Este documento presenta una revisión sistemática de la evidencia sobre la asociación entre la migraña y el trastorno bipolar. Revisó 12 artículos, pero encontró que la mayoría tenían problemas metodológicos relacionados con la validez de los diagnósticos. Concluyó que la evidencia actual que apoya una asociación entre estas dos condiciones es débil.
1. Artículos de revisión/actualización
Comorbilidad entre trastorno bipolar y migraña:
una revisión sistemática
Germán Eduardo Rueda Jaimes1, Iván Augusto Gaona Barbosa2,
Yuli Andrea Martínez Ladino3
Resumen
Introducción: La migraña y el trastorno bipolar (TBP) son condiciones prevalentes y de gran
relevancia para la población general. Algunos estudios han informado de su asociación,
pero aún no se sabe si ésta es real. Objetivo: Realizar una revisión sistemática para evaluar
la evidencia disponible de la asociación entre migraña y TBP. Método: Búsqueda en Medline,
Proquest y Lilacs, complementada con revisión directa de las referencias de los trabajos
encontrados. Resultados: Se seleccionaron 12 artículos, de los cuales tres correspondían a
informes de un mismo estudio. Cinco presentaron sólo la prevalencia y no permiten concluir
asociación de migraña y TBP. Otros cinco incluyeron grupo de comparación; sin embargo,
presentaban problemas metodológicos, especialmente en la validez de los diagnósticos, tan-
to de migraña como TBP. Se revisaron una a una las fortalezas y debilidades de los estudios.
Conclusión: La evidencia que apoya la asociación entre migraña y TBP en la actualidad es
débil.
Palabras clave: trastorno bipolar, jaqueca, comorbilidad.
Title: Comorbidity of Bipolar Disorder and Migraine: A Sistematic Review
Abstract
Introduction: Migraine and bipolar disorder (BD) are prevalent conditions and of great relevance
for the general population. Some studies have informed of their association but until now we
don’t know if it is real. Objective: To conduct a systematic review to evaluate the known
evidence of the association between migraine and BD. Methods: A search was placed in
Medline, Proquest y Lilacs and it was complemented with the direct revision of the references
of the found works. Results: 12 articles were selected, three of the ones corresponded to
reports of the same study. Five only presented the prevalence and don’t let us conclude of
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1
Profesor asociado, Facultad de Medicina; Grupo de Neuropsiquiatría, Universidad Autó-
noma de Bucaramanga, Bucaramanga, Colombia.
2
Estudiante, Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Bucaramanga, Bucaramanga,
Colombia.
3
Estudiante, Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Bucaramanga, Bucaramanga,
Colombia.
Revista Colombiana de Psiquiatría, vol. XXXIV / No. 4 / 2005 529
2. Rueda G., Gaona I., Martínez Y.
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the migraine association and BD. Other five moderada o aguda agravada por la
include comparison groups; however, they actividad física rutinaria y asociada
presented methodological problems,
a náusea, fotofobia o sonofobia (5).
especially in the validity of the diagnoses. We
revised the strengths and limitations of the
studies. Conclusion: The evidence that Así mismo, describe la migraña
support the association between migraine con aura como un trastorno recu-
and BD is actually weak. rrente e idiopático, que se manifies-
ta con ataques de síntomas neuroló-
Key words: Bipolar disorder, migraine,
gicos localizables en la corteza o en
comorbidity.
el tallo cerebral; usualmente se de-
sarrolla en forma gradual de 5 a 20
minutos, con duración de menos de
Tanto la migraña como el tras-
60 minutos; cefalea, náuseas o foto-
torno bipolar (TBP) son enfermeda-
fobia usualmente siguen a los sín-
des con gran prevalencia entre la
tomas del aura neurológica direc-
población general y se han conver-
tamente o después de un intervalo
tido en problemas de salud pública
de menos de una hora. La cefalea
con gran costo socioeconómico (1,2).
usualmente dura de 4 a 72 horas,
La prevalencia de migraña en un
pero puede estar completamente
año en adultos es 10% a 12% (6%
ausente (5,6).
en hombres y 15% al 18% en muje-
res) (3,4); su impacto es, a menu- Sin embargo, la IHS ha modifi-
do, infravalorado, debido a su na-
cado recientemente sus criterios: los
turaleza episódica y a la carencia
de la migraña con aura ahora espe-
de mortalidad atribuida al trastor- cifican su naturaleza reversible, ex-
no. Sin embargo, puede ser incapa-
cluyendo la debilidad motora (los de
citante, con un impacto considera-
la migraña sin aura permanecen
ble sobre las actividades sociales y iguales) (7).
laborales y puede conducir a un
consumo importante de medica- Los pacientes pueden experi-
mentos y a una mayor utilización mentar síntomas premonitorios al
de los servicios médicos (1). ataque de migraña, incluyendo irri-
tabilidad, hiperactividad física, som-
La Sociedad Internacional de Ce- nolencia, incremento de la sensibi-
faleas (IHS, por su sigla en inglés) lidad a la luz y al ruido, actividad
describe la migraña sin aura como intestinal y vesical aumentada, sed,
una cefalea recurrente, idiopática, aletargamiento mental, sensación
que se manifiesta con ataques que de cansancio, disminución de la
duran de 4 a 72 horas. Las caracte- atención, dificultad para encontrar
rísticas típicas son localización uni- las palabras, concentración escasa
lateral, carácter pulsátil, intensidad y debilidad muscular.
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3. Comorbilidad entre trastorno bipolar y migraña: una revisión sistemática
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Durante la resolución del ata- I requiere la presencia de un episo-
que, muchos pacientes no se sien- dio maniaco o mixto, pero con fre-
ten por completo normales. Los sín- cuencia se acompaña de episodios
tomas más frecuentes durante esta hipomaniacos, depresivos o no es-
etapa incluyen cambios de ánimo, pecificados. El episodio maniaco
debilidad muscular, cansancio físi- requiere, por una parte, la presen-
co y disminución del apetito (8). Di- cia de ánimo eufórico o irritable du-
chos cambios de ánimo que prece- rante, al menos, una semana, y por
den o siguen a una crisis de migra- otra, una serie de criterios acom-
ña pueden agruparse en el tiempo pañantes, como autoestima exage-
y, eventualmente (aunque poco pro- rada, disminución de la necesidad
bable), cumplir los criterios diagnós- de dormir, verborrea, fuga de ideas,
ticos de un episodio depresivo ma- distracción, aumento de la actividad
yor, el cual hace parte de la sin- intencionada e implicación excesi-
tomatología del TBP, motivo por el va en actividades placenteras que
cual es importante realizar un diag- tienen un gran potencial para pro-
nóstico preciso cuando se examina ducir consecuencias graves (10).
la comorbilidad.
El TBP II requiere la presencia
La segunda edición de la clasifi- de uno o más episodios depresivos
cación de la IHS incluye una catego- acompañados de, al menos, un epi-
ría para cefaleas atribuidas a tras- sodio hipomaniaco. El episodio hi-
tornos mentales (7). La IHS recomien- pomaniaco se define con los mismos
da aplicar este diagnóstico a casos criterios del maniaco, pero sin la
en los que la cefalea mejora o remite presencia de disfunción social o la-
luego del tratamiento efectivo de un boral y no necesita hospitalización.
trastorno mental o de su resolución El mismo DSM-IV-TR define un epi-
espontánea. Esta categoría es con- sodio depresivo mayor como la pre-
troversial, debido a la falta de prue- sencia de cinco o más síntomas
bas objetivas que demuestren que durante un período de dos semanas,
las cefaleas sean una manifestación con cambios en el funcionamiento
somática de un trastorno mental (9). previo y donde al menos uno de los
Lo cierto es que resulta muy impor- síntomas es ánimo deprimido o pér-
tante realizar el diagnóstico de mi- dida del interés o placer (8,10).
graña de la mejor manera cuando
se estudia su presencia en una po- El trastorno ciclotímico requiere
blación con algún trastorno mental. numerosos períodos de síntomas
hipomaniacos y síntomas depresi-
El DSM-IV-TR clasifica el TBP vos que no cumplen con los criterios
en TBP I, TBP II, trastorno ciclotí- del episodio depresivo mayor, todo
mico y TBP no especificado. El TBP esto durante, al menos, dos años.
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4. Rueda G., Gaona I., Martínez Y.
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Dentro del TBP no especificado fermedad adicional en una enferme-
se incluye una serie de situaciones dad índice particular, en nuestro
en las cuales el médico identifica un caso el TBP (9). La falta de atención
TBP que no cumple criterios para al diagnóstico de una enfermedad
ningún TBP específico (10). Estas comórbida puede llevar a un trata-
formas de TBP no están definidas miento diferente y, en algunas oca-
claramente y, por lo tanto, no están siones, ineficaz. La comorbilidad
incluidas en la mayoría de los tra- puede afectar el curso clínico de una
bajos revisados. En algunos casos enfermedad y en muchos casos de-
conforman lo que se ha denomina- termina la terapéutica que se va a
do espectro bipolar (8,11). seleccionar. Esto puede afectar la
duración de la hospitalización, la
La prevalencia a lo largo de la respuesta al medicamento e inclu-
vida del TBP I es aproximadamente so la mortalidad (15,16).
1% (12). Sin embargo, el concepto
de TBP se ha ampliado y el DSM- Desde que la migraña fue des-
IV-TR incluye el TBP II, el trastorno crita como un síndrome discreto, se
ciclotímico y otras formas no espe- asoció a una variedad de trastornos
cificadas, motivo por lo cual se pien- médicos y mentales (9). Sin embar-
sa que la prevalencia de todas las go, esa asociación se documentó en
formas de TBP puede ser mayor su mayor parte con series de casos
(10,13). Se cree que es la tercera en- y únicamente en los últimos años se
fermedad que contribuye a la pér- han realizado estudios que aportan
dida de años saludables por disca- evidencia empírica. Los niveles de
pacidad o muerte prematura (14). evidencia no sólo pueden confirmar
las asociaciones, sino, además, pue-
Desde finales del siglo XIX se ha den explicar alternativas de asocia-
observado una asociación entre mi- ción. En el caso de la migraña, éstas
graña y trastornos mentales. Los son: primero, una condición puede
estudios con mejor metodología causar la otra; segundo, las condi-
muestran que la asociación entre mi- ciones se asocian por un factor de
graña y depresión varía con una ra- riesgo común, ya sea genético o
zón de prevalencia (RP) entre 2,2 y medioambiental, y, tercero, los facto-
3,5 (6). Hoy los estudios se dirigen a res de riesgo pueden converger para
buscar las relaciones de causa y los causar ambas condiciones (17).
nuevos vínculos de la migraña con
otros trastornos mentales, entre los Un posible determinante bioló-
que se encuentra el TBP. gico de la asociación eventual de la
migraña con TBP es la alteración de
La comorbilidad es definida la función serotoninérgica en am-
como la presencia de cualquier en- bos trastornos, hecho que podría
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5. Comorbilidad entre trastorno bipolar y migraña: una revisión sistemática
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tener implicaciones etiológicas o de prevalencia en aquellos trabajos
fisiopatológicas (18). Por todo lo donde no venían explícitas pero con-
anterior, en esta revisión nos pro- tenían los datos para hallarlas.
pusimos evaluar la literatura médi-
ca disponible acerca de la asocia-
ción de migraña y TBP. Resultados
Se encontraron 25 artículos en
Métodos total, de los cuales se excluyeron diez
informes por ser revisiones de tema
Se realizó una búsqueda en las y otros tres por no estar relaciona-
bases de datos electrónicas Medline, dos con el tema. Por lo tanto, se se-
Proquest y Lilacs, usando las pala- leccionaron doce que estudiaban la
bras bipolar disorder y migraine. Ese relación existente entre migraña y
proceso fue complementado con TBP. Sin embargo, tres de estos ar-
una revisión directa de las referen- tículos correspondían a informes de
cias de los trabajos encontrados en una misma investigación, la cual
las bases de datos para identificar presentamos como un solo estudio.
artículos que pudieran haber sido
omitidos en la búsqueda inicial. La literatura médica que apoya
la asociación entre migraña y TBP
Se seleccionaron los textos don- en la actualidad no es amplia. So-
de se evaluaba la relación existente lamente se encontraron diez traba-
entre migraña y TBP sin otro crite- jos, de los cuales siete se refieren a
rio de calidad, debido a la escasez poblaciones con TBP (Tabla 1)
de artículos. Se hallaron las razones (13,19-26).
Tabla 1. Prevalencia de migraña en sujetos con TBP
Estudio Prevelancia de migraña
Tamaño
Autores Tipo Edad de la Control TPB TBPI TBPII
muestra % % % %
Blehar et al. (20) Transversal 42 327 X 21 21 -
Low et al. (25) Transversal 44,8 108 X 39,8 35,2 64,7
Cassidy et al. (26) Casos y
control 41,3 150 36 49 - -
Madmood et al. (21) Transversal 42,6 117 X 25,9 - -
Fasmer et al. (22-24) Transversal 38,5 102 X 28,4 11 43
Younes et al. (19) Casos y
control Niños 42 0 28,6 - -
Hirschfeld et al. (13) Transversal
poblacional >18 85.358 7 15,2 - -
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6. Rueda G., Gaona I., Martínez Y.
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Blehar (20) realizó el estudio mayor escolaridad y con menos hos-
con mayor número de pacientes con pitalizaciones. El diagnóstico de
TBP I (n=327, 186 mujeres y 141 migraña se realizó con el cuestio-
hombres). Este estudio pretendía nario “Guía para el diagnóstico y
examinar las diferencias de sexo en manejo de la migraña en la prácti-
la comorbilidad a lo largo de la vida. ca clínica” (27), administrado por un
Las mujeres con TBP I presentaban médico no neurólogo usando una
migraña con más frecuencia que los entrevista semiestructurada.
hombres con TBP I (26,5% frente a
13,7%, p<0,005), pero el diagnósti- Aunque es un mejor método
co de migraña se basó en la sección que el utilizado por el estudio de
médica de la entrevista diagnóstica Blehar, no es el mejor, si se consi-
para estudios genéticos (DIGS, por dera la dificultad ya planteada del
su sigla en inglés), instrumento di- diagnóstico de la migraña en pacien-
señado para trastornos mentales, tes con trastornos mentales. El diag-
pero no validado para el diagnóstico nóstico de TBP fue hecho por tres
de la migraña. Este estudio no com- psiquiatras experimentados basa-
paró la prevalencia de la migraña dos en criterios del DSM-IV. Al igual
en pacientes bipolares con un gru- que en el estudio de Blehar, en éste
po control, aunque en la discusión se planteó que la prevalencia de
plantea una mayor prevalencia de migraña era mayor que la observa-
migraña en bipolares a partir de da en la población general, pero
datos de prevalencia de migraña en tampoco había un grupo control. Se
población general, datos que dudo- mencionó en la discusión la preva-
samente pueden ser comparables. lencia de migraña en la población
canadiense diagnosticada teniendo
En el siguiente estudio más gran- en cuenta los criterios de la IHS,
de con población bipolar, Low et al. pero con otra metodología a la rese-
(25) examinaron a 108 pacientes ñada por el estudio (9,24).
ambulatorios (73 mujeres y 35 hom-
bres) y encontraron una prevalencia Cassidy et al. (26) entrevistaron
de migraña a lo largo de la vida de a 100 pacientes bipolares hospita-
39,8%. Los pacientes con TBP II pre- lizados y los compararon con 50
sentaron aparentemente una mayor pacientes médicamente enfermos,
prevalencia de migraña que los TBP I apareados por sexo y edad. Admi-
(64,7% frente a 35,2%, p=0,081), pero nistraron un cuestionario de 188
hallamos la razón de prevalencia en preguntas sobre su historia médica
2,56 con IC 95% 0,78-8,62. y neuropsiquiátrica que incluía la
cefalea, no específicamente de la
El grupo de TBP con migraña migraña. Hallaron diferencias no
fue más joven, más educado, de significativas de 49% en el grupo
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7. Comorbilidad entre trastorno bipolar y migraña: una revisión sistemática
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bipolar y 36% en el grupo médica- prevalencia de migraña de 11% en
mente enfermo en la presentación TBP I y 43% en TBP II, p<0,01 (OR
de cefaleas (OR 1,71 IC 95% 0,8- 7,5 IC 95% 1,28-56,9). Aunque la
3,65). metodología del diagnóstico de la mi-
graña no está explícita, se puede in-
Aunque es el primer estudio de ferir que se utilizaron los criterios de
casos y controles, la validez del diag- la IHS aplicados por un psiquiatra.
nóstico de TBP es pobre, pues no
había criterios claros para dicho El diagnóstico de TBP se reali-
diagnóstico y en 19% de los pacien- zó con una entrevista semiestructu-
tes los mismos psiquiatras del estu- rada basados en DSM-IV, pero den-
dio no estaban de acuerdo con éste. tro de los TBP II se incluyeron pa-
No fue posible diferenciar TBP I de cientes hipertímicos y ciclotímicos.
TBP II, pues en la época en que se Como no hubo grupo control de la
realizó no se hacía tal clasificación. población general, la conclusión fue
que los TBP II presentan más mi-
Mahmood (21) examinó la pre- graña que los TBP I; sin embargo,
sencia de migraña en 117 pacientes los pacientes con TBP II presentaron
incluidos en los registros de un hospi- más trastornos ansiosos comórbi-
tal de Nueva Zelanda con diagnóstico dos, por lo cual se puede pensar en
de TBP. Sólo 81 (69%) respondieron una hipótesis alterna: la asociación
(37 mujeres y 44 hombres) y se en- de migraña con TBP II es conse-
contró una prevalencia de migraña en cuencia de la asociación de migraña
hombres de 25% y 27% en mujeres. con los trastornos ansiosos (trastor-
no de ansiedad generalizada, tras-
Nuevamente, el problema fue la torno de pánico y fobia social). La
validez del diagnóstico de migraña, otra posibilidad es que en el grupo
pues aunque se usó un cuestionario de TBP II la prevalencia de migraña
que tiene en cuenta los criterios de la esté elevada a expensas de los
IHS, éste se administró por correo. hipertímicos y ciclotímicos y no por
El reducido porcentaje de respuesta los TBP II propiamente dichos. El
podría indicar un sesgo de selección tamaño de la muestra no permitió
de los interesados con migraña. Como una conclusión definitiva.
en los dos primeros estudios, no hay
un grupo control para comparar. El estudio más pequeño fue uno
de casos y controles que examinó a
Fasmer (22) y Fasmer et al. (23- 21 niños con trastorno bipolar, quie-
24) investigaron a 102 pacientes nes previamente habían respondido
ambulatorios con trastornos del áni- al litio, comparados con niños sanos
mo (52 con depresión unipolar, 22 (19). El estudio informó una mayor
TBP I, 28 TBP II) y encontraron una prevalencia de migraña en los niños
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8. Rueda G., Gaona I., Martínez Y.
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con TBP (28,6%) comparada con 0% poco es suficientemente válido el
en el grupo control. En este caso el diagnóstico del TBP, pues se utilizó
diagnóstico de migraña se realizó un cuestionario para tamizaje.
telefónicamente, preguntándoles a
las madres si sus niños tenían o no Por otro lado, sólo tres estudios
migraña. Por supuesto, esta meto- se preguntaron la prevalencia del TBP
dología hace dudar de la validez del en muestras de pacientes con migra-
diagnóstico de migraña. ña (Tabla 2) (28-30). Robbins y
Ludmer entrevistaron a 1.000 pacien-
Un estudio poblacional sobre la tes consecutivos con migraña para
prevalencia de TBP halló una pre- diagnosticar TBP de acuerdo con el
valencia de migraña mayor en quie- DSM-IV y espectro bipolar según lo
nes respondieron a vuelta de correo propuesto por Akiskal (28). La entre-
positivamente un cuestionario para vista fue realizada por el médico tra-
evaluar TBP, respecto a quienes fue- tante y no se especifica si utilizó una
ron evaluados como negativo para entrevista estructurada. Se encontró
la presencia de TBP (15,2%, IC 95% TBP I en 2,1%, TBP II en 2,4%, ciclo-
13,7 a 16,8 frente a 7%, IC 95% 6,6 timia en 1,3% y TBP no especificado
a 7,6) (13). En este estudio no hay en 2,8%. Estas cifras no son compa-
certeza sobre la validez del diagnós- rables con las de TBP en población
tico de migraña, pues sólo se les sana, pues los estudios poblacionales
preguntaba, vía correo (o teléfono en examinaron sólo TBP I (4) o los estu-
quienes no respondieron inicial- dios más recientes, que examinan
mente), si algún profesional de la TBP I y TBP II, lo hacen con cuestio-
salud les diagnosticó migraña. Tam- narios, no con entrevistas (6).
Tabla 2. Prevalencia de TBP en pacientes con migraña
Estudio Prevelancia de Prevelancia de
TBP I espectro bipolar
Autores Tamaño Control Migraña Control Migraña
Tipo Edad de la % % % %
muestra
Robbins et al. (29) Transversal >30 1.000 X 2,1 - -
Merikangas Transversal
et al. (28) poblacional 27-28 457 0,5 1,6 3,3 8,8
Breslau et al. (30) Trasversal
poblacional 21-30 1.007 0,9 4,7Y 0,8* 3,9*†
* Solo hallaron TBP II.
† Datos calculados a partir del informe original.
Merikangas et al. (29) aplicaron migraña a una cohorte de adultos
un cuestionario sobre síntomas de jóvenes, luego tomaron dos tercios
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9. Comorbilidad entre trastorno bipolar y migraña: una revisión sistemática
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de la muestra entre los sujetos con Breslau et al. (30) determinaron
puntajes por encima del percentil la prevalencia de migraña y el ries-
85 y un tercio de la muestra fue es- go de trastorno psiquiátrico, inclui-
cogida al azar entre los sujetos con do el TBP, en una muestra de adul-
puntajes por debajo del percentil 85. tos jóvenes de la población general.
Tanto para el diagnóstico de migra-
La muestra consistió en 457 ña como para el de TBP utilizaron
sujetos (225 hombres y 232 muje- entrevistas estructuradas aplicadas
res) a quienes se les practicó una por personal no médico pero entre-
entrevista por un residente de psi- nado. Las entrevistas se basaron en
quiatría y un psicólogo con expe- los criterios diagnósticos de la IHS
riencia para evaluar varias dimen- y el DSM-III-R. En el grupo de suje-
siones de psicopatología y una va- tos con migraña encontraron una
riedad de síntomas somáticos; ade- prevalencia de TBP I de 4,7%, y en
más, se aplicó un cuestionario para el de no migrañosos, de 0,9% (OR
diagnosticar migraña, de acuerdo 5,54, IC 95% 1,55-18,5), y en las
con criterios diagnósticos estable- personas con TBP II 3,9% frente a
cidos para la época del estudio. Sin 0,8 (OR 5,27, IC 95% 1,29-19,6). La
embargo, no fueron evaluados por razón de prevalencias de TBP I en
un neurólogo. las personas con migraña con aura
fue 7,3 (IC 95% 2,2-24,6), y de TBP
Los síndromes psiquiátricos II, 5,2 (1,4-19,9).
fueron diagnosticados según crite-
rios operacionales de tres sistemas,
entre ellos el DSM-III. De los 457 Discusión
sujetos, 61 (13,3%) cumplían crite-
rios diagnósticos de migraña, y 396 La literatura médica disponible
(86,7%) no presentaban migraña; acerca de la asociación de migraña
sin embargo, 209 (63,9%) presen- y TBP es pobre. Sólo hay dos estu-
taban otras cefaleas no clasificadas dios que evalúan la asociación de
como migraña. Infortunadamente migraña y TBP con metodología de
no hay una descripción clara de las casos y controles, pero infortunada-
características de los dos grupos de mente presentan graves problemas
sujetos para establecer una compa- de validez interna, especialmente en
ración. En el grupo de sujetos con los instrumentos que utilizaron para
migraña encontraron una prevalen- el diagnóstico (19,26).
cia de episodio maniaco de 1,6%, y
en el de no migrañosos, de 0,5% (RP Hay cuatro estudios que al exa-
2,52 IC 95% 0,5-12,7), y espectro minar pacientes con TBP muestran
bipolar, 8,8% frente a 3,3 (RP 2,9, gran prevalencia de migraña; sin
IC 95% 1,1-8,6) (29). embargo, no hay un grupo control
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que permita evidenciar la existencia Una variable de confusión en
de la asociación estudiada (20-25). todos los estudios es el tratamiento
del TBP, pues se utilizan medica-
Hay un estudio poblacional de mentos como ácido valproico o di-
TBP que nos garantiza la generaliza- valproato sódico, carbamazepina,
ción de los resultados; sin embargo, carbonato de litio y antidepresivos
es dudosa la validez diagnóstica tan- (como amitriptilina) que pueden ser
to de la migraña como del TBP (6). efectivos contra la migraña y ocul-
tar su presencia.
Tres estudios examinan la pre-
valencia de TBP en pacientes con La comorbilidad de TBP con
migraña. El estudio de Robbins et trastornos de ansiedad puede ser la
al. (28) muestra una gran prevalen- causa de la asociación de la migra-
cia de TBP, pero no tiene grupo de ña con el TBP (22-24), puesto que
comparación. El estudio de Meri- los trastornos de ansiedad presen-
kangas et al. (29), quizás el mejor tan mayor prevalencia de migraña
diseñado, encuentra una asociación que la población general (29). Esto
de la migraña con el espectro bipo- supone otro problema para la inter-
lar, pero no con el episodio maniaco, pretación de los estudios.
quizá por el tamaño insuficiente de
la muestra para mostrar diferencia Otra variable de confusión son
significativa con un evento tan raro los síntomas transdiagnósticos, es
como el episodio maniaco. decir, síntomas que son comparti-
dos por los dos síndromes, migra-
El estudio de Breslau et al. (30) ña y TBP, y entre ellos sobresale el
encuentra una asociación de migra- episodio depresivo. En los criterios
ña con TBP I y TBP II; esta asocia- diagnósticos de episodio depresivo
ción es mayor si se tienen en cuen- mayor del DSM-IV-TR aparecen sín-
ta personas que presentaban migra- tomas somáticos, como pérdida o in-
ña con aura. Infortunadamente, la cremento de peso, disminución o in-
validez interna del diagnóstico de cremento del apetito, insomnio o hi-
migraña no es adecuada: faltó el persomnio, agitación o retardo psi-
examen físico practicado por un comotor, fatiga o pérdida de energía
neurólogo y, además, el tamaño de y habilidad para pensar o concen-
la muestra hace obtener intervalos tración disminuida.
de confianza excesivamente am-
plios. En definitiva, la estrategia de Estos mismos síntomas pueden
partir de personas con migraña para presentarse en la fase premonitoria
buscar la asociación con TBP no o de resolución de una crisis de
parece ser adecuada, pues el tama- migraña, de tal forma que al apli-
ño de la muestra es muy elevado. car un cuestionario diagnóstico el
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11. Comorbilidad entre trastorno bipolar y migraña: una revisión sistemática
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
paciente puede cumplir criterios Bibliografía
diagnósticos de depresión.
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Este problema fue examinado and co-morbidities. Neurology. 2001; 56
con el inventario para depresión de (Suppl 1): S4-S12.
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ble que la asociación encontrada 2001;4:197-202.
entre migraña y depresión sea ex- 7. Headache Classification Committee.
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Recibido para publicación: 25 de enero de 2005
Aceptado para publicación: 18 de agosto de 2005
Correspondencia
Germán Eduardo Rueda
Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Bucaramanga
Calle 157 # 19-55, Cañaveral Parque, Bucaramanga
gredu@unab.edu.co
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