2. RINITIS ALÉRGICAS:
• Obedecen a una
predisposición del individuo
que se exacerba con factores
ambientales como la
polinización o brotes de los
pastos, contaminación
ambiental, mayor contacto
con las mascotas o animales,
etc.
3. PICADURAS DE INSECTOS:
• En esta época del año las
personas acostumbran ir a los
parques, al campo o a la playa
. Con ello aumenta la
exposición a insectos que
pueden efectuar picaduras o
mordeduras con reacciones
locales, lesión limitada al sitio
de contacto; o sistémicas,
reacciones alérgicas con
compromiso de vía aérea
(ahogo) o shock anafiláctico.
4. QUEMADURAS SOLARES:
• Se mantiene presente como
causa importante de consulta
pese a las múltiples campañas
comunicacionales que se han
hecho, ya que las personas no
han logrado integrar los
efectos dañinos de la
exposición solar. Entre sus
consecuencias destacan el
aumento del envejecimiento
de la piel, aparición de
lesiones tumorales, o
quemaduras agudas.
5. SÍNDROME DE DIARREA AGUDA DE
ORIGEN VIRAL:
• Es importante diferenciar de la
intoxicación alimentaria o
diarrea del viajero. Durante el
verano aumentan los casos de
rotavirus y enterovirus, los que
producen cuadros clínicos muy
sintomáticos que preocupan a
los padres y familiares debido
a los vómitos y deposiciones
líquidas frecuentes, y dolor
abdominal intenso; con el
consecuente riesgo de
deshidratación y contagio del
entorno familiar.
6. SÍNDROME DE DIARREA AGUDA DEL
VIAJERO:
• Su tratamiento y manejo es
diferente al existir el
antecedente de viaje a otros
países. Los individuos pueden
iniciar los síntomas en el
extranjero o una vez llegados
a su país de origen. A su vez,
muchos turistas, en especial
de países del hemisferio norte
como Europa o Estados
Unidos, pueden consultar por
molestias digestivas y fiebre.
7. INTOXICACIÓN ALIMENTARIA:
• Deben existir al menos dos
personas enfermas con
síntomas digestivos, diarrea,
dolor abdominal tipo cólico,
vómitos, fiebre, dolor
muscular u otros síntomas que
consumieron un alimento en
común. El aumento de la
frecuencia tiene su origen en
no respetar la cadena de frío
de los alimentos, uso de
huevos crudos, consumo de
productos del mar sin cocción
adecuada y lavado inadecuado
de frutas o verduras.
8. CRISIS OBSTRUCTIVAS:
• Es más frecuente la consulta
de pacientes asmáticos o
hiperreactivos que por
motivos de alérgenos
estacionales como el polen y
plátano oriental pueden
descompensarse. Debido a
esto, las personas concurren al
médico por dificultad
respiratoria, ruidos
bronquiales audibles y tos.
9. SÍNDROME COQUELUCHOIDEO:
• El cuadro inicial es similar a un
resfrío o gripe que se
caracteriza por una tos
irritativa que se vuelve
incontrolable, e incluso puede
causar vómitos. La
enfermedad es altamente
contagiosa y se debe tratar a
todos los integrantes de la
familia.
10. TRAUMATISMO:
• Los accidentes o heridas son
una patología transversal a la
estacionalidad. En el verano, la
gente practica más deportes y
actividades con mayores
riesgos. De esta manera, una
caída en bicicleta, incidentes
durante una caminata o trote
pueden inducir la necesidad
de una atención médica o
enfermería.
11. ESTRÉS Y SOMATIZACIONES:
• El estrés puede manifestarse al
final del año, ya que una carga
laboral mantenida, mal
manejo del ocio, ausencia de
tiempos protegidos o
carencias de las expectativas
económicas pueden producir
que las personas presenten
síntomas sin tener una
enfermedad orgánica. A la
gente se le realizan muchos
exámenes y consultas a
diferentes médicos que
concluyen que todo está
normal, pero las molestias
siguen presentes.
12. ADOLFO BARRAZA
• Adolfo Barraza, explica que en
todos estos cuadros la
prevención es lo principal, por
lo que es importante el
consumo responsable de
alimentos; medidas de
protección solar; efectuar
actividades con la seguridad y
supervisión correspondiente;
consultar a un infectólogo o
experto en enfermedades del
viajero antes de visitar otros
países; y ponerse las vacunas
preventivas.
• Junto con lo anterior, el
especialista en medicina
familiar de la Red Salud UC
recomienda iniciar
precozmente los tratamientos
antialérgicos en los individuos
susceptibles; usar repelentes
de insectos en zonas rurales o
de montaña; y realizar durante
el año actividades de
esparcimiento o relajo.