Cuatro velas representando la paz, la fe, el amor y la esperanza estaban ardiendo y conversando entre ellas. La paz, la fe y el amor se apagaron una por una al darse cuenta de que las personas ya no las valoran. Solo la vela de la esperanza continuó ardiendo y, con su luz, encendió nuevamente las otras velas, enseñando que mientras haya esperanza todo no está perdido.
La historia de las cuatro velas que representan la Paz, la Fé, el Amor y la Esperanza
1. Cuatro velas estabam ardiendo
calmadamente.
El ambiente estaba tan silencioso que
se podia oir el diálogo entre ellas.
2. ................
La primera dice:
- Yo soy la Paz, y a pesar de mi luz, las personas
no consiguen mantenerme encendida. En
seguida,
su llama, lentamente, se apagó totalmente.
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3. ....................
La segunda dice: - Yo me llamo Fé! Infelizmente soy
supérflua para las personas. Ellas no quieren saber de
Dios, por eso no tiene sentido
continuar ardiendo.
Al terminar su charla, un viento sopló levemente sobre
ella, y la llama
se apagó.
4. Muy bajo y triste la tercera vela se manifestó: - Yo soy
el Amor!
No tengo más fuerzas para arder.
Las personas me dejan de lado, porque sólo
consiguen mirarse ellas mismas, se olvidan hasta de
aquellos que están a
su alrededor. Y también se apagó.
5. De repente, llegó un niño y vio las
tres velas apagadas ...
- ¿Que es esto? Ustedes deben
quedar encendidas y arder hasta el
fin.
6. Entoces la cuarta vela habló:
- No tengas miedo, hijo.
Mientras yo esté
encendida, podremos
encender las otras velas.
Pausa para reflexión
Cuando apagamos las
llamas de la Paz, Fé y Amor, aún
así, no todo está perdido ...
Alguna cosa ha de quedar dentro
de la gente. Y esto tiene que ser
preservado, por encima de todo ...
7. Entonces el niño tomó la vela
de la Esperanza y encendió
nuevamente las que
estaban apagadas.
8. Que la vela de la Esperanza nunca se apague
dentro de usted.
Ella es nuestra luz al final del túnel.
El camino de la felicidad precisa, antes, ser
pavimentado con la esperanza ...
paz fé amor esperanza
9. La felicidad no siempre
golpea nuestra puerta. Para
tenerla es preciso una búsqueda
incesante, y al encontrarla tener el corage
de meterla dentro de nosotros!
paz fé amor esperanza