2. La enfermera que trabaja en la comunidad centra
sus cuidados en el individuo, sano o enfermo, en
la familia considerada como un todo y en los
diferentes grupos comunitarios.
Así presta cuidados directos cuando son
necesarios, de forma continua y no fragmentada,
imparte educación sanitaria, asesora sobre
aspectos relacionados con la salud, ofrece apoyo
en situaciones de crisis, coordina y gestiona el
acceso a los diferentes recursos sociales y
sanitarios.
3. Para realizar estos cuidados la enfermera
comunitaria debe partir de un enfoque bio-
psicosocial de la persona y de su situación, debe
fomentar el autocuidado, anticiparse a las
situaciones de crisis, ofreciendo relación de
ayuda, teniendo siempre en cuenta los valores y
creencias del individuo y la familia a la que presta
atención y también debe potenciar el uso de los
propios recursos familiares
4. Los diferentes modelos existentes pueden ser
utilizados por la enfermera que trabaja en la
comunidad siempre que, “el modelo se centre en
la familia u otros grupos como una unidad, en las
necesidades de salud y no en los problemas, en
la estabilidad de la salud y no en los problemas,
en la estabilidad de la salud y en la continuidad
en el tiempo.”
La visión de la salud de la comunidad desde la
perspectiva de enfermería puede aportar un
conocimiento y un abordaje de aspectos
comunitarios que no son contemplados,
actualmente, por ningún otro modelo de atención.