4. Y no saber la respuesta.
Ya que si no la
contestabas te decía que
te salieras del salón…
Fue el peor de los
ambientes de aprendizaje
que tuve, o eso creía yo…
5. Siempre fui de las personas
que no veían a las personas
a los ojos, y con este maestro
hasta me escondía detrás de
mis compañeros por
miedo….
6. Mi maestro se dio cuenta de
que me escondía, así que se la
pasó preguntándome a mi por
varios días, me regañaba, me
decía que no evadiera la
mirada.
Yo ya no quería entrar a clases,
por miedo.
Así pasó por varias semanas…
7. Hasta que empecé a no
desviar la mirada, a
participar, ya no me daba
miedo que se burlaran de
mi.
Los regaños de mi maestro
me empezaron a causar risa,
nunca vi lo gracioso que era.
Sin darme cuenta, su clase
se hizo de mis favoritas,
donde podía decir lo que
quisiera sin miedo, donde las
risas siempre estaban, no
solo mías si no las de todos
mis compañeros.
8. Gracias a este maestro y el ambiente de
aprendizaje que siempre empleó, dejé
un poco la timidez y dejó de importarme
que se burlaran de mi….