Caja de herramientas de inteligencia artificial para la academia y la investi...
Palabras de otros idiomas adaptadas al castellano
1. Nombre: Henry Catuto Magallan
PALABRAS DE OTROS IDIOMAS ADAPTADAS AL CASTELLANO.
Todo idioma, por rico y expresivo que sea, siempre ha tenido, tiene y tendrá necesidad
de recurrir a nuevos vocablos, y muchos de estos nos vendrán por la vía de los
extranjerismos.
Como se sabe, el Castellano es una lengua romance, es decir, es derivada del antiguo
Latín, el idioma nacional de los romanos, que era hablado en casi todo el vasto territorio
del Imperio que tenía a Roma como capital. Por ello la mayoría de las palabras que
forman el léxico castellano derivan de vocablos latinos, pero no pueden considerarse
extranjerismos, sino raíces lexicales, ya que no son vocablos adoptados a partir de cierto
momento, sino que han sido producto de una evolución larga y compleja, que llevó
inicialmente a lo que hoy es nuestro idioma a ser un dialecto del Latín, el cual, al ir
evolucionando, cambiando y enriqueciéndose, se convirtió en el idioma castellano.
Como ya dijimos muy frecuente que muchos vocablos relacionados con las ciencias y la
tecnología, en especial con las enfermedades y la medicina, se formen con raíces
griegas y latinas, por lo que son extranjerismos (latinismos o grecismos): tuberculosis,
cardiopatía, artritis, presbicia, cirugía, oncólogo, cancerólogo, oftalmólogo, gastritis,
ortodoncia, periodoncia, endodoncia, odontólogo, jurista, candente, exhalar, inerte,
refulgente, letal, linfa, ominoso, proceloso, agonía, devaneo, delirio, histérico, frenesí,
ilusorio, mágico, lánguido, quimera, utopía, antropófago, aerostático, aeronáutica,
cosmopolita, misántropo, filantropía, espontaneidad, multiplicidad, racionalismo,
confusionismo, intervencionismo, capacitación, juridicidad, filial, fraterno, equidad,
oculista, oftalmólogo, equino, hípico, plúmbeo, terremoto, ecología, cibernética.
Pero nuestra lengua recibe muchos otros extranjerismos, provenientes de diversos
idiomas. Se calcula que en Castellano tenemos más de 4.000 palabras de origen árabe:
adalid, atalaya, zaga, alfanje, tambor, alférez, jáquima, acequia, zanahoria, aljibe, noria,
alcachofa, algarrobo, berenjena, alfalfa, tahona, algazara, arríate, azucena, adelfa, alhelí,
azahar, espliego, almacén, arancel, tarifa, aduana, arroba, arrabal, aldea, alcaraván,
alcalde, alguacil, redoma, alambique, mezquino, jarabe, baldío, acicalar (se), etc.
De origen germánico, antigua lengua raíz del moderno Alemán, son: rapar, brotar, hato,
realengo, abolengo, albergue, espuela, guarecer (se), tregua, tejón, bramar, guardia,
guardián, espía, espuela, ropa, ataviar, esquila, parra, tapa, aspa, rueca, ganso, marta,
agasajar, ufano, avidez, gana, triscar y muchos nombres propios como Álvaro,
Fernando, Rodrigo, Rosendo, Argimiro, Elvira, Gonzalo, Alfonso, Adolfo, Ramiro,
Bermudo, Galindo, Froilán, etc.
Del Francés antiguo y moderno nos vienen: elite, chofer, carnet, paltó, servilleta,
trinchera, batallón, ujier, furriel, endosar, madama, damisela, rosicler, papá, mamá,
chaperona, champaña, cordón, corchete, edredón, bulevar, etc.
Del Italiano: corbata, escopeta, arlequín, parapeto, centinela, escolta, bisoño, fragata,
mesana, piloto, banca, esbozo, esbelto, escorzo, diseño, modelo, balcón, cornisa,
fachada, cuarteto, terceto, soneto, estancia, madrigal, novela, cortejar, festejar, manejar,
pedante, bagatela, capricho, poltrona, gastar, hostería, foso, celada, designio, terracota,
esfumar, lontananza, diletante, aria, partitura, romanza, libreto, batuta, ferroviario,
analfabetismo, casino, fiasco, pasticho, Lisandro, Sandro (a), Enzo, etc.
Del Chino: sampán, charol.