1. Encontramos periódicos de derechas como por ejemplo La Razón, el
ABC, El Mundo
y La Vanguardia.
Otros periódicos con tintes de izquierdas son El Periódico y el País.
Noticia del ABC.
«Los catalanes nos sacrificamos mientras el Estado tira
el dinero»
Mas admite sentirse reconfortado por la «mutación independentista» de
Jordi Pujol.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, se ha comprometido a
trabajar duro para reducir el déficit fiscal catalán mediante un nuevo
modelo de financiación para Cataluña: "No tiene sentido que los
catalanes nos sacrifiquemos mientras el Estado tira dinero". "Con nuestro
esfuerzo los catalanes podríamos vivir mejor si la riqueza que creamos no
se gastara en el resto del Estado, y no siempre correctamente. Esto nos
provoca indefensión; por eso pedimos el pacto fiscal", ha admitido Mas,
en una entrevista de 'El Periódico de Cataluña'.
Su objetivo es que todos los impuestos que se generan y liquidan en
Cataluña se haga mediante un organismo o agencia que dependa "en
todo o en buena parte" de la Generalitat, un punto que no rechazó el
Tribunal Constitucional (TC) en su sentencia del Estatut, ha recalcado.
Ha expresado que el Govern y CiU están plenamente implicados para
que España se mantenga a flote: "No tenemos ningún compromiso con
Zapatero, pero sí con el proyecto del Estado en el que ahora estamos",
sin descartar la posibilidad de que en un futuro Cataluña pueda
independizarse.
Mas también ha admitido que le reconforta la "mutación
independentista" que esta semana ha expresado el ex presidente de la
Generalitat, Jordi Pujol. En cuanto a su participación en la consulta
soberanista convocada para el 10 de abril en Barcelona, ha indicado
que tiene un "dilema", ya que personalmente sí que lo haría, pero que
duda en hacerlo por ser el presidente de todos los catalanes, tanto los
que son independentistas como los que no.
Un mes en el cargo
Mas ha asegurado que en un mes se ha debido poner las pilas ante la
situación heredada del tripartito, fruto del "descontrol en el gasto", por lo
que ha pedido la corresponsabilidad de los socialistas catalanes,
quienes no deberían desentenderse de nada. "A este Gobierno le toca
este trabajo molesto y muy duro de actuar con contundencia, de usar
2. el bisturí; no hay alternativa", ha asegurado Mas, algo que prueba el
plan de saneamiento que el Govern aprobó el viernes y que este lunes
se remitirá al Gobierno central. El objetivo: reducir el gasto en un 10%,
pedir al Estado que sus aportaciones a la Generalitat se mantengan y
no subir impuestos, todo ello con la finalidad de "dar ejemplo" y velar por
la recuperación económica.
Dos años que serán difíciles, en los que todos los catalanes deberán
trabajar duro, aunque esta situación también debe implicar sacrificios
en todo el Estado. Se ha comprometido a "no tocar" los complementos
autonómicos a las pensiones no contributivas y descarta el copago,
aunque admite que no podrán empezarse grandes obras públicas
como la Línea 9 del Metro y baraja la opción de poder penalizar a
quienes utilicen de forma incorrecta el sistema sanitario para evitar
abusos, como el de ir a urgencias para todo. No se incrementarán los
conciertos a las escuelas concertadas, y sobre las ayudas a los centros
privados que escolarizan por separado a niños y niñas, ha admitido:
"Habrá conciertos para las escuelas que legalmente los puedan tener.
No podemos ser dogmáticos".
Noticia de EL PAÍS.
La independencia ahora empujaría a Cataluña a una
quiebra inmediata
El dragón del independentismo catalán ha ido a despertar en un
escenario económico que va de lo negro a lo negro azabache.
Septiembre de 2012: el viejo debate sobre la financiación catalana y el
tan traído y llevado déficit fiscal (la diferencia entre los ingresos fiscales
que generan sus contribuyentes y lo que reciben del Estado) muta en un
clamor separatista. El de la secesión catalana es otro de los tabús
caídos en medio de esta interminable crisis; Cataluña plantea un
referéndum sobre la autodeterminación, un proceso complicado, lento,
fundamentado en la idea de que a la economía catalana le iría mejor
sin España. Hubiese sido viable en 2005 y nadie sabe si podría serlo en 15
años, pero hoy por hoy la economía catalana es calificada como bono
basura por los mercados, no recibe crédito de los inversores y ha
necesitado el auxilio del Estado para pagar sus deudas. La mayor parte
de los expertos consultados ven inviable, o al menos muy enrevesada,
una independencia inmediata.
Si Cataluña mañana amaneciese independiente, España viviría una
pesadilla, pero el nuevo Estado catalán tendría complicado evitar una
suspensión de pagos. El retorno de este déficit fiscal (que la Generalitat
3. cifra en 16.409 millones anuales, el 8% de su PIB) difícilmente
compensaría los costes de la ruptura.
La nueva Cataluña nacería con una deuda que podría triplicar a la
actual. Ahora es la comunidad más endeudada de España (42.000
millones que equivalen al 21%, o 48.000 si se suma la de sus empresas
públicas) pero se llevaría la parte alícuota de la deuda del conjunto del
Estado, que se puede calcular en función de su peso en el PIB español
(18%), de la población (16%) o de una mezcla de ambos. El pasado
junio, la deuda de la Administración central sumaba 617.731 millones, así
que el nuevo Estado asumiría más de 100.000 millones. A estos se
añadirían 5.000 millones de la deuda de sus Ayuntamientos y otra parte
proporcional de la deuda de las empresas públicas (como Renfe, Adif o
AENA); que alcanza en total los 34.000 millones; además, el montante
del rescate recién solicitado (5.000 millones) y nuevos costes de la
reestructuración bancaria. La deuda engordaría hasta unos 150.000
millones.
Las cantidades exactas dependerían de una dura negociación con el
Estado, pero la deuda escalaría al entorno del 100%. Solo este año,
Cataluña afrontaba unos vencimientos de hasta 13.477 millones y el
pago de los intereses se engullían casi 2.000 millones.
“No tendrían capacidad para generar los recursos suficientes para
asumir esos pagos en al menos uno o dos años y no podría evitar el
impago salvo que acudiese a un rescate, pero esto pasaría fuera de
España y sería difícil”, explica Juan José Rubio, catedrático de
Hacienda Pública y exdirector del Instituto de Estudios Fiscales. La
entrada en la UE, además, requeriría mucho tiempo. Una parte de los
defensores de la independencia arguye que Cataluña no debe
incorporar deuda estatal porque ya asumió déficit fiscal durante años,
pero la mayoría asume que sí debería digerirla.
Por su parte, Josep Oliver, catedrático de la Universidad Autónoma de
Barcelona (UAB), cree que la deuda alcanzaría el 80% del PIB y que una
independencia ahora “no es imaginable”, y recalca que quienes la
plantean lo hacen mayoritariamente “como idea de medio plazo”. En
ese contexto, “Cataluña sería tan viable como lo sería España”.
Además, advierte de que con la independencia, la capacidad de
recursos mejoraría, lo que facilitaría la financiación en los mercados, ya
que se recuperaría ese déficit.
El del déficit fiscal es un concepto muy discutido y que arroja cifras
diferentes en función de cómo y quién lo calcula pero, dando por
buena la cifra del Gobierno catalán, el desfase recuperable sumaría
16.409 millones. No sería inmediato y Rubio cree que la cifra no
compensaría los costes de la ruptura, que incluyen riesgos comerciales:
4. no solo posibles boicoteos a productos, sino también nuevas barreras
arancelarias si no logra acuerdos con Europa.
Ángel de la Fuente, investigador del Instituto de Análisis Económico,
dependiente del CSIC, advierte de que ese ingreso adicional de 16.000
millones quedaría muy reducido al descontar los gastos del Estado de
los que se beneficia Cataluña, pero no se producen físicamente en ella
(por ejemplo, el servicio de las Embajadas, Defensa y la Agencia
Tributaria), lo que suponen unos 5.148 millones. Además, De la Fuente
calcula más costes públicos por la pérdida de economía de escala y
menos ingresos por parte de la hipotética Hacienda catalana (por la
peor información y recursos que tendrían). Rebaja el beneficio total
hasta unos 8.000 millones. “No es el momento propicio para este tipo de
aventuras”, señala.
El economista Xavier Cuadras ha publicado junto a Modest Guinjoan un
libro que trata de la viabilidad económica de la Cataluña
independiente (Sense Espanya). Cuadras admite que la deuda subiría y
que ahora no hay inversores dispuestos a prestar dinero a la Generalitat,
aunque cree posibles terceras vías, como la emisión de bonos o
préstamos de la banca. “Ahí el juego político tendría mucho que
hacer”, apunta.
Pero habría problemas para la banca. José Carlos Díez, economista jefe
de Intermoney, alerta de una debacle, ya que las entidades catalanas
que siguen solventes —Sabadell y La Caixa— acumulan grandes
volúmenes de créditos concedidos en el resto de España, por encima
de los depósitos. “Y si se convirtiera en un nuevo Estado, muchos clientes
españoles retirarían sus depósitos para tenerlos en su país y estos son los
que financian las hipotecas. Si una empresa pierde el 30% de sus
clientes, pierde dinero, pero si le ocurre a un banco, se pierde el propio
banco”, explica Díez. La deuda externa neta de Cataluña no se ha
calculado nunca, pero existe como concepto, y esta se dispararía. Así
que, a su juicio, “tendría que plantear una suspensión de pagos, una
quita de deuda y todo esto se llevaría por delante el parque
empresarial”. “La independencia catalana sería hace siete años mala
para España y Cataluña, pero viable. Hoy por hoy, además, es
económicamente inviable”, remacha.
5. CONCLUSIÓN.
Los catalanes nos sacrificamos mientras el Estado tira el dinero, con esta
frase empieza el ABC, seguido de: los catalanes podríamos vivir mejor si
la riqueza que creamos no se gastara en el resto del Estado. Esto nos
provoca indefensión; por eso pedimos el pacto fiscal".
Por lo que vemos el periódico del ABC está a favor de la independencia
de Cataluña, mientras el periódico del El País publica "La
independencia ahora empujaría a Cataluña a una quiebra inmediata",
afirmando que España sin Cataluña se hundiría, pero, Cataluña tendría
complicado evitar la suspensión de pagos.