El documento discute la definición amplia de ecología de Haeckel y cómo algunos biólogos se han enfocado en estudiar las respuestas fisiológicas de los organismos al ambiente físico, lo que Margalef considera "fisiología al aire libre" en lugar de ecología. El autor concuerda parcialmente pero enfatiza que es importante determinar qué variables ambientales y respuestas de los organismos son significativas para entender su distribución, abundancia y evolución.
1. Partiendo de la amplisíma definición de ecología de Haeckel, en la que, tomada literalmente, nada parece quedar
fuera, pues indica que se trata del estudio de las relaciones del organismo con su ambiente, siendo el ambiente
“todo” lo que rodea al organismo, muchos biólogos, con la idea de hacer ecología, emprendieron la tarea de
estudiar las respuestas fisiológicas de los organismos al ambiente físico. Comenta Margalef que tales estudios
apenas si merecen ser considerados ecológicos en sentido estricto, y que más bien pudieran ser llamados
“fisiología al aire libre”.9 No soy tan estricto, pero pienso que quienes desarrollan este campo deben preocuparse
por discenir
cuáles de las variables ambientales que estudian, y las respuestas de los organismos que obtienen, son realmente
significativas para entender su distribución, abundancia y evolución. Como argumentaremos más adelante,
estudiar las relaciones del organismo con su ambiente por el cuidar solo hecho de estudiarlas, como en cierto
modo lo implica la definición de Haeckel, no tiene sentido; es una actividad sin propósito. Por otro lado, es
innegable que, en muchos casos, el conocimiento de los mecanismos fisiológicos de los organismos, y su relación
con el ambiente es un requisito indispensable para enriquecer modelos como los mencionados en el punto
anterior.