La región de Île-de-France está marcada por su geografía de cuenca sedimentaria y está irrigada por el río Sena. A pesar de ser la región más pequeña de Francia, es la más poblada, con París como su capital. La región se beneficia de un clima templado y su suelo se utiliza principalmente para la agricultura y los bosques, aunque la urbanización continúa expandiéndose. El palacio más famoso es el Château de Versailles, que fue la residencia real y ahora es Patrimonio de la Humanidad.