1. El sistema nervioso está formado por un conjunto de órganos de alta
complejidad encargados de ejercer, junto con el sistema endócrino, el
control de todo el cuerpo. La unidad fundamental del sistema nervioso
es la neurona, adaptada para captar, procesar y conducir innumerables
estímulos mediante señales electroquímicas provenientes de distintas
áreas sensoriales y transformarlos en diferentes respuestas orgánicas.
El sistema nervioso cumple funciones sensitivas, de integración y
funciones motoras. La función sensitiva se advierte al captar estímulos
internos (náuseas, mareos) o estímulos externos, por ejemplo al percibir
determinados olores o al tocar algún objeto muy caliente. Esas
sensaciones son procesadas en forma integral para determinar los pasos
a seguir de acuerdo a la intensidad de los estímulos detectados. Luego,
la función motora actúa produciendo diversos grados de contracciones
musculares o bien estimulando la secreción de las glándulas endócrinas
o exócrinas.
Para una mejor descripción, el sistema nervioso se divide en sistema
nervioso central y sistema nervioso periférico. El sistema nervioso
central tiene por función la producción y control de las respuestas ante
todos los estímulos externos e internos del organismo. El sistema
nervioso periférico, formado por nervios craneales y raquídeos, actúa
como nexo entre el sistema nervioso central y todos los órganos del
cuerpo.
Organización del Sistema Nervioso
El sistema nervioso central está
formado por el encéfalo y la médula espinal, estructuras que conforman
el llamado neuroeje. El encéfalo se aloja en la cavidad craneal en
contacto con los huesos frontal, el occipital, el esfenoides y el etmoides
(impares) y los huesos parietales y temporales (pares). Estas
estructuras óseas le brindan protección contra traumas externos. Dentro
del encéfalo se ubica el cerebro, el cerebelo y el tronco encefálico, este
último formado por el mesencéfalo, la protuberancia anular o puente de
Varolio y el bulbo raquídeo. La médula espinal se ubica en la cavidad
2. raquídea o medular, canal vertebral que le da protección. Se extiende
desde la cavidad craneal hasta la parte final de la columna vertebral.
Estructura interna del encéfalo
MENINGES
Son tres membranas de tejido conectivo llamadas duramadre,
aracnoides y piamadre que envuelven y protegen a los órganos del
sistema nervioso amortiguando sus estructuras.
Duramadre
Es la capa más externa, resistente y en íntimo contacto con las partes
óseas del cráneo y de la columna vertebral. Además, envuelve la parte
externa de los nervios. La duramadre del encéfalo se prolonga
insertándose en los huesos craneales. Se proyecta hacia caudal dando
lugar a tabiques entre los dos hemisferios cerebrales y cerebelares. Por
otra parte, la duramadre encefálica forma pliegues donde drena la
sangre. La duramadre espinal se une en craneal al agujero occipital, y
en caudal finaliza en las vértebras sacras. Numerosos capilares y plexos
venosos separan a la duramadre espinal de los cuerpos vertebrales.
Aracnoides
Es la capa media de las meninges que emite prolongaciones
filamentosas entre sí. La aracnoides forma el espacio subaracnoideo,
ubicado entre la lámina externa en contacto con la duramadre y una
lámina interna que apoya sobre la capa más profunda de las meninges.
A través del espacio subaracnoideo circula líquido cefalorraquídeo.
Piamadre
Es la membrana más interna de las meninges, fina, transparente y muy
irrigada, que se une íntimamente al encéfalo y a la médula espinal.
Las meninges actúan como un poderoso filtro contra la invasión de
3. algunos virus, bacterias y sustancias tóxicas capaces de provocan
meningitis, grave inflamación con riesgo para la vida.
Meninges encefálicas
Meninges espinales
LÍQUIDO CEFALORRAQUÍDEO
Es un fluido incoloro y transparente que tiene por misión brindar al
encéfalo y la médula espinal una protección mecánica ante eventuales
traumatismos craneales. El líquido cefalorraquídeo circula filtrándose a
través del espacio subaracnoideo de los ventrículos cerebrales y de la
cavidad espinal. Transporta proteínas, glucosa, sales, elementos como
sodio, cloro, potasio y calcio y un escaso número de linfocitos. La
cantidad fisiológica de líquido cefalorraquídeo circulante es de 120-140
mililitros, volumen que se reemplaza alrededor de cinco veces cada 24
horas. Tiene por funciones amortiguar las estructuras encefálicas y de la
médula espinal ante traumas diversos y compensar los cambios de
volumen y presión de sangre intracraneal. También actúa como
termorregulador, y en menor medida en el transporte de nutrientes y
eliminación de desechos del cerebro.
El líquido cefalorraquídeo o cerebroespinal se produce en los plexos
coroideos, que son redes capilares presentes en los ventrículos o
espacios huecos del cerebro. Circula por esos ventrículos, por la cisterna
y el espacio subaracnoideo.
Dentro del encéfalo existen cuatro ventrículos. Dos de ellos son laterales
4. y se sitúan en cada mitad o hemisferio del cerebro, el primer ventrículo
en el izquierdo y el segundo en el derecho. En la parte media está el
tercer ventrículo, que se comunica con los dos laterales por medio del
foramen interventricular y con el cuarto ventrículo, hacia caudal, a
través del acueducto de Silvio. El cuarto ventrículo se conecta con el
conducto central de la médula espinal, llamado conducto del epéndimo.
Disposición de los ventrículos cerebrales
Ubicación de los ventrículos cerebrales
El líquido cefalorraquídeo circula desde los plexos coroideos de los
ventrículos laterales donde hay mayor producción hacia la cisterna
quiasmática, continúa por el tercer ventrículo, cuarto ventrículo, el
espacio subaracnoideo y por el conducto central de la médula espinal.
Luego fluye por difusión, se reabsorbe en las vellosidades aracnoideas y
pasa a la circulación venosa cerebral. La circulación del líquido
cefalorraquídeo es cerrada, sin posibilidad de distenderse.
5. SUSTANCIA GRIS Y SUSTANCIA BLANCA
Estas dos sustancias forman parte del sistema nervioso central. La
sustancia gris es la encargada de generar impulsos nerviosos, mientras
que la sustancia blanca tiene por misión conducir esos impulsos. La
sustancia o materia gris se forma por la confluencia de millones de
cuerpos neuronales con sus dendritas, terminales axónicos y células de
la glia (neuroglias), encargadas estas últimas de mantener y controlar el
funcionamiento de las células nerviosas. Cuando los cuerpos neuronales
se agrupan en las cercanías de la base del cerebro se denominan
núcleos grises y cuando estas mismas estructuras se presentan fuera
del sistema nervioso central, llevan el nombre de ganglios. Los núcleos
grises o basales se asocian a funciones como las emociones, el
pensamiento y el aprendizaje.
En el cerebro, la sustancia gris se sitúa en la parte superficial como una
lámina delgada y en áreas más profundas en forma de núcleos grises.
La sustancia blanca se ubica por debajo y está compuesta por axones
neuronales con mielina y células productoras de dicha sustancia. Tiene
por función conducir los impulsos nerviosos a través del sistema
nervioso central.
6. CEREBRO
Es el órgano de mayor tamaño que conforma el encéfalo. Para su
estudio se divide en telencéfalo y diencéfalo, estructuras unidas
íntimamente aunque con distintas características.
Telencéfalo
Se sitúa en la parte anterosuperior de la cavidad craneana. La superficie
externa del telencéfalo (cerebro) se llama corteza cerebral y presenta
numerosas circunvoluciones, prominencias separadas por surcos que
aumentan la superficie de la corteza.
Otro accidente que presenta el cerebro son hendiduras más profundas
llamadas cisuras o fisuras. La mayor de ellas es la cisura longitudinal o
interhemisférica, que divide al telencéfalo en dos hemisferios, uno
derecho y otro izquierdo. Los hemisferios se unen en medial a través del
cuerpo calloso, estructura formada por sustancia blanca que contiene
miles de millones de fibras nerviosas que viajan por todo el cerebro
intercambiando información. Ambos hemisferios actúan en conjunto
aunque ejercen distintas funciones y en diferentes regiones corporales.
Entre ellos hay una relación cruzada, puesto que el hemisferio derecho
coordina las actividades móviles de la parte izquierda del cuerpo y el
hemisferio izquierdo hace lo propio con la parte derecha.
Cualquier estímulo producido en la parte derecha del organismo es
percibido en el área sensitiva izquierda. Lo mismo ocurre al mover la
mano derecha, donde se activa el área motora izquierda. El hecho por el
cual la gran mayoría de las personas escriben con la mano derecha
determina la dominancia del hemisferio izquierdo. Cualquier daño
producido en la parte derecha del cerebro ocasiona deterioro en las
funciones sensitivas y motoras de la parte izquierda del cuerpo, y
viceversa.
7. Funciones de los hemisferios cerebrales
El hemisferio derecho interviene en todo aquello que se relaciona con lo
emocional, la imaginación, las sensaciones, lo intuitivo, con el recuerdo
de hechos pasados como imágenes, sonidos, lugares. Es subjetivo, ya
que controla todo lo que no tiene relación con lo verbal. El hemisferio
izquierdo está involucrado con el lenguaje, la lógica, el razonamiento, la
información, la deducción, el análisis.
Además de la ya mencionada cisura longitudinal, hay cisuras que dividen
a cada hemisferio del telencéfalo en cuatro lóbulos llamados frontal,
temporal, parietal y occipital. Cada lóbulo se ubica debajo del hueso
craneal que lleva el mismo nombre. En el centro del cerebro se ubica la
cisura de Rolando, entre los lóbulos frontal y parietal. En lateral está la
cisura de Silvio, entre el lóbulo temporal y los lóbulos frontal y parietal.
Hacia dorsal se encuentra la cisura parietooccipital, que separa los
lóbulos parietal y occipital. La manera en que se disponen los surcos y
cisuras no es igual entre los distintos individuos. Lo propio sucede entre
los hemisferios de una misma persona. La corteza cerebral está irrigada
por ramas de las arterias cerebrales anterior, media y posterior. Todas
las arterias del cerebro provienen de la arteria carótida interna.
Corteza cerebral
8. Los impulsos que se originan en los órganos de los sentidos llegan a la
corteza cerebral y se producen las respuestas en dirección a esos
órganos efectores (músculos y glándulas). Cada área de la corteza
cerebral posee una determinada función y se sitúa en un lugar
específico. Los tres tipos de áreas corticales son la sensitiva, la motora y
la asociativa.
-Área cortical sensitiva: recibe los estímulos captados por los órganos de
los sentidos. Es así como en la corteza se distinguen zonas para la
visión, la audición, el gusto, la olfacción, el habla y el tacto. Este último
incluye las sensaciones de frío, calor, presión y dolor.
-Área cortical motora: zona donde se producen las respuestas que son
reflejadas por los órganos efectores. El hecho por el cual los estímulos
que llegan a la corteza provocan una inmediata respuesta pone en
evidencia la estrecha relación existente entre el área motora y el área
sensitiva.
-Área cortical de asociación: lugar donde son almacenadas las
habilidades aprendidas y todos los recuerdos, con lo cual las respuestas
a los estímulos recibidos son muy variadas y complejas. El área de
asociación es de tipo integradora, ya que contacta áreas sensitivas con
áreas motoras de la corteza cerebral.
Los impulsos nerviosos se desplazan a través de vías nerviosas
sensitivas y motoras. Las señales (estímulos) que provienen del medio
ambiente o de los diferentes órganos corporales se desplazan por las
neuronas sensitivas y son captadas por las áreas sensitivas de la corteza
cerebral, que las traducen en diferentes sensaciones. Vale decir que
esas señales ascienden desde la periferia en dirección al sistema
nervioso central donde se procesa el estímulo recibido. La producción de
estímulos nerviosos se lleva a cabo en las áreas motoras corticales, que
a través de neuronas motoras llegan por medio de impulsos hasta los
órganos efectores donde se produce una respuesta. O sea, desde el
sistema nervioso central se dirigen hacia la periferia para llegar hasta un
órgano efector que traduzca una respuesta. De acuerdo a lo señalado,
las vías sensitivas son aferentes por transportar los impulsos desde los
sitios receptores hacia los centros nerviosos. Las vías motoras son
eferentes, puesto que el impulso viaja desde el centro elaborador hacia
los órganos efectores, en la periferia. Cualquier lesión que asiente en un
área motora da lugar a una parálisis de la zona corporal controlada por
esa área motora. Si el daño es en áreas sensitivas provoca insensibilidad
en alguna parte del cuerpo.
9. LÓBULO FRONTAL
Se ubica en la parte más rostral del cerebro, prolongándose hacia dorsal
(atrás) hasta la parte anterior de la cisura de Rolando y hacia caudal
(abajo) hasta la cisura de Silvio o cisura lateral. Los centros nerviosos
del lóbulo frontal tienen por función el control de los movimientos
voluntarios, de la personalidad y la inteligencia, del pensamiento, de la
conducta, del razonamiento y las decisiones, de los impulsos, de las
emociones y del comportamiento sexual, entre otros.
A lo largo de la cisura de Rolando se sitúa el área cortical motora. Su
parte más alta tiene el control de las extremidades inferiores. La zona
más baja, cerca de la cisura de Silvio, actúa sobre la musculatura de la
boca y de la cara. Posee también áreas vinculadas con el lenguaje, con
lo verbal. Una de ellas es el área de Brocca, ubicada en dorsocaudal
(posteroinferior) del lóbulo frontal, cuya función es realizar los
movimientos y la producción del habla, asociando las palabras que se
emplean. Las lesiones producidas en el área de Brocca suelen derivar en
imposibilidad del individuo para articular las palabras (afasia), a pesar
de tener buena comprensión. En las personas diestras, las áreas
corticales de Brocca están en el hemisferio izquierdo, y en las zurdas en
el hemisferio derecho.
Áreas lingüísticas del hemisferio izquierdo
LÓBULO TEMPORAL
Se sitúa debajo de la cisura de Silvio y se proyecta hacia dorsal, donde
se une al lóbulo occipital. El lóbulo temporal contiene los centros de la
percepción de la memoria y el equilibrio, ya que interviene en el
recuerdo de objetos, palabras, imágenes y personas. En la parte
superior, cerca del límite con los lóbulos frontal y parietal, están los
centros nerviosos que controlan la recepción auditiva. Se cree que
también intervienen en determinados estados del ánimo, como el miedo
y la irritación.
En la profundidad del lóbulo temporal y hacia medial está el hipocampo,
estructura que interviene en la formación de la memoria a largo plazo.
Otra estructura presente es el área de Wernicke, en dorsocraneal
(posterosuperior) del lóbulo temporal, relacionada con la recepción y
comprensión del lenguaje hablado (dicción) y escrito. Los daños
producidos en el área de Wernicke ocasionan problemas en la
comprensión y expresión del lenguaje. Tal como sucede con el área de
Brocca, en las personas diestras el área cortical de Wernicke está en el
hemisferio izquierdo, y en las zurdas en el hemisferio derecho.
10. LÓBULO PARIETAL
Se encuentra detrás de la cisura de Rolando y se une en dorsal con el
lóbulo occipital. Por detrás del área cortical motora se ubica el área
sensitiva (somatosensorial), encargada de controlar las actividades
sensitivas del olfato, el gusto, la audición y el tacto, como también las
sensaciones de dolor, calor y presión. Tal como sucede con la corteza
motora, la parte más elevada tiene el control de las extremidades
inferiores, mientras que la zona más baja actúa sobre los músculos de la
boca y de la cara.
LÓBULO OCCIPITAL
Se ubica en el polo posterior de los hemisferios cerebrales. El lóbulo
occipital ejerce el control de la visión, permitiendo asociar e interpretar
cabalmente todo aquello que se presenta ante los ojos.
Además de los cuatro lóbulos superficiales, hay un lóbulo profundo
llamado insular, por debajo de los lóbulos frontal, temporal y parietal y
oculto por la cisura de Silvio. Se sospecha que el lóbulo insular (o de la
ínsula) está relacionado con impulsos sensitivos de los órganos
viscerales.
Áreas sensitivas y motoras de la corteza cerebral
12. Diencéfalo
Está ubicado en ventromedial de ambos hemisferios cerebrales y se
continúa con el mesencéfalo del tronco encefálico. El tercer ventrículo,
ubicado en la línea media, divide al diencéfalo en dos mitades
simétricas. El diencéfalo es una importante estructura donde se procesa
la información que llega. Está constituido por cuatro formaciones
llamadas tálamo, hipotálamo, subtálamo y epitálamo.
TÁLAMO
Es una estructura ovoide de materia gris que está en medial del cerebro,
entre ambos hemisferios. La función del tálamo es integradora de
impulsos sensitivos y motores. A excepción de los impulsos olfatorios, el
resto de los impulsos sensitivos que ingresan al cerebro son regulados
por los núcleos talámicos (grupo de neuronas). Por lo tanto, el tálamo
recibe estímulos sensoriales visuales, auditivos, táctiles, dolorosos y
propioceptivos. La propiocepción es un sentido mediante el cual se
captan estímulos internos a nivel de músculos, articulaciones y
tendones, permitiendo conocer la posición y el movimiento del cuerpo.
Todos los impulsos sensitivos llegan al tálamo y son enviados a la
corteza, por lo que esta parte del diencéfalo actúa como centro de
enlace entre la médula espinal y el cerebro. Además, desde la corteza
cerebral llegan impulsos hacia el tálamo que son derivados a otras zonas
cerebrales y a la médula espinal.
HIPOTÁLAMO
Se sitúa debajo del tálamo, en medial de la base del cerebro. Formado
por grupos de neuronas (núcleos grises), el hipotálamo se encarga de
regular los estados emocionales, las sensaciones de placer, enojo y
dolor y las condiciones internas del organismo como el hambre, la sed,
la presión arterial, las frecuencias cardíaca y respiratoria, el ciclo
menstrual femenino, el sueño, la vigilia, los centros del calor y del frío y
el equilibrio hídrico, entre otros. Por otra parte, el hipotálamo elabora
dos hormonas, la oxitocina y la hormona antidiurética, a través de
células neurosecretoras. Además, el hipotálamo ejerce el control de la
glándula hipófisis. Esta glándula, ubicada en la parte inferior del
hipotálamo, es una estructura del sistema endocrino encargada de
segregar importantes hormonas. La oxitocina y la vasopresina
segregadas por el hipotálamo llegan a la parte anterior de la hipófisis
para volcarse al torrente sanguíneo cuando el organismo lo requiere.
SUBTÁLAMO
Se sitúa debajo del tálamo y en lateral del hipotálamo. El subtálamo
está relacionado con los movimientos del cuerpo.
EPITÁLAMO
Ejerce el control sobre la glándula pineal, estructura que segrega una
hormona llamada melatonina y que se relaciona con la cantidad de luz
solar. Al oscurecer, la glándula pineal se activa y vierte melatonina a la
sangre produciendo sueño en el individuo.
13. Partes del diencéfalo
El diencéfalo está irrigado por arterias que conforman el polígono de
Willis y por ramas de la arteria cerebral posterior. El polígono de Willis
es una estructura formada por la confluencia de varias arterias en la
base del cerebro. En su interior, las arterias carótidas internas se
ramifican aportando oxígeno y nutrientes a gran parte del cerebro.
Esquema del polígono de Willis
Partes del diencéfalo
14. CEREBELO
Junto al cerebro y al tronco encefálico, el cerebelo forma parte del
encéfalo. De forma ovoidea y protegido por el hueso occipital, se ubica
en la base del cráneo por debajo de los hemisferios cerebrales y en
dorsal (detrás) del puente de Varolio y del bulbo raquídeo. El cerebelo
presenta dos hemisferios con circunvoluciones separadas por surcos y
una parte central llamada vermis. Tal como sucede con el cerebro, la
materia gris se ubica en la corteza cerebelosa, mientras que la materia
blanca se aloja en la parte interna adoptando una forma similar a las
ramas de un árbol. En esta zona hay núcleos de sustancia gris.
La función del cerebelo es armonizar todos los movimientos voluntarios
del cuerpo para que la ejecución sea precisa y acorde. Además, procesa
la información para el mantenimiento y coordinación de la postura y del
equilibrio. Una bailarina, un pianista o un jugador de tenis, por ejemplo,
ejecutan movimientos apropiados que están bajo control del cerebelo.
Los daños que asientan en estructuras cerebelosas producen
incoordinación y pérdida del tono muscular, que se traduce en la
imposibilidad de poder tomar algún objeto, tocarse alguna parte del
cuerpo o mantener el equilibrio.
MESENCÉFALO
Llamado también cerebro medio, el mesencéfalo es una parte del tronco
encefálico que comunica el diencéfalo con el cerebelo y el puente de
Varolio. Las partes que conforman el mesencéfalo son los pedúnculos
cerebrales, los tubérculos cuadrigéminos y el acueducto de Silvio. Los
pedúnculos cerebrales se encargan de transmitir los impulsos que van y
vienen de la corteza cerebral. Los cuerpos cuadrigéminos reciben
información de tipo visual y auditiva, mientras que el acueducto de
Silvio, canal que comunica el tercer ventrículo con el cuarto, se rodea de
materia gris.
En el mesencéfalo se encuentran los núcleos que dan origen a dos
importantes nervios craneales, el IIIº par (oculomotor o motor ocular
común) y el IVº par (troclear o patético). El nervio oculomotor se
encarga del movimiento de los ojos y de los músculos de los párpados.
El nervio troclear inerva el músculo oblicuo superior del ojo. Los daños
que pueda sufrir el mesencéfalo dan lugar a trastornos visuales,
auditivos y en los movimientos oculares.
15. Sistema límbico
Zona situada en la parte centromedial del encéfalo y formada por un
grupo de estructuras que vinculan al telencéfalo mediante los lóbulos
frontales y temporales, al diencéfalo, ya que tiene conexión con áreas
del tálamo, hipotálamo, hipocampo y amígdala cerebral y con el
mesencéfalo. El sistema límbico cumple funciones de reproducción y de
autoconservación de la especie. Está relacionado con expresiones y
experiencias emocionales como el miedo, la ira, la depresión, el amor, el
placer, la huida. Ejerce el control del comportamiento, del estado
emocional del individuo y procesa datos concernientes a la memoria y al
aprendizaje.
PUENTE DE VAROLIO
Parte del tronco encefálico situado entre el mesencéfalo y el bulbo
raquídeo. El tronco encefálico sujeta al cerebro y se extiende desde el
diencéfalo hasta la médula espinal.
16. El puente se ubica en caudal (por debajo) del mesencéfalo y en craneal
(encima) del bulbo raquídeo. En dorsal se comunica con el cerebelo a
través del cuarto ventrículo. Está formado por fibras nerviosas
entrelazadas que hacen nexo entre la médula espinal y los hemisferios
del cerebro (telencéfalo). El puente de Varolio contiene los núcleos para
los pares craneales Vº, VIº y VIIº, es decir para el nervio trigémino, el
motor ocular externo y el facial, respectivamente.
BULBO RAQUÍDEO
Es la porción más caudal del tronco encefálico, una prolongación de la
médula espinal que se extiende hasta el puente de Varolio frente al
cerebelo. En el bulbo están los núcleos que originan los pares craneales
IXº (glosofaríngeo), Xº (neumogástrico), XIº (espinal) y XIIº
(hipogloso). Mediante fibras nerviosas ascendentes y descendentes, los
impulsos son llevados por el bulbo raquídeo desde la médula espinal
hasta el cerebro. Los nervios provenientes de un hemisferio cerebral se
entrecruzan en el bulbo raquídeo y se dirigen al lado opuesto del cuerpo.
Es decir, una determinada lesión que afecte el hemisferio derecho
provoca en el individuo una anormalidad en el lado izquierdo del
organismo, y viceversa.
MÉDULA ESPINAL
Prolongación del encéfalo en forma de cordón, que se aloja en la cavidad
raquídea protegida por las vértebras. La médula espinal tiene 43-45
centímetros de longitud y 1 centímetro de grosor. En una persona adulta
se extiende desde el bulbo raquídeo hasta la segunda vértebra lumbar,
aproximadamente. El tramo final se ramifica formando la cauda equina o
"cola de caballo". En su recorrido, la médula espinal presenta un
ensanchamiento a nivel del tórax, llamado plexo braquial y otro a la
altura de la región lumbar, el plexo lumbar. El primero de ellos es el
lugar de partida de los nervios que se dirigen a las extremidades
superiores. Del plexo lumbar parten los nervios para las extremidades
inferiores.
La médula espinal está envuelta por la piamadre, la aracnoides y la dura
madre, capas meníngeas que le dan protección. Por el espacio
subaracnoideo circula el líquido cefalorraquídeo.
La médula espinal tiene cuatro caras, una ventral o anterior, otra dorsal
o posterior y dos laterales.
17. -Cara ventral: posee una hendidura en su parte central (surco medio
ventral). Hacia ambos costados emergen las raíces motoras ventrales
derecha e izquierda (eferentes) de los nervios raquídeos.
-Cara dorsal: La cara dorsal también posee un surco en la parte media,
pero menos profundo que el de la cara ventral. A los costados de este
surco ingresan a la médula las raíces sensitivas dorsales (aferentes) de
los nervios raquídeos. Lo hacen a través de los llamados surcos laterales
dorsales. En resumen, hacia ambos laterales de la médula espinal salen
31 pares de nervios raquídeos. Cada par se compone de una raíz
sensitiva dorsal y de una raíz motora ventral. La raíz sensitiva dorsal
tiene un ganglio raquídeo que reúne varios cuerpos neuronales.
Estructura externa de la médula espinal
Corte transversal de la médula espinal
Vista ventral (anterior) de la médula espinal
18. La estructura interna de la médula espinal muestra a la sustancia gris
con forma de mariposa ubicada en la zona central, rodeada por la
sustancia blanca. Esta disposición es opuesta respecto del encéfalo,
donde la sustancia gris ocupa la periferia y la sustancia blanca la parte
interna.
La sustancia gris está formada por los cuerpos de las neuronas, células
de la glia que nutren y sostienen a las neuronas y por vasos sanguíneos.
Posee dos astas ventrales gruesas y dos astas dorsales más finas. De
las astas ventrales emergen las raíces motoras (eferentes) en dirección
a los órganos receptores. A las astas dorsales llegan las raíces sensitivas
aferentes desde los receptores (piel y órganos). Este tipo de neuronas
poseen el cuerpo celular en la médula y largos axones que llegan hasta
los receptores. Ambas raíces sensitivas y motoras generan un nervio
raquídeo mixto.
En los segmentos torácicos y lumbares de la médula espinal se disponen
las astas grises laterales (intermediolaterales), que corresponden a los
cuerpos neuronales preganglionares pertenecientes al sistema nervioso
autónomo simpático. En la zona central de la médula, dentro de la
sustancia gris, hay un conducto llamado del epéndimo, que se continúa
hacia craneal con el cuarto ventrículo del encéfalo. Por este conducto
circula líquido cefalorraquídeo que le da protección mecánica a la
médula ante traumas eventuales.
La sustancia blanca de la médula espinal rodea a la sustancia gris. Está
formada por grupos de axones, células de la glia y capilares sanguíneos.
Los surcos mencionados anteriormente dividen a la sustancia blanca en
seis porciones o cordones, de los cuales dos son dorsales, dos ventrales
y dos laterales. Por esos cordones ascienden las vías sensitivas
(aferentes) desde los órganos receptores (piel, músculos, articulaciones)
rumbo al cerebro y descienden las vías motoras (eferentes) desde el
cerebro hacia los efectores.
19. Estructura interna de la médula espinal
La médula espinal tiene por función movilizar los impulsos provenientes
de todo el cuerpo hacia las áreas del encéfalo, y de estas áreas a los
efectores del organismo, a través de los cordones de sustancia blanca.
Transmite los impulsos a las estructuras glandulares, a los vasos
arteriales y venosos y a la musculatura, ya sea por haber recibido un
determinado estímulo externo o bien del sistema nervioso central.
Además, la médula espinal actúa como centro de los actos reflejos, ya
que en la sustancia gris posee neuronas que sirven de nexo entre las
fibras sensitivas y las motoras, con lo cual produce respuestas reflejas
sin que el estímulo llegue a los centros nerviosos.
En síntesis, la médula espinal cumple dos funciones esenciales: actúa
como un órgano conductor de impulsos nerviosos desde la periferia a los
centros nerviosos y de estos a la periferia y como un órgano asociativo
(de centro nervioso), ya que actúa de manera independiente del
encéfalo.