1. Escuela de Arquitectura
Universidad Arcis
Curso Arquitectura Contemporánea
Primer Semestre 2009
Profesor Carlos Fuensalida
El Movimiento Deconstructivista
Raíces y Antecedentes
2. ORIGEN DEL MOVIMIENTO DECONSTRUCTIVISTA
Tiene su base en la filosofía de la desconstrucción de Jacques Derrida como se verá mas
adelante. Algunos seguidores de la corriente deconstructivista estaban también influidos por
los constructivistas rusos que trabajaron durante las décadas de los años 1920 a 1930.
Hay referencias adicionales en el deconstructivismo a varios movimientos del siglo XX: la
interacción modernismo/postmodernismo, expresionismo, cubismo y el arte contemporáneo.
Un acontecimiento importante en la historia del movimiento deconstructivista fue el concurso
internacional del parisino Parc de la Villette El parque fue diseñado por Bernard Tschumi,
un arquitecto francés de origen suizo, quien ganó el concurso convocado en 1982 por la ciudad
de París para convertir los antiguos mataderos y mercados de carne de la ciudad en un parque
ultramoderno. Tschumi llamó al filósofo Jacques Derrida y al arquitecto Peter Eisenman a
colaborar en la preparación del diseño final del parque.
Otro evento significativo fue la exposición en el MOMA en el año 1988, llamada “Arquitectura
Deconstructivista” que cristalizó el movimiento y dio fama y notoriedad a sus integrantes,
organizada por los Arquitectos Philip Jonson y Peter Eisenman, en esta exposición participaron
los arquitectos: Rem Koolhaas, Zaha Hadid, Frank Gehry ( para esa exposición participó con
su propia casa, que era el único proyecto desconstruido que había diseñado), Wolf Prix,
fundador de Coop Himmelblau, Bernard Tschumi, y Daniel Libeskind . Los proyectos de esta
exposición marcan una sensibilidad diferente, una en la que el sueño de la forma pura ha sido
perturbado. Es la capacidad de perturbar nuestros pensamientos acerca de las formas, lo que
hace a estos proyectos ser deconstructivistas. La muestra presentaba un punto de intersección
entre muchos arquitectos donde cada uno construye un inquietante edificio mediante la
explotación del potencial oculto del postmodernismo.
23. En la Arquitectura, el Deconstructivismo se caracteriza por la fragmentación, el proceso
de diseño no lineal y el uso de la geometría no euclídea, (formas no rectilíneas) que se
emplean para distorsionar y dislocar algunos de los principios elementales de la arquitectura
como la estructura y la envolvente del edificio. La apariencia visual final de los edificios de
la escuela deconstructivista se caracteriza por una estimulante impredecibilidad y un caos
controlado.
El intento del deconstructivismo es liberar a la arquitectura de las reglas modernistas, que
sus seguidores juzgan constrictivas, como «la forma sigue a la función»
(“form follows function”), «la pureza de la forma» y la «verdad de los materiales»
(“truth on materials”).
Un texto que ha separado el deconstructivismo del “deshilachamiento” del modernismo
y del postmodernismo, fue la publicación de Complexity and Contradiction in architecture
(1966) de Robert Venturi.
Esta obra, definitiva tanto para el postmodernismo como para el deconstructivismo ataca la
pureza, claridad y simplicidad del modernismo. Tras su publicación, el funcionalismo y el
racionalismo, las dos ramas principales del modernismo, fueron derrocadas como
paradigmas de acuerdo con el postmodernismo y el deconstructivismo, pero de formas
distintas.
24. La lectura postmoderna que se hace de Venturi, fue que la ornamentación y la alusión
histórica añadía una riqueza a la arquitectura. Algunos arquitectos postmodernos
intentaron reaplicar la ornamentación incluso a edificaciones económicas, un esfuerzo
ilustrado por el concepto de Venturi de “la barraca decorada”.
Se rechazó al racionalismo en el diseño, pero se mantuvo intacto el principio del funcionalismo.
Esto se acerca a la tesis de la siguiente obra mayor de Venturi: los signos y ornamentos
pueden aplicarse a la arquitectura pragmática e inculcadas las complejidades filosóficas
de la semiología.
La lectura deconstructivista de Complexity and Contradiction es bastante diferente.
El edificio básico era el sujeto de los problemas. En lugar de separar ornamento y función,
como los postmodernistas, se cuestionaron los aspectos funcionales de los edificios.
La geometría vista como el sujeto de la complicación era para los deconstructivistas lo que
el ornamento era para los postmodernistas,y ésta complicación de la geometría
se aplicó finalmente a los aspectos funcionales, estructurales y espaciales de los edificios
deconstructivistas.
25. El deconstructivismo desempeña, en la arquitectura contemporánea, un papel opuesto a la
racionalidad ordenada del modernismo y al postmodernismo. Aunque tanto los postmodernistas
como los deconstructivistas publicaron sus teorías conjuntamente en la revista Oppositions
(publicada en el período 1973-84), estos artículos abrieron también una brecha decisiva entre
ambos movimientos. Los deconstructivistas adoptaron una postura de confrontación contra
la arquitectura establecida y la historia de la arquitectura, mostrando su deseo de
desensamblar la arquitectura. Mientras que los postmodernistas volvieron a abrazar—
a menudo astuta o irónicamente—las referencias históricas que el modernismo rechazaba,
el deconstructivismo rechaza la aceptación postmoderna de estas referencias.
También rechaza la idea de ornamento como decoración. Estos principios hacen que el
deconstructivista se acerque a las ideas del anti-historicismo modernista.
Un ejemplo de la complejidad deconstructivista es el Vitra Design Museum de Frank Gehry
en Weil-am-Rhein (1990), que toma el típico cubo blanco sin ornamentación de las galerías de arte
modernistas y lo deconstruye, empleando geometrías que recuerdan al cubismo y al
expresionismo abstracto. Esto subvierte los aspectos funcionales de la simplicidad modernista
a la vez que toma el modernismo, del que la superficie estucada blanca es una reminiscencia,
como punto de partida.
32. Otro ejemplo de la lectura deconstructivista de Complexity and Contradiction es el Wexner
Center for the Arts de Peter Eisenman (1989). El Wexner Center toma la forma arquetípica del
castillo preexistente en el terreno, y la imbuye de complejidad en una serie de cortes y
fragmentaciones.
Una rejilla tridimensional recorre arbitrariamente el edificio. La rejilla, una referencia al
modernismo, colisiona con la antigüedad medieval del castillo. Algunas de las columnas
de la rejilla no llegan al suelo, sino que quedan intencionalmente suspendidas sobre las
escaleras creando una sensación de incomodidad neurótica y contradiciendo el principio
estructural de la columna.
El Wexner Center deconstruye el arquetipo de castillo y representa sus espacios y estructuras
como conflictos y diferencias.
48. El Constructivismo Soviético
La arquitectura constructivista soviética emerge de un amplio movimiento artístico ruso,
que surge a continuación del movimiento futurista ruso que impera poco antes de la revolución
soviética. El arte constructivista trataba de aplicar una visión cubista, tridimensional, a temas
completamente abstractos, a través de la incorporación de elementos cinéticos.
Poco después de la revolución de 1917 se aboca a la creación de un arte dirigido a las
necesidades sociales y tecnológicas propuestas por la revolución.
En 1919 un grupo de arquitectos se integra al movimiento y crea el movimiento denominado
arquitectura constructivista siguiendo la línea del “productivismo” impulsado por Alexander
Rodchenko, Vladimir Tatlin, Naum Gabo, El Lissitzky y Kasimir Malevich, entre otros.
En 1925 se crea la Unión de Arquitectos Contemporáneos (OSA) quienes
lideran el movimiento constructivista mediante acciones en el urbanismo, el diseño arquitectónico
y la publicación de libros, revistas y manifiestos, hasta 1936 en que gran parte del grupo muere
en la gran purga estalinista liderada por Nikolai Yezhov.
Tanto el deconstructivismo como el constructivismo muestran una preocupación con la tectónica
de los ensamblajes abstractos. Ambos consideraron la simpleza radical de las formas geométricas
el motivo artístico primario, expresado en las artes gráficas, la escultura y la arquitectura.
Sin embargo, la tendencia constructivista hacia el purismo está ausente en el deconstructivismo ya
que la forma frecuentemente sufre una deformación cuando el edificio se deconstruye.
También destaca por su ausencia la defensa de las causas socialistas y colectivistas,
indispensables en el constructivismo ruso.
68. Filosofía deconstructivista
El camino principal de la filosofía deconstructivista a la teoría arquitectónica transcurre a
través de la influencia del filósofo Jacques Derrida sobre Peter Eisenman. Eisenman trazó
las bases filosóficas del movimiento literario de la deconstrucción, y colaboró directamente
con Derrida en algunos proyectos, como la participación en el concurso del Parque de la Villette,
documentada en Choral Works. Tanto Derrida y Eisenman, como Libeskind estaban
preocupados con la «metafísica de la presencia». Este es el sujeto principal de la filosofía
capaz de comunicar el sentido y ser tratado por los métodos de la filosofía del lenguaje.
La dialéctica de la presencia y la ausencia, o lo sólido y lo vacio, aparece en muchos proyectos
de Eisenman. Tanto Derrida como Eisenman creían que el locus, o el lugar de la presencia,
es la arquitectura, y se encuentra la misma dialéctica de la presencia y la ausencia en la
construcción y la deconstrucción.
Según Derrida, se desempeña mejor la lectura cuando se está ante estructuras narrativas
clásicas. Cualquier deconstrucción arquitectónica necesita de la existencia de un arquetipo de
construcción particular, una expectativa convencional fuertemente establecida sobre la que
jugar con la flexibilidad de las normas.
69. Jacques Derrida (1930-2004)
Filósofo francés, cuyo trabajo originó la escuela de deconstrucción, una estrategia de
análisis que ha sido aplicada a literatura, lingüística, filosofía, jurisprudencia y arquitectura.
En 1967, publicó tres libros:
Speech and Phenomena (1), Of Grammatology (2), y Writing and Difference (3), que han
introducido el punto de vista deconstructivista en la lectura de textos.
Nació en El-Biar, Argelia. En 1952 comenzó su estudio de filosofía en la Escuela Normal
Superior de París, donde más tarde enseño desde 1965 a 1984. Desde 1960 a 1964,
Derrida enseñó en la Sorbona, en París. Desde los comienzos de 1970 dividió mucho
de su tiempo entre París y Estados Unidos, donde enseñó en universidades tales
como Johns Hopkins, Yale, y la Universidad de California, en Irvine.
70. La obra de Derrida se centra en el lenguaje. Sostiene que el modo metafísico o tradicional
de lectura produce un sinnúmero de falsas suposiciones sobre la naturaleza de los textos.
Un lector tradicional cree que el lenguaje es capaz de expresar ideas sin cambiarlas, que
en la jerarquía del lenguaje escribir es secundario a hablar, y que el autor de un texto es la
fuente de su sentido.
La teoría deconstructivista de Derrida, subvierte estas presunciones y desafía la
idea de que un texto tiene un significado incambiable y unificado. Como resultado, las
intenciones de los autores en el discurso no pueden ser incondicionalmente aceptadas.
Esto multiplica el número de interpretaciones legítimas de un texto. La deconstrucción muestra
los múltiples estratos de sentido en que trabaja el lenguaje.
Deconstruyendo las obras de anteriores pensadores, Derrida intenta mostrar que el lenguaje
está modificándose constantemente. Aunque el pensamiento de Derrida es considerado a veces
por los críticos como destructivo de la filosofía, la deconstrucción puede ser mejor entendida
como la muestra de ineludibles tensiones entre los ideales de claridad y coherencia que
gobiernan la filosofía, y los inevitables defectos que acompañan su producción.
71. El término desconstrucción es la traducción que propone Derridá del término alemán
Destruktion, que Heidegger emplea en su libro “Ser y tiempo”.
En Heidegger la destruktion conduce al concepto de Tiempo. Derridá traduce y recupera
por cuenta propia la noción de destrucción; entiende que la significación de un texto
dado (ensayo, novela, artículo de periódico) es el resultado de la diferencia entre las palabras
empleadas, y no la referencia a las cosas que ellas representan.
Para marcar el carácter activo de esta diferencia (en lugar del carácter pasivo de la diferencia
relativa a un juicio contingente del sujeto) Derridá sugiere el término de différance, ‘diferencia’
suerte de concepto amplio que combina simultáneamente la idea de diferencia y el participio
presente del verbo «diferir».
En otras palabras, las diferentes significaciones de un texto pueden ser descubiertas
descomponiendo la estructura del lenguaje dentro del cual está redactado.
La deconstrucción es en realidad una estrategia, una nueva práctica de lectura, un archipiélago
de actitudes ante el texto. Investiga las condiciones de posibilidad de los sistemas
conceptuales de la filosofía pero no debe ser confundida con una búsqueda
de las condiciones trascendentales de la posibilidad del conocimiento.
72. Además de la concepción metafísica de Derrida acerca de la metafísica de la presencia y la
deconstrucción, sus nociones de traza y borrado, encarnadas en su filosofía de la escritura y
la arqui-escritura encontraron su camino en las memorias deconstructivistas. Daniel Libeskind
concibió muchos de sus primeros proyectos como una forma de escritura o un tratado sobre
la escritura y a menudo trabajó con caligramas. Realizó escultura arquitectónicas a partir de
libros y a menudo cubrió los modelos con textos, refiriendo abiertamente su arquitectura a la
escritura. Libeskind puso en práctica las nociones de traza y borrado en su proyecto del Museo
Judío de Berlín. El museo está concebido como la traza del borrado del Holocausto, e intenta
que su sujeto sea legible y conmovedor. Los monumentos de Maya Lin a los veteranos del
Vietnam y de Eisenman a los judíos asesinados en Europa reflejan también los temas de la
traza y el borrado.
Caligrama de Beaumarchais
74. Arte contemporáneo
Dos corrientes del arte moderno, el minimalismo y el cubismo han ejercido una gran influencia
en el deconstructivismo. El cubismo analítico en especial, pues las formas y el contenido
se diseccionan y son vistas desde diferentes perspectivas simultáneamente.
La sincronía del espacio disjunto es evidente en muchas obras de Frank Gehry y Bernard
Tschumi. Sin embargo, el cubismo sintético, no ejerció una influencia tan grande en el
deconstructivismo como el cubismo analítico, aunque también se encuentra en las primeras
obras de Frank Gehry.
Partiendo de su tendencia hacia la deformación y la dislocación se pueden encontrar aspectos
del expresionismo y de la arquitectura expresionista asociados al deconstructivismo.
A veces el deconstructivismo refleja variedades del expresionismo, como el neoexpresionismo
y el expresionismo abstracto. Las formas angulares del UFA-Palast de Dresden, de
Coop Himmelb(l)au, recuerdan la geometría abstracta de las pinturas numeradas de Frank
Kline y a las figuras angulares representadas en las escenas urbanas de Ernst Ludwig Kirchner.
La obra de Wassily Kandinsky también guarda similitudes con la arquitectura deconstructivista.
79. Arquitectos y artistas de las décadas de 1980 y 1990 realizaron obras que influyeron o tomaron
parte en el movimiento deconstructivista. Maya Lin y Rachel Whiteread son dos de estos
casos. El proyecto de Lin de 1982 del Monumento a los Veteranos del Vietnam.
influyó en el deconstructivismo, en su sentido de la fragmentación y el énfasis
en la lectura del monumento. Lin también realizó obras para el Centro Wexner de Eisenman.
Los espacios arquitectónicos de Rachel Whiteread son otro ejemplo en el que el arte
contemporáneo confluye con la arquitectura. Ghost (1990), un espacio entero de enyesado
que solifidica el vacío, alude a la noción de presencia arquitectónica de Derrida.
Los Building cuts, de Gordon Matta-Clark fueron trabajos in-situ, que reflejan una postura
cercana a la visión deconstructivista.
1982, Maya Lin, monumento a los caídos en Vietnam, Washington DC
82. Diseño asistido por computador
El diseño asistido por computador (CAD) es una herramienta esencial en la actualidad en
muchos aspectos de la arquitectura contemporánea, pero la naturaleza particular del
deconstructivismo hace que el empleo de computadoras sea especialmente pertinente.
El modelado tridimensional y las animaciones (virtuales y físicas) ayudan en la concepción
de espacios complejos, mientras que la capacidad de enlazar modelos computerizados con
la fabricación asistida por computadora (CAM) permite que la producción en masa de
elementos modulares ligeramente diferentes sea asequible. De forma retrospectiva, muchas
de las primeras obras deconstructivistas —los bocetos de Zaha Hadid, por ejemplo— parecen
haber sido concebidas con la ayuda de una computadora, pero en realidad no fue así. Gehry
es conocido por realizar durante el proceso de diseño muchos modelos físicos y virtuales.
Gehry emplea en su estudio un sofisticado programa de diseño aeronaútico CATIA.
Aunque la computadora ha facilitado mucho el diseño de formas complejas, no todo
lo que tiene aspecto extraño es “deconstructivista”.
83. 2007, Saha Hadid, Performing Arts Center, Abu Dhabi (en construcción)