La teoría científica de la administración se centra en aplicar métodos científicos como la observación y medición para mejorar la eficiencia en las organizaciones. Sus principales representantes incluyen a Frederick Taylor, quien propuso técnicas como la especialización del trabajo, la producción en serie y el pago por incentivos. Aunque tuvo éxito mejorando la productividad, también fue criticada por su enfoque mecanicista que ignoraba los aspectos humanos.