Esta es una descripcióm bastante completa y gráfica de Dora Luz Flores, sobre la Tanatología desde la perspectiva de una terapeuta pasa también por todo lo que implica la enfermedad grave de un ser querido.
La ciencia del Bien Morir: Tanatología, de Dora Luz Flores, psicóloga y tanatóloga
1. Querida Tere: Te envío este escrito que hice para una conferencia de
TANATOLOGÍA, espero te sea de utilidad para tu página Web. Un abrazo y
que estés muy bien. Con Cariño Dora Luz Flores Bravo.
Nacer es comenzar a morir. Teófilo Gautier
El término “tanatología” proviene del griego “tánatos”, muerte, y sirve
para designar a la disciplina que aborda precisamente esta delicada
cuestión. la tanatología como “una disciplina que busca encontrarle
sentido a la muerte o a las pérdidas”.
“Necesitamos aprender a morir y a dejar
morir, ya que cada muerte es única,
como lo es el modo de presencia de cada
persona”
La vida es Duelo, es decir, dentro de la vida tenemos un sinnúmero de
pérdidas que deberán elaborarse en un proceso, es decir, en el DUELO:
Por ejemplo, hay duelo de pérdidas no tan sólo por muerte, sino por cambios
de casa, cambios de escuela, de trabajo, fallece un amigo, tu mascota, un
divorcio, una enfermedad; en fin, toda pérdida te produce un duelo: lo que
perdiste, lo que estás por perder, o lo que quisiste hacer y nunca hiciste…. y
todo eso es materia de trabajo de los tanatólogos, para poder entender y
afrontar de la mejor manera éste complicado proceso…
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2. ¿Cómo surge la tanatología?
Desde el inicio de la humanidad ha habido
una preocupación por la muerte, por
tratar de explicar qué hay, si hay dioses, si
hay muchos, si hay uno.
Particularmente, quien se dedicó más a trabajarla en sí fue la doctora
Elizabeth Kübler-Ross. Ella era doctora y vio la necesidad de sus pacientes
en fases o estados terminales, que traían cargas emocionales importantes que
había que atender también.
La base de la Tanatología es acompañar al que sufre una pérdida, pequeña
o grande, no importa el tamaño. Tanatología proviene del griego Thánatos,
que en la mitología griega personificaba a la muerte. Este personaje era hijo de
Nix (la noche) y hermano de Hypnos (El Dios del sueño). Aunque se lleva a
cabo desde tiempos remotos, es hasta que la doctora Elizabeth Kübler Ross
abundó en los fenómenos psicológicos experimentados por moribundos y creó
clínicas regidas por el lema “ayudar a los enfermos terminales a vivir
gratamente, sin dolor y respetando sus exigencias éticas”, cuando se funda
formalmente la Tanatología, que es ciencia y arte.
¿Cómo define la
tanatología la muerte?
La muerte es el fin de la
vida, de las funciones
orgánicas, vitales; sin
embargo, la muerte
también es un nuevo
inicio, a través de la
visualización de la
trascendencia de la
persona.
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3. Cuando una persona muere, muere en lo físico, eso es innegable. Sin
embargo, LA TRASCENDENCIA O EL SIGNIFICADO QUE LE DEJÓ EN
LOS SUYOS, ESO, PREVALECE.
Por ejemplo, en el caso de los abuelos: mueren, pero los
nietos siguen cocinando como la abuela, o alguien trabaja
como el abuelo, o los recuerdan, en fin, es la huella que te
deja una persona, podríamos hablarlo en el sentido de
que la muerte no necesariamente tiene que ser un fin.
Por esto, es muy importante trabajar la dimensión espiritual que da gran
contención al doliente por una pérdida dado que tiene otra perspectiva, la
trascendencia de la pérdida, le da un sentido y un significado distinto al
dolor.
Cuando la enfermedad terminal se hace presente en el núcleo familiar, en
realidad es la familia total quien enferma, ya que las emociones, los
temores, el desconcierto que son movilizados por el padecimiento, van a
matizar cada día de la vida del paciente y de sus seres queridos más cercanos,
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4. con la característica primordial de experimentar la angustia de muerte que
habrá de acompañarlos hasta el final.
Así, en el aspecto psicológico, los miembros de la familia se van encontrando
con una doble carga: una intrapsíquica, que los hace plantearse su propia
muerte, y otra interpersonal, que contempla el proceso de la enfermedad
como un personaje que se ha introducido a la familia sin ser invitado, y
que plantea en un tiempo relativamente corto el encuentro con la muerte
de su ser querido.
“Muerte en la
Familia “ Edward
Munch
Para las familias que viven esta experiencia hay un antes de la enfermedad,
un durante y un después, que dejan huellas muy profundas a partir de la
sospecha de que algo no anda bien en ese miembro de la familia que
enfermó, de quién se trata en el sistema familiar, y de cómo el médico les
ofreció el diagnóstico y el pronóstico.
Ya desde que se presentó el malestar, se había iniciado, tal vez, un largo
peregrinar entre médicos, al que ahora se suman las posibles internaciones y
cirugías, la pérdida de funcionalidad propia de la enfermedad y de los efectos
de los tratamientos, que alteran al paciente y a sus seres queridos modificando
su dinámica habitual, sus emociones, sus proyectos y hasta su sentido de vida
y creencias religiosas.
Ese “durante” de la enfermedad que no solo mueve a
cuestionamientos profundos sino que también
plantea momentos en los que hay que tomar
decisiones prácticas como puede ser la definición del
mejor lugar para tener y atender a ese ser querido que
ha enfermado.
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5. Se trata entonces de encontrar un lugar que ofrezca un contexto de
calidad de atención y cuidados, ya sea un hospital, un asilo, o el hogar
propio o de algún familiar o amigo; en ocasiones esta decisión causa
verdaderas movilizaciones en la dinámica familiar.
La calidad de vida y el alivio del sufrimiento de la familia están directamente
relacionados con la concepción de la misma como:
“un organismo vivo al que cualquier alteración en la estructura o función de
alguno de sus integrantes, influirá en todos y cada uno de ellos”.
De ahí que al verse alterada la estructura y la función de ese ser querido
enfermo, este organismo vivo se desequilibra.
Organismo vivo del que hay que tomar en cuenta a nivel del Sistema
Familiar: el tipo de familia que es (nuclear, monoparental, extensa, sin hijos,
número de matrimonios, etc.); quién es el paciente terminal dentro de esa
familia y cuál ha sido su historia (rasgos de personalidad, roles
desempeñados, calidad de vínculos); su momento del ciclo vital (noviazgo,
pareja sin hijos, pareja con hijos, escolaridad de los hijos, adolescencia, nido
vacío, jubilación)
Organismo vivo del que hay que tomar en cuenta:
• los miembros que lo conforman (edad, sexo, roles
que desempeñan, rasgos de personalidad, estado de
salud, capacidad de adaptación y cambio)
• los límites que lo rigen (claros, difusos o rígidos)
• los conflictos preexistentes tanto a nivel individual
como intrafamiliar
• la espiritualidad y religiosidad de cada uno
La Muerte Lempter
Entonces habrá que trazar para la familia, un camino que los lleve a
encontrar calidad de vida y alivio del sufrimiento ante la pérdida del ser
querido.
Un camino que sea el adecuado para cada
una de las personas que conforman la
familia, considerando las características
mencionadas, por lo que habrá de ser un
camino individual y único, trazado de acuerdo
a las necesidades y a los tiempos de cada
quien, pero que para todos
habrá de tener como
objetivo el reconocimiento y la aceptación de la
realidad que faciliten la elaboración del proceso que
implica la enfermedad, incluyendo la posibilidad más
o menos cercana de que muera su ser querido.
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6. Hay que trabajar la posibilidad de morir para perderle el miedo a la
muerte hay que pensar en ella, nombrarla, hablar de ella, llorarla, e
integrarla como lo que es: parte de la vida.
Esa muerte como parte de la vida que ahora se hace presente de
una manera violenta y sorpresiva provocando en el paciente y
sus seres queridos la necesidad de ser contenidos.
Así, para lograr calidad de vida y alivio del sufrimiento de los familiares,
es determinante que reciban por parte del o los especialistas una
información veraz y continua, de acuerdo a la necesidad de información de
cada quien, un apoyo constante y la seguridad de una
asistencia médica y ojalá, tanatológica, durante todo el
proceso de la enfermedad, hasta cuidados paliativos y
clínica del dolor.
También es fundamental para cada miembro de la
familia lograr espacios en donde se propicie la
comunicación y la sinceridad para expresar sus
preguntas, sus temores, sus dudas y sus
emociones.
En los momentos de duelo, se requieren como nunca ESPACIOS DE
CONTENCIÓN en donde el descubrimiento del otro y de cada uno con sus
propias reacciones ante la enfermedad terminal, les
ofrezca la oportunidad de reconciliarse con ellos
mismos, con sus seres queridos y con aquél que tal
vez se encuentre próximo a morir.
Cementerio de la Recoleta
Espacios para reflexionar y para confirmar o para descubrir desde la
propia espiritualidad y fe religiosa, cuál es el sentido de la vida, de la
enfermedad, del dolor, de la trascendencia, de la esperanza, de la muerte
y de la vida después de la vida.
Además, ese ser querido enfermo, a lo largo de su proceso, y más aún cuando
siente que la muerte se aproxima, necesita saber que cuenta con la familia
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7. y/o con los amigos; que hay alguien que se ocupa de él y que se ocupará
de lo que sigue después de su muerte.
Esta certeza propicia tranquilidad en el enfermo y en sus familiares,
quienes habrán de encontrar alivio psicológico y espiritual al reconocer
sus acciones a favor de su ser querido, con las cuales además,
favorecen su propia despedida y la calidad de la vida que se aproxima a
la muerte.
Cabe destacar que llega un momento del proceso de la enfermedad terminal,
en que el tiempo del enfermo es aún más diferente que el tiempo de sus
seres queridos, por lo que éstos habrán de adaptarse a él.
Tiempo en el que se aproxima la muerte y momento
también, desde la propia espiritualidad, tal vez, de acudir
a los rituales que ayudan a simbolizar y a dar un sentido
a momentos de significados especiales y que, en el caso
de los rituales relacionados con la muerte, ayudan no
solo a significarla sino también a ir elaborando el dolor y
la tristeza.
Así es que los RITUALES personales y familiares en ciertos momentos de la
vida, adquieren mayores dimensiones, y en el caso de la muerte, matizan y
suavizan de manera especial el dolor de la mente y el corazón; lo mismo
sucede con los rituales en el ámbito religioso para mantener la certeza de la
presencia de ese Dios Personal, y en el ámbito social, como la posibilidad de
recibir la compañía y el apoyo requeridos en situaciones de enfermedad, de
dolor y de muerte.
El hecho de que la familia se ponga
de acuerdo con el enfermo, sobre si
sus restos habrán de ser inhumados
o incinerados puede formar parte de
los rituales familiares, ya que es
frecuente que el cementerio o el
lugar donde se depositen las cenizas
tengan un significado especial
que se comparte.
Tener resueltos asuntos como éste, propician la tranquilidad de los
familiares. También es conveniente que determinen quiénes habrán de tomar
las primeras acciones una vez acontecida la muerte: escoger la ropa con que
quieren vestir a su ser querido, llamar al médico o acudir al hospital para
obtener el certificado de defunción, avisar a los demás familiares y amigos,
hacer los trámites de la agencia funeraria, organizar los rituales religiosos…
Poder compartir estos temas antes del fallecimiento de su ser querido va
facilitando el camino de la adaptación a una realidad que cada día se
presenta diferente, matizada de angustia, de temor, de incertidumbre, pero
también de fe y esperanza, mientras el enfermo se aproxima a su último día.
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8. A lo largo de este proceso, y como una forma real de curar el sufrimiento, es
importante que la familia haya ido aprendiendo, en su relación con su ser
querido, -en palabras de Schwarcz-, a “SOSTENER SIN RETENER” y a
“SOLTAR SIN EMPUJAR”.
Así el adiós final se va construyendo día a día, tal vez
con breves momentos de profundo silencio y
recogimiento al lado de ese ser querido, ocupados
en agradecer, pedir perdón y perdonar; y otros,
ocupados en escuchar, recordar y disfrutar
experiencias compartidas; final que se va
construyendo para dejar morir en el momento
adecuado, que, será como el momento mismo del
nacer: único e irrepetible.
Asimismo, Schwarcz sostiene que, cuando el
paciente RENUNCIA a seguir adelante, es porque
puede reconocer que ya llegó a su límite o que ya
alcanzó su fin. OJO: Se trata aquí de una renuncia
que no es sinónimo de fracaso, EN ESTE SENTIDO,
EL SER HUMANO DECIDE EL MOMENTO DE SU
MUERTE.
Así, esta Renuncia a la vida para pasar a la muerte, se vive entonces como un
ACTO DE GENEROSIDAD: “Me recorro para que otros ocupen mi espacio”…
En este momento, la muerte se convierte también en
un límite que ordena la vida y en una generosa entrega
que deja preparado un lugar para las siguientes
generaciones. Es entonces que la muerte del otro
adquiere un sentido integrador; se trata de la muerte
del otro sintonizada con los valores de la vida: amor,
generosidad, crecimiento, paz y aceptación.
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9. AYUDA A QUIENES HAN SUFRIDO UNA PÉRDIDA DE LA MEJOR
MANERA POSIBLE.
• Explícar al doliente lo que sentirá en los próximos meses. Asumir la
muerte de un ser querido requiere atravesar una serie de etapas sucesivas:
SHOCK EMOCIONAL, desorganización mental, NEGACIÓN de la realidad,
DEPRESIÓN anímica, sentimiento de culpa por no haber actuado mejor,
miedo a no poder sobrevivir sin el fallecido, IRA contra las personas del
entorno del difunto por no haberle ayudado u otras razones. Finalmente llega la
ACEPTACIÓN.
• Escuchar de un modo activo. En lugar de “hablar y aconsejar” de entrada,
presta atención al familiar del fallecido con todos los sentidos puestos en lo que
dice y siente. Ayúdalo a expresar lo que siente, pero sin forzarlo.
• Exprésarle que lo que siente es normal. Explícale que, inevitablemente,
debe pasar por un período de duelo, y que los contradictorios y cambiantes
sentimientos que experimenta son lógicos y naturales.
• Conectar con la persona en duelo. Intenta comprender sus sentimientos y
ponerte en su lugar. Así comprenderás por qué se tambalea su mundo.
Comparte sentimientos y buenos recuerdos sobre la persona fallecida. Incluso
es beneficioso evocar algunos momentos divertidos del desaparecido.
*Dile que puede utilizar técnicas de liberación emocional a través de:
• Platicar lo que siente con una red de apoyo: amigos, familiares,
personas que le den cobijo y amor, o sea, escucha y empatía.
• Escribir en una carta de despedida a la persona que está enferma o que
falleció, donde le diga todo lo que no le dijo en vida, donde le pida
perdón y lo perdone y al final le agradezca lo que vivieron juntos, libere
sus emociones, llorar es una forma de deshacerse del dolor.
• Hablar con la persona que se vivió la pérdida a través de una foto y que
ahí le diga todo el dolor de la pérdida que siente ante su muerte y que se
despida de él con esa foto e igual, que le pida perdón y lo perdone y al
final le de las gracias con amor por todo lo que vivió con él, pero que se
despida.
• Que haga el ritual del velorio y el entierro de la persona que se va a
despedir por muerte (de manera simbólica) dejándolo ir a través de un
acto creativo, por ejemplo de lo que escribió que lo queme y lo vaya a
tirar al mar, como si fueran sus cenizas, que el fuego al ir quemando la
carta sea su ritual de despedida
• Otra forma es que frente a una pared ella se coloque sentada y enfrente
ponga una vela y se ponga a hablar con el abuelo de manera virtual y
que se vaya despidiendo de él de esta manera diciéndole adiós, , puede
combinarlo con lo de la fotografía del difunto y así, al llorar su pérdida y
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10. despedirse irá trabajando para que su herida emocional de muerte del
ser querido vaya cicatrizando poco a poco.
Dios Padre. Ma. Eugenia Elizabetha
Ravasio
Finalmente, la familia encuentra
alivio a su sufrimiento, y puede seguir
viviendo con calidad, e iniciar un
adecuado proceso de duelo,
gracias al reconocimiento de su
propia actuación con su ser
querido, y de lo que de él recibió;
gracias al reconocimiento de lo
que sí hubo, pero también de lo
que faltó en la historia que
compartieron; y sobre todo, la
familia encuentra alivio cuando se ha
dado la oportunidad de
AGRADECER, DE PERDONARSE,
DE PEDIR PERDÓN Y DE
PERDONAR, reconociendo el valor
de TRASCENDENCIA de cada uno de los que estuvieron cercanos en este
proceso, capaces de ofrecer NUEVAS RESPUESTAS Y SIGNIFICADOS QUE
DESDE LA PROPIA ESPIRITUALIDAD les ha permitido experimentar paz
interior y encontrar FORTALEZA EN LA RELACIÓN AMOROSA CON SU
DIOS PERSONAL y con quienes habrán de continuar compartiendo el
apasionante misterio De la vida y la muerte.
Eclesiastés 3
No hay valores absolutos
Hay bajo el sol un momento para todo,
Y un tiempo para hacer cada cosa:
Tiempo para nacer, y tiempo para morir;
Tiempo para plantar, y tiempo para arrancar lo plantado;
Tiempo para matar y tiempo para curar;
Tiempo para demoler y tiempo para edificar;
Tiempo para llorar y tiempo para reír;
Tiempo para gemir y tiempo para bailar;
Tiempo para lanzar piedras y tiempo para recogerlas;
Tiempo para los abrazos y tiempo para abstenerse de ellos;
Tiempo para buscar y tiempo para perder;
Tiempo para conservar y tiempo para tirar fuera;
Tiempo para rasgar y tiempo para coser;
Tiempo para callarse y tiempo para hablar;
Tiempo para amar y tiempo para odiar;
Tiempo para la guerra y tiempo para la paz.
Al final ¿qué provecho saca uno de sus afanes?
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11. En conclusión, la clave es vivir una "vida impecable" como decía don Juan,
"morir con arte" o "ars moris", que consistiría en afrontar el momento último
de nuestra existencia sin desear ni pensar en nada, sin mantener apego a ser
o cosa alguna.
Y esto se lograría tan sólo a través de la práctica de un camino espiritual, que
no necesariamente religioso. La consecución de una visión espiritual implica
ni más ni menos que mirar hacia dentro nuestro, disolviendo aquellos
aspectos fragmentarios y en perpetuo conflicto en nuestra conciencia,
relajando la tensión del ego y volviendo a reposar en la naturaleza de la
mente. Se podría decir que consiste en una metodología, una praxis tendiente
a lograr una plena conexión con nuestra esencia más íntima.
. Longaker, dice que las 4 tareas básicas para experimentar con plenitud
la vida y la muerte son:
1) darnos cuenta de que el sufrimiento existe y que se puede transformar en
una experiencia de plenitud
2) mantener una comunicación con nosotros mismos y con los demás, donde
nos expresemos con todo nuestro ser y fundamentalmente con nuestro
corazón, lo más compasivos y libres de apego que podamos
3) prepararnos espiritualmente para la muerte, lo que implica el ser capaces de
vivir en el momento presente, sin dejar situaciones inconclusas que sólo han de
constituir un lastre que incrementará nuestro dolor y sufrimiento y el de quienes
nos rodean
4) encontrar significado a nuestra existencia, sintiéndonos seres plenos a pesar
de nuestras imperfecciones, aceptando nuestros errores y expiando los que
podamos haber cometido.
Aprende a vivir y morirás bien
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12. Finalmente querida Tere, te regalo mi canción de “Por Amor”, con la letra y
música de esta canción pretendo dar cobijo de amor, fe, esperanza, paz y
seguridad y confianza ante las pérdidas, en un acompañamiento para los
momentos de pérdida y de dolor, heridas emocionales que cicatrizarán, con el
mensaje de que, aunque en el momento del duelo no vean los beneficios del
arte del buen morir, éstos existen y se manifestarán enriqueciendo su nuevo
camino por recorrer evolucionando a cada momento y descubriendo la vitalidad
que pueden disfrutar en el arte del buen vivir segundo a segundo de su vida….
MANEJO DE DUELO POR ENFERMEDAD, MUERTE Y ROGRESIVO
“POR AMOR”
L. y M. Dora Luz Flores Bravo Cerrar Ciclos
Ayer, cuando me dejaste
te desvaneciste, Desapego
te deje partir
por amor,
por amor,
por amor,
más que amor,
mucho amor…
de dolor..
por amor,
por amor...
Conexión de energía positiva: Transformación
Y hoy, yo sé que estás lejos,
no sé si recuerdas,
pero yo te amo…
Por amor... te dejé
ser tan libre…
como el agua
ser tan libre…
como el aire
ser tan libre…
¡como el sol!
¡como tú!...
Mañana… no sé si veremos
nuevo amanecer, Aprendizaje y crecimiento
si platicaremos...
Pero amor, ¡fuiste en mí!
la pasión... que formó
las palabras
que juntaron
a tu ser
con mi ser...
¡Por amor,
Por amor!
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13. ¡Por amor!
Por amor!
¡Por amor!
GRATITUD POR EL PASADO….
GOZO POR EL PRESENTE….
FE EN EL FUTURO…
Telia, gracias por invitarme a escribir en tu página Web y, aunque
últimamente no nos hemos visto, te llevo grabada en mi corazón, estás
presente en mi vida con cariño y admiración, eres una mujer sabia,
guerrera, muy profesional y espiritual, con gran don de gentes, creativa y
con alta vocación de “partera” en la creatividad, por eso quiero dejar de ser
“una promesa” para ser una realidad en la escritura de lo que he ido
aprendiendo en esta vida; que Dios te siga bendiciendo hoy y siempre:
¡Hasta pronto! ¡¡¡ Un abrazo!!!: Dora Luz.
“La verdadera amistad
es como la
fosforescencia,
resplandece mejor
cuando todo se ha
oscurecido”.
Sir Francis Bacon
(1561-1626) Filósofo y
estadista británico.
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