• Desde aquel momento la Iglesia
cuida de María, porque es la
memoria viviente de Jesús.
• En María se halla Jesús presente en
el Iglesia de una manera especial.
Mirando a María, conocemos mejor
a Jesús.
• Cuidando a María, llegamos al Jesús
misericordioso y fiel, cuidamos a
Jesús y cuidamos a la Iglesia.