El poema habla de una persona que busca a su amada "Azucena cantarina" en las playas y orillas del mar, y le pide que le diga dónde encontrará su mirada en el futuro. Si no está cerca del mar, buscará su sonrisa en el canto de los pájaros. El poeta quiere ofrecerle sus mañanas y que sea su compañera.