Un buen creativo no deja que le hagan los trabajos los becarios y que él sólo se lleve los méritos. Un buen creativo enseña de forma natural, quiere que la gente aprenda y no se guarda nada; porque su valor diferencial lo tiene en la cabeza y en su día a día.

1. Anatomía
de un creativo
Capacidad
analítica
Tiene en cuenta datos que
pueden resultar vitales para
que una campaña triunfe.
Actitud
positiva
Es vitalista y le gusta trabajar
en equipo. Pide consejo, no
menosprecia a nadie ni se
cree el ombligo del mundo.
Disciplinado
Su cita por excelencia es:
“Cuando llegue la inspiración,
que me encuentre trabajando”,
de Pablo Picasso. No está con
una pelota en la mano
pensando en una habitación a
ver cuál es su siguiente
genialidad.
Perfeccionista
Pequeños detalles en una
ilustración o en un texto sí le
importan. Considera todo
importante. Le gusta entregar
las cosas cuidadas hasta el
más mínimo detalle.
Entusiasta
Le emocionan los pequeños
detalles en cosas que para ti
podrían resultar insigni cantes.
Puede ver grandes ideas
donde unos sólo ven grises.
Curioso
Le encanta conocer nuevas
cosas y aprender de todos.
Sigue como el primer día que
entró en la agencia, con
hambre de conocimiento.
Visionario
Sabe cuándo puede llegar una
ocasión inmejorable para hacer
una pieza grá ca diferente. Mira
con perspectiva a los proyectos y
no ofrece lo primero que se le
ocurre para quitarse el trabajo de
encima. Busca la mejor solución.
Generador
de ideas
Ofrece ideas a proyectos aunque
no se lo pidan. Sabe valorar el
trabajo de los demás y le gusta
ayudar siempre que pueda. Si
tiene una idea fuera del trabajo la
apunta y la comenta al día
siguiente en la o cina.
Ofrece ideas a pro yectos aunque
no se lo pidan. Sabe valorar e l
trabajo de los demás y le gusta
ayudar siempre que pueda. Si
tiene una idea fuera del trabajo la
apunta y la comenta al día
siguiente en la o cina.
Y por supuesto
un creativo
tiene talento
innato.