El submarino nuclear ruso Kursk sufrió una explosión durante un ejercicio de entrenamiento en el mar de Barents en agosto de 2000. La explosión se debió a una fuga de peróxido de hidrógeno en un torpedo de práctica, matando a 7 tripulantes. Una segunda explosión más poderosa hundió el submarino, matando al resto de la tripulación de 118 hombres excepto 23 que sobrevivieron inicialmente pero murieron horas después debido a la falta de oxígeno y rescate.
1. SUBMARINO K-141 KURSK
El K-141 Kursk uno de los submarinos de ataque más grande jamás construido,
fue un submarino nuclear de la Armada de Rusia, perdido con toda su tripulación en
una tragedia ocurrida en el mar d El submarino fue construido para la armada Rusa
Barents el 12 de agosto de 2000.
En 1999 el Kursk había llevado a cabo una exitosa misión de reconocimiento,
cuyo principal objetivo era el espionaje a la Sexta Flota de la Marina de los Estados
Unidos durante la guerra de Kosovo. El ejercicio de entrenamiento de agosto de 2000
debía ser el ejercicio de entrenamiento más grande de verano desde la disolución de
la Unión Soviética nueve años antes
RELATOS SOBRE LA TRAGEDIA
Tras una misión que empezó realmente el 12 de agosto de 2000 por la mañana.
Como parte del ejercicio, el Kursk tenía que disparar dos torpedos sin explosivo a un
crucero de batalla de la clase Kírov. A las 11:28 hora local (7:28UTC), algo de
peróxido de prueba (HTP), una forma muy concentrada de peróxido de hidrógeno
usado como propelente para el torpedo, se filtró a través de la herrumbre en la carcasa
del torpedo. El HTP reaccionó con cobre y latón en el tubo desde el que se había
disparado el torpedo, causando una reacción en cadena que ocasionó una explosión.
La compuerta estanca que separaba la sala de torpedos del resto del submarino, se
había dejado abierta antes del disparo. Aparentemente, esta era una práctica común
por el exceso de aire comprimido que era expulsado a la sala de torpedos cuando se
disparaba un arma. La puerta abierta permitió a la onda expansiva propagarse a través
de los dos primeros de los nueve compartimentos en el enorme submarino,
probablemente matando 7 hombres en el primer compartimento y al menos hiriendo o
desorientando a los 36 hombres del segundo compartimento.
2. Tras la primera explosión, la onda expansiva se propagó -debido a que el
conducto de aire acondicionado era muy ligero- a más compartimentos, incluyendo el
puesto de mando, llenándolos de humo y llamas. Después de la explosión, se cree que
el capitán intentó ordenar un soplado de emergencia, el cual hace que el submarino
ascienda rápidamente a la superficie, pero el humo le venció. La boya de emergencia,
diseñada para soltarse del submarino automáticamente cuando se detectan situaciones
de emergencia, como un cambio brusco de la presión o fuego, y que debía ayudar a
los rescatadores a encontrar el submarino siniestrado, no se desplegó. Había resultado
que en el verano anterior, en una misión en el Mediterráneo, los temores de que la
boya se desplegara revelando por tanto la posición del submarino a la flota
estadounidense, llevaron a desactivarla.
Dos minutos y quince segundos después de la explosión inicial, tuvo lugar otra
mucho más grande. La información sismográfica de las estaciones a lo largo del norte
de Europa muestra que la explosión ocurrió a la misma profundidad que el fondo
marino, sugiriendo que el submarino había colisionado con el fondo marino, lo que -
unido a las crecientes temperaturas debidas a la explosión inicial ocasionó la
explosión de más torpedos. La segunda explosión fue equivalente a entre 5 y 7
toneladas de TNT, o alrededor de media docena de cabezas de torpedos, y midió 3,5
en la escala de Richter. Tras la segunda explosión, los reactores nucleares se
desactivaron para evitar un desastre nuclear, a pesar de que la onda expansiva fue
suficiente para casi destruir los reactores.
La segunda explosión abrió un agujero de 2 m² en el casco del navío, que había
sido diseñado para soportar profundidades de 1 kilómetro. La explosión también dejó
abiertos el tercer y el cuarto compartimento. El agua entró en estos compartimentos a
razón de 90 000 litros por segundo, matando a todos los que se encontraban en su
interior, incluyendo 5 oficiales de los cuarteles de la séptima división. El quinto
compartimento contenía los reactores nucleares del submarino, protegidos por 13 cm
de acero. La mampara del quinto compartimento resistió la explosión, haciendo que
3. las barras de control nucleares se mantuvieran en su lugar y evitando un desastre
nuclear. Los expertos occidentales expresaron su admiración por el nivel demostrado
por la ingeniería rusa al crear un submarino que soportara tanto.
Tras la explosión, 23 personas sobrevivieron en la popa de la nave, comandados
por el capitán teniente Dmitry Kolesnikov. Junto con los demás supervivientes, tomó
una decisión: continuar en el noveno compartimento, ya que éste no había perdido su
simetría, y esperar a que acudieran en su ayuda. “Parece que no tenemos grandes
posibilidades. Un 10 o 20%”, escribió Dmitry Kolesnikov en la oscuridad. La última
entrada escrita data del 12 de agosto, a las 15:15, es decir, cuatro horas después de la
explosión. ¿Por qué no lograron salir? Los investigadores sostienen que lo más
probable es que no tuvieran suficiente tiempo. Otro hecho trágico también tuvo lugar
en el noveno compartimento la placa de regeneración, que convierte el dióxido de
carbono en oxígeno, explotó al entrar en contacto con el agua. Esto ocurrió en las
manos de Kolesnikov, que murió en el acto. Según los peritos forenses, los demás
oficiales murieron segundos más tarde intoxicados por la inhalación de monóxido de
carbono.
La razón fue la explosión de un torpedo de práctica de 650 milímetros o, para ser
más precisos, de un tanque oxidante
Algunos de los tripulantes que no murieron por la explosión ni por quemaduras,
murieron por ahogamiento ya que la segunda explosión abrió un agujero en el casco
del navío y también dejo abiertos el tercer y cuarto compartimiento y el agua entro en
estos compartimientos a 90.000 litros por segundo matando a todos los que se
encontraban en su interior.
4. Para otras investigaciones parece que algunos alcanzaron a protegerse en un
compartimiento estanco, pero con poca oxigenación y sin luz, inclusive algunos
alcanzaron a escribir algunas notas y cartas a familiares.
Al menos 23 tripulantes sobrevivieron algunas horas a su naufragio, y murieron de
frío o por asfixia mientras esperaban en vano la llegada de auxilio exterior.