Más de la mitad de mujeres mayores son pobres en Bolivia
La Encuesta a Hogares con personas adultas mayores y cercanas a la edad de 60 años - EPAM 2011, desarrollada por la Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (UDAPE), con el apoyo de HelpAge y el UNFPA, revela que el 53,2 por ciento de las adultas mayores en nuestro país es pobre y sólo el 7,8 por ciento de las mujeres de entre 60 y 64 años percibe una renta por jubilación, cifra que alcanza a 11,6 por ciento en adultas mayores de 65 años.
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Día internacional de la mujer
1. Día internacional de la mujer:
Más de la mitad de las mujeres mayores son pobres
Sólo 7,8% de las mujeres entre 60 y 64 años accede a una renta por jubilación
Bolivia. La Encuesta a Hogares con personas adultas mayores y cercanas a
la edad de 60 años - EPAM 2011, desarrollada por la Unidad de Análisis de
Políticas Sociales y Económicas (UDAPE), con el apoyo de HelpAge y el
UNFPA, revela que 53.2% de las adultas mayores en nuestro país son
pobres; solo el 7,8% de las mujeres de entre 60 y 64 años percibe una
renta por jubilación, cifra que alcanza a 11.6% en adultas mayores de 65
años.
Respecto al acceso a la educación, 29.8 % de las personas mayores en
nuestro país es analfabeta y un 31.2% son mujeres mayores. El promedio
de años de estudio de una adulta mayor varía de acuerdo al lugar donde
reside. Por ejemplo, las mujeres mayores de 65 años que viven en el área
urbana logran estudiar hasta cuatro años, sin embargo, las del área rural
sólo llegan al año.
Participación de las mujeres mayores en el ámbito político
La implementación de políticas y programas favorables a las mujeres, han
logrado que los últimos años exista un escenario de mayor acceso a los
espacios públicos de decisión y a las estructuras de poder. Sin embargo,
pese a los avances, las mujeres - especialmente las adultas mayores enfrentan fuertes obstáculos para el ejercicio pleno de sus derechos,
además de enfrentar la discriminación por sexo deben afrontar la exclusión
por razones de edad. Las desigualad de oportunidades y la falta de acceso
de la mujer a lo largo del curso de vida, se acentúa en la vejez.
De acuerdo a una investigación realizada por el Instituto de Sociedades en
Trasformación (ISET), la participación de las adultas mayores en esferas de
representación y cargos públicos es mínima. Para el Estado, las instituciones
políticas y la sociedad civil las mujeres mayores son, al parecer,
políticamente prescindibles.
El porcentaje de participación de las adultas mayores, en relación al total de
candidatos/as a senadores/as y diputados/as es de 3,5%. Un pequeño
porcentaje atribuido más bien a la llamada Ley de cuotas - producto de la
lucha y movilización de las propias mujeres - que establece un 30% mínimo
de representación de mujeres en la conformación de los poderes públicos.
En el área urbana, las adultas mayores normalmente participan en las
juntas vecinales, a través de la filiación política; en cambio en las zonas
2. rurales ocupan cargos como promotoras de salud, representantes de las
juntas escolares, y dirigentes de organizaciones de mujeres y clubes de
madres.
Adultas mayores protagonistas
Doña Alberta Villca, de 61 años, es originaria de Challapata, población
altiplánica ubicada en Oruro. Ella dejó su casa a los 15 años con el propósito
de trabajar en la ciudad, ganar su propio dinero y ayudar a sus padres y
hermanos que se quedaron en el campo. Cuando llegó a la ciudad su
principal obstáculo fue el idioma, porque no sabía hablar castellano, sólo
quechua. Sin embargo, empezó a trabajar de niñera y cocinera para ganar
dinero.
“En el campo no hay muchas oportunidades de progresar por eso me vine a
la ciudad. Si me hubiese quedado en mi pueblo no hubiese podido tener mi
anticrético y tampoco hubiese podido ayudar a mi hijo cuando se ha casado.
Mi nuera también se ha ido a España para ganar más dinero, yo me he
quedado a cargo de mis nietas, pero ya ha llegado después de 4 años.
Viven bien no más porque se ha traído plata, pero su hogar ahora ha
quedado mal porque mi hijo se ha conseguido otra mujer en este tiempo”,
aseveró la adulta mayor.
Pese a las desigualdades, las mujeres mayores trabajan desde diferentes
ámbitos por el respeto y reconocimiento de sus derechos. En esa
trayectoria, las mujeres no sólo han ido construyendo y reivindicando su
autonomía personal y social, sino también se han ido construyendo a sí
mismas como sujetos sociales y políticos, superando la invisibilidad.