2. En el mundo reflejado por la Biblia, la lepra podía referirse a muchas enfermedades de la piel. Pero siempre llevaba consigo un tremendo estigma social.
3. Raoul Follereau, académico francés que dedicó su vida a los leprosos, nos hizo ver que el aislamiento de los leprosos no ha pasado con los siglos. Y, por supuesto, cabe preguntarse si esta marginación social no se ha extendido a otras “lepras”.
4. En el evangelio de hoy, Jesús se encuentra con un leproso. Del ambiente de la sinagoga, ha salido a los caminos. Ahí se produce el encuentro definitivo. Si en los relatos de los domingos anteriores, Jesús parecía enfrentarse con las normas de la Ley de Moisés, en este tiene buen cuidado de hacerla cumplir.
5.
6. Jesús pide una y otra vez que se mantenga en secreto su intervención. Pero el leproso curado no ha obedecido. Proclama los cuatro vientos lo que Jesús ha hecho con él. Y entre el mandato y la transgresión, queda en el recuerdo el diálogo entre el leproso y el Maestro.
7. Con el leproso, cada uno de nosotros reconoce por una parte su propia miseria. Por otra, el poder de Jesús y, finalmente, la confianza que depositamos en Él. Quien así ora, no está lejos de la salvación.
10. Autor : José Román Flecha Texto: Palabra del Señor Edit. Secretariado Trinitario Salamanca 2007 Autor: José Román Flecha LA PALABRA DEL SEÑOR Ed. Secretariado Trinitario Salamanca 2007