SlideShare une entreprise Scribd logo
1  sur  11
Télécharger pour lire hors ligne
Aportes

NUEVA SOCIEDAD 166
                         Murallas y barrios cerrados                                            22



                     La morfología espacial del ajuste en Buenos Aires



                                     María Cecilia Arizaga



                  En los últimos años, la ciudad de Buenos Aires y
             sus alrededores suburbanos están afectados por procesos
              duales. Mientras se consolidan condiciones de creciente
           pauperización, ciertos espacios se levantan como «islas de la
         ciudad global». Uno de los casos más visibles es el de los barrios
         cerrados y «countries», experiencias de suburbanización de un
           estrato medio poco castigado por las políticas de ajuste. Los
          análisis de diversos autores sobre el impacto que los procesos
            de reestructuración económica imponen al espacio urbano
               resultan útiles para la reflexión sobre este fenómeno.
                El objeto del artículo es una aproximación al tema
                       en sus complejas modalidades locales.




       E    n la década de los 80 comenzaron a aparecer en la zona norte del Gran
             Buenos Aires los primeros barrios cerrados (BC). Se sumaban a los «coun-
       tries», viviendas de fin de semana agrupadas en predios también cerrados,
       con instalaciones deportivas y sociales, cuyo origen se remonta a los años 40,
       paralelo a la construcción de las autopistas suburbanas. Los BC tienen el acce-
       so restringido como los «countries», pero no cuentan con instalaciones comunes.
       A la vez, desde los 90 se consolida un singular fenómeno paralelo: el uso de la
       «casa de fin de semana» como vivienda permanente. El número de familias (en
       su mayoría entre 25 y 45 años, con hijos pequeños) que adoptan esta modali-
       dad de vivir en los BC se duplica cada dos años. En 1990 eran 1.956 familias;
       después de 1996 fueron más de 5.0001. El caso pionero y paradigmático es el
       partido bonaerense de Pilar, ubicado a 50 Km al norte de la Capital Federal,
       aunque el fenómeno crece sostenidamente hacia el oeste y el sur.

       Para intentar comprender este desplazamiento de la ciudad al suburbio ce-
       rrado –y que últimamente se extiende a ciudades del interior como Córdoba,
       MARÍA CECILIA ARIZAGA: socióloga argentina; miembro del Instituto de Investigaciones Gino
       Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires.
       1. Datos suministrados por el arquitecto Francisco Kocourek, creador de countries, y por la
       revista Apertura, ed. especial «Guía de bienes raíces», Buenos Aires, 1998, p. 22.

        Palabras clave: polarización social, cambios urbanos, barrios cerrados, Buenos Aires.
NUEVA SOCIEDAD 166                                                                   23

       Santa Fe y Resistencia–, es preciso analizar los cambios profundos en las
       estructuras y el sistema de las ciudades. Esta transformación implica el paso
       de una economía industrial a una informacional, y con ello el cambio en la
       estructura ocupacional. El fenómeno se da a escala global, si bien su impacto
       es diferencial en tanto se trate de grandes, medianas o pequeñas ciudades, y
       de países centrales o periféricos. Como señalan varios autores, la globaliza-
       ción tiene un alcance planetario, pero su efecto no es el mismo en todos lados
       (Castells 1995 y 1997; Featherstone; Hopenhayn; Sassen). Sin embargo, en
       el análisis que autores como Castells y Marcuse hacen de la transformación
       de la estructura ocupacional a partir del impacto de la nueva economía de
       tipo informacional y su efecto directo en la morfología social urbana, encon-
       tramos claves interesantes para pensar los nuevos usos del espacio de los
       distintos sectores porteños, atravesados por los efectos de la reestructura-
       ción ocupacional, teniendo en cuenta el terrible impacto de reacomodamiento
       que esta situación provoca.

La nueva morfología social urbana: el mapa de la anomia

       La irrupción de los BC no es el único cambio visible que encontrará el obser-
       vador en su recorrido por Buenos Aires y su periferia. El suburbio bonaeren-
       se ha sufrido transformaciones que aunque permitan establecer un patrón
       común en la tendencia, muestra diferencias de intensidad según la localiza-
       ción norte, oeste o sur –e incluso dentro de cada una de ellas. Dentro de la
       Capital Federal, el mapa social también se divide en un Norte tradicional-
       mente rico, un Oeste de capas medias y un Sur empobrecido sistemática-
       mente. Sin embargo son cortes que no pueden considerarse rigurosos; sobre
       todo hoy presentan quiebres que los vuelven más flexibles y continuidades
       que subrayan las diferencias. Lejos de parecer contradictorio, esta doble cara
       del mapa social explica el mosaico de la ciudad y el suburbio. Mientras secto-
       res sociales diferentes conviven en un mismo espacio tajantemente escindido,
       se intensifica el contraste histórico entre el Sur pobre y el Norte opulento.

       Para comprender este fenómeno, resulta útil detenerse en el análisis de
       Castells sobre el impacto que la sociedad informacional produce en la estruc-
       tura ocupacional y consecuentemente en la configuración socioespacial, dan-
       do lugar a lo que llama «la ciudad dual». Las nuevas tecnologías tienen una
       función instrumental en el proceso de reestructuración de la fuerza de tra-
       bajo, con el consiguiente impacto en la estructura social de la ciudad. La
       reestructuración beneficia la capacidad de negociación del capital frente a
       los trabajadores y flexibiliza la fuerza de trabajo a partir de múltiples facetas
       que provocan una pérdida del control del proceso de trabajo por parte de la
       mano de obra, y su consiguiente segmentación. Sumado a esto, la emergen-
       cia de la economía informacional tiende a polarizar la estructura del empleo,
       ya que mientras algunas labores aparecen como residuales y en franco deterio-
       ro, otras emergen como los nuevos espacios del capital. Ello crea una creciente
       desigualdad en la distribución del ingreso: según la Cepal, la Argentina tiene 8
       millones de pobres (con un ingreso menor a 148 dólares mensuales) y 2,5 mi-
NUEVA SOCIEDAD 166                                                                               24

       llones de indigentes (por debajo de 74 dólares). Las cifras de la polarización
       expresan que un 10% de la población concentra el 35,8% del ingreso nacional
       y el 40% más pobre recibe un 14,9%2. En las capas medias esto tiene fuerte
       impacto, ya que las industrias de alta tecnología, a diferencia de las pesadas,
       tienden a generar una demanda de empleo polarizada (alto y bajo), dejando
       de lado las posiciones tradicionalmente ocupadas por las capas de ingresos
       intermedios3. En la Argentina, según datos de 1997, el 41% de la clase media
       en edad de trabajar está inactivo, pero el 30,1% tiene sobreocupación. Mien-
       tras tanto, esto es percibido como una progresiva desaparición de clase y
       fractura a los sectores medios de manera tajante; el 47,8% del total de des-
       ocupación corresponde a la clase media baja, el 17,5% a la media y el 8,4% a
       la media alta4.

Una sociedad polarizada y simbiótica

       El declive y fractura de las clases medias en la Argentina, en especial en
       Buenos Aires, abarca diferentes aspectos de la realidad social. El proceso de
       suburbanización «encerrada» no parece estar al margen. Las posiciones más
       débiles dentro de la sociedad son desplazadas del proceso productivo infor-
       macional dentro de un contexto fuertemente discriminatorio, en donde la baja
       cualificación va muchas veces acompañada de diferencias étnicas, de clase,
       género, edad, etc. La exclusión adquiere así la categoría de marginalidad, no
       solo del mercado de trabajo sino del conjunto del sistema social. Quien desde
       la baja cualificación consigue un empleo, posee una inserción laboral vul-
       nerable, generalmente dentro de un segmento informal, muchas veces como
       servicio de las demandas sofisticadas que el nuevo estilo de vida impone a
       la «nueva crema» de la economía informacional. Esta situación, que Castells
       sitúa como ejemplar en Nueva York, no parece, a grandes rasgos, diferir de
       las que se presentan en los espacios más sofisticados de Buenos Aires y en
       las urbanizaciones cerradas. Es más, esta es una de las típicas circunstancias
       de cruce con la otredad que se produce en estas áreas. Es también la justi-
       ficación más poderosa que esgrimen las autoridades municipales para la
       generosa e ilimitada facilidad con que se otorgan permisos para estos em-
       prendimientos5. Sin embargo, no siempre la otredad es el vecino del barrio
       pobre o marginal más cercano, ya que muchas veces, y sobre todo con los
       servicios, se contratan empresas privadas (seguridad, recolección de basura,
       jardinería y limpieza doméstica, por ejemplo). La relación con el Otro com-
       bina polarización e interdependencia, entre servicio requerido y fuente de
       trabajo, logrando cierta relación polarizada e interconectada, aunque solo en
       lo estrictamente necesario ya que prima la intención de reducir la dependen-
       cia (v. Marcuse).


       2. Pablo Kandel: «Argentina: 10,5 millones de pobres» en Clarín, 5/5/99, Buenos Aires, p. 20.
       3. Lester Thurow: Disapearence of the Middle Class, cit. en M. Castells 1995.
       4. Luis Varela: «Lenta desaparición de la clase media» en Clarín, 16/9/99.
       5. Al respecto se pronunciaron representantes de la municipalidad de Pilar en el marco de la
       Jornada sobre Barrios Cerrados e Impacto Ambiental, Buenos Aires, 1998.
NUEVA SOCIEDAD 166                                                                            25

       ¿Cómo la globalización influye en la fragmentación dentro de las ciudades y
       de la vida dentro de los barrios? Marcuse encuentra dos líneas de respuesta.
       Una es la que sigue el análisis de Reich6, sosteniendo una menor dependen-
       cia de las elites respecto a los grupos sociales más bajos: la gente rica es cada
       vez más independiente del Otro (el «otro» más pobre), por cuanto su mundo
       de vida trasciende absolutamente su lugar de residencia. Esta idea daría lu-
       gar a una sociedad crecientemente desconectada, fragmentada y polarizada,
       social y espacialmente. La otra línea de razonamiento analizada por Marcuse,
       es la que Sassen7 desarrolla como un tipo de simbiosis socioeconómica den-
       tro de una sociedad cada vez más polarizada. De esta manera, la desigual-
       dad creciente en la distribución está conformando sociedades en las que el
       modelo de la «sociedad de los dos tercios» no alcanza para ver la complejidad
       de las divisiones. Marcuse propone una división basada en cinco categorías
       de personas: los propietarios de la riqueza y de las decisiones de poder, cuya
       riqueza y poder van en aumento; los profesionales, técnicos y gerentes, quie-
       nes junto con los propietarios son los «ganadores» en el proceso de cambios
       económicos, que vienen acrecentando su ingreso y privilegios aunque sin aban-
       donar la inestabilidad que la nueva situación genera; la clase media en caída
       (también en muchos casos, profesional o semi profesional) que viene experi-
       mentando un fuerte decaimiento de su estatus y estabilidad; la «vieja clase
       trabajadora» sufriendo la continua erosión de su calidad de vida y el decli-
       namiento ostensible de sus antiguas conquistas; y por último, los excluidos y
       marginales, víctimas principales del proceso de transformación económica,
       al margen de toda actividad dentro del mercado formal y prescindibles hasta
       como «ejército de reserva». Es en el marco de este análisis de la estructura
       social en donde Marcuse ubica la creciente fractura espacial: exclusión social
       que se transfiere al espacio, donde la estigmatización del marginal como peli-
       groso aparece como uno de los motores de la espacialización de la diferencia.
       Esta división propuesta puede encontrar cierta relación con los cinco tipos de
       ciudad que este autor analiza y resulta útil para situar el perfil estructural
       del segmento de clase media que está emigrando hacia el barrio cerrado, di-
       ferenciándolo de la elite propietaria. La ubicación más adecuada parecería ser
       la del nivel inmediatamente inferior, profesional y gerente (en relación de de-
       pendencia con la elite, en muchos casos), que aumentó (o en el peor de los
       casos mantiene) su nivel de vida, lo que los coloca en una situación de móvi-
       les ascendentes, pero que son alcanzados por la situación de inestabilidad
       aún en los puestos más jerárquicos del segmento.

       La suburbanización en BC aparece como una de las respuestas posibles a
       esta situación de inestabilidad; quienes emigran a ellos resaltan la seguri-
       dad de estos espacios, abandonando una ciudad que ven caótica y violenta.
       Esta seguridad frente al caos imperante se percibe a dos niveles: ante la per-

       6. R. Reich: «La nueva comunidad» en El trabajo de las naciones. Hacia el capitalismo del
       siglo XXI, Javier Vergara, Buenos Aires, 1993.
       7. S. Sassen: «A New Trends in the Sociospatial Organization of the New York City Economy»
       en R. Beauregard (ed.): Economic Restructuring and Political Response, Sage, 1989 (cit. en
       Marcuse).
NUEVA SOCIEDAD 166                                                                              26

       cepción de violencia creciente, por medio de murallas y sistemas de seguri-
       dad privada, y, por otro lado, el resguardo de la mirada del adentro hacia
       fuera como del afuera hacia adentro. Solo el «nosotros» existe, al menos mien-
       tras estamos dentro. Ello brinda cierta seguridad y estabilidad, al ser un
       «nosotros» autoconstruido, coherente y conocido.

Servicios high tech y el fin de la idea de un «futuro para todos»

       Al tiempo que crece en demandas sofisticadas el sector nodal de la nueva
       economía, desaparecen las condiciones de supervivencia de los grupos des-
       plazados. Desde una perspectiva sudamericana, Hopenhayn analiza los efec-
       tos que las políticas de privatización tienen sobre la sociedad. Estos efectos,
       lejos de ser homogéneos resultan diametralmente opuestos según se ocupe
       uno u otro extremo de la estructura socio-ocupacional. A partir de un análi-
       sis que centra lo simbólico del proceso de privatización, Hopenhayn habla de
       una cultura de la privatización que se internaliza en las conciencias de po-
       bres y ricos de maneras marcadamente diferenciadas. Si entre los incluidos
       y opulentos se refleja en una expansión de la lógica privatista con su sentido
       de instrumentalidad y eficiencia a la vida cotidiana (en los lazos sociales, en
       el consumo privado suntuario, etc.), en los sectores excluidos y marginales
       «lo privado deviene privación» (p. 44). Y en este sentido no son solo las cuestio-
       nes simbólicas que refiere el autor las que quedan al margen de estos sectores
       (percepción de movilidad social, perspectivas de bienestar) sino, dialécticamente
       con éstas, cuestiones de orden puramente material, en donde la desaparición
       de las políticas públicas fueron sistemáticamente despojándolos de las con-
       diciones más elementales de supervivencia. Es en este marco de crisis donde
       puede pensarse el delito como síntoma anómico, más allá de que como plantea
       Hopenhayn sea la contracara de una cultura triunfante, o el paso cuasi obli-
       gado de subsistencia a la economía informal del narcotráfico que sugiere
       Castells. La anomia aparece como síntoma de un vacío desde el plano estric-
       tamente material, al excluir de las condiciones más básicas de subsistencia a
       un gran porcentaje de la población, y desde lo simbólico al vaciar de conteni-
       do todo sistema normativo, con la disolución de los lazos sociales y sistemas
       de creencia apoyados en ideas de justicia social y de «un futuro para todos».

       El tema de la inseguridad ciudadana8 adquiere así un plus simbólico que
       acompaña las condiciones objetivas del delito y se expresa en un clima de pa-
       ranoia generalizada que divide la ciudad y su suburbio en zonas abiertas y
       peligrosas y zonas cerradas y seguras. La ciudad dual es también la que con-
       tiene a la «ciudad mala» y a la «ciudad noble». Es así que la ocupación cuasi
       militar del espacio –Castells (1995) la ejemplifica en Los Angeles, que se ha hecho
       paradigmática para el análisis del atrincheramiento desarrollado (Blackely/
       Snyder; Davis), así como lo es San Pablo para el «emergente» polo sudamerica-

       8. En el último año el tema de la inseguridad ciudadana ha ocupado un lugar destacado en
       los discursos mediáticos y políticos, y se han acrecentado las demandas vecinales de seguri-
       dad pública, mientras aumenta el gasto destinado a seguridad privada.
NUEVA SOCIEDAD 166                                                                              27

       no (Pires do Rio Caldeira) –viene a graficar estas desigualdades y construye
       simbólica y materialmente «fronteras entre la ‘normalidad’ y la ‘anormalidad’»

       Si en los sectores medios-medios fuertemente amenazados por el ajuste, el
       consumo cultural aparece como una táctica de inclusión en tanto elemento
       de distinción de clase9, en un estrato más alto de esos sectores medios, don-
       de la amenaza del ajuste proviene de los miedos al Otro –percibido como lo
       violento, lo peligroso–, la estrategia de inclusión se espacializa en el barrio
       cerrado. Estas urbanizaciones parecen graficar la lógica de «ganadores y per-
       dedores»10 y muestran un aspecto significativo del proceso de transforma-
       ción que se está llevando a cabo en la morfología social urbana y suburbana
       dando cuenta de la correspondencia entre patrones territoriales particula-
       res y patrones de organización económica determinados, como conformadores
       de modelos culturales. Dentro del contexto latinoamericano, Herzer y Pírez
       analizan que frente a la crisis los distintos sectores desarrollan diferentes
       estrategias para vivir. Los altos y medios altos sustituyen las carencias de
       los servicios públicos por su privatización dentro de espacios cerrados, don-
       de tienden a reproducir las condiciones de vida de los países avanzados. Los
       más pobres sufren esta degradación y desaparición de lo público y sobrevi-
       ven en asentamientos sin servicios, cuyas carencias muchas veces son supli-
       das en parte por la autoproducción, lo cual implica un sobredimensionamiento
       del esfuerzo individual y colectivo. En tanto, los sectores medios pauperizados
       por la situación se encuentran impedidos de acceder al mercado para su-
       plantar la oferta pública, y no cuentan con el capital histórico de las clases
       populares en la experiencia de la producción colectiva. Así sus condiciones
       de vida se ven fuertemente deterioradas y grandes zonas de la ciudad que-
       dan en estado de abandono11. Este dualismo no da solo como resultado dos
       mundos diferentes. Más bien genera una variedad de universos sociales cu-
       yos estilos de vida y usos del espacio refieren directamente a su lugar en esta
       nueva estructura ocupacional y tiene como características esenciales la frag-
       mentación, la marcada delimitación y el bajo nivel de comunicación entre estos
       universos. Las diferencias en las posibilidades de acceso a las nuevas tecno-
       logías de información y comunicación (TICs) levantan murallas de silencio
       entre universos contrapuestos aunque cercanos en el espacio, mientras enla-
       za universos similares espacialmente distantes.

       Existen investigaciones que hacen referencia a una suerte de mapa de las
       TICs en Buenos Aires y el conurbano, que dibuja «islas de consumo tecnoló-
       gico acotadas a determinadas áreas urbanas»12. Así, el dualismo conduce a
       una segregación voluntaria (en el caso de los que están en condiciones de op-
       9. Esta idea aparece en la investigación llevada a cabo por Ana Wortman, en la que participo
       como auxiliar; proyecto UBACyT, IIGG.
       10. Entendiéndola en el marco de un sistema de exclusión: los incluidos y quienes son ex-
       cluidos respectivamente.
       11. H. Herzer y P. Pírez: «Municipio y participación popular en América Latina» en Desarro-
       llo Económico vol. 29 Nº 114, 7-9/1989 (cit. en Heck, pp. 25-26).
       12. S. Finquelievich, A. Vidal y J. Karol: Nuevas tecnologías en la ciudad. Información y
       comunicación en la cotidianeidad, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1992
NUEVA SOCIEDAD 166                                                                             28

       tar)13, e involuntaria y forzada para los excluidos. Esta segregación se da en
       términos espaciales, donde los BC y las nuevas «torres countries» constitu-
       yen el ejemplo más acabado, que se refuerza con un aumento del costo del
       suelo en áreas residenciales que Castells ve como impulsor de la homogenei-
       dad al tiempo que impone segregación, diversidad y jerarquización. Pero la
       segregación también se establece en términos culturales y de comunicación,
       ya que agudiza la brecha entre un sector superior, cosmopolita, conectado
       virtualmente a escala interplanetaria aunque prácticamente desconectado a
       escala local, y el resto que limita su mundo a su propia identidad y a las imá-
       genes estandarizadas del televisor. Esta ciudad es la que produce una ten-
       sión entre la elite global y una mayoría local (Castells 1997). La brecha entre
       una y otra resulta tan violenta que la inmovilidad social de los sectores exclui-
       dos se da no solo desde el plano de las condiciones objetivas de pauperización
       y miseria sino en lo subjetivo desde el momento en que la distancia es tal que
       la elite ya no es percibida como modelo a imitar por lo inalcanzable que este
       modelo resulta.

Ciudades distintas que conviven en una

       El proceso de segmentación que los cambios en la economía y el consiguiente
       reajuste de la estructura ocupacional impusieron, ha fortalecido un modelo
       de ciudad escindida que si bien no es nuevo, sí parece tomar nuevos bríos y
       formas. Las nuevas condiciones económicas crean oportunidades para la ex-
       pansión de la ciudad posfordista, y a la vez ésta refuerza las condiciones
       específicas al modelo informacional de la economía. Frente a este panorama,
       se hace imposible hablar en términos teóricos y prácticos de «la ciudad» como
       un espacio homogéneamente definido. Si bien el concepto de Castells (la «ciu-
       dad dual») da cuenta de la creciente polarización que se establece en el mis-
       mo espacio urbano, Marcuse desde la geografía de la ciudad posfordista ex-
       pone otro tipo de ciudad, que se complementa con aquella: «The Quartered
       City». El concepto parecería jugar con una doble acepción de la palabra quarter,
       donde la idea de barrio y vecindad se cruza con la de descuartizar (el espa-
       cio). Otra acepción resulta interesante para el caso que nos ocupa y es la de
       cuartel, si se tiene en cuenta la relación que se establece entre los distintos
       quarters y donde la militarización del espacio aparece como respuesta domi-
       nante. En la idea de Marcuse aparece así una ciudad con islas de riqueza, en
       donde hay una selección de zonas a manera de «islotes» de ciudad globaliza-
       da y planetaria rodeadas de un resto marginal. Extender el concepto y los
       tipos de ciudad analizados por Marcuse a la ciudad de Buenos Aires y sus
       alrededores suburbanos no intenta establecer la linealidad de los fenóme-
       nos. Más bien esta es una primera reflexión desde la lectura del concepto
       frente a la experiencia urbana y suburbana del Buenos Aires actual.

       (cit. en S. Finquelievich y E. Schiavo (comps.): La ciudad y sus TICs, Universidad Nacional
       de Quilmes, Buenos Aires, 1998, p. 80.
       13. Fenómeno que la investigadora Marie France Prevot Schapira llamó «de secesión» (con-
       ferencia en el Instituto de Investigaciones Gino Germani, Area de Estudios Urbanos, Bue-
       nos Aires, 1998).
NUEVA SOCIEDAD 166                                                                  29

       La ciudad cuarteada da cuenta de un arreglo espacial –tácito en algunos
       casos y expreso en otros, voluntario o involuntario según sus actores y situa-
       ciones respectivas–, que descuartiza la ciudad a partir de distintas dimen-
       siones (étnicas, género, raza, sexo, edad) y teniendo en cuenta los usos de la
       misma. Así aparece la ciudad cuarteada residencial y la ciudad cuarteada de
       las actividades de negocios y económicas. En cuanto al uso residencial,
       Marcuse encuentra cinco ciudades dentro de la ciudad cuarteada:

       La ciudad lujosa. Donde la elite fija su lugar de residencia. Esta área se ca-
       racteriza por estar bien definida pero carecer al mismo tiempo de límites
       expresos. La exclusividad es lo que establece el acuerdo tácito de limitación
       espacial –y siempre simbólica. Es un rasgo a tener en cuenta al analizar los
       BC y su necesidad expresa de límites materiales. Tal como afirma Castells
       (1995), la elite no necesita resguardarse en el suburbio para reconocerse como
       diferente sino más bien mantiene lugares exclusivos dentro del casco céntri-
       co para ostentar su superioridad. El sector que hoy emigra a los BC, en su
       mayor parte no integra histórica ni circunstancialmente esta elite, más bien
       está en el nivel que Marcuse sitúa en el estrato intermedio entre la elite y la
       clase media castigada por los cambios económicos. Los agentes inmobiliarios
       que comercializan estos emprendimientos comenzaron apuntando al segmen-
       to ABC1 y hoy lo extienden al C2 y C3 con ingresos de hasta 3.000 dólares
       mensuales14.

       La segunda ciudad analizada por Marcuse refiriéndose al uso residencial, es
       la ciudad ennoblecida por los procesos de gentryficación («gentrified city»).
       Sus moradores pertenecen a un universo que encuentra en el espacio urbano
       comodidad y saciedad para sus hábitos de consumo. Generalmente son pro-
       fesionales, gerentes, «yuppies de 20 y profesores de 60» como grafica Marcuse,
       que se establecen en zonas céntricas –generalmente con un plus simbólico
       en términos de patrimonio histórico y/o artístico–, y que valoran la cercanía
       entre residencia y trabajo, los contactos personales y –esto no lo dice Marcuse,
       sino que se agrega acá desde una primera aproximación a la perspectiva
       porteña–, los consumos culturales «situados»15. Estos consumos culturales
       se caracterizan por abarcar una amplia gama de intereses que exceden lo
       tradicionalmente incluido en lo cultural (entiéndase, el teatro, museos, gale-
       rías de arte, cine, conciertos), extendiéndolo a las salidas sociales a restau-
       rantes y bares que en muchos casos proponen cierto contacto con la cultura,
       por ejemplo exposición de pinturas u otra expresión artística, aunque no de
       manera estrictamente necesaria. Lash y Urry analizan esta inclinación al
       pasado como un aspecto del tiempo de la alta modernidad, en su constante
       remisión a un tiempo glacial. Es la nostalgia de un pasado idealizado, que se
       despoja de toda carga negativa, ocultando las desigualdades y el dolor re-
       moto estereotipándolo y convirtiéndolo en espectáculo, un pasado ficcional.
       Entienden, por otra parte, que esta recurrencia desvía la atención de las ine-

       14. Revista Apertura, cit., p. 22.
       15. Entendidos como no domésticos.
NUEVA SOCIEDAD 166                                                                               30

       quidades del presente. Así se construye una «industria de la heredad»16, que
       se extiende a artefactos, oficios, edificios y lugares (una revalorización tanto
       del casco urbano como de la «vuelta al campo». En el amplio abanico que
       comprende a la clase media porteña, como contracara a la «huida» se produ-
       ce un reciclado de ciertos barrios tradicionales con fuerte carga simbólica17.
       Son reapropiados por nuevos sectores, cuyo ingreso puede asimilarse a los
       residentes de BC, sin abandonar al modelo de vecino histórico, conformando
       mosaicos de lo nuevo y lo viejo en sus prácticas, estéticas y actores. Quienes
       optan por la ciudad reciclada valoran simbólicamente –y también en los más
       estrictos términos de mercado–, un entorno «pasado» que se vuelve escenogra-
       fía. Incluye a la fachada, así como al antiguo vecino, mercadito o taller. Al
       mismo tiempo, desoyendo las voces del pasado, surgen lejos de todo reciclaje
       nuevas y enormes «torres barriales» que funcionan como «torres countries»:
       amuralladas, con seguridad privada y tecnologizada, más simulacros de vida
       verde (piscina, solarium, gimnasio, etc.) en barrios disímiles como Caballito,
       Belgrano, Núñez, Barracas, etc., que se ofrecen como «Un barrio cerrado sin
       salir de Capital»18. En el Abasto la erección de estas torres encontró en los
       nombres la vuelta al pasado; allí se mezcla la modernidad del rascacielos con
       el imaginario tanguero de Homero Manzi o Carlos Gardel.

       Como tercera ciudad residencial, Marcuse señala la ciudad suburbana de la
       familia tradicional. Es la ciudad de la pequeña burguesía, compuesta mayor-
       mente por los «trabajadores de cuello blanco». El análisis de Sennet sobre el
       proceso de suburbanización de las clases medias de la sociedad «opulenta»
       norteamericana en las décadas del 50 y 60, deja ver los imaginarios construi-
       dos en torno de la huida de la ciudad caótica y la preeminencia de valores
       muy tradicionales que priorizan la propiedad, el consumo, la seguridad y la
       estabilidad en combinación con las nuevas posibilidades dadas por la cre-
       ciente sociedad de consumo. La casa suburbana aparece como el símbolo de
       «uno mismo», cumpliendo una función de diferenciación con los estratos más
       bajos, seguridad física contra los extraños, y escape del trabajo cotidiano (así
       resulta funcional la separación residencia-trabajo). La tradición suburbana
       norteamericana es muy anterior a la argentina y con una historia diferente19,

       16. Ver S. Ewen: Todas las imágenes del consumismo, Grijalbo, México, 1993, esp. cap. X.
       17. Barrios como el Abasto, Palermo Viejo, Bajo Belgrano. Si bien estas áreas están sufrien-
       do procesos de cambio, la intensidad, causas y efectos no son las mismas. Por ejemplo en
       Palermo Viejo el reciclaje de viviendas antiguas actuó como fundamental motor del cambio,
       mientras que en el Abasto el reciclado del Mercado como shopping, y las torres que se levan-
       tan alrededor, parecen actuar como fuente de impulso para el resto del barrio con efectos
       hasta ahora menores que en el caso anterior. El Abasto es un tradicional barrio porteño
       donde en décadas pasadas funcionó el Mercado que le dio su nombre y que condensa una
       fuerte representación de «lo porteño»: el tango, el conventillo, el compadrito. El barrio ac-
       tualmente tiene gran cantidad de viviendas «tomadas» y pensiones que le dan su fisonomía
       propia, mezclándose con los nuevos emprendimientos.
       18. Eslógan publicitario de una torre, que aparece en los suplementos inmobiliarios de la
       prensa.
       19. En Estados Unidos a partir de la segunda posguerra el crecimiento económico fue acom-
       pañado por la suburbanización de las clases medias (v. al respecto R. Sennet: Vida urbana e
       identidad personal. Los usos del desorden, Península, Barcelona, 1975. En la Argentina,
NUEVA SOCIEDAD 166                                                                             31

       sin embargo los imaginarios que Marcuse y Sennet le confieren al suburbio
       resultan útiles para pensar las representaciones de los residentes de estas
       urbanizaciones, teniendo en cuenta otro rasgo local: la muralla. El carácter
       cerrado de estos emprendimientos aparece también como respuesta a la exis-
       tencia de una estructura urbana previa producto de un primer proceso de
       suburbanización por parte de sectores populares y de enclaves marginales tipo
       villa miseria, tal como es analizado por Torres. Un aspecto adicional a conside-
       rar en la construcción del imaginario suburbano se relaciona con otro efecto
       de la nueva percepción del tiempo y el espacio a la que hacían referencia
       Lash y Urry, relacionada con una revaluación de la naturaleza, cada vez me-
       nos descartable y asignándole a cada persona el derecho de preservarla, cons-
       truyendo un interés que se extiende horizontalmente hacia las generaciones
       futuras. Estas ideas de vuelta a la naturaleza y preservación, asociadas en
       particular a corrientes tipo New Age y filosofía «verde», parecen ser apropia-
       das para el imaginario del country y del barrio cerrado. Tanto es así que
       ocupan un lugar predominante en el discurso mediático y en la publicidad de
       los suplementos dedicados al tema20.

       Por otro lado, la ciudad de los vecindarios, siguiendo el análisis de Marcuse,
       está compuesta por las viviendas económicas de los obreros de bajos salarios
       y muchos trabajando en la economía informal. Es la ciudad que concentra a
       los trabajadores más vulnerables del nuevo sistema de empleo, que general-
       mente no cuentan con beneficios sociales ni con salidas a su precaria situa-
       ción. Este espacio urbano puede verse amenazado por los emprendimientos
       inmobiliarios de renovación urbana y de «ennoblecimiento». La expropiación
       del barrio ha sido el motor principal de los nuevos movimientos sociales (jun-
       to a las nuevas organizaciones de vecinos conformadas para hacer frente al
       delito)21. Por último, Marcuse habla de la ciudad abandonada, que es la de
       los excluidos, los sin techo, aquellos discriminados étnica, racial y socialmen-
       te, o también por edad o género. Es la ciudad carente de servicios públicos y
       educación, que si bien tiene zonas particularmente abandonadas, amenaza
       con diseminarse por el resto del espacio urbano.

Reflexiones finales

       El análisis seguido por Marcuse presenta un perfil urbano que remite a cier-
       tas características de contraste espacial que hoy ofrece la ciudad de Buenos
       Aires, con tres cordones claramente diferenciados: norte, central y sur. En el
       norte, el nivel de NBI (necesidades básicas insatisfechas, indicador que se

       durante el periodo 1940-1960 se daba una suburbanización de los sectores obreros a partir
       de los «loteos económicos» (v. Torres).
       20. Los diarios de mayor circulación nacional (Clarín y La Nación) tienen suplementos se-
       manales dedicados a los BC.
       21. Al respecto, en Buenos Aires está la experiencia del MOI (Movimiento de Ocupantes e
       Inquilinos), del Programa de Desarrollo Local de San Telmo, quienes piden por «el derecho a
       una ciudad democrática sin expulsores ni expulsados». Con respecto a los vecinos del Abas-
       to, ver el trabajo de María Carman presentado en las Jornadas de Investigadores de la
       Cultura, I.I. Gino Germani, Buenos Aires, 11/1998.
NUEVA SOCIEDAD 166                                                                                 32

       construye por posesión de vivienda, servicios sanitarios, hacinamiento –más
       de tres personas por habitación– y escolaridad) es de 4,3% de la población
       residente, mientras que en el centro es de 6,7% y en el sur del 17,5%, según
       datos de 199622. A pesar de las particularidades del caso, las «islas de la
       ciudad global» creadas por lo que Sassen llama «los nuevos usuarios de las
       ciudades» dejan huellas en el espacio urbano y suburbano de Buenos Aires y
       en su morfología social en las diferentes dimensiones del uso del espacio:
       residencial, económico y de consumos sociales y culturales. El proceso de
       suburbanización encerrada –el boom inmobiliario en la última década–, pue-
       de ser leído como una de estas huellas de la ciudad global. La riqueza de la
       noción de «quartered city» descansa en su ambigüedad: una ciudad descuar-
       tizada en zonas «nobles» que aparecen como islas en medio de un espacio
       pauperizado y peligroso que invoca a la segunda acepción: la ciudad acuarte-
       lada frente a un Otro que aparece –amenazante– en cada espacio que no esté
       debidamente controlado; así se van levantando murallas que materializan
       las divisiones de estos mundos de vida. The quartered city también da cuen-
       ta de la militarización del espacio como respuesta a la descuartización, a través
       de panópticos sistemas de seguridad privada y de paredes que separan un
       adentro conocido de un afuera extraño y violentamente percibido. La ciudad
       amurallada (el country, el barrio cerrado y torres countries), es así una de las
       formas que toma la ciudad acuartelada frente a la descuartización del espa-
       cio urbano. Pero el encapsulamiento no es un fenómeno que se reduce al espa-
       cio residencial sino que se extiende al ocio y el consumo (shoppings, plazas
       cerradas) como nuevas formas de uso del espacio público.

Bibliografía

       Ansaldi, Waldo: «Fragmentados, excluidos, famélicos y como si fuese poco, violentos y
           corruptos» en Revista Paraguaya de Sociología año 34 Nº 98, 1-4/1997, pp. 7-36.
       Blackely, E. y J. Snyder: Fortress America. Gated Communities in the United States, The
           Brookings Institution, Washington, 1997.
       Castells, Manuel: La ciudad informacional. Tecnologías de la información, reestructuración
           económica y el proceso urbano-regional, Alianza, Madrid, 1995.
       Castells, Manuel: La era informacional. Economía, sociedad y cultura. La sociedad red, vol.
           1, Alianza, Barcelona, 1997.
       Cepal: Panorama social de América Latina 1998, Santiago, 1998.
       Davis, M.: City of Quartz, Vintage Books, Nueva York, 1992.
       Featherstone, Mike: Undoing Culture, Sage, Londres, 1995.
       Heck, Marina (coord.): Grandes metrópolis de América Latina, FCE, México, 1993.
       Hopenhayn, M.: Ni apocalípticos ni integrados. Aventuras de la modernidad en América
           Latina, FCE, Santiago, 1994.
       Lash, S. y J. Urry: Economías de signos y espacios. Sobre el capitalismo de la posorganización,
           Amorrortu, Buenos Aires, 1998.
       Marcuse, Peter: Notes for Copenhagen, Paper gentileza UTDT, 1997.
       Pires do Rio Caldeira, Teresa: «Un nouveau modèle de ségrégation spatiale: les murs de Sao
           Paulo» en Revue internationale des sciences sociales Nº 147, París, 1996.
       Sassen, Saskia: «Las ciudades en la economía mundial», ficha del seminario «La ciudad en
           la economía global», Universidad Torcuato Di Tella, Buenos Aires, 1998, pp. 1-22.
       Torres, Horacio: «La aglomeración Gran Buenos Aires: sus patrones de expansión física y los
           cambios recientes de su mapa social», Documento de trabajo Nº 1/99, Prohab, SICyT,
           FADU-UBA, Buenos Aires, 3/1999.

       22. V. en Ansaldi, p. 14, la cita de un estudio de Artemio López para el IDEP.

Contenu connexe

Tendances

Apuntes de Geografía Humana
Apuntes de Geografía HumanaApuntes de Geografía Humana
Apuntes de Geografía HumanaGabriela Galaz
 
Buenos aires problemas
Buenos aires problemasBuenos aires problemas
Buenos aires problemasMartin Sanchez
 
Cambio y transformacion social
Cambio y transformacion socialCambio y transformacion social
Cambio y transformacion socialLuis Reyes
 
Ciudad formal, ciudad informal
Ciudad formal, ciudad informalCiudad formal, ciudad informal
Ciudad formal, ciudad informalRita Gregório
 
Consecuencias de la_revolucion_demografica_y_del_envejecimiento
Consecuencias de la_revolucion_demografica_y_del_envejecimientoConsecuencias de la_revolucion_demografica_y_del_envejecimiento
Consecuencias de la_revolucion_demografica_y_del_envejecimientoConstanza Contreras
 
EL URBANISMO EN MEXICO
EL URBANISMO EN MEXICOEL URBANISMO EN MEXICO
EL URBANISMO EN MEXICOdianarits
 
Buenos aires problemas
Buenos aires problemasBuenos aires problemas
Buenos aires problemasMartin Sanchez
 
SOCIOLOGÍA RURAL EN AMERICA LATINA - MARÍA BAUDEL
SOCIOLOGÍA RURAL EN AMERICA LATINA - MARÍA BAUDELSOCIOLOGÍA RURAL EN AMERICA LATINA - MARÍA BAUDEL
SOCIOLOGÍA RURAL EN AMERICA LATINA - MARÍA BAUDELKarla Aroca Ayala
 
Historia iv presentacion latinoamerica
Historia iv presentacion latinoamericaHistoria iv presentacion latinoamerica
Historia iv presentacion latinoamericaVictor Diaz
 
Presentación jairo estrada alvarez
Presentación   jairo estrada alvarezPresentación   jairo estrada alvarez
Presentación jairo estrada alvarezMiguel Angel Zamora
 
Proceso de Urbanización (PSU 2014)
Proceso de Urbanización (PSU 2014)Proceso de Urbanización (PSU 2014)
Proceso de Urbanización (PSU 2014)saladehistoria.net
 
TRANSFORMACIONES SOCIALES
TRANSFORMACIONES SOCIALESTRANSFORMACIONES SOCIALES
TRANSFORMACIONES SOCIALESSoraya Chavala
 
Fenomeno urbano en la ciudad
Fenomeno urbano en la ciudadFenomeno urbano en la ciudad
Fenomeno urbano en la ciudadDavid Jvr
 
L A D E F I N I C I O N D E L O U R B A N O
L A  D E F I N I C I O N  D E  L O  U R B A N OL A  D E F I N I C I O N  D E  L O  U R B A N O
L A D E F I N I C I O N D E L O U R B A N Osilviaic
 
Paola orrego actividad1.entornoempresarial.doc
Paola orrego actividad1.entornoempresarial.docPaola orrego actividad1.entornoempresarial.doc
Paola orrego actividad1.entornoempresarial.docPaola Andrea Orrego Acosta
 
Definición de lo urbano
Definición de lo urbano Definición de lo urbano
Definición de lo urbano DulceCB
 
Conflicto social de mexico
Conflicto social de mexicoConflicto social de mexico
Conflicto social de mexicoRamiro Lopez Drb
 

Tendances (20)

Apuntes de Geografía Humana
Apuntes de Geografía HumanaApuntes de Geografía Humana
Apuntes de Geografía Humana
 
Buenos aires problemas
Buenos aires problemasBuenos aires problemas
Buenos aires problemas
 
Cambio y transformacion social
Cambio y transformacion socialCambio y transformacion social
Cambio y transformacion social
 
Ciudad formal, ciudad informal
Ciudad formal, ciudad informalCiudad formal, ciudad informal
Ciudad formal, ciudad informal
 
Countries
CountriesCountries
Countries
 
Consecuencias de la_revolucion_demografica_y_del_envejecimiento
Consecuencias de la_revolucion_demografica_y_del_envejecimientoConsecuencias de la_revolucion_demografica_y_del_envejecimiento
Consecuencias de la_revolucion_demografica_y_del_envejecimiento
 
EL URBANISMO EN MEXICO
EL URBANISMO EN MEXICOEL URBANISMO EN MEXICO
EL URBANISMO EN MEXICO
 
Ciudad informacional
Ciudad informacionalCiudad informacional
Ciudad informacional
 
Urbanización
UrbanizaciónUrbanización
Urbanización
 
Buenos aires problemas
Buenos aires problemasBuenos aires problemas
Buenos aires problemas
 
SOCIOLOGÍA RURAL EN AMERICA LATINA - MARÍA BAUDEL
SOCIOLOGÍA RURAL EN AMERICA LATINA - MARÍA BAUDELSOCIOLOGÍA RURAL EN AMERICA LATINA - MARÍA BAUDEL
SOCIOLOGÍA RURAL EN AMERICA LATINA - MARÍA BAUDEL
 
Historia iv presentacion latinoamerica
Historia iv presentacion latinoamericaHistoria iv presentacion latinoamerica
Historia iv presentacion latinoamerica
 
Presentación jairo estrada alvarez
Presentación   jairo estrada alvarezPresentación   jairo estrada alvarez
Presentación jairo estrada alvarez
 
Proceso de Urbanización (PSU 2014)
Proceso de Urbanización (PSU 2014)Proceso de Urbanización (PSU 2014)
Proceso de Urbanización (PSU 2014)
 
TRANSFORMACIONES SOCIALES
TRANSFORMACIONES SOCIALESTRANSFORMACIONES SOCIALES
TRANSFORMACIONES SOCIALES
 
Fenomeno urbano en la ciudad
Fenomeno urbano en la ciudadFenomeno urbano en la ciudad
Fenomeno urbano en la ciudad
 
L A D E F I N I C I O N D E L O U R B A N O
L A  D E F I N I C I O N  D E  L O  U R B A N OL A  D E F I N I C I O N  D E  L O  U R B A N O
L A D E F I N I C I O N D E L O U R B A N O
 
Paola orrego actividad1.entornoempresarial.doc
Paola orrego actividad1.entornoempresarial.docPaola orrego actividad1.entornoempresarial.doc
Paola orrego actividad1.entornoempresarial.doc
 
Definición de lo urbano
Definición de lo urbano Definición de lo urbano
Definición de lo urbano
 
Conflicto social de mexico
Conflicto social de mexicoConflicto social de mexico
Conflicto social de mexico
 

En vedette

LES 1ERS F1Cl AWARDS
LES 1ERS F1Cl AWARDSLES 1ERS F1Cl AWARDS
LES 1ERS F1Cl AWARDScedetphanie
 
Les ateliers créatifs version du 18 mars 2013
Les ateliers créatifs version du 18 mars 2013Les ateliers créatifs version du 18 mars 2013
Les ateliers créatifs version du 18 mars 2013Martine Lizotte
 
Aje Castellón - Proyecto Linkedin 2011
Aje Castellón - Proyecto Linkedin 2011Aje Castellón - Proyecto Linkedin 2011
Aje Castellón - Proyecto Linkedin 2011Soluciona Facil
 
Business Case: PERTILIENCE
Business Case: PERTILIENCEBusiness Case: PERTILIENCE
Business Case: PERTILIENCEWSI France
 
Actividades Tema 5
Actividades Tema 5Actividades Tema 5
Actividades Tema 5FMiguelGS
 
Monster November
Monster NovemberMonster November
Monster NovemberSéneca
 
Ma chambre (prep. lieu)
Ma chambre (prep. lieu)Ma chambre (prep. lieu)
Ma chambre (prep. lieu)margapr
 
Hotpotatoes fanny pita chapilliquen
Hotpotatoes fanny pita chapilliquenHotpotatoes fanny pita chapilliquen
Hotpotatoes fanny pita chapilliquenfaeli
 
Dn13 u3 a18_glf2
Dn13 u3 a18_glf2Dn13 u3 a18_glf2
Dn13 u3 a18_glf2WOLANDIA
 
La Roche03 Marisa
La Roche03 MarisaLa Roche03 Marisa
La Roche03 Marisatallera
 
Au delà de scrum
Au delà de scrumAu delà de scrum
Au delà de scrumLuc Bizeul
 
Excursión cabañeros1
Excursión cabañeros1Excursión cabañeros1
Excursión cabañeros1aguasol54
 

En vedette (20)

Présentation reloservices
Présentation reloservicesPrésentation reloservices
Présentation reloservices
 
LES 1ERS F1Cl AWARDS
LES 1ERS F1Cl AWARDSLES 1ERS F1Cl AWARDS
LES 1ERS F1Cl AWARDS
 
Les ateliers créatifs version du 18 mars 2013
Les ateliers créatifs version du 18 mars 2013Les ateliers créatifs version du 18 mars 2013
Les ateliers créatifs version du 18 mars 2013
 
Revista digital 2
Revista digital 2Revista digital 2
Revista digital 2
 
Aje Castellón - Proyecto Linkedin 2011
Aje Castellón - Proyecto Linkedin 2011Aje Castellón - Proyecto Linkedin 2011
Aje Castellón - Proyecto Linkedin 2011
 
Business Case: PERTILIENCE
Business Case: PERTILIENCEBusiness Case: PERTILIENCE
Business Case: PERTILIENCE
 
Actividades Tema 5
Actividades Tema 5Actividades Tema 5
Actividades Tema 5
 
Comparati..
Comparati..Comparati..
Comparati..
 
Monster November
Monster NovemberMonster November
Monster November
 
Mai 68
Mai 68Mai 68
Mai 68
 
TICS
TICSTICS
TICS
 
Ma chambre (prep. lieu)
Ma chambre (prep. lieu)Ma chambre (prep. lieu)
Ma chambre (prep. lieu)
 
Hotpotatoes fanny pita chapilliquen
Hotpotatoes fanny pita chapilliquenHotpotatoes fanny pita chapilliquen
Hotpotatoes fanny pita chapilliquen
 
Moderno Y Natural
Moderno Y NaturalModerno Y Natural
Moderno Y Natural
 
Dn13 u3 a18_glf2
Dn13 u3 a18_glf2Dn13 u3 a18_glf2
Dn13 u3 a18_glf2
 
La Roche03 Marisa
La Roche03 MarisaLa Roche03 Marisa
La Roche03 Marisa
 
Au delà de scrum
Au delà de scrumAu delà de scrum
Au delà de scrum
 
Excursión cabañeros1
Excursión cabañeros1Excursión cabañeros1
Excursión cabañeros1
 
Las Fuerzas
Las FuerzasLas Fuerzas
Las Fuerzas
 
Grid
GridGrid
Grid
 

Similaire à Arizaga Murallas Y Barrios Cerrados

La educación rural en el marco de la revolución en la estructura de las pob...
La educación rural en el marco de la revolución en la estructura de las pob...La educación rural en el marco de la revolución en la estructura de las pob...
La educación rural en el marco de la revolución en la estructura de las pob...Jurjo Torres Santomé
 
La ciudad dual y los nuevos fragmentos urbanos
La ciudad dual y los nuevos fragmentos urbanosLa ciudad dual y los nuevos fragmentos urbanos
La ciudad dual y los nuevos fragmentos urbanosISFD N° 117
 
Urbano fronteras conceptuales
Urbano fronteras conceptualesUrbano fronteras conceptuales
Urbano fronteras conceptualesISFD N° 117
 
Proceso de urbanizacion. pdf
Proceso de urbanizacion. pdfProceso de urbanizacion. pdf
Proceso de urbanizacion. pdfManuel Saavedra
 
Fragsocialyespacial
FragsocialyespacialFragsocialyespacial
FragsocialyespacialISFD N° 117
 
Perspectivas de la pobresa en mexico
Perspectivas de la pobresa en mexicoPerspectivas de la pobresa en mexico
Perspectivas de la pobresa en mexicopukk4
 
Chiriboga desarrollo rural ecuador debate-76
Chiriboga desarrollo rural ecuador debate-76Chiriboga desarrollo rural ecuador debate-76
Chiriboga desarrollo rural ecuador debate-76FLACSO Ecuador
 
GLOBALIZACIÓN, CAPITALISMO ACTUAL Y NUEVA CONFIGURACIÓN ESPACIAL DEL MUNDO Al...
GLOBALIZACIÓN, CAPITALISMO ACTUAL Y NUEVA CONFIGURACIÓN ESPACIAL DEL MUNDO Al...GLOBALIZACIÓN, CAPITALISMO ACTUAL Y NUEVA CONFIGURACIÓN ESPACIAL DEL MUNDO Al...
GLOBALIZACIÓN, CAPITALISMO ACTUAL Y NUEVA CONFIGURACIÓN ESPACIAL DEL MUNDO Al...Jorge Quiroz
 
Sociologia xochimilco
Sociologia xochimilcoSociologia xochimilco
Sociologia xochimilcoPepe Sosa
 
ARQUITECTURA COMERCIAL POPULAR ¿Patrimonio o Trivialidad?
ARQUITECTURA COMERCIAL POPULAR ¿Patrimonio o Trivialidad?ARQUITECTURA COMERCIAL POPULAR ¿Patrimonio o Trivialidad?
ARQUITECTURA COMERCIAL POPULAR ¿Patrimonio o Trivialidad?Ramiro Zalles
 
Dialnet-ReinventarLaCiudadYSuRegion-5185223 (1).pdf
Dialnet-ReinventarLaCiudadYSuRegion-5185223 (1).pdfDialnet-ReinventarLaCiudadYSuRegion-5185223 (1).pdf
Dialnet-ReinventarLaCiudadYSuRegion-5185223 (1).pdfLAURAVALENTINAMARTIN3
 
Simmel y la escuela de chicago en torno a los espacios públicos en la ciudad
Simmel y la escuela de chicago en torno a los espacios públicos en la ciudadSimmel y la escuela de chicago en torno a los espacios públicos en la ciudad
Simmel y la escuela de chicago en torno a los espacios públicos en la ciudadkuauhzitonalteotl
 
Lopez cristian reconfiguracion territorial en valle medio
Lopez cristian reconfiguracion territorial en valle medioLopez cristian reconfiguracion territorial en valle medio
Lopez cristian reconfiguracion territorial en valle medioclara-bonfanti
 

Similaire à Arizaga Murallas Y Barrios Cerrados (20)

Visión sociológica de la ciudad
Visión sociológica de la ciudadVisión sociológica de la ciudad
Visión sociológica de la ciudad
 
Familia y vida cotidiana tucumán
Familia y vida cotidiana tucumánFamilia y vida cotidiana tucumán
Familia y vida cotidiana tucumán
 
La educación rural en el marco de la revolución en la estructura de las pob...
La educación rural en el marco de la revolución en la estructura de las pob...La educación rural en el marco de la revolución en la estructura de las pob...
La educación rural en el marco de la revolución en la estructura de las pob...
 
La ciudad dual y los nuevos fragmentos urbanos
La ciudad dual y los nuevos fragmentos urbanosLa ciudad dual y los nuevos fragmentos urbanos
La ciudad dual y los nuevos fragmentos urbanos
 
Urbano fronteras conceptuales
Urbano fronteras conceptualesUrbano fronteras conceptuales
Urbano fronteras conceptuales
 
Proceso de urbanizacion. pdf
Proceso de urbanizacion. pdfProceso de urbanizacion. pdf
Proceso de urbanizacion. pdf
 
Fragsocialyespacial
FragsocialyespacialFragsocialyespacial
Fragsocialyespacial
 
Perspectivas de la pobresa en mexico
Perspectivas de la pobresa en mexicoPerspectivas de la pobresa en mexico
Perspectivas de la pobresa en mexico
 
Chiriboga desarrollo rural ecuador debate-76
Chiriboga desarrollo rural ecuador debate-76Chiriboga desarrollo rural ecuador debate-76
Chiriboga desarrollo rural ecuador debate-76
 
Arquitectura y ciudad 2009
Arquitectura y ciudad 2009Arquitectura y ciudad 2009
Arquitectura y ciudad 2009
 
Igualiticos
IgualiticosIgualiticos
Igualiticos
 
desiguales.pdf
desiguales.pdfdesiguales.pdf
desiguales.pdf
 
En contexto. Justicia social en el contexto urbano
En contexto. Justicia social en el contexto urbanoEn contexto. Justicia social en el contexto urbano
En contexto. Justicia social en el contexto urbano
 
GLOBALIZACIÓN, CAPITALISMO ACTUAL Y NUEVA CONFIGURACIÓN ESPACIAL DEL MUNDO Al...
GLOBALIZACIÓN, CAPITALISMO ACTUAL Y NUEVA CONFIGURACIÓN ESPACIAL DEL MUNDO Al...GLOBALIZACIÓN, CAPITALISMO ACTUAL Y NUEVA CONFIGURACIÓN ESPACIAL DEL MUNDO Al...
GLOBALIZACIÓN, CAPITALISMO ACTUAL Y NUEVA CONFIGURACIÓN ESPACIAL DEL MUNDO Al...
 
Sociologia xochimilco
Sociologia xochimilcoSociologia xochimilco
Sociologia xochimilco
 
ARQUITECTURA COMERCIAL POPULAR ¿Patrimonio o Trivialidad?
ARQUITECTURA COMERCIAL POPULAR ¿Patrimonio o Trivialidad?ARQUITECTURA COMERCIAL POPULAR ¿Patrimonio o Trivialidad?
ARQUITECTURA COMERCIAL POPULAR ¿Patrimonio o Trivialidad?
 
Estudios rurales en al
Estudios rurales en alEstudios rurales en al
Estudios rurales en al
 
Dialnet-ReinventarLaCiudadYSuRegion-5185223 (1).pdf
Dialnet-ReinventarLaCiudadYSuRegion-5185223 (1).pdfDialnet-ReinventarLaCiudadYSuRegion-5185223 (1).pdf
Dialnet-ReinventarLaCiudadYSuRegion-5185223 (1).pdf
 
Simmel y la escuela de chicago en torno a los espacios públicos en la ciudad
Simmel y la escuela de chicago en torno a los espacios públicos en la ciudadSimmel y la escuela de chicago en torno a los espacios públicos en la ciudad
Simmel y la escuela de chicago en torno a los espacios públicos en la ciudad
 
Lopez cristian reconfiguracion territorial en valle medio
Lopez cristian reconfiguracion territorial en valle medioLopez cristian reconfiguracion territorial en valle medio
Lopez cristian reconfiguracion territorial en valle medio
 

Dernier

Monitoreo a los coordinadores de las IIEE JEC_28.02.2024.vf.pptx
Monitoreo a los coordinadores de las IIEE JEC_28.02.2024.vf.pptxMonitoreo a los coordinadores de las IIEE JEC_28.02.2024.vf.pptx
Monitoreo a los coordinadores de las IIEE JEC_28.02.2024.vf.pptxJUANCARLOSAPARCANARE
 
PINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).ppt
PINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).pptPINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).ppt
PINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).pptAlberto Rubio
 
VOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMAL
VOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMALVOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMAL
VOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMALEDUCCUniversidadCatl
 
Manejo del Dengue, generalidades, actualización marzo 2024 minsa
Manejo del Dengue, generalidades, actualización marzo 2024 minsaManejo del Dengue, generalidades, actualización marzo 2024 minsa
Manejo del Dengue, generalidades, actualización marzo 2024 minsaLuis Minaya
 
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdfPPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdfEDILIAGAMBOA
 
Contextualización y aproximación al objeto de estudio de investigación cualit...
Contextualización y aproximación al objeto de estudio de investigación cualit...Contextualización y aproximación al objeto de estudio de investigación cualit...
Contextualización y aproximación al objeto de estudio de investigación cualit...Angélica Soledad Vega Ramírez
 
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptxLINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptxdanalikcruz2000
 
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdf
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdfMapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdf
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdfvictorbeltuce
 
BIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdf
BIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdfBIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdf
BIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdfCESARMALAGA4
 
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundial
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundialDía de la Madre Tierra-1.pdf día mundial
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundialpatriciaines1993
 
cuadernillo de lectoescritura para niños de básica
cuadernillo de lectoescritura para niños de básicacuadernillo de lectoescritura para niños de básica
cuadernillo de lectoescritura para niños de básicaGianninaValeskaContr
 
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIOR
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIORDETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIOR
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIORGonella
 
CIENCIAS NATURALES 4 TO ambientes .docx
CIENCIAS NATURALES 4 TO  ambientes .docxCIENCIAS NATURALES 4 TO  ambientes .docx
CIENCIAS NATURALES 4 TO ambientes .docxAgustinaNuez21
 
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptxPresentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptxYeseniaRivera50
 
periodico mural y sus partes y caracteristicas
periodico mural y sus partes y caracteristicasperiodico mural y sus partes y caracteristicas
periodico mural y sus partes y caracteristicas123yudy
 
LA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdf
LA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdfLA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdf
LA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdfNataliaMalky1
 
libro para colorear de Peppa pig, ideal para educación inicial
libro para colorear de Peppa pig, ideal para educación iniciallibro para colorear de Peppa pig, ideal para educación inicial
libro para colorear de Peppa pig, ideal para educación inicialLorenaSanchez350426
 

Dernier (20)

TL/CNL – 2.ª FASE .
TL/CNL – 2.ª FASE                       .TL/CNL – 2.ª FASE                       .
TL/CNL – 2.ª FASE .
 
Monitoreo a los coordinadores de las IIEE JEC_28.02.2024.vf.pptx
Monitoreo a los coordinadores de las IIEE JEC_28.02.2024.vf.pptxMonitoreo a los coordinadores de las IIEE JEC_28.02.2024.vf.pptx
Monitoreo a los coordinadores de las IIEE JEC_28.02.2024.vf.pptx
 
PINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).ppt
PINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).pptPINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).ppt
PINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).ppt
 
Earth Day Everyday 2024 54th anniversary
Earth Day Everyday 2024 54th anniversaryEarth Day Everyday 2024 54th anniversary
Earth Day Everyday 2024 54th anniversary
 
VOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMAL
VOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMALVOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMAL
VOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMAL
 
Tema 7.- E-COMMERCE SISTEMAS DE INFORMACION.pdf
Tema 7.- E-COMMERCE SISTEMAS DE INFORMACION.pdfTema 7.- E-COMMERCE SISTEMAS DE INFORMACION.pdf
Tema 7.- E-COMMERCE SISTEMAS DE INFORMACION.pdf
 
Manejo del Dengue, generalidades, actualización marzo 2024 minsa
Manejo del Dengue, generalidades, actualización marzo 2024 minsaManejo del Dengue, generalidades, actualización marzo 2024 minsa
Manejo del Dengue, generalidades, actualización marzo 2024 minsa
 
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdfPPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
 
Contextualización y aproximación al objeto de estudio de investigación cualit...
Contextualización y aproximación al objeto de estudio de investigación cualit...Contextualización y aproximación al objeto de estudio de investigación cualit...
Contextualización y aproximación al objeto de estudio de investigación cualit...
 
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptxLINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
 
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdf
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdfMapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdf
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdf
 
BIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdf
BIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdfBIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdf
BIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdf
 
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundial
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundialDía de la Madre Tierra-1.pdf día mundial
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundial
 
cuadernillo de lectoescritura para niños de básica
cuadernillo de lectoescritura para niños de básicacuadernillo de lectoescritura para niños de básica
cuadernillo de lectoescritura para niños de básica
 
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIOR
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIORDETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIOR
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIOR
 
CIENCIAS NATURALES 4 TO ambientes .docx
CIENCIAS NATURALES 4 TO  ambientes .docxCIENCIAS NATURALES 4 TO  ambientes .docx
CIENCIAS NATURALES 4 TO ambientes .docx
 
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptxPresentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
 
periodico mural y sus partes y caracteristicas
periodico mural y sus partes y caracteristicasperiodico mural y sus partes y caracteristicas
periodico mural y sus partes y caracteristicas
 
LA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdf
LA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdfLA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdf
LA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdf
 
libro para colorear de Peppa pig, ideal para educación inicial
libro para colorear de Peppa pig, ideal para educación iniciallibro para colorear de Peppa pig, ideal para educación inicial
libro para colorear de Peppa pig, ideal para educación inicial
 

Arizaga Murallas Y Barrios Cerrados

  • 1. Aportes NUEVA SOCIEDAD 166 Murallas y barrios cerrados 22 La morfología espacial del ajuste en Buenos Aires María Cecilia Arizaga En los últimos años, la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores suburbanos están afectados por procesos duales. Mientras se consolidan condiciones de creciente pauperización, ciertos espacios se levantan como «islas de la ciudad global». Uno de los casos más visibles es el de los barrios cerrados y «countries», experiencias de suburbanización de un estrato medio poco castigado por las políticas de ajuste. Los análisis de diversos autores sobre el impacto que los procesos de reestructuración económica imponen al espacio urbano resultan útiles para la reflexión sobre este fenómeno. El objeto del artículo es una aproximación al tema en sus complejas modalidades locales. E n la década de los 80 comenzaron a aparecer en la zona norte del Gran Buenos Aires los primeros barrios cerrados (BC). Se sumaban a los «coun- tries», viviendas de fin de semana agrupadas en predios también cerrados, con instalaciones deportivas y sociales, cuyo origen se remonta a los años 40, paralelo a la construcción de las autopistas suburbanas. Los BC tienen el acce- so restringido como los «countries», pero no cuentan con instalaciones comunes. A la vez, desde los 90 se consolida un singular fenómeno paralelo: el uso de la «casa de fin de semana» como vivienda permanente. El número de familias (en su mayoría entre 25 y 45 años, con hijos pequeños) que adoptan esta modali- dad de vivir en los BC se duplica cada dos años. En 1990 eran 1.956 familias; después de 1996 fueron más de 5.0001. El caso pionero y paradigmático es el partido bonaerense de Pilar, ubicado a 50 Km al norte de la Capital Federal, aunque el fenómeno crece sostenidamente hacia el oeste y el sur. Para intentar comprender este desplazamiento de la ciudad al suburbio ce- rrado –y que últimamente se extiende a ciudades del interior como Córdoba, MARÍA CECILIA ARIZAGA: socióloga argentina; miembro del Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires. 1. Datos suministrados por el arquitecto Francisco Kocourek, creador de countries, y por la revista Apertura, ed. especial «Guía de bienes raíces», Buenos Aires, 1998, p. 22. Palabras clave: polarización social, cambios urbanos, barrios cerrados, Buenos Aires.
  • 2. NUEVA SOCIEDAD 166 23 Santa Fe y Resistencia–, es preciso analizar los cambios profundos en las estructuras y el sistema de las ciudades. Esta transformación implica el paso de una economía industrial a una informacional, y con ello el cambio en la estructura ocupacional. El fenómeno se da a escala global, si bien su impacto es diferencial en tanto se trate de grandes, medianas o pequeñas ciudades, y de países centrales o periféricos. Como señalan varios autores, la globaliza- ción tiene un alcance planetario, pero su efecto no es el mismo en todos lados (Castells 1995 y 1997; Featherstone; Hopenhayn; Sassen). Sin embargo, en el análisis que autores como Castells y Marcuse hacen de la transformación de la estructura ocupacional a partir del impacto de la nueva economía de tipo informacional y su efecto directo en la morfología social urbana, encon- tramos claves interesantes para pensar los nuevos usos del espacio de los distintos sectores porteños, atravesados por los efectos de la reestructura- ción ocupacional, teniendo en cuenta el terrible impacto de reacomodamiento que esta situación provoca. La nueva morfología social urbana: el mapa de la anomia La irrupción de los BC no es el único cambio visible que encontrará el obser- vador en su recorrido por Buenos Aires y su periferia. El suburbio bonaeren- se ha sufrido transformaciones que aunque permitan establecer un patrón común en la tendencia, muestra diferencias de intensidad según la localiza- ción norte, oeste o sur –e incluso dentro de cada una de ellas. Dentro de la Capital Federal, el mapa social también se divide en un Norte tradicional- mente rico, un Oeste de capas medias y un Sur empobrecido sistemática- mente. Sin embargo son cortes que no pueden considerarse rigurosos; sobre todo hoy presentan quiebres que los vuelven más flexibles y continuidades que subrayan las diferencias. Lejos de parecer contradictorio, esta doble cara del mapa social explica el mosaico de la ciudad y el suburbio. Mientras secto- res sociales diferentes conviven en un mismo espacio tajantemente escindido, se intensifica el contraste histórico entre el Sur pobre y el Norte opulento. Para comprender este fenómeno, resulta útil detenerse en el análisis de Castells sobre el impacto que la sociedad informacional produce en la estruc- tura ocupacional y consecuentemente en la configuración socioespacial, dan- do lugar a lo que llama «la ciudad dual». Las nuevas tecnologías tienen una función instrumental en el proceso de reestructuración de la fuerza de tra- bajo, con el consiguiente impacto en la estructura social de la ciudad. La reestructuración beneficia la capacidad de negociación del capital frente a los trabajadores y flexibiliza la fuerza de trabajo a partir de múltiples facetas que provocan una pérdida del control del proceso de trabajo por parte de la mano de obra, y su consiguiente segmentación. Sumado a esto, la emergen- cia de la economía informacional tiende a polarizar la estructura del empleo, ya que mientras algunas labores aparecen como residuales y en franco deterio- ro, otras emergen como los nuevos espacios del capital. Ello crea una creciente desigualdad en la distribución del ingreso: según la Cepal, la Argentina tiene 8 millones de pobres (con un ingreso menor a 148 dólares mensuales) y 2,5 mi-
  • 3. NUEVA SOCIEDAD 166 24 llones de indigentes (por debajo de 74 dólares). Las cifras de la polarización expresan que un 10% de la población concentra el 35,8% del ingreso nacional y el 40% más pobre recibe un 14,9%2. En las capas medias esto tiene fuerte impacto, ya que las industrias de alta tecnología, a diferencia de las pesadas, tienden a generar una demanda de empleo polarizada (alto y bajo), dejando de lado las posiciones tradicionalmente ocupadas por las capas de ingresos intermedios3. En la Argentina, según datos de 1997, el 41% de la clase media en edad de trabajar está inactivo, pero el 30,1% tiene sobreocupación. Mien- tras tanto, esto es percibido como una progresiva desaparición de clase y fractura a los sectores medios de manera tajante; el 47,8% del total de des- ocupación corresponde a la clase media baja, el 17,5% a la media y el 8,4% a la media alta4. Una sociedad polarizada y simbiótica El declive y fractura de las clases medias en la Argentina, en especial en Buenos Aires, abarca diferentes aspectos de la realidad social. El proceso de suburbanización «encerrada» no parece estar al margen. Las posiciones más débiles dentro de la sociedad son desplazadas del proceso productivo infor- macional dentro de un contexto fuertemente discriminatorio, en donde la baja cualificación va muchas veces acompañada de diferencias étnicas, de clase, género, edad, etc. La exclusión adquiere así la categoría de marginalidad, no solo del mercado de trabajo sino del conjunto del sistema social. Quien desde la baja cualificación consigue un empleo, posee una inserción laboral vul- nerable, generalmente dentro de un segmento informal, muchas veces como servicio de las demandas sofisticadas que el nuevo estilo de vida impone a la «nueva crema» de la economía informacional. Esta situación, que Castells sitúa como ejemplar en Nueva York, no parece, a grandes rasgos, diferir de las que se presentan en los espacios más sofisticados de Buenos Aires y en las urbanizaciones cerradas. Es más, esta es una de las típicas circunstancias de cruce con la otredad que se produce en estas áreas. Es también la justi- ficación más poderosa que esgrimen las autoridades municipales para la generosa e ilimitada facilidad con que se otorgan permisos para estos em- prendimientos5. Sin embargo, no siempre la otredad es el vecino del barrio pobre o marginal más cercano, ya que muchas veces, y sobre todo con los servicios, se contratan empresas privadas (seguridad, recolección de basura, jardinería y limpieza doméstica, por ejemplo). La relación con el Otro com- bina polarización e interdependencia, entre servicio requerido y fuente de trabajo, logrando cierta relación polarizada e interconectada, aunque solo en lo estrictamente necesario ya que prima la intención de reducir la dependen- cia (v. Marcuse). 2. Pablo Kandel: «Argentina: 10,5 millones de pobres» en Clarín, 5/5/99, Buenos Aires, p. 20. 3. Lester Thurow: Disapearence of the Middle Class, cit. en M. Castells 1995. 4. Luis Varela: «Lenta desaparición de la clase media» en Clarín, 16/9/99. 5. Al respecto se pronunciaron representantes de la municipalidad de Pilar en el marco de la Jornada sobre Barrios Cerrados e Impacto Ambiental, Buenos Aires, 1998.
  • 4. NUEVA SOCIEDAD 166 25 ¿Cómo la globalización influye en la fragmentación dentro de las ciudades y de la vida dentro de los barrios? Marcuse encuentra dos líneas de respuesta. Una es la que sigue el análisis de Reich6, sosteniendo una menor dependen- cia de las elites respecto a los grupos sociales más bajos: la gente rica es cada vez más independiente del Otro (el «otro» más pobre), por cuanto su mundo de vida trasciende absolutamente su lugar de residencia. Esta idea daría lu- gar a una sociedad crecientemente desconectada, fragmentada y polarizada, social y espacialmente. La otra línea de razonamiento analizada por Marcuse, es la que Sassen7 desarrolla como un tipo de simbiosis socioeconómica den- tro de una sociedad cada vez más polarizada. De esta manera, la desigual- dad creciente en la distribución está conformando sociedades en las que el modelo de la «sociedad de los dos tercios» no alcanza para ver la complejidad de las divisiones. Marcuse propone una división basada en cinco categorías de personas: los propietarios de la riqueza y de las decisiones de poder, cuya riqueza y poder van en aumento; los profesionales, técnicos y gerentes, quie- nes junto con los propietarios son los «ganadores» en el proceso de cambios económicos, que vienen acrecentando su ingreso y privilegios aunque sin aban- donar la inestabilidad que la nueva situación genera; la clase media en caída (también en muchos casos, profesional o semi profesional) que viene experi- mentando un fuerte decaimiento de su estatus y estabilidad; la «vieja clase trabajadora» sufriendo la continua erosión de su calidad de vida y el decli- namiento ostensible de sus antiguas conquistas; y por último, los excluidos y marginales, víctimas principales del proceso de transformación económica, al margen de toda actividad dentro del mercado formal y prescindibles hasta como «ejército de reserva». Es en el marco de este análisis de la estructura social en donde Marcuse ubica la creciente fractura espacial: exclusión social que se transfiere al espacio, donde la estigmatización del marginal como peli- groso aparece como uno de los motores de la espacialización de la diferencia. Esta división propuesta puede encontrar cierta relación con los cinco tipos de ciudad que este autor analiza y resulta útil para situar el perfil estructural del segmento de clase media que está emigrando hacia el barrio cerrado, di- ferenciándolo de la elite propietaria. La ubicación más adecuada parecería ser la del nivel inmediatamente inferior, profesional y gerente (en relación de de- pendencia con la elite, en muchos casos), que aumentó (o en el peor de los casos mantiene) su nivel de vida, lo que los coloca en una situación de móvi- les ascendentes, pero que son alcanzados por la situación de inestabilidad aún en los puestos más jerárquicos del segmento. La suburbanización en BC aparece como una de las respuestas posibles a esta situación de inestabilidad; quienes emigran a ellos resaltan la seguri- dad de estos espacios, abandonando una ciudad que ven caótica y violenta. Esta seguridad frente al caos imperante se percibe a dos niveles: ante la per- 6. R. Reich: «La nueva comunidad» en El trabajo de las naciones. Hacia el capitalismo del siglo XXI, Javier Vergara, Buenos Aires, 1993. 7. S. Sassen: «A New Trends in the Sociospatial Organization of the New York City Economy» en R. Beauregard (ed.): Economic Restructuring and Political Response, Sage, 1989 (cit. en Marcuse).
  • 5. NUEVA SOCIEDAD 166 26 cepción de violencia creciente, por medio de murallas y sistemas de seguri- dad privada, y, por otro lado, el resguardo de la mirada del adentro hacia fuera como del afuera hacia adentro. Solo el «nosotros» existe, al menos mien- tras estamos dentro. Ello brinda cierta seguridad y estabilidad, al ser un «nosotros» autoconstruido, coherente y conocido. Servicios high tech y el fin de la idea de un «futuro para todos» Al tiempo que crece en demandas sofisticadas el sector nodal de la nueva economía, desaparecen las condiciones de supervivencia de los grupos des- plazados. Desde una perspectiva sudamericana, Hopenhayn analiza los efec- tos que las políticas de privatización tienen sobre la sociedad. Estos efectos, lejos de ser homogéneos resultan diametralmente opuestos según se ocupe uno u otro extremo de la estructura socio-ocupacional. A partir de un análi- sis que centra lo simbólico del proceso de privatización, Hopenhayn habla de una cultura de la privatización que se internaliza en las conciencias de po- bres y ricos de maneras marcadamente diferenciadas. Si entre los incluidos y opulentos se refleja en una expansión de la lógica privatista con su sentido de instrumentalidad y eficiencia a la vida cotidiana (en los lazos sociales, en el consumo privado suntuario, etc.), en los sectores excluidos y marginales «lo privado deviene privación» (p. 44). Y en este sentido no son solo las cuestio- nes simbólicas que refiere el autor las que quedan al margen de estos sectores (percepción de movilidad social, perspectivas de bienestar) sino, dialécticamente con éstas, cuestiones de orden puramente material, en donde la desaparición de las políticas públicas fueron sistemáticamente despojándolos de las con- diciones más elementales de supervivencia. Es en este marco de crisis donde puede pensarse el delito como síntoma anómico, más allá de que como plantea Hopenhayn sea la contracara de una cultura triunfante, o el paso cuasi obli- gado de subsistencia a la economía informal del narcotráfico que sugiere Castells. La anomia aparece como síntoma de un vacío desde el plano estric- tamente material, al excluir de las condiciones más básicas de subsistencia a un gran porcentaje de la población, y desde lo simbólico al vaciar de conteni- do todo sistema normativo, con la disolución de los lazos sociales y sistemas de creencia apoyados en ideas de justicia social y de «un futuro para todos». El tema de la inseguridad ciudadana8 adquiere así un plus simbólico que acompaña las condiciones objetivas del delito y se expresa en un clima de pa- ranoia generalizada que divide la ciudad y su suburbio en zonas abiertas y peligrosas y zonas cerradas y seguras. La ciudad dual es también la que con- tiene a la «ciudad mala» y a la «ciudad noble». Es así que la ocupación cuasi militar del espacio –Castells (1995) la ejemplifica en Los Angeles, que se ha hecho paradigmática para el análisis del atrincheramiento desarrollado (Blackely/ Snyder; Davis), así como lo es San Pablo para el «emergente» polo sudamerica- 8. En el último año el tema de la inseguridad ciudadana ha ocupado un lugar destacado en los discursos mediáticos y políticos, y se han acrecentado las demandas vecinales de seguri- dad pública, mientras aumenta el gasto destinado a seguridad privada.
  • 6. NUEVA SOCIEDAD 166 27 no (Pires do Rio Caldeira) –viene a graficar estas desigualdades y construye simbólica y materialmente «fronteras entre la ‘normalidad’ y la ‘anormalidad’» Si en los sectores medios-medios fuertemente amenazados por el ajuste, el consumo cultural aparece como una táctica de inclusión en tanto elemento de distinción de clase9, en un estrato más alto de esos sectores medios, don- de la amenaza del ajuste proviene de los miedos al Otro –percibido como lo violento, lo peligroso–, la estrategia de inclusión se espacializa en el barrio cerrado. Estas urbanizaciones parecen graficar la lógica de «ganadores y per- dedores»10 y muestran un aspecto significativo del proceso de transforma- ción que se está llevando a cabo en la morfología social urbana y suburbana dando cuenta de la correspondencia entre patrones territoriales particula- res y patrones de organización económica determinados, como conformadores de modelos culturales. Dentro del contexto latinoamericano, Herzer y Pírez analizan que frente a la crisis los distintos sectores desarrollan diferentes estrategias para vivir. Los altos y medios altos sustituyen las carencias de los servicios públicos por su privatización dentro de espacios cerrados, don- de tienden a reproducir las condiciones de vida de los países avanzados. Los más pobres sufren esta degradación y desaparición de lo público y sobrevi- ven en asentamientos sin servicios, cuyas carencias muchas veces son supli- das en parte por la autoproducción, lo cual implica un sobredimensionamiento del esfuerzo individual y colectivo. En tanto, los sectores medios pauperizados por la situación se encuentran impedidos de acceder al mercado para su- plantar la oferta pública, y no cuentan con el capital histórico de las clases populares en la experiencia de la producción colectiva. Así sus condiciones de vida se ven fuertemente deterioradas y grandes zonas de la ciudad que- dan en estado de abandono11. Este dualismo no da solo como resultado dos mundos diferentes. Más bien genera una variedad de universos sociales cu- yos estilos de vida y usos del espacio refieren directamente a su lugar en esta nueva estructura ocupacional y tiene como características esenciales la frag- mentación, la marcada delimitación y el bajo nivel de comunicación entre estos universos. Las diferencias en las posibilidades de acceso a las nuevas tecno- logías de información y comunicación (TICs) levantan murallas de silencio entre universos contrapuestos aunque cercanos en el espacio, mientras enla- za universos similares espacialmente distantes. Existen investigaciones que hacen referencia a una suerte de mapa de las TICs en Buenos Aires y el conurbano, que dibuja «islas de consumo tecnoló- gico acotadas a determinadas áreas urbanas»12. Así, el dualismo conduce a una segregación voluntaria (en el caso de los que están en condiciones de op- 9. Esta idea aparece en la investigación llevada a cabo por Ana Wortman, en la que participo como auxiliar; proyecto UBACyT, IIGG. 10. Entendiéndola en el marco de un sistema de exclusión: los incluidos y quienes son ex- cluidos respectivamente. 11. H. Herzer y P. Pírez: «Municipio y participación popular en América Latina» en Desarro- llo Económico vol. 29 Nº 114, 7-9/1989 (cit. en Heck, pp. 25-26). 12. S. Finquelievich, A. Vidal y J. Karol: Nuevas tecnologías en la ciudad. Información y comunicación en la cotidianeidad, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1992
  • 7. NUEVA SOCIEDAD 166 28 tar)13, e involuntaria y forzada para los excluidos. Esta segregación se da en términos espaciales, donde los BC y las nuevas «torres countries» constitu- yen el ejemplo más acabado, que se refuerza con un aumento del costo del suelo en áreas residenciales que Castells ve como impulsor de la homogenei- dad al tiempo que impone segregación, diversidad y jerarquización. Pero la segregación también se establece en términos culturales y de comunicación, ya que agudiza la brecha entre un sector superior, cosmopolita, conectado virtualmente a escala interplanetaria aunque prácticamente desconectado a escala local, y el resto que limita su mundo a su propia identidad y a las imá- genes estandarizadas del televisor. Esta ciudad es la que produce una ten- sión entre la elite global y una mayoría local (Castells 1997). La brecha entre una y otra resulta tan violenta que la inmovilidad social de los sectores exclui- dos se da no solo desde el plano de las condiciones objetivas de pauperización y miseria sino en lo subjetivo desde el momento en que la distancia es tal que la elite ya no es percibida como modelo a imitar por lo inalcanzable que este modelo resulta. Ciudades distintas que conviven en una El proceso de segmentación que los cambios en la economía y el consiguiente reajuste de la estructura ocupacional impusieron, ha fortalecido un modelo de ciudad escindida que si bien no es nuevo, sí parece tomar nuevos bríos y formas. Las nuevas condiciones económicas crean oportunidades para la ex- pansión de la ciudad posfordista, y a la vez ésta refuerza las condiciones específicas al modelo informacional de la economía. Frente a este panorama, se hace imposible hablar en términos teóricos y prácticos de «la ciudad» como un espacio homogéneamente definido. Si bien el concepto de Castells (la «ciu- dad dual») da cuenta de la creciente polarización que se establece en el mis- mo espacio urbano, Marcuse desde la geografía de la ciudad posfordista ex- pone otro tipo de ciudad, que se complementa con aquella: «The Quartered City». El concepto parecería jugar con una doble acepción de la palabra quarter, donde la idea de barrio y vecindad se cruza con la de descuartizar (el espa- cio). Otra acepción resulta interesante para el caso que nos ocupa y es la de cuartel, si se tiene en cuenta la relación que se establece entre los distintos quarters y donde la militarización del espacio aparece como respuesta domi- nante. En la idea de Marcuse aparece así una ciudad con islas de riqueza, en donde hay una selección de zonas a manera de «islotes» de ciudad globaliza- da y planetaria rodeadas de un resto marginal. Extender el concepto y los tipos de ciudad analizados por Marcuse a la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores suburbanos no intenta establecer la linealidad de los fenóme- nos. Más bien esta es una primera reflexión desde la lectura del concepto frente a la experiencia urbana y suburbana del Buenos Aires actual. (cit. en S. Finquelievich y E. Schiavo (comps.): La ciudad y sus TICs, Universidad Nacional de Quilmes, Buenos Aires, 1998, p. 80. 13. Fenómeno que la investigadora Marie France Prevot Schapira llamó «de secesión» (con- ferencia en el Instituto de Investigaciones Gino Germani, Area de Estudios Urbanos, Bue- nos Aires, 1998).
  • 8. NUEVA SOCIEDAD 166 29 La ciudad cuarteada da cuenta de un arreglo espacial –tácito en algunos casos y expreso en otros, voluntario o involuntario según sus actores y situa- ciones respectivas–, que descuartiza la ciudad a partir de distintas dimen- siones (étnicas, género, raza, sexo, edad) y teniendo en cuenta los usos de la misma. Así aparece la ciudad cuarteada residencial y la ciudad cuarteada de las actividades de negocios y económicas. En cuanto al uso residencial, Marcuse encuentra cinco ciudades dentro de la ciudad cuarteada: La ciudad lujosa. Donde la elite fija su lugar de residencia. Esta área se ca- racteriza por estar bien definida pero carecer al mismo tiempo de límites expresos. La exclusividad es lo que establece el acuerdo tácito de limitación espacial –y siempre simbólica. Es un rasgo a tener en cuenta al analizar los BC y su necesidad expresa de límites materiales. Tal como afirma Castells (1995), la elite no necesita resguardarse en el suburbio para reconocerse como diferente sino más bien mantiene lugares exclusivos dentro del casco céntri- co para ostentar su superioridad. El sector que hoy emigra a los BC, en su mayor parte no integra histórica ni circunstancialmente esta elite, más bien está en el nivel que Marcuse sitúa en el estrato intermedio entre la elite y la clase media castigada por los cambios económicos. Los agentes inmobiliarios que comercializan estos emprendimientos comenzaron apuntando al segmen- to ABC1 y hoy lo extienden al C2 y C3 con ingresos de hasta 3.000 dólares mensuales14. La segunda ciudad analizada por Marcuse refiriéndose al uso residencial, es la ciudad ennoblecida por los procesos de gentryficación («gentrified city»). Sus moradores pertenecen a un universo que encuentra en el espacio urbano comodidad y saciedad para sus hábitos de consumo. Generalmente son pro- fesionales, gerentes, «yuppies de 20 y profesores de 60» como grafica Marcuse, que se establecen en zonas céntricas –generalmente con un plus simbólico en términos de patrimonio histórico y/o artístico–, y que valoran la cercanía entre residencia y trabajo, los contactos personales y –esto no lo dice Marcuse, sino que se agrega acá desde una primera aproximación a la perspectiva porteña–, los consumos culturales «situados»15. Estos consumos culturales se caracterizan por abarcar una amplia gama de intereses que exceden lo tradicionalmente incluido en lo cultural (entiéndase, el teatro, museos, gale- rías de arte, cine, conciertos), extendiéndolo a las salidas sociales a restau- rantes y bares que en muchos casos proponen cierto contacto con la cultura, por ejemplo exposición de pinturas u otra expresión artística, aunque no de manera estrictamente necesaria. Lash y Urry analizan esta inclinación al pasado como un aspecto del tiempo de la alta modernidad, en su constante remisión a un tiempo glacial. Es la nostalgia de un pasado idealizado, que se despoja de toda carga negativa, ocultando las desigualdades y el dolor re- moto estereotipándolo y convirtiéndolo en espectáculo, un pasado ficcional. Entienden, por otra parte, que esta recurrencia desvía la atención de las ine- 14. Revista Apertura, cit., p. 22. 15. Entendidos como no domésticos.
  • 9. NUEVA SOCIEDAD 166 30 quidades del presente. Así se construye una «industria de la heredad»16, que se extiende a artefactos, oficios, edificios y lugares (una revalorización tanto del casco urbano como de la «vuelta al campo». En el amplio abanico que comprende a la clase media porteña, como contracara a la «huida» se produ- ce un reciclado de ciertos barrios tradicionales con fuerte carga simbólica17. Son reapropiados por nuevos sectores, cuyo ingreso puede asimilarse a los residentes de BC, sin abandonar al modelo de vecino histórico, conformando mosaicos de lo nuevo y lo viejo en sus prácticas, estéticas y actores. Quienes optan por la ciudad reciclada valoran simbólicamente –y también en los más estrictos términos de mercado–, un entorno «pasado» que se vuelve escenogra- fía. Incluye a la fachada, así como al antiguo vecino, mercadito o taller. Al mismo tiempo, desoyendo las voces del pasado, surgen lejos de todo reciclaje nuevas y enormes «torres barriales» que funcionan como «torres countries»: amuralladas, con seguridad privada y tecnologizada, más simulacros de vida verde (piscina, solarium, gimnasio, etc.) en barrios disímiles como Caballito, Belgrano, Núñez, Barracas, etc., que se ofrecen como «Un barrio cerrado sin salir de Capital»18. En el Abasto la erección de estas torres encontró en los nombres la vuelta al pasado; allí se mezcla la modernidad del rascacielos con el imaginario tanguero de Homero Manzi o Carlos Gardel. Como tercera ciudad residencial, Marcuse señala la ciudad suburbana de la familia tradicional. Es la ciudad de la pequeña burguesía, compuesta mayor- mente por los «trabajadores de cuello blanco». El análisis de Sennet sobre el proceso de suburbanización de las clases medias de la sociedad «opulenta» norteamericana en las décadas del 50 y 60, deja ver los imaginarios construi- dos en torno de la huida de la ciudad caótica y la preeminencia de valores muy tradicionales que priorizan la propiedad, el consumo, la seguridad y la estabilidad en combinación con las nuevas posibilidades dadas por la cre- ciente sociedad de consumo. La casa suburbana aparece como el símbolo de «uno mismo», cumpliendo una función de diferenciación con los estratos más bajos, seguridad física contra los extraños, y escape del trabajo cotidiano (así resulta funcional la separación residencia-trabajo). La tradición suburbana norteamericana es muy anterior a la argentina y con una historia diferente19, 16. Ver S. Ewen: Todas las imágenes del consumismo, Grijalbo, México, 1993, esp. cap. X. 17. Barrios como el Abasto, Palermo Viejo, Bajo Belgrano. Si bien estas áreas están sufrien- do procesos de cambio, la intensidad, causas y efectos no son las mismas. Por ejemplo en Palermo Viejo el reciclaje de viviendas antiguas actuó como fundamental motor del cambio, mientras que en el Abasto el reciclado del Mercado como shopping, y las torres que se levan- tan alrededor, parecen actuar como fuente de impulso para el resto del barrio con efectos hasta ahora menores que en el caso anterior. El Abasto es un tradicional barrio porteño donde en décadas pasadas funcionó el Mercado que le dio su nombre y que condensa una fuerte representación de «lo porteño»: el tango, el conventillo, el compadrito. El barrio ac- tualmente tiene gran cantidad de viviendas «tomadas» y pensiones que le dan su fisonomía propia, mezclándose con los nuevos emprendimientos. 18. Eslógan publicitario de una torre, que aparece en los suplementos inmobiliarios de la prensa. 19. En Estados Unidos a partir de la segunda posguerra el crecimiento económico fue acom- pañado por la suburbanización de las clases medias (v. al respecto R. Sennet: Vida urbana e identidad personal. Los usos del desorden, Península, Barcelona, 1975. En la Argentina,
  • 10. NUEVA SOCIEDAD 166 31 sin embargo los imaginarios que Marcuse y Sennet le confieren al suburbio resultan útiles para pensar las representaciones de los residentes de estas urbanizaciones, teniendo en cuenta otro rasgo local: la muralla. El carácter cerrado de estos emprendimientos aparece también como respuesta a la exis- tencia de una estructura urbana previa producto de un primer proceso de suburbanización por parte de sectores populares y de enclaves marginales tipo villa miseria, tal como es analizado por Torres. Un aspecto adicional a conside- rar en la construcción del imaginario suburbano se relaciona con otro efecto de la nueva percepción del tiempo y el espacio a la que hacían referencia Lash y Urry, relacionada con una revaluación de la naturaleza, cada vez me- nos descartable y asignándole a cada persona el derecho de preservarla, cons- truyendo un interés que se extiende horizontalmente hacia las generaciones futuras. Estas ideas de vuelta a la naturaleza y preservación, asociadas en particular a corrientes tipo New Age y filosofía «verde», parecen ser apropia- das para el imaginario del country y del barrio cerrado. Tanto es así que ocupan un lugar predominante en el discurso mediático y en la publicidad de los suplementos dedicados al tema20. Por otro lado, la ciudad de los vecindarios, siguiendo el análisis de Marcuse, está compuesta por las viviendas económicas de los obreros de bajos salarios y muchos trabajando en la economía informal. Es la ciudad que concentra a los trabajadores más vulnerables del nuevo sistema de empleo, que general- mente no cuentan con beneficios sociales ni con salidas a su precaria situa- ción. Este espacio urbano puede verse amenazado por los emprendimientos inmobiliarios de renovación urbana y de «ennoblecimiento». La expropiación del barrio ha sido el motor principal de los nuevos movimientos sociales (jun- to a las nuevas organizaciones de vecinos conformadas para hacer frente al delito)21. Por último, Marcuse habla de la ciudad abandonada, que es la de los excluidos, los sin techo, aquellos discriminados étnica, racial y socialmen- te, o también por edad o género. Es la ciudad carente de servicios públicos y educación, que si bien tiene zonas particularmente abandonadas, amenaza con diseminarse por el resto del espacio urbano. Reflexiones finales El análisis seguido por Marcuse presenta un perfil urbano que remite a cier- tas características de contraste espacial que hoy ofrece la ciudad de Buenos Aires, con tres cordones claramente diferenciados: norte, central y sur. En el norte, el nivel de NBI (necesidades básicas insatisfechas, indicador que se durante el periodo 1940-1960 se daba una suburbanización de los sectores obreros a partir de los «loteos económicos» (v. Torres). 20. Los diarios de mayor circulación nacional (Clarín y La Nación) tienen suplementos se- manales dedicados a los BC. 21. Al respecto, en Buenos Aires está la experiencia del MOI (Movimiento de Ocupantes e Inquilinos), del Programa de Desarrollo Local de San Telmo, quienes piden por «el derecho a una ciudad democrática sin expulsores ni expulsados». Con respecto a los vecinos del Abas- to, ver el trabajo de María Carman presentado en las Jornadas de Investigadores de la Cultura, I.I. Gino Germani, Buenos Aires, 11/1998.
  • 11. NUEVA SOCIEDAD 166 32 construye por posesión de vivienda, servicios sanitarios, hacinamiento –más de tres personas por habitación– y escolaridad) es de 4,3% de la población residente, mientras que en el centro es de 6,7% y en el sur del 17,5%, según datos de 199622. A pesar de las particularidades del caso, las «islas de la ciudad global» creadas por lo que Sassen llama «los nuevos usuarios de las ciudades» dejan huellas en el espacio urbano y suburbano de Buenos Aires y en su morfología social en las diferentes dimensiones del uso del espacio: residencial, económico y de consumos sociales y culturales. El proceso de suburbanización encerrada –el boom inmobiliario en la última década–, pue- de ser leído como una de estas huellas de la ciudad global. La riqueza de la noción de «quartered city» descansa en su ambigüedad: una ciudad descuar- tizada en zonas «nobles» que aparecen como islas en medio de un espacio pauperizado y peligroso que invoca a la segunda acepción: la ciudad acuarte- lada frente a un Otro que aparece –amenazante– en cada espacio que no esté debidamente controlado; así se van levantando murallas que materializan las divisiones de estos mundos de vida. The quartered city también da cuen- ta de la militarización del espacio como respuesta a la descuartización, a través de panópticos sistemas de seguridad privada y de paredes que separan un adentro conocido de un afuera extraño y violentamente percibido. La ciudad amurallada (el country, el barrio cerrado y torres countries), es así una de las formas que toma la ciudad acuartelada frente a la descuartización del espa- cio urbano. Pero el encapsulamiento no es un fenómeno que se reduce al espa- cio residencial sino que se extiende al ocio y el consumo (shoppings, plazas cerradas) como nuevas formas de uso del espacio público. Bibliografía Ansaldi, Waldo: «Fragmentados, excluidos, famélicos y como si fuese poco, violentos y corruptos» en Revista Paraguaya de Sociología año 34 Nº 98, 1-4/1997, pp. 7-36. Blackely, E. y J. Snyder: Fortress America. Gated Communities in the United States, The Brookings Institution, Washington, 1997. Castells, Manuel: La ciudad informacional. Tecnologías de la información, reestructuración económica y el proceso urbano-regional, Alianza, Madrid, 1995. Castells, Manuel: La era informacional. Economía, sociedad y cultura. La sociedad red, vol. 1, Alianza, Barcelona, 1997. Cepal: Panorama social de América Latina 1998, Santiago, 1998. Davis, M.: City of Quartz, Vintage Books, Nueva York, 1992. Featherstone, Mike: Undoing Culture, Sage, Londres, 1995. Heck, Marina (coord.): Grandes metrópolis de América Latina, FCE, México, 1993. Hopenhayn, M.: Ni apocalípticos ni integrados. Aventuras de la modernidad en América Latina, FCE, Santiago, 1994. Lash, S. y J. Urry: Economías de signos y espacios. Sobre el capitalismo de la posorganización, Amorrortu, Buenos Aires, 1998. Marcuse, Peter: Notes for Copenhagen, Paper gentileza UTDT, 1997. Pires do Rio Caldeira, Teresa: «Un nouveau modèle de ségrégation spatiale: les murs de Sao Paulo» en Revue internationale des sciences sociales Nº 147, París, 1996. Sassen, Saskia: «Las ciudades en la economía mundial», ficha del seminario «La ciudad en la economía global», Universidad Torcuato Di Tella, Buenos Aires, 1998, pp. 1-22. Torres, Horacio: «La aglomeración Gran Buenos Aires: sus patrones de expansión física y los cambios recientes de su mapa social», Documento de trabajo Nº 1/99, Prohab, SICyT, FADU-UBA, Buenos Aires, 3/1999. 22. V. en Ansaldi, p. 14, la cita de un estudio de Artemio López para el IDEP.