1) Jesús alimenta a una multitud de 5,000 personas con sólo 5 panes y 2 peces. A pesar de la poca comida, todos comen hasta saciarse y sobra comida.
2) El milagro recuerda cómo Dios alimentó a su pueblo en el desierto y anticipa cómo Jesús se presenta como el pan de vida.
3) El texto también analiza los significados del pan y los peces, así como las acciones de Jesús al bendecir la comida y a los discípulos al recoger las sobras, relacionándolas
1. PARROQUIA SAN JUAN MARÍA VIANNEY
ARQUIDIÓCESIS DE BUCARAMANGA
LECTIO DIVINA JUVENIL
26 de Julio de 2015
“Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió”
«No es el hombre quien hace que las cosas ofrecidas se conviertan en Cuerpo y Sangre
de Cristo, sino Cristo mismo que fue crucificado por nosotros. El sacerdote, figura de
Cristo, pronuncia estas palabras, pero su eficacia y su gracia provienen de Dios. Esto es
mi Cuerpo, dice. Esta palabra transforma las cosas ofrecidas».
San Juan Crisóstomo
I. LECTURAS DEL DÍA
2Re 4, 42-44: “Comerán y sobrará”
En aquellos días, llegó un hombre de Baal-Salisá trayendo al profeta Eliseo el pan de
las primicias, veinte panes de cebada y grano reciente en la alforja. Eliseo dijo:
— «Dáselos a la gente, que coman».
El criado replicó:
2. — «¿Qué hago yo con esto para cien personas?».
Elíseo insistió:
— «Dáselos a la gente, que coman. Porque así dice el Señor: Comerán y sobrará».
Entonces el criado se los sirvió, comieron y sobró, como había dicho el Señor.
Sal 144, 10-11.15-18: “Señor, nos sacias de favores”
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.
Los ojos de todos te están aguardando,
tú les das la comida a su tiempo;
abres tú la mano,
y sacias de favores a todo viviente.
El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.
Ef 4, 1-6:“Un solo cuerpo, un Señor, una fe, un bautismo”
Hermanos:
Yo, el prisionero por el Señor, les ruego que vivan de una manera digna como pide la
vocación a la que han sido llamados.
Sean siempre humildes y amables, sean comprensivos, sopórtense mutuamente por
amor. Esfuércense en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo
cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a la que ustedes han sido
llamados. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Un solo Dios, y Padre de todos,
que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y está en todos.
Juan 6, 1-15:“Repartió a los que estaban sentados todo lo que quisieron”
En aquel tiempo, Jesús se fue a la otra orilla del mar de Galilea (o de Tiberíades). Lo
seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió
Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver
que acudía mucha gente, dice a Felipe:
— «¿Dónde compraremos panes para dar de comer a toda esta gente?»
Lo decía para ponerlo a prueba, pues bien sabía él lo que iba a hacer. Felipe le
contestó:
— «Doscientos denarios no bastan, para que a cada uno le toque un pedazo de pan».
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice:
— «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero, ¿qué
es eso para tantos?»
Jesús dijo:
3. — «Digan a la gente que se siente».
Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; sólo los hombres eran unos cinco mil.
Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban
sentados; hizo lo mismo con el pescado y les dio todo lo que quisieron. Cuando se
saciaron, dice a sus discípulos:
— «Recojan los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie».
Los recogieron, y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco
panes de cebada. La gente entonces, al ver la señal milagrosa que había hecho, decía:
— «Éste sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo».
Jesús entonces, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a
la montaña, Él solo.
II. LECTIO DIVINA
1.¿Qué dice el texto? Lectura del texto
¿Quién es Jesús?
El Señor Jesús se presenta como un gran profeta, como lo fue Eliseo, pero supera la
línea del profetismo del A.T. El milagro recuerda asimismo el maná, “pan del cielo” con
4. que Dios había alimentado a su pueblo por medio de Moisés, mientras duró su marcha
por el desierto.
¿Qué hace Jesús?
Imaginemos a Jesús, ¿qué pensaría con las personas que tienen hambre y sed? Esto
es elemental, Jesús de acuerdo a la lectura del domingo pasado XVI de san Marcos,
nos muestra a un Jesús identificado con las necesidades elementales del ser humano,
sintió compasión. Es el rostro de Jesús, el rostro de él que enseña a los demás a
percibir las necesidades de los pobres, que ahora se hace presente en un signo sencillo
y muy humano.
El texto comienza mostrándonos a Jesús en un contexto espacio-temporal, la otra orilla
del mar de Galilea (o de Tiberíades). ¿Qué representa en la vida o itinerario de Jesús
ésta ubicación? El texto dice que Jesús – Maestro, va de un lugar territorial a la otra
orilla del mar, tal vez el mar no sólo sea el mal o el mundo pagano, tal vez, Jesús quiere
traspasar la estabilidad y acomodación y buscar la inestabilidad y des acomodación de
sus discípulos a la otra orilla.
¿Cómo se presenta Jesús?
En el texto de san Juan 6, 35, nos presenta a Jesús como el pan de vida, esto es un
escándalo para los judíos, pues el pan es necesario y elemental para vivir, y Jesús se
presenta como el pan de vida, pero tiene un propósito importante, es puede calmar el
hambre más profunda del ser humano.
2. ¿Qué me(nos) dice el texto? Meditación
La multiplicación de panes sería uno de los “signos” que permitiría identificar al Mesías
anunciado. El pueblo de Israel esperaba vivamente al Mesías que debiera venir del
desierto y obraría grandes señales y prodigios, inaugurando así su Reino y trayendo
consigo grandes obras y prodigiosos milagrosos, pero ¿Qué es lo propio y original de
Jesús? Me parece que no es tanto el milagro, sino la comunidad-Iglesia, reunida en
torno a Jesús Eucaristía (Pan y palabra de vida); comunión que se hace solidaridad y
servicio, especialmente a los pobres y excluidos; compromiso de fraternidad y
solidaridad a través del signo de la multiplicación de los panes.
Los sentidos del pan material-espirital
a)
b) El sentido vital, elemental material, alimentar a la muchedumbre hambrienta. El pan da
fuerzas, diríamos es lo más elemental del hombre porque es un gesto sencillo y barato,
pero que llena y da esperanza.
c)
d) Un segundo sentido, presentarse como el Mesías esperado, no sólo saciar el hambre,
sino que llena el vacío de una esperanza.
e)
f) Él era el Pan Vivo bajado del Cielo, un pan que daría la vida eterna a quien comiese de
Él (Jn 6, 55-57).
5. ¿Vives a Jesús eucaristía?
“Al compartir el pan de la eucaristía, los primeros cristianos se sentían
alimentados por Cristo resucitado, pero, al mismo tiempo, recordaban el gesto de
Jesús y compartían sus bienes con los más necesitados. Se sentían hermanos.
No habían olvidado todavía el Espíritu de Jesús" (José Antonio Pagola)
Los signos nos hablan
El pan y los peces
a) El pan
El «pan de cebada», matiz propio de Jn, era el alimento de la gente pobre de aquella
época, pareciera que este énfasis tuviera algo que ver con la comida de paso, con el
pan como signo y símbolo de alimento básico en un hogar, comunidad y pueblo.
Pensemos que sería de nuestra vida sin pan, esto es sin comida. Hasta los pobres o
los más necesitados tiene acceso al pan. Ahí encontramos una clave del relato, esto
nos hace pensar en nuestra vida, si nosotros tenemos pan, tenemos vida, tenemos
alimento, y cuanta gente muere por no tener pan, lo mínimo, pero tan indispensable.
b) Los peces
Por «peces» pone el término opsárion, diminutivo de ópson, que significa,
originariamente, un alimento preparado sobre el fuego y que luego se toma con pan,
sobre todo de came o pescado. De esta palabra vino por el uso a ser sinónimo
pescado, sobre todo en el contexto de Jn (Jn 21,9.10.13). Estos pequeños «peces»
acaso fuesen pescado seco en salazón o preparados ya para la venta. En esta
época existia en Tariquea, al sur del lago, una factoría de salazón de pescado.
c) partió los panes
Aunque no tiene los propios ritos eucarísticos como alzar la mirada al cielo, bendecir,
que si tienen los sinópticos, Jn recoge que Cristo «partió» los panes. Rito usual que
realizaba el paterfamilias en la cena pascual y que él mismo distribuía luego a los
comensales. Jn recoge la orden de Cristo dándolos a los apóstoles (sinópticos) para
que ellos los repartan. La acción de gracias de Jesús introduce un nuevo personaje,
Dios Creador-Padre. Pronunciar la acción de gracias significa reconocer que algo
que se posee es don del amor de Dios y alabarlo por ello. Y al reconocer que el
origen de los panes está radicalmente en Dios, quedan desvinculados de su
poseedor humano para convertirse en bien de todos, como la creación misma
d) Recogieron “doce cestos” de sobras
Era costumbre de los judíos recoger, después de la comida, los pedazos caídos a
tierra. Había en esa costumbre un respeto religioso a Dios, dador del pan de cada
día. El hecho de recogerse aquí las sobras del pan sobrante tiene una finalidad
apologética, como se ve por referir este detalle los tres sinópticos: constatar Bien y
garantizar el milagro. Pero aquí este recoger los restos podría responder a la
tipologia eucarística, tal como se lee en las Constituciones Apostólicas (1.8 c.3):
6. «Cuando todos hayan comulgado, que los diáconos recojan lo que sobró y lo pongan
en el pastoforia». Se recogieron «doce cestos» de sobras, que parecen corresponder
a uno por cada apóstol. Pero Jn destaca que estos fragmentos de pan «eran de los
cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido»; es decir, la
multiplicación prodigiosa era de la misma naturaleza que el otro pan. Se piensa que
pueda ser otro rasgo tipológico de la Eucaristía: todos «comen de un mismo pan» (I
Cor 10,17).
Recordemos que el poeta latino Marcial llama a los judíos «cistíferos», o portadores
de cestos, y Juvenal los describe como gentes cuyo ajuar son el cesto y el heno:
«quorum cophinus foenumque suppellex».
3. ¿Qué me(nos) hace decir el texto? Meditación
¡Qué gran dignidad se nos ha dado! El Hijo de Dios se nos entrega en el santísimo
Sacramento de su Cuerpo y de su Sangre. ¡Cuán infinitamente grande es la
liberalidad de Dios! Responde a nuestros más profundos deseos, que no son
únicamente deseos de pan terreno, sino que alcanzan los horizontes de la vida
eterna. ¡Este es el gran misterio de la fe! (San Juan Pablo II)
4. Contemplación
El texto señala tres formas de seguimiento y tres comprensiones de la propuesta de
Jesús
4.1. Felipe: le cuesta romper con la tradición judía: culto (el templo de Jerusalén, la
tradición sacerdotal, las costumbres frente a la propuesta de Jesús: el monte, el
nuevo éxodo). Felipe, representante de los israelitas fieles a la tradición, es llamado
por Jesús (1,43) a romper todo aquello que le dificulta creer en él y se manifiesta
mostrándole que no basta la plata para saciar el hambre, basta buena voluntad y un
corazón bien dispuesto.
4.2. Andrés: Hermano de Pedro (guía de la Iglesia) El discípulo de Juan Bautista que
oyó su declaración sobre Jesús y espontáneamente lo siguió para quedarse a vivir
con él (1,39). La intervención de Andrés no es respuesta a una pregunta de Jesús,
habla espontáneamente. Ve la situación y quiere informar sobre los medios de que
se dispone. El muchacho, que se encuentra en el mismo lugar de los discípulos
(aquí), es figura de éstos en cuanto servidores de la multitud. Así se explica que
Andrés hable de los panes y peces como de algo de lo que puede disponer.
4.3. Pedro (Simón Pedro) Quien, al contrario de los dos anteriores, no mostró
entusiasmo alguno al encontrarse con Jesús (1,42). Es indiferente ante la propuesta
del nuevo éxodo, todavía le falta mucho por recorrer y aprender para llegar a ser lo
que fue para los apóstoles y la Iglesia.
En fin, la figura central es JESÙS (son tres acciones concretas del Maestro) (1)
Jesús preside la mesa de la comunidad. Antes que el pan se multiplique Jesús hace
que la gente se siente. El gesto indica un “ponerse a la mesa” juntos. Una vez más,
como lo veíamos el domingo pasado, notamos aquí una referencia al Salmo 23,2:
“por prados de fresca hierba me apacientas”. La idea de fondo es el de ser
comunidad. (2) Jesús ora al Padre. Siguiendo la costumbre de los padres de familia
en la cultura hebrea, quienes presiden la mesa no sólo con un puesto de honor sino
entonando la oración de bendición, Jesús toma el pan y eleva una oración de acción
7. de gracias. (3) Jesús reparte los panes y los peces. El presidente de la mesa también
asume el puesto del servidor: uno por uno, Jesús coloca el pan y pescado en las
manos de los comensales. Este detalle de un Jesús que actúa sin asistencia, es
propio de Juan (en cambio en Mt 14,19; Mc 6,41 y Lc 9,16, son los discípulos los
servidores del pan que viene de la mano de Jesús). : “…tomo los panes, dio gracias
y los repartió…” (Jn 6,11), alusión indirecta a lo que fue la institución de la Eucaristía,
tema que Juan lo trata a continuación de este pasaje, en el discurso del pan de vida
(Jn 6,30-59). Conclusión Enseguida en el discurso sobre el pan de vida, Jesús va a
explicar el sentido del signo de la multiplicación de los panes. En pocas palabras: si
ponemos en Jesús falsas expectativas, vamos a terminar desilusionados. Pero si lo
escuchamos y acogemos sus dones, él nos llevará a la plenitud de la vida.