Schmidt liermann proyecto resolución - 60 años mozarteum 5124-d-12
1. H. Cámara de Diputados de la Nación
Proyecto de Resolución
Expte: 5124-D-2012
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE
Expresar su adhesión a la Conmemoración por el 60 Aniversario de la creación de la
Asociación Civil Mozarteum Argentino, a celebrarse en julio de 2012.
A su vez, se declaran de interés de esta Honorable Cámara las actividades culturales
realizadas por la Asociación.
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2. FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
El Mozarteum Argentino, fundado en 1952, es una asociación civil de
bien público, que no sólo se ha convertido en un ícono cultural de nuestro país a través de
una trayectoria relevante, sino que además es reconocida internacionalmente por sus
actividades de promoción y difusión de la música y el apoyo a jóvenes artistas argentinos
de talento.
Cuando, hacia 1952, los fundadores del Mozarteum Argentino decidieron
llamarse a sí mismos de esa manera se situaron bajo una doble protección que nadie
desdeñaría: en primer lugar la del propio Wolfgang Amadeus Mozart y, en segundo
término, el del Mozarteum de Salzburg, una sociedad dedicada al estudio de la obra de
Mozart cuya fundación se remonta al siglo XIX. Ya en el prólogo a Mozartiana, una
preciosa antología de juicios sobre el compositor editada en 1960 con ilustraciones de
Héctor Basaldúa, podía leerse que la institución realizaba una "obra de afirmación del
ideal mozartiano que, en el fondo, constituye una verdadera nota de orgullo" en el
ambiente musical local.
El centro de la actividad de Mozarteum Argentino es su Temporada
Anual de Conciertos de Abono. Este ciclo de conciertos, para los cuales la institución
convoca a las más reconocidas figuras y agrupaciones del panorama musical
internacional, tiene sede en el Teatro Colón de Buenos Aires.
Al mismo tiempo, Mozarteum ha posibilitado a la población del interior del
país el poder disfrutar del repertorio clásico, promocionando y sustentando la fundación
de diversas filiales en las provincias, como las de Salta, Jujuy, Tandil, Rosario, Olavaria.
En estas llamadas Filiales del Interior no sólo se desarrollan conciertos puntuales o ciclos
de abono, sino también clases magistrales, talleres y seminarios.
Comprometida con el crecimiento a futuro de la música en la Argentina,
la institución ha velado, desde sus inicios, por la formación musical de las jóvenes
promesas argentinas. En este sentido y, sostenidamente desde la década de 1960, se
han instituido diversos sistemas de becas para que músicos argentinos, tanto intérpretes
como compositores, puedan proseguir sus estudios de perfeccionamiento en el exterior
del país y para que otros jóvenes del interior prosigan su formación, con maestros de su
especialidad, en la ciudad de Buenos Aires.
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3. Con esta misma finalidad, en el año 1965, Mozarteum Argentino adquirió
un Atelier en la Cité Internationale des Arts en París, un complejo que alberga a artistas
del mundo entero brindándoles la posibilidad de realizar seminarios de perfeccionamiento,
exposiciones, conciertos y de relacionarse con colegas y/o maestros de su especialidad.
Cabe destacar que es el Mozarteum la única institución privada de América latina que
cuenta con un espacio en dicho centro de influencia, ofreciendo cada año la posibilidad de
utilizar ese espacio a los más renombrados músicos, literatos y artistas plásticos del país.
Se alojaron en el Atelier de la Cité Internationale des Arts en París figuras de la talla de
Luis Gianneo, Roberto García Morillo, Astor Piazzolla, Juan Carlos Paz y Alicia Terzián,
entre otras.
Entre los creadores nacionales que fueran becarios del Mozarteum
Argentino se cuentan los nombres de Franciso Kröpfl, Esteban Benzecry, Jorge Sad y
Oscar Strasnoy. Hasta la fecha más de trecientos directores y artistas han sido becados
por Mozarteum.
Bajo el liderazgo de la Sra. Jeannette Arata de Erize y el aporte generoso
de diferentes empresarios y auspiciantes, el Mozarteum ha demostrado un crecimiento
incesante y una amplia proyección tanto en la Argentina como en el exterior. En este
sentido, la experiencia de la institución ha generado la cooperación con otros países
latinoamericanos, alcanzándose una estrecha colaboración con otras asociaciones: la
Sociedad de Cultura Artística de Sao Paulo, el Centro Cultural de Música de Montevideo,
el Teatro Municipal de Santiago de Chile y la Fundación Beethoven de esa misma ciudad.
En la historia del Mozarteum Argentino podemos encontrar
presentaciones del más alto nivel artístico, que a mero titulo de ejemplo procedemos a
enunciar: Wiener Philharmoniker, Philadelphia Orchestra, NHK Symphony Orchestra, de
Tokyo, Philharmonia Orchestra, de Londres, New Philharmonia Orchestra, Hallé
Orchestra de Manchester, New York Philharmonic, Concertgebouworkest Amsterdam,
Orchestre de Paris, Staatskapelle Berlin, Boston Symphony, Orquesta Filarmónica de San
Petersburgo, Orchestre Nationale de France, Orquesta de la Radio de Baviera.
La música de cámara y para solista ocupó siempre un lugar privilegiado
en las temporadas de la institución, entre otros recordamos a algunos prestigiosos
conjuntos: Quinteto Chigiano, Ensemble Schultz de Viena, los cuartetos Juilliard,
Budapest, Tokio, Borodin, Cleveland, Philadelphia, Vegh, Sidney, Beethoven di Roma,
Alban Berg, Hagen, Guarnieri y Emerson; los tríos de Trieste, Ravel, Röhn, Beaux Arts y
Vienna; I Musici, Solistas de Zagreb, English Chamber Orchestra, Academy of St.Martin in
the Fields, Ensemble Orchestral de Paris, New York Pro Musica, Percusionistas de
Estrasburgo y los Niños Cantores de Viena.
Entre los solistas resultan inolvidables las interpretaciones de Mstislav
Rostropovich, Claudio Arrau, Wilhelm Kempff, Nikita Magaloff, Friederich Gulda, Hans
Richter-Haaser, Paul Badura-Skoda, Narciso Yepes, Victoria de los Angeles, Jessye
Norman, Regine Crespin, Birgit Nilsson, Hans Hotter, Hemann Prey, Janos Starker,
Leonard Rose, Pablo Casals, Rosalyn Turek, Abbey Simon, Byron Janis, Rudolf Firkusny,
Marta Argerich, Anne-Sophie Mutter, Kiri te Kanawa, Jose Van Dam, Isaac Stern,
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4. Kathleen Battle, Maxim Vengerov, Pieter Wispelwey, Julian Rachlin, Felicity Lott y Daniel
Barenboim.
Además de ofrecer las obras más consagradas y tradicionales del
repertorio de todos los tiempos, la institución ha brindado al público argentino la
posibilidad de tomar contacto con la música contemporánea y sus mismos creadores.
Entre otros, nos han honrado con su visita, dirigiendo sus obras, Igor Strawinsky en 1960,
Olivier Messiaen en 1963, Pablo Casals, quien dirigió su "Pessebre" en 1964, Goffredo
Petrassi, Krzysztof Penderecki en sus visitas de 1989 y 1994 y Pierre Boulez en el año
1996.
Es de destacar que la promoción de la música argentina ha encontrado
su espacio en el Mozarteum a través tanto del estreno e interpretación de obras de
compositores de nuestro país como mediante el apoyo a los mismos a través de becas
para posibilitar su perfeccionamiento y conocimiento en el exterior. Ya en 1956 se ofreció
un concierto homenaje a la obra de Julián Aguirre, en el Museo Nacional de Bellas Artes.
En el año 1963 el prestigioso Quinteto Chigiano estrenó una obra de Alberto Ginastera, la
cual había sido especialmente encargada por el Mozarteum Argentino. Otro hito fue el
estreno argentino en 1965 de la cantata “Bomarzo”, origen de la ópera homónima que
más tarde escribiría el compositor. Desde ese entonces se han dado a conocer las obras
de diversos autores argentinos tanto en la Temporada de Abono como en los Conciertos
del Mediodía organizados por la institución.
El Mozarteum Argentino ha brindado la posiblidad de disfrutar de un
excelente ballet, con bailarines de los ensambles como: Ballet de Stuttgart, Royal Ballet
de Winnipeg, Nederlands Dans Theatre, Ballet du Théâtre Contemporain, Grands Ballets
Canadiens, Ballet du Grand Théâtre de Genéve, Ballet de Nancy con Rudolf Nureyev
como solista, Dance Theatre of Harlem, Sttutgart Ballet, los cuerpos de baile de l´Opéra
de París, de la Ópera de Hamburgo y, desde Tokyo la compañía del Teatro Kabuki.
Pero, sin lugar a dudas, uno de sus mayores logros ha sido la
organización de conciertos gratuitos al mediodía en la Ciudad de Buenos Aires. Con ello,
el Mozarteum ha querido brindar a toda la comunidad la oportunidad de acercarse a la
música clásica instituyendo, desde el año 1959, una temporada de Conciertos del
Mediodía. Recordemos que los miércoles, en el Gran Rex, el Mozarteum implementa, con
entrada libre y gratuita, sus multitudinarios Conciertos del Mediodía, un clásico de la vida
musical de Buenos Aires, ofreciendo la oportunidad de escuchar a excelentes artistas
nacionales e internacionales.
Desde hace más de 50 años hasta la fecha, estos encuentros musicales
enaltecen la oferta cultural de Buenos Aires y ya son parte de nuestra tradición. Más de
un millón de espectadores pudieron disfrutar de esta propuesta a lo largo de medio siglo.
Su ideóloga, fundadora y presidenta del Mozarteum Argentino, la Sra.
Jeannette Arata de Erize, cuenta que el proyecto de organizar conciertos gratuitos nació
en la década de 1950, durante una de sus habituales caminatas por la calle Florida,
cuando alrededor del mediodía se sorprendió al ver a un grupo de personas en silencio y
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5. muy concentradas, rodeando el local de la tradicional casa de música Ricordi. Eran
transeúntes que se pararon espontáneamente para deleitarse con la grabación de un
cuarteto de Beethoven, que se podía escuchar desde ese local. Fue allí que la señora
Jeannette Arata entendió el valor regenerador que la música podía tener durante el
desempeño de una jornada laboral e inspirada en los conciertos al mediodía que se
realizaron durante la Segunda Guerra Mundial en los sótanos de Londres y Brusela –para
dar ánimos y fortalecer la moral de los ciudadanos en plena guerra– decidió brindarle una
posibilidad similar al habitante de Buenos Aires.
Para permitir que el habitante de la Ciudad pudiera volver a su trabajo,
los conciertos debían ser breves y gratuitos, para facilitar el acceso a todo aquel que se
sintiera atraído por aquella propuesta musical.
Los primeros conciertos tuvieron lugar en el desaparecido cine Florida;
para pasar luego a realizarse sucesivamente en el cine Ambassador, Broadway, el
Coliseo, el Opera y finalmente en los últimos años en el Gran Rex. Esto permitió que
mucha gente, que por razones económicas y/o por falta de tiempo se veía limitada a
acceder a espectáculos de excelencia, pudiera disfrutar de momentos únicos.
En estos más de 50 años de vigencia, el ciclo fue enaltecido no sólo con
la presencia de reconocidos artistas y grupos musicales locales, tales como Daniel
Barenboim, el Estudio Coral de Buenos Aires, el Quinteto Chigiano, el pianista Iván
Rutkauskas, etc.; sino también de muchos prestigiosos artistas y ensembles
internacionales, como el Cuarteto de Roma, La orquesta Hallé de Manchester, La
orquesta filmarmónica de Hamburgo, el Ensemble Schulz de Viena, etc.
Cabe destacar que las jornadas musicales no se limitan a la música
clásica, porque como recuerda Jeannette Arata (ADN Cultura, la Nación, 24-10-2009)
“en el Mozarteum nunca tuvimos prejuicios musicales; sólo aceptamos las propuestas de
jerarquía”. Fue así que pasó por el ciclo Astor Piazzolla y su quinteto Nuevo Tango, Los
Solistas de Zagreb, Salvatore Accardo y otros. El Mozarteum Argentino nos acostumbró a
encuentros meridianos con el jazz, con grupos como La Porteña Jazz Band, La Caoba y
La Antigua Jazz Band. Y como la finalidad de este Ciclo siempre fue atender a todo el
ámbito musical, no se dudó en incluir dentro de sus temporadas a espectáculos de danza
y ballet: así fue como en 1982 se presentaron en el Opera los cuatro integrantes del ballet
Siglo XX de Maurice Bejart, entre los que se encontraba Jorge Donn. Y se permitió
disfrutar con la representación de Julio Boca y Raquel Rosseti.
En su labor en la organización de estos espectáculos, el Mozarteum
Argentino ha conseguido, con mucho esfuerzo y sacrifico, que los acontecimientos
musicales de los mediodías, con artistas de excelencia y con el fervor del público, se
convirtieran en un fenómeno cultural y social de la Ciudad de Buenos Aires.
Solidaria y comprometida con la realidad, la presidenta de Mozarteum
Argentino resalta que el propósito es llevar la música a todos los círculos, sin diferenciar ni
entre edades ni clases sociales: “La música nunca me abandonó y siempre me hizo muy
feliz. Tener la posibilidad de acercarles ese placer a otras personas es un privilegio, una
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6. labor que yo no cambiaria por ninguna otra” ( ADN Cultura, la Nación, Verónica Chiaravelli
24-10-2009). Por ello desde sus comienzos la institución ha buscado promover el contacto
de los jóvenes con la música clásica y es por este motivo que, desde el año 1975 y a
través de Música para la Juventud, brinda la posibilidad de que los jóvenes de hasta 25
años de edad puedan disfrutar de la temporada completa de conciertos en el Teatro
Colón, por una suma accesible para un estudiante.
Para afianzar aun mas la democratización de la música clásica, en
numerosas oportunidades el Mozarteum Argentino organizó conciertos al aire libre de
convocatoria masiva. Recordamos, por ejemplo, el ofrecido por Zubin Metha al frente de
la New York Philharmonich que reunió en el año 1987 a un público de más de 120.000
personas en la Avenida 9 de Julio, hecho que se reiteró el siguiente año con la actuación
de la Orchestre National de Francia bajo la dirección de Lorin Maazel. Más de 5.000
personas asistieron a la interpretación de la Misa “Grande” de Mozart por el Coro
Neubeuern y el Bach Collegium de Munich, bajo la batuta de Enoch zu Guttenberg, en el
año 1985 en la Basílica de Luján. Diversos conciertos con entrada libre y gratuita fueron
ofrecidos en el Luna Park para más de 10.000 espectadores. Allí se presentaron la New
York Philharmonic con Zubin Metha en 1982, la Philadelphia Orchestra con Wolfgang
Sawallisch en 1994 y la Staatskapelle Berlín con Daniel Barenboim en los años 1995 y
2008.
Gracias al Mozarteum, hace sesenta años se agregan sonidos y
emociones a la vida de los argentinos. Agradecemos y felicitamos por la labor y el aporte
de esta Asociación a sus fundadores, directivos y colaboradores y bregamos por muchas
décadas más de actividad.
Por todo lo expuesto, y considerando que iniciativas culturales de esta
naturaleza merecen apoyo y reconocimiento, es que solicito a mis pares me acompañen
en la aprobación del presente proyecto.
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