1. EXPOSICION A RUIDO
El daño auditivo es un proceso gradual; en algunos casos no se
percata su desmejoramiento hasta generar una pérdida auditiva que
relacionan generalmente a la edad.
Riesgo ruido: El ruido presenta efectos sobre la audición y sobre otros órganos y sistemas del
cuerpo humano, puede dar ocasión a alteraciones auditivas temporales (fatiga auditiva) o
permanentes (hipoacusia o sordera).
Intensidad del Ruido: el nivel de ruido se mide en decibeles
(dBA). Cuando hablamos lo hacemos en una escala de 60 a
70 decibeles. Estos se miden en una escala como la de los
terremotos, de modo que cuando los decibeles suben un
poco, el ruido en si sube bastante, es decir 73 decibeles
equivale a el doble de la intensidad de 70.
2. EXPOSICION A RUIDO
Como oímos: El ruido es una serie de vibraciones que se desplazan a
través del aire como ondas, las ondas sonoras golpean el tímpano
haciéndolo vibrar, y este a su vez hace que el liquido dentro del oído
interno vibre.
La exposición prolongada a ruidos excesivos
hace que los cilios se rompan y no puedan
transmitirse los impulsos sonoros. La sobre
exposición al ruido genera pérdida de
audición.
Tiempo de Exposición : El Departamento de Salud y Seguridad
Ocupacional (OSHA) tiene normas acerca de cuanto tiempo puede un
trabajador estar expuesto a un nivel de ruido antes de que deba usar
protección auditiva.
3. RECOMENDACIONES
3. Concepción y disposición de los lugares - puestos de
trabajo.
1. Realizar otros métodos de trabajo que reduzcan la
necesidad de exponerse al ruido.
7. Reducción del ruido mediante la organización del
trabajo, limitando tanto la duración e intensidad de la
exposición, como una ordenación adecuada del tiempo de
trabajo.
2. La elección de equipos de trabajo adecuados que
generen el menor nivel de ruido posible.
6. Programas de mantenimiento de los equipos de trabajo.
5. La reducción técnica del ruido a través, por ejemplo, de
aislamientos.
4. Información y formación adecuada para enseñar a los
trabajadores, buenas practicas en el uso de los equipos
de trabajo que lleven a reducir el máximo su exposición al
ruido.
En resumen, para eliminar los riesgos derivados de
la exposición a ruido o reducirlos al nivel más bajo
posible, se deben adoptar medidas que antepongan
la protección colectiva a la individual, recurriendo a
los protectores auditivos sólo cuando las medidas en
el foco y en el medio de transmisión no permitan
evitar o limitar suficientemente la exposición a ruido
del trabajador.
