2. INTRODUCCION
La arquitectura neoclásica es un estilo arquitectónico que produjo
el movimiento neoclásico que comenzó a mediados del siglo XVIII,
por una reacción contra el estilo barroco de ornamentación
naturalista así como por el resultado de algunos rasgos clasicistas
nacidos en el barroco tardío. Se prolongó durante el siglo XIX,
confluyendo a partir de entonces con otras tendencias, como la
arquitectura historicista y el eclecticismo arquitectónico. Algunos
historiadores denominan el periodo de la arquitectura neoclásica de
la primera mitad del siglo XIX como clasicismo romántico, a pesar
del oxímoron (oposición de términos), dado que, además de
coincidir en el tiempo con el romanticismo, estilísticamente
comparte rasgos con la estética romántica, al añadir cierta
expresividad y espíritu exaltado a la sencillez y claridad de las
estructuras clásicas grecorromanas.[1]
Factores fundamentales que influyeron en la creación de la
arquitectura neoclásica fueron los determinantes en el contexto
político, social y económico de la época, en que se incluyen
destacadamente la revolución industrial, la crisis del Antiguo
Régimen, la Ilustración, el enciclopedismo, la fundación de las
Academias, el despotismo ilustrado, etc.
3. LA CRITICA ILUSTRADA
La arquitectura puede ser analizada como una rama de las artes social y
moral; La Enciclopedia le atribuyó la capacidad de influir en el pensamiento
y en las costumbres de los hombres. Proliferan así las construcciones que
pueden contribuir a mejorar la vida humana como hospitales, bibliotecas,
museos, teatros, parques, etc., pensadas con carácter monumental. Esta
nueva orientación hizo que se rechazara la última arquitectura barroca y se
volvieran los ojos hacia el pasado a la búsqueda de un modelo
arquitectónico de validez universal.
Nacen movimientos de crítica que propugnan la necesidad de la
funcionalidad y la supresión del ornato en los edificios. Francesco Milizia
(1725-1798) en Principi di Architettura Civile (1781) extendió desde Italia
las concepciones rigoristas a toda Europa. Mientras, en Francia, el abate
Marc-Antoine Laugier (1713-1769) propugna en sus obras Essai sur
l'Architecture (1752) y Observations sur l'Architecture (1765) la necesidad
de crear un edificio en el cual todas sus partes tuvieran una función
esencial y práctica y en el que los órdenes arquitectónicos fueran
elementos constructivos y no sólo decorativos, todo ello para hacer una
arquitectura verdadera: la construida con lógica.
Todos los arquitectos parten de unos supuestos comunes como son la
racionalidad en las construcciones y la vuelta al pasado. Los modelos de
los edificios de Grecia y Roma e incluso de Egipto y Asia Menor se
convierten en referentes que todos emplean aunque desde puntos de vista
distintos.
4. VISIONARIOS
Otros arquitectos, los llamados utópicos, revolucionarios o
visionarios, plantearon edificios basados en las formas
geométricas. No despreciaron la herencia del pasado clásico
y, aunque respetaron las normas de simetría y la
monumentalidad, sus edificios son a veces el resultado de la
combinación caprichosa de las formas geométricas. Étienne-
Louis Boullée (1728-1799) y Claude-Nicolas Ledoux (1736-
1806) encabezaron esta postura; entre la gran cantidad de
proyectos no construidos merece la pena mencionar el
Cenotafio para Isaac Newton concebido por Boullée como
una esfera, representación del modelo ideal, levantada sobre
una base circular que había de cobijar el sarcófago del
científico. Ledoux ha dejado edificios construidos, entre ellos
una parte de la utópica ciudad industrial de las Salinas de
Arc-et-Senans, de planta circular en el Franco Condado o el
conjunto de la Villette en París.
5. Templo de la Virtud Antigua, Stowe,
Buckinghamshire, de William Kent.
Proyecto de cenotafio para Isaac Newton, de Étienne-
Louis Boullée.
6. ARQUITECTURA
NEOCLASICA
La arquitectura neoclásica reproduce las formas generadas por los griegos
y los romanos, mas no tarda en suprimir toda referencia a las medidas del
cuerpo, prefiriendo el nuevo sistema métrico adoptado por los franceses y
favoreciendo la monumentalidad
Usa los símbolos y motivos redescubierto en los muebles y edificios de
Pompeya y Herculano (hallazgos arqueológicos que marcan el comienzo
del neoclasicismo dando lugar a nuevas formas, el génesis del arte
neoclásico), copia fachadas con frontones griegos, emplea dos famosas
órdenes de la arquitectura clásica griega: dórico (columnas estriadas y
capitel sin molduras), y el jónico (columnas esbeltas, apoyadas sobre basa,
fuste escalonado, capitel decorado con volutas, arquitrabe de tres franjas y
friso libre de decoración), además prefiere el mármol blanco; de los
romanos toma las espaciosas cúpulas y bóvedas.
Tras el Barroco y el Rococó, el neoclasicismo representa una
simplificación: las líneas rectas dominan sobre las curvas, existen menos
contrastes de volúmenes, menos adornos, dinteles y columnas reemplazan
los arcos. Los frontones triangulares sustituyen los circulares y las
balaustradas reaparecen sobre los edificios. Vemos en definitiva formas
más sencillas y simétricas, hay mayor racionalidad compositiva, sobriedad
decorativa y orden, que concuerda a la perfección con los valores de la
burguesía y las necesidades del despotismo ilustrado.
8. CARACTERISTICAS
GENERALES
· Las dimensiones llegan a ser colosales, con un regusto por la pomposidad muy
marcado. Las formas decorativas se sirven de materiales atractivos y fastuosos.
· La evolución recorre, en su misma sucesión histórica, todos los estilos
dependientes de la antigua construcción por columnas: arquitectura griega, romana,
se imita la basílica paleocristiana, el Renacimiento.
· Las tendencias clasicistas se manifiestan en aquellos arquitectos que anteponen la
forma medida a la sentida, la exactamente delimitada a la dinámica. El clasicismo
defiende su lenguaje de formas estereométricas básicas, como el cubo, la esfera, el
cilindro y la pirámide. Construye volúmenes corpóreos y macizos.
· Se utiliza preferentemente el orden dórico con fuste acanalado; la columna
recuperará su antigua importancia y vuelven los frontones cargados de columnas.
· De Roma se toma la concepción espacial, con especial preferencia por las formas
con cúpula, que ahora presentan varios modelos a imitar. En el interior de los
edificios suele haber una clara y ordenada distribución de la planta y en el exterior
predominan los grandes volúmenes rectangulares, de apariencia sólida y
equilibrada. · En líneas generales predomina la copia sobre la imaginación creadora
o renovadora. Esta arquitectura será la preferida para los edificios públicos, pues a
los Estados de la época (autoritarios) les convenía la sensación de orden y
autoridad que transmiten estas construcciones.
· Una novedad es la adaptación del templo griego al culto cristiano; y hacen lo que
se había intentado durante el Renacimiento: copiar el templo clásico desde el
frontón, con sus grupos escultóricos, hasta sus columnatas y sus gradas, y no solo
para el templo, sino para toda clase de monumentos civiles. El Neoclasicismo, aún
después de pasado de moda llenará el mundo de Partenones.
9.
10. Las características generales de la arquitectura neoclásica
son:
Se busca la belleza ideal basada en las líneas puras, en la
simetría y en las proporciones. Predomina la horizontalidad
que da sensación de equilibrio.
Utiliza elementos básicos de la arquitectura clásica:
columnas, órdenes clásicos –con predominio del dórico–,
frontones, arcos de medio punto, bóvedas, cúpulas, etc.
La decoración es sencilla y austera. Está inspirada en el arte
clásico a base de ovas, guirnaldas, decoración floral,
escudos, trofeos etc, y también en el arte egipcio.
Además de iglesias y palacios construyen hospitales,
bibliotecas, museos, teatros, etc., ya que creen que el arte
debe estar al servicio de la sociedad y ser útil. También
embellecen las ciudades con plazas y jardines.
11. FRANCIA
-En la fase inicial de la arquitectura neoclásica
francesa se realizan numerosos puentes y pabellones
para París diseñados en su mayoría por Claude
Nicholas Leboux, el cual comienza una prometedora
carrera pero más tarde se enfrascará en un proyecto
para construir la ciudad ideal de la época donde los
edificios quedan reducidos a formas geométricas
desornamentadas.
-En la época napoleónica, los arquitectos oficiales,
Charles Percier y Pierre Francois Fontaine hacen
realidad los deseos del emperador de transformar
París en la gran capital europea, un sueño cercano al
del mencionado Leboux. Observamos una
arquitectura de estilo imperial ejemplificado
claramente en edificios como el Arco del
Triunfo(Percier y Fontaine) y los Campos
Eliseos(Fontaine)
12. Grand Théâtre, Burdeos.
Plaza de la Concordia, al fondo, iglesia de
la Madeleine, París.
Petit Trianon, Versalles.
Palacio de Justicia, Lyon
Interior del Panteón de París.
13. ALEMANIA
Los modelos greco-romanos dieron lugar a una arquitectura
monumental que reproduce frecuentemente el templo clásico
para darle un nuevo sentido en la sociedad civil. El perfil de
los Propileos de Atenas le sirvió a Carl Gotthard Langhans
para configurar su Puerta de Brandeburgo en Berlín (1789 a
1791),[15] un tipo muy repetido como atestigua la entrada al
Downing College de Cambridge (1806) obra del inglés
William Wilkins o los Propyläen de la Königsplatz (que cierran
el conjunto de la plaza junto con la Gliptoteca de Múnich y el
Staatliche Antikensammlungen) de Leo von Klenze.[16] En
Viena, Pietro Nobile construyó dos complejos neogriegos: el
Theseustempel (1820-1823) y el Äußeres Burgtor (1824)
Königsplatz de Múnich.
14. ITALIA
Italia prefirió recrear sus
modelos antiguos ya bien
avanzado el siglo XVIII y
en los comienzos del siglo
XIX. El modelo del
Panteón de Agripa en
Roma se repite en un gran
número de templos, como Iglesia de la Gran Madre de Dios (Turín).
el de la Iglesia de la Gran
Madre de Dios (Turín) y
Iglesia de San Francisco
de Paula (Nápoles),
ambos terminados en
1831, que reproducen el
pórtico octástilo y el
volumen cilíndrico del
Iglesia de San Francisco de Paula (Nápoles).
Panteón.
15. ESPAÑA
En España, el barroco del siglo XVII y la primera mitad del
siglo XVIII, en todas sus expresiones, dejaba una
sorprendente serie de monumentos religiosos y de palacios,
residencias y colegios. El contraste entre la arquitectura
churrigueresca y la modalidad académica o neoclásica fue
tan rudo, que parecían fenómenos artísticos en dos mundos
opuestos. En la segunda mitad del siglo XVIII, se impuso el
gusto neoclásico impulsado por la Academia de Bellas Artes
de San Fernando. En Madrid se desarrollaron grandes
proyectos de modificación urbana, el principal diseñado por
Juan de Villanueva en torno al Salón del Prado y sus
inmediaciones (el Real Observatorio Astronómico, el Hospital
de San Carlos, el Jardín Botánico, el actual Museo del Prado
-para gabinete de ciencias-), y otros importantes, como San
Francisco el Grande (Francisco Cabezas, Francesco Sabatini
-autor también de la Puerta de Alcalá). Fuera de Madrid
destaca la obra de Ventura Rodríguez (catedral de
Pamplona, capilla de Nuestra Señora del Pilar), que también
diseñó las fuentes monumentales del Prado madrileño
16. Museo del Prado, Juan de Villanueva.
Catedral de Pamplona, Ventura Rodríguez.
17. AMERICA
ESTADOS UNIDOS
En Estados Unidos, triunfó el palladianismo en el diseño de villas
rurales. Entre los arquitectos estadounidenses de finales del XVIII y
comienzos del XIX destacan Benjamin Latrobe (penitenciaría de
Richmond, Banco de Pennsilvania, Capitolio de Washington -muy
ampliado en la segunda mitad del XIX-) y el político Thomas
Jefferson (Monticello -la casa de su propiedad-, Capitolio de
Richmond, Universidad de Virginia). El propio Latrobe sugirió a
Jefferson la solución de la Rotonda para la Universidad de Virginia.
El estilo neoclásico estadounidense se consolidó en la primera
mitad del siglo XIX con Robert Mills (iglesias de planta centralizada
en Filadelfia, Columna de Washington en Baltimore, edificios de
severos pórticos en la ciudad de Washington y, para la misma
capital, el diseño inicialmente escogido para el Monumento a
Washington) y William Strickland (Second Bank of the United
States, Bolsa de Filadelfia y Capitolio de Nashville). A mediados del
siglo XIX trabajaron Ithiel Town (Capitolio de New Haven) y Thomas
Walter (Capitolio de Ohio en Columbus, 1838, y el Girard College
de Filadelfia).
Ya a finales del XIX destaca la Biblioteca de la Columbia University
de Nueva York (1893), de Charles Follen McKim y asociados.
18. Rotonda de la Universidad de Virginia, de Benjamin Latrobe y Thomas Jefferson (1817).
Diseño para el monumento a Washington, Robert Mills, 1836
19. AMERICA
IBEROAMERICA
A los imperios americanos de España y Portugal llegó el estilo neoclásico a través
de proyectos diseñados en Europa o bien realizados localmente por arquitectos
europeos o criollos formados en las academias de las metrópolis.
También hay ejemplos de la adaptación al lenguaje arquitectónico local, que durante
los siglos anteriores había realizado una síntesis o sincretismo de los elementos
europeos y precolombinos en el denominado barroco colonial. Un ejemplo de ello es
la Catedral de Tulancingo, México (1788, José Damián Ortiz de Castro).
A criterios más clásicos pertenecen el Palacio de Minería (1797-1813, Manuel Tolsá)
y el Hospicio Cabañas de Guadalajara (1804-1810, del mismo arquitecto), ambos en
México, o el Palacio de Gobierno de Quito (también llamado de Carondelet, 1790 o
1801, Antonio García).[21]
Ya tras la independencia de Hispanoamérica, se desarrollaron programas
constructivos en para las nuevas repúblicas. En Colombia se construyó el Capitolio
Nacional de Colombia en Bogotá (1847, Thomas Reed, formado en la Academia de
Berlín); en Perú la Catedral de Arequipa (1844, Lucas Poblete).
Brasil, que se convirtió en la sede de la corte de la monarquía portuguesa,
independizándose de su metrópoli como Imperio del Brasil, también utilizó los
recursos de la arquitectura para la glorificación del poder político, y se optó por
recurrir a arquitectos formados en la Real Academia de París. A esta época
pertenece la portada de la Academia de Bellas Artes de Río de Janeiro o Academia
Imperial (1822)[22] y el Palacio Imperial de Petrópolis (década de 1840)
20. Hospicio Cabañas. Capitolio Nacional de Bogotá.
Catedral de Arequipa. Palacio Imperial de Petrópolis.
21. MÉXICO
Con el Neoclásico se han reconstruido varios templos modificando su estructura
original como la Catedral de Toluca y la mayoría de los templos que incuyen ese
estilo. Finalmente algunas catedrales son construcciones recientes que tienen una
arquitectura moderna y que son igualmente interesantes.
En el siglo XIX el movimiento neoclásico surge como respuesta a los objetivos de la
nación republicana, uno de sus ejemplos son el Hospicio Cabañas donde la plástica
estricta de las órdenes clásicas están representadas en sus elementos
arquitectónicos, también surgen nuevos edificios religiosos, civiles y militares que
demuestran la presencia del neoclasicismo.
Durante el porfiriato, apareció un grupo de intelectuales y estudiosos, los científicos,
que pensaron que la dictadura porfirista podría ser útil para conseguir la
modernización de México. Por eso, el porfiriato se caracterizó por una extraña
mezcla de progresismo y conservadurismo.
Díaz fue reelegido presidente de la República en siete ocasiones. Sus principales
aliados fueron la Iglesia y los grandes propietarios de la tierra (los terratenientes).
Durante su dictadura, México logró un importante progreso económico, apoyado por
el crecimiento de la población del país. Los latifundios (las grandes propiedades
agrícolas de los terratenientes) también crecieron (a costa de las tierras de las
comunidades indígenas, principalmente). La exportación de productos agrícolas se
incrementó de forma espectacular. Así, México recibió importantes cantidades de
dinero del extranjero, con las que el Estado financió su programa de desarrollo. En
éste tuvieron mucha importancia la construcción de vías ferroviarias y la explotación
de las minas de plata.
22.
23.
24. En el se ve reflejado en la arquitectura de su tiempo que
abarca, desde finales del "romanticismo" hasta el
"modernismo". La Ciudad de México al ser la capital de la
Republica va a manifestar más claramente el proceso, las
tendencias y condiciones dentro de las cuales se desarrolló
la arquitectura de esta singular época y que refleja las
contradicciones de la sociedad porfiriana. El Eclecticismo, la
permanencia de esquemas y gustos académicos
provenientes de las Escuelas de Bellas Artes europeas, que
influyeron tanto durante el Neoclásico, la necesidad y el
deseo de una buena parte de la sociedad por el "revival", y al
mismo tiempo su interés por integrarse a la modernidad del
"nouveau", junto con el deseo "nacionalista", basado en la
interpretación y el "renacimiento" de lo prehispánico, retratan
claramente, el desarrollo y evolución de una sociedad que
con gusto, a cambio del "progreso" se sometía a una
dictadura.