El documento presenta una fábula sobre un león enfermo y hambriento que engaña a otros animales diciéndoles que está enfermo para poder comérselos. Cuando invita a una zorra a visitarlo, ella se da cuenta de la trampa por las huellas de los animales que habían entrado pero no salido, y se niega a entrar para no correr la misma suerte. La moraleja es que la prudencia y la cautela son las mejores consejeras.