Un burro, un perro, un gato y un gallo, cada uno cansado de su vida anterior, deciden ir a Bremen para convertirse en músicos. En el camino se encuentran y deciden viajar juntos. Llegan a una casa donde hay ladrones comiendo; asustan a los ladrones haciendo ruido y se apoderan de la casa, decidiendo vivir allí.
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Los musicos de bremen
1.
2. Érase una vez un hombre que tenía un burro que llevaba muchos años llevando sacos a
un molino, pero el pobre burro se iba haciendo viejo y se cansaba mucho, de forma que
ya no podía trabajar más. Entonces el dueño pensó deshacerse de él. Pero el burro,
sospechando lo que le esperaba, se marchó de la casa en dirección a la ciudad de
Bremen. Pensó que allí podría hacerse músico.
Tras haber caminado mucho rato, el burro se encontró con un perro.
3. ¿qué te pasa amigo, por que estás tan desanimado?
Soy viejo dijo el perro y apenas puedo cazar y mi amo quiere abandonarme. Por eso me
he marchado.
— ¿Sabes una cosa? -dijo el burro-. Yo voy a Bremen, porque quiero hacerme músico;
ven conmigo y hazte músico también.
El perro aceptó y juntos siguieron el camino.
4. Al poco tiempo se encontraron con un gato.
— ¿Qué te ha pasado, amigo? -preguntó el burro-. Te ves triste.
— ¿Cómo voy a estar contento? Me estoy haciendo viejo y mi ama ya no me quiere
porque no puedo cazar ratones – dijo el gato.
5. — Ven con nosotros a Bremen. Podrías hacerte músico como nosotros, tu
podrías tocar la guitarra.
El gato aceptó y se unió a ellos.
6. Los tres pasaron por una granja en la que un gallo gritaba con todas sus fuerzas.
— ¿Quieres dejarnos sordos? -dijo el burro-. ¿Qué te ocurre?
— Es que no puedo estar alegre: mi ama quiere cocinarme y comerme en una cazuela.
Por eso grito con todas mis fuerzas.
7. Bueno, ¿Por qué no te vienes con nosotros a Bremen? Tienes una voz afinada, podrías
cantar con nosotros y formar un grupo. Vamos a Bremen a hacernos músicos.
El gallo aceptó encantado y los cuatro prosiguieron su camino.
8. Al llegar la noche se detuvieron en un bosque y decidieron descansar. El burro y el
perro se echaron bajo un árbol, y el gato y el gallo se subieron a las ramas. Antes de
dormirse, el gallo miró y vio una pequeña luz. Parece una casa.
Se pusieron en camino guiados por aquella luz hasta que se encontraron frente a la
casa.
9. El burro se acercó a la ventana y miró al interior.
Veo una mesa repleta de exquisita comida y una pandilla de ladrones.
Podríamos entrar a comer- dijo el gallo. Tienes razón, pero ¿cómo? -preguntó el burro.
Se pusieron a pensar sobre el modo de echar a los ladrones y encontraron una
solución: El burro debía colocar sus patas delanteras sobre la ventana, el perro saltaría
sobre el lomo del burro, el gato sobre el perro y finalmente el gallo se posaría en la
cabeza del gato.
10. Luego el burro haría una señal y comenzarían a gritar muy fuerte todos a la vez, y así, el
burro mugiendo, el perro ladrando, el gato maullando y el gallo cacareando, hicieron un
estruendoso ruido al que los ladrones saltaron de susto y huyeron hacia el bosque
pensando que se trataba de algún fantasma.
Luego un ladrón volvió a la casa y entró por la cocina, el gato asustado lo rasguño, el
perro lo mordió y el burro lo pateó, el ladrón volvió al bosque muy asustado y le dijo a
los demás que huyeran muy lejos porque se trataba de una casa embrujada.
11. Así los cuatro amigos, el burro, el perro, el gato y el gallo, les gustó tanto el lugar, que
decidieron instalarse en la casa y vivir juntos hasta el fin de sus días.