predicas para mujeres que nos ayudan en momentos difíciles a pasar la pagina

1. Día 4
Él puede cambiar
las circunstancias

2. “En amor habiéndonos predestinado para ser
adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo,
según el puro afecto de su voluntad” (Efesios 1:5).
somos destinados por Dios a ser sus hijos y a
recibir la salvación, pero eso depende de si
elegimos y aceptamos a Jesús.

3. “Cuando Adán y Eva desobedecieron a Dios en
el Jardín del Edén, la voluntad humana quedó
entregada el dominio de Satanás; desde entonces
él ha estado obrando en nuestros deseos,
conduciéndonos a hacer malas elecciones que
nos llevan a la ruina y a manchar más y más las
páginas de nuestra vida”
(Elena de White, Mente, carácter y personalidad, t. 2, p. 712).

4. La buena noticia es que fuimos predestinados para la
salvación y a ser hijos de Dios por medio de Cristo Jesús.
El sacrificio que Jesús hizo le da el derecho de decirle:
“Entregaos a mí; dadme esa voluntad; quitadla
del dominio de Satanás, y yo tomaré posesión
de ella; entonces podré obrar en vosotros para
querer y hacer mi beneplácito”
(Elena de White, Mente, carácter y personalidad, t. 2, p. 713).

5. LAS INJUSTICIAS Y ADVERSIDADES
VIENEN PARA TODOS
José amaba a Dios, pero enfrentó
dificultades por las elecciones de otras
personas y por las circunstancias
adversas que se presentaron en su vida.

6. Como Jacob amaba más a José, su
voluntad era concederle privilegios mayores.
Esa realidad produjo mucho descontento
a sus diez hermanos.
José era obediente, guardaba en su
corazón todo lo que su padre decía, estaba
lleno de simpatía y temía a Dios.

7. ODIAR ES UNA ELECCIÓN
UN ERROR NO DEBE JUSTIFICAR OTRO.
El odio puede nacer cuando constantemente recibimos
provocaciones, cuando nos sentimos indignados y
cuando somos tratados injustamente. El odio se
fortalece por la envidia, por el orgullo y por el egoísmo.

8. El plan para matar a José no continuó, pero
ellos lo vendieron como esclavo a un grupo de
mercaderes que iban a Egipto. Encadenado y
caminando por el desierto con otros esclavos,
comenzó un nuevo capítulo, lleno de
inseguridad por lo desconocido y muy
diferente a lo que había soñado.

9. CAMINOS PARA SUPERAR LAS ADVERSIDADES
¿Cómo superar los momentos difíciles y afrontar las
adversidades de la vida?
• Controle sus pensamientos;
• No se entregue a la autocompasión y la ira;
• Mantenga los valores del amor y del perdón;
• Desarrolle la resiliencia.

10. El mantener la esperanza y la perseverancia es una
característica de las personas resilientes, y todos podemos
desarrollar la resiliencia. Para eso debemos aprender a:
• Ser más flexibles y a adaptarnos.
• Cambiar el pensamiento de siempre encontrar a un culpable
y hacerse la víctima.
• Enfocarnos más en la solución que en el problema.
• Buscar apoyo en personas amigas.
• Mantener el propósito de vida siempre en mente.
• Mantener hábitos saludables.

11. DIOS NO NOS ABANDONA
EN LA ADVERSIDAD.
El enemigo puede controlar la
voluntad de las personas para
que nos hagan mal, pero el
Señor trabaja en favor de
quienes lo aman.

12. El Dios que José siempre eligió no lo
desamparó. Transformó el infortunio de José en
bendiciones. Dios hizo algo bueno con las cosas
malas. Él planeó usar esos acontecimientos para
hacer crecer la confianza de José, para
alimentar y salvar al mundo del hambre, y para
atender a su propia familia, cuyos descendientes
formarían la gran nación de Israel.

13. “No os ha sobrevenido ninguna tentación que
no sea humana; pero fiel es Dios, que no os
dejará ser tentados más de lo que podéis
resistir, sino que dará también juntamente con
la tentación la salida, para que podáis soportar”
(1 Corintios 10:13).
Esa promesa es real para todos los que,
como José, eligen confiar en el Señor y
andar en sus caminos.

14. “Estas cosas os he hablado para que en
mí tengáis paz. En el mundo tendréis
aflicción; pero confiad,
YO HE VENCIDO AL MUNDO”
(Juan 16:33).
Elija ser fiel. José eligió honrar
a Dios. Él jamás dejó de honrar
a los que lo honran.

15. Nada como un día detrás del otro
para observar cómo el Señor da
vuelta la página de nuestra vida y,
si es necesario, altera las
circunstancias.
“Yo elijo a Jesús”.