La oración de Juan Pablo II expresa su dolor y sufrimiento físico y emocional, y pide a Dios que le ayude a comprender los sufrimientos de Jesús y unir sus propios dolores a los de Él para redimir a los demás. También pide por aquellos que sufren como él y por los pobres, abandonados y solitarios, y que Dios transforme sus dolencias para purificarlo y acercarlo más a Dios.