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Breve historia de la literatura española
1. BREVE HISTORIA DE LA LITERATURA ESPAÑOLA
1º ESO IES “SAN FELIPE NERI” MARTOS
ESQUEMA DE CONTENIDOS
- LA EDAD MEDIA.
- EL RENACIMIENTO.
- EL BARROCO.
- EL SIGLO XVIII. EL NEOCLASICISMO.
- EL ROMANTICISMO.
TEMA 2º
- LA EDAD MEDIA.-
Este período histórico, que comienza con la caída del imperio romano
(siglo v), acaba a finales del siglo XV con el descubrimiento de América
y la conquista del reino de Granada.
El castellano, una de las lenguas romances nacidas de la progresiva
evolución del latín, se convirtió en vehículo literario ya muy avanzada
la Edad Media. Hasta entonces, los hombres cultos escribían en latín.
El poema de Mío Cid, la obra más representativa de la épica castellana,
se compuso probablemente a principios del siglo XIII. Su autor es
anónimo, quizá un clérigo o un hombre de leyes.
La estructura métrica de la obra es la siguiente: largas tiradas de versos
de desigual medida, aunque predominan los alejandrinos (14 sílabas),
con rima asonante entre sí. El poema se divide en tres cantares: el del
destierro, el de las bodas y el de la afrenta de Corpes.
La obra narra, con cierto aire fantástico, parte de la vida del Cid,
caballero que existió históricamente. Desterrado por el rey de Castilla,
el Cid, gracias a sus dotes guerreras y a sus conquistas, se gana de
nuevo el favor real. Sus hijas, que se habían casado con los infantes de
Carrión, son azotadas y abandonadas por estos en el bosque de Corpes.
Pero su padre logra vengarlas, y casarlas de nuevo, con caballeros más
nobles.
El Mester de Clerecía se desarrolló a lo largo de los siglos XIII y XIV.
A él pertenecen una serie de clérigos con unas características comunes:
uso predominante de la Cuaderna vía (conjunto de cuatro versos, rima
1
2. consonante y versos alejandrinos AAAA), formación religiosa, temas
novelescos, sacros, moralizadores...
En el siglo XIII destaca la figura del poeta Gonzalo de Berceo; en el
siglo XIV la de Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita, autor del Libro de
Buen Amor. Juan Ruiz, representa, dentro del Mester de Clerecía, una
actitud mundana y jocosa, crítica con la sociedad en la que vive.
Los primeros nombres importantes de la prosa medieval son el rey
Alfonso X el Sabio (siglo XIII) y el infante don Juan Manuel (siglo
XIV), autor del Conde Lucanor, colección de pequeños cuentos con
moraleja.
Un numeroso grupo de poemas anónimos de los siglos XIII, XIV y XV
se conoce como El Romancero. Todos ellos tienen en común la
estructura métrica: son romances (sucesión indeterminada de versos
octosílabos, con rima asonante sólo en los pares, quedando libres los
impares). Difieren entre sí en el tema, que puede ser muy variado:
amoroso, histórico, fantástico.
A finales de la Edad Media, en el siglo XV, se desarrolla la poesía
cortesana, que tiene como tema central el amor. A ella pertenecieron el
Marqués de Santillana, Juan de Mena y Jorge Manrique. Este último es
autor de una obra en verso de gran importancia: Coplas a la muerte de
su padre. El poema se caracteriza por su métrica, Manrique usó la copla
de pie quebrado, por el tono quejumbroso y por presentar los primeros
caracteres del hombre renacentista.
La Celestina, escrita a finales del siglo XV por Fernando de Rojas, es la
puerta que conduce directamente al Renacimiento. Escrita en prosa,
dialogada, con indicación del personaje que habla, ha tenido gran
importancia en el posterior desarrollo de los géneros dramático y
narrativo.
La Celestina presenta un mundo en crisis, en el que los viejos valores
medievales ya no sirven. Sus personajes se mueven por la codicia, por el
dinero, por el interés. Los criados atienden a sus amos por un sueldo, los
hombres y las mujeres se desean con pasión.
El argumento de la obra es el siguiente: Calixto, enamorado de una
joven llamada Melibea, recurre a las malas artes de una vieja hechicera,
Celestina, para conseguir el amor de la doncella. Cuando sus relaciones
están ya consumadas, Calixto muere accidentalmente bajando por una
escala del patio de Melibea. Ésta, desesperada, se suicida. Los criados
de Calixto asesinan a Celestina por la disputa de unos bienes. La justicia
condena a muerte a los malhechores.
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3. TEMA 3º
- EL RENACIMIENTO.-
En España coincide con el siglo XVI, aunque en el último cuarto de la
centuria se hacen sentir los efectos de la Contrarreforma y las primeras
manifestaciones del espíritu barroco.
El Renacimiento comienza en España, más o menos, con la Edad
Moderna, es decir, con el Descubrimiento de América y con la
conquista del último reino musulmán, el de Granada. Acaba cuando
nuestros reyes se convierten en el feudo de los valores tradicionales, en
el seguro escudo contra los herejes. Desde la segunda mitad del siglo
XVI, España se aparta de Europa, su ciencia se paraliza, sus hombres se
cierran sobre sí mismos; comienza una época de atraso económico,
político y finalmente, cultural.
El Renacimiento se caracteriza por:
- El hombre, y no Dios, se convierte en el centro del universo.
- Se estudian las culturas antiguas: la griega y la romana. A este espíritu
se le conoce con el nombre de Humanismo.
- Se produce la difusión de un invento decisivo para la historia del
hombre: la imprenta, que ya funcionaba desde finales del siglo XV.
- Las lenguas romances, francés, italiano, castellano..., son ya lenguas
apropiadas para escribir obras de arte. Se generaliza su uso literario; el
latín, muy estudiado en esta época, queda relegado a otros menesteres.
La poesía renacentista española tuvo tres grandes figuras:
Garcilaso de la Vega (1501-1536), poeta y soldado, fue uno de los
introductores de los metros italiano en la poesía española. Exiliado por
voluntad de Carlos V, en Italia aprendió de las vanguardias literarias que
allí se desarrollaban. Su poesía es un canto armonioso y dolido, un largo
lamento por el amor no correspondido de Isabel Freyre, la dama
portuguesa a la que amaba, que se casó con otro hombre.
La obra de Garcilaso, se compone principalmente de cuarenta sonetos,
cinco canciones, tres églogas y dos elegías. Su poderosa influencia se dejó
sentir en autores de todas las épocas.
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4. Fray Luís de León (1528-1591), un agustino ligado a la Universidad de
Salamanca, estuvo en la cárcel por sus escritos y por sus opiniones
religiosas. Buen conocedor de la teología, mantuvo posturas diferentes a las
de la Contrarreforma triunfante en España. Su obra poética se caracteriza
por la armonía, la dulzura y la naturalidad. Su obra en prosa también es
importante: De los nombres de Cristo, La perfecta casada, y el Libro de
Job.
San Juan de la Cruz (1542-1591), fue junto a Teresa de Jesús, el
reformador de la orden carmelita. Como Fray Luís de León, de quien fue
alumno en la Universidad de Salamanca, estuvo preso. Su obra es muy
breve; de la misma destacan: Noche oscura del alma, Cántico espiritual, y
Llama de amor viva.
Juan de la Cruz, fue un místico que aspiraba a fundirse con Dios a través de
la poesía. Tanto fue su fervor religioso que en algunos poemas, como en el
Cántico espiritual, la esposa- el alma- y el Esposo-Cristo- parecen amarse
carnalmente.
La gran obra en prosa del Renacimiento fue el Lazarillo de Tormes, libro
muy breve, de autor anónimo, aparecido a mediados del siglo XVI. Con él
se inaugura la llamada novela picaresca.
Lázaro es un pícaro que soporta la tutela de distintos amos. Con unos pasa
hambre, con otros conoce engaños y pesares, con alguno sufre la crueldad
en su propia carne. Finalmente, convertido ya en un hombre, se
independiza y se casa.
Otros autores importantes del Renacimiento fueron los poetas Juan Boscán
y Fernando de Herrera y la prosista Santa Teresa de Jesús.
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5. TEMA 4º
- EL BARROCO.-
El siglo XVII, el siglo del Barroco, representa la decadencia política,
militar y económica de España. Sin embargo, es el Siglo de Oro de las
letras españolas, la época más floreciente de nuestra literatura.
España llegó al siglo XVII cerrada a las nuevas corrientes europeas,
empeñada en defender la Contrarreforma y los valores más tradicionales.
Por eso, se dice que el Barroco es una vuelta a la Edad Media, a la primacía
de lo divino sobre lo humano y al oscurantismo. La Inquisición, como
institución represora de “herejes” y defensora de ciertos valores religiosos,
prohibió en España numerosos libros; encarceló y asesinó a multitud de
hombres y mujeres.
Miguel de Cervantes (1547-1616) es el autor que participa tanto del mundo
renacentista como del barroco. No obstante, sus principales obras las
publicó ya en el siglo XVII. Su vida fue desgraciada y azarosa. En la
batalla de Lepanto, perdió la mano izquierda; poco después pasó cinco años
cautivo en Argel. De vuelta a España, no cesaron sus desventuras. Pobre y
con una vida familiar desdichada, sufrió cárcel y procesos por diversos
motivos.
Aunque escribió poesía y teatro, Cervantes es universalmente conocido por
su obra en prosa: La Galatea 1585, El Quijote 1605 y 1615, las Novelas
Ejemplares 1613 y Los trabajos de Persiles y Sigismunda 1617, obra
póstuma.
El Quijote, una extraordinaria y divertida novela, se publicó en dos partes.
Narra las aventuras de un pobre hidalgo, Alonso Quijano, que se cree
caballero andante destinado a hacer grandes hazañas. Su mundo ideal y
dislocado choca con el de su escudero, Sancho, hombre rudo y con los pies
en la tierra. Pese al tono jocoso de muchos episodios, la obra desprende un
tono amargo que pone en tela de juicio la sociedad, la vida humana, la
conducta de los poderosos, el concepto de justicia...
Las Novelas ejemplares son doce relatos cortos de magistral ejecución. En
muchas hay una profunda sátira de la sociedad de la época. La más famosa,
Rinconete y Cortadillo, cuenta las desventuras de los dos pícaros que dan
título a la obra.
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6. Lope de Vega (1562-1635) tuvo una vida escandalosa y repleta de bodas,
amoríos e hijos ilegítimos. Su prodigalidad amorosa solo es comparable a
la que tuvo como escritor. Aparte de otras muchas obras, escribió más de
1500 piezas para el teatro.
Lope de Vega, autor de fama en su tiempo, es considerado el creador de la
comedia española. Sus obras giran en torno a dos ejes fundamentales: el
honor y el amor. Algunos de sus títulos más relevantes son: Fuenteovejuna,
Peribañez y el comendador de Ocaña, El caballero de Olmedo, El castigo
sin venganza.
Lope, aparte de autor teatral, fue destacado prosista y poeta.
Mencionaremos, en prosa, La Dorotea; en verso, Las Rimas y las Rimas
humanas y divinas del licenciado Tomé Burguillos.
Luís de Góngora (1561-1645) fue uno de los grandes poetas barrocos. Su
poesía es de difícil lectura, pues busca, como ningún otro autor de su
época, el uso exacto de los términos, a lo que se añade una lengua muy
recargada de ornamentos. Sus libros más famosos son las Soledades y el
Polifemo. Maestro de poetas, tuvo un enemigo irreconciliable: Francisco de
Quevedo.
Francisco de Quevedo (1580-1681) nos ha legado una obra pródiga en
ingenio, resultado de un trabajo incesante con la palabra, que se desnuda de
ornamentos y contiene, a menudo, diversos significados.
La obra de Quevedo es muy extensa. Escribió numerosos poemas,
publicados después de su muerte. Bajo un tono burlesco, esconde una
profunda y amarga reflexión filosófica. En prosa, destacan su novela
picaresca El Buscón y los Sueños.
Calderón de la Barca (1600-1681) fue la última gran figura de la literatura
barroca. Discípulo de Lope de Vega, consagró su actividad literaria al
teatro. Sus obras, más reflexivas, pero menos frescas que las de su maestro,
plantean con frecuencia el tema del honor. De su producción destacan La
vida es sueño y El alcalde de Zalamea.
Otros escritores importantes del Barroco fueron el dramaturgo Tirso de
Molina y el prosista Baltasar de Gracián.
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7. TEMA 5º
- EL NEOCLASICISMO.-
Coincide a grandes rasgos, con el siglo XVIII, también llamado de la
Ilustración y “Siglo de las luces”. Se caracteriza por una fuerte oposición a
las ideas irracionales del Barroco y por una fe absoluta en la razón. España,
que en este siglo conoció la instauración de la dinastía borbónica, se abrió
al exterior; sobre todo a Francia, cuna de las ideas ilustradas.
En oposición al auge de la ciencia, del ensayo y de la discusión crítica, la
literatura española del siglo XVIII no tiene gran importancia.
El padre Benito Feijoo, personaje muy polémico, tomó sobre sus espaldas
la tarea de combatir las ideas barrocas, las supersticiones y las falsas
creencias populares. Lo hizo, principalmente, en los ocho tomos de ensayos
que componen el Teatro crítico y universal.
Después de Feijoo, destacan dos autores como representantes de la prosa
didáctica:
José Cadalso, que también escribió poesía, es autor de las Cartas
marruecas. En las mismas, un moro explica a su corresponsal los males de
España.
Gaspar Melchor de Jovellanos, aparte de dos dramas y diversos poemas,
escribió obras didácticas en prosa. Describió los males de las diversiones
españolas en la Memoria para el arreglo de la policía de espectáculos;
propuso una avanzada reforma agraria en el Informe sobre el expediente de
la ley Agraria.
El teatro neoclásico tuvo una destacada figura: Leandro Fernández de
Moratín. Sus obras más famosas son El sí de las niñas y La Comedia Nueva
o El café.
La poesía neoclásica, de importancia menor, es generalmente poco
conocida. Destacan, por su singularidad, los fabulistas Félix María de
Samaniego y Tomás de Iriarte
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8. TEMA 6º
- EL ROMANTICISMO.-.
En Europa coincide con la primera mitad del siglo XIX. En España las
ideas románticas llegan más tarde, con la vuelta de los exiliados liberales a
partir de 1833.
El Romanticismo se rebeló contra la rigidez literaria de los neoclásicos y
proclamó la libertad absoluta del artista para construir su obra.
Esquemáticamente, las características de la literatura romántica son las
siguientes:
- Huida hacia paisajes lejanos y exóticos.
- Preferencia por épocas pasadas, sobre todo, la Edad Media.
- Idealización del amor.
- Pasión desmesurada en la exposición de sus ideas.
- Presentación de espíritus melancólicos, tristes.
- Exaltación de la libertad y de la justicia.
- Gusto por los lugares tétricos y solitarios, como los cementerios.
Mariano José de Larra 1809-1836, tras una vida desgraciada, se suicidó a
los veintiocho años. Sus más de doscientos artículos periodísticos
contienen una agria y sagaz crítica de la sociedad de su tiempo.
Inconformista y liberal, la atmósfera de la España del siglo XIX se le
quedó estrecha. Su pluma satírica reflejó los males nacionales en artículos
como Vuelva usted mañana, El castellano viejo, El día de difuntos de
1836...
Gustavo Adolfo Bécquer 1836-1870, es la figura más representativa del
Romanticismo tardío. Su vida estuvo marcada por el fracaso amoroso, la
pobreza y la enfermedad.
Bécquer es el autor de las Rimas, colección de poemas breves que se
publicaron tras la muerte del poeta. Su poesía es sencilla, intimista y
emocionada. Los temas son pocos y universales: los motivos de la creación
poética, la razón del amor, la desolación que este causa, la angustia, la
tristeza...
Bécquer fue también un destacado prosista. Escribió las Leyendas, llenas
de misterios y hechos sobrenaturales, y las Cartas desde mi celda.
Otros poetas románticos fueron Espronceda, autor de la archiconocida
Canción del pirata, y Rosalía de Castro, que escribió en castellano y en
gallego.
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9. En teatro, destaca la figura de José de Zorrilla, autor de Don Juan Tenorio.
BREVE HISTORIA DE LA LITERATURA ESPAÑOLA
2º ESO IES “SAN FELIPE NERI” MARTOS
ESQUEMA DE CONTENIDOS:
- EL REALISMO Y EL NATURALISMO.
- EL MODERNISMO Y LA GENERACIÓN DEL 98.
- EL NOVECENTISMO.
- LA GENERACIÓN DEL 27.
- LA LITERATURA ESPAÑOLA DESDE 1939.
TEMA 1º
- EL REALISMO Y EL NATURALISMO.-
A esta escuela pertenecen los autores que comenzaron a escribir en la
segunda mitad del siglo XIX. Literatura realista es casi sinónimo de novela
realista, porque fue en este género donde destacaron sus principales figuras.
Las características del Realismo son:
- Descripción objetiva y detallada de la realidad; tanto de los personajes,
como de los objetos, los lugares o las costumbres.
- Propósito moral y social de las obras.
- Presentación rigurosa de los personajes. Frecuentemente, el autor nos
cuenta la historia de sus antepasados.
- Acumulación de detalles y notas aparentemente marginales.
- Intención de describir a la sociedad entera, de dar una vasta impresión
de conjunto de la época.
- Las novelas no se ambientan en el pasado, ni se proyectan hacia el
futuro. Generalmente, discurren en el presente o en tiempos muy
próximos al autor.
Benito Pérez Galdós, 1843-1920, reflejó en su inmensa obra la sociedad
española del siglo XIX. Fue un agudo observador de la vida cotidiana, de
las costumbres, del habla popular... Con este bagaje escribió sus novelas,
en las que pinta con pluma certera a los personajes y describe la vida de las
distintas clases sociales. Su escenario preferido es Madrid, donde vivió
desde muy joven. En esta ciudad se desarrolla su obra maestra: Fortunata y
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10. Jacinta, impresionante cuadro de las costumbres de la época y de las
miserias humanas. Otros títulos son: Tristana, Tormento, Misericordia,
Doña Perfecta...
A Galdós debemos también los Episodios Nacionales, cuarenta y seis
novelas que se proponen dar una ajustada impresión de la historia del siglo
XIX.
Leopoldo Alas, “Clarín”, 1852-1901, se colocó a la cabeza de la literatura
en lengua castellana gracias a su obra La Regenta. Vetusta, una ciudad de
provincias, es su marco. Sátira social, presentación de los aspectos más
oscuros del clero y amarga visión de la vida son, entre otras, las
impresiones que se desprenden de su lectura.
De Clarín se leen, con gusto también, sus novelas cortas: Pipá, Doña Berta
y sus cuentos ¡Adiós cordera!, así como Su único hijo, novela.
Aparte de Galdós y de Clarín, otros novelistas de finales del siglo XIX
poseen gran importancia. Destacaremos a Emilia Pardo Bazán, autora de
Los Pazos de Ulloa, novela naturalista de ambiente gallego, y a Juan
Valera, autor de Pepita Jiménez, que narra los problemas de un seminarista
enamorado de una joven.
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11. TEMA 2º
.- EL MODERNISMO Y LA GENERACIÓN DEL 98.-
A finales del siglo XIX, comenzó a manifestarse una honda insatisfacción
entre una parte de la juventud española. Veían con desolación cómo los
eternos males de España, seguían sin solucionarse. Su actitud crítica fue
calificada de “modernistas” y con el tiempo se los agrupó bajo el nombre
de generación del 98. Por tanto, no distinguiremos en este epígrafe, entre
modernistas y noventayochistas.
Las características generales del grupo de escritores que conforman la
generación del 98 son:
- Gran preocupación por los problemas políticos, económicos y sociales
de España. Búsqueda de soluciones en las obras.
- Ideas progresistas, avanzadas y de izquierda en la juventud. Andado el
tiempo, algunos evolucionaron hacia posiciones conservadoras.
- Amor desmedido por Castilla, pese a haber nacido la mayoría de ellos
en la periferia peninsular.
- Intento de crear una literaria original y precisa. Recuperación de
palabras antiguas.
- Inicial apertura hacia autores extranjeros: Nietzsche, Schopenhauer...
- Reivindicación de los poetas antiguos: Berceo, Juan Ruiz. Etc- y de
escritores críticos y combativos como Larra.
- Algunos, los calificados de modernistas, prefirieron huir hacia épocas
pasadas de la humanidad: Grecia, Roma, la Edad media, el siglo
XVIII... Esta actitud demuestra, igualmente, una gran insatisfacción por
el presente.
Miguel de Unamuno 1864-1936, se debatió toda su vida entre ideas
contradictorias. Tuvo grandes problemas de fe y varió continuamente sus
posiciones políticas. Pasó del “europeizar España” al “españolizar Europa”.
Refiriéndose a los extranjeros, dijo: “que inventen ellos”. No obstante, su
figura intelectual es una de las más grandes de nuestro siglo.
Cultivó con fortuna todos los géneros: ensayo, novela, poesía y teatro. Sus
obras dan cuenta del tormentoso mar que fue su espíritu, preso siempre de
11
12. la necesidad de creer en Dios, pero sin la convicción suficiente para
hacerlo. Fruto de estos problemas, nació San Manuel Bueno, mártir, breve
obra en prosa que narra la predicación obsesiva de un cura sin fe. Otras
novelas importantes son Niebla y La tía Tula. De sus ensayos
destacaremos. En torno al casticismo, sobre el problema de España; y Del
sentimiento trágico de la vida y La agonía del cristianismo, sobre Dios y la
inmortalidad.
Pio Baroja, 1872-1956, es el gran novelista de su generación. De ideas
anarquistas en su juventud, evolucionó hacia posiciones menos radicales.
Baroja ofrece una visión agria de la vida. Era un pesimista, y así lo
entendemos en sus obras. Estas se pueden dividir en dos grupos
principales: las de asunto vasco y las de ambiente madrileño. Al primero
pertenecen: Zalacaín el aventurero, Las inquietudes de Shanti Andía, El
Mayorazgo de Labraz... Al segundo: La Busca, El árbol de la ciencia...
Rubén Darío 1876-1916, aunque nacido en Nicaragua, suele estudiarse
como integrante de la literatura española por la decisiva influencia que
ejerció sobre esta. Poeta excepcional, su nombre aparece asociado al
Modernismo, movimiento literario del que es su máxima figura.
La poesía de Rubén es deslumbrante de sonido, de color, de hallazgos
verbales. Todo en él es novedad: el léxico, los metros, los temas... En sus
últimas composiciones se percibe un tono amargo y desesperado, en
oposición a la alegría de los primeros versos. Sus títulos más
representativos son: Azul, Prosas Profanas y Cantos de vida y esperanza.
Ramón María del Valle-Inclán, 1866-1936, al contrario que muchos de los
hombres de su generación, partió de actitudes conservadoras y
tradicionalistas para llegar a postulados revolucionarios. Su extraordinaria
personalidad, su atuendo extravagante y su gracia sin par, le granjearon en
vida múltiples enemigos y detractores. No obstante, su figura se agiganta
como una de las principales de la literatura de nuestro siglo.
Cultivó con éxito la poesía, la prosa y el teatro. En prosa, destacan las
Sonatas y la novela Tirano Banderas. Como dramaturgo, revolucionó la
literatura de su tiempo; inventó una nueva forma de hacer teatro, el
esperpento, que no fue representada en su época. El esperpento más famoso
es Luces de Bohemia, grotesca visión de la vida nacional y dramática
actitud de un escritor pobre frente al mundo.
Antonio Machado, 1875-1939, ha sido un símbolo para varias generaciones
de españoles. Su actitud liberal, crítica, comprometida y profundamente
sensible se aúna con su visión espiritual y emotiva del mundo.
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13. Machado, aunque sevillano, es el poeta de Castilla, de las tierras de Soria.
En ellas se casó, se murió su esposa y se templó su carácter. Después de
escribir Soledades, galerías y otros poemas, publica Campos de Castilla, su
obra cumbre en verso. En prosa, escribió al final de su vida Juan de
Mairena, honda reflexión política, filosófica y pedagógica.
A la generación del 98 pertenecen también Azorín, José Martínez Ruiz,
prosista muy preocupado por el tema de España. Igualmente son hombres
del 98 el ensayista Ramiro de Maeztu, el poeta Manuel Machado, el
dramaturgo Jacinto Benavente y el filólogo Ramón Menéndez Pidal.
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14. TEMA 3º
- EL NOVECENTISMO.-
Llamamos novecentistas, por falta de un adjetivo mejor, a los autores que
se sitúan entre la generación del 98 y la del 27. Participan, en general, de
los aires de las vanguardias europeas, que buscaban en el primer tercio de
siglo nuevos cauces para la expresión literaria.
- Juan Ramón Jiménez, 1881-1958, premio Nobel, hombre dedicado en
cuerpo y alma a la literatura, destacó tanto en la poesía como en la
prosa. Pese a su carácter huraño y poco sociable, se convirtió en maestro
de los jóvenes poetas de la generación del 27.
La obra poética de Juan Ramón es muy amplia, y preocupada, como
ninguna otra, por el uso artístico de la lengua. En prosa escribió un libro
muy sensible: Platero y yo, uno de los grandes monumentos de la lengua
castellana.
Otros novecentistas fueron:
- León Felipe, poeta, ensayista y traductor, que vivió exiliado en América
después de la guerra civil.
- Ramón Gómez de la Serna, principal introductor de las vanguardias en
España.
- Los novelistas Gabriel Miró y Ramón Pérez de Ayala.
- Los pensadores José Ortega y Gasset, Eugenio D’Ors y Gregorio
Marañón.
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15. TEMA 4º
- LA GENERACIÓN DEL 27.-
A la misma pertenece un grupo de poetas que floreció en los años 20 y 30
de nuestro siglo. No obstante, muchos de estos poetas continuaron
escribiendo después.
En los miembros de la generación del 27 se funde una línea clásica,
Garcilaso, Lope, Góngora, etc... y otra más audaz y renovadora, las
vanguardias futurismo, creacionismo, surrealismo, etc.. Casi todos
comenzaron militando en la poesía pura, defendida por Juan Ramón
Jiménez. Se preocupaban solo de los asuntos meramente poéticos, sin
prestar atención al acontecer histórico y político. Sin embargo, a partir de la
Segunda República y de la Guerra Civil, los asuntos sociales y el destino de
España entran como un torrente en sus vidas y en sus obras. Algunos, como
Alberti, Emilio Prados o Cernuda, toman partido por la izquierda; otros
como Gerardo Diego, lo hacen por la derecha. Al acabar la guerra civil,
muchos debieron exiliarse a causa de sus ideas políticas: Alberti, Pedro
Salinas, Jorge Guillén, Cernuda, Prados.... El más importante de todos,
Federico García Lorca, había muerto asesinado en los primeros días de la
contienda.
- Federico García Lorca.- Es una de las grandes figuras de nuestra historia
literaria. Su poesía representa, como ninguna, la fusión de las formas
tradicionales y las corrientes de vanguardia.
El Romancero Gitano, colección de romances que tiene a muchos gitanos
por protagonistas, es un amargo y violento cuadro de la Andalucía más
pobre y tradicional. Lorca, siempre sensible con los marginados, siente una
ternura especial por los gitanos.
Poeta en Nueva York es el triunfo del surrealismo en la obra del poeta
granadino. Nueva York, símbolo de la civilización deshumanizada, es
presentado como un infierno. Allí, los negros, otros marginados, sufren
toda clase de afrentas y miserias.
Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías, elegía en cuatro partes, es
un sentido lamento por la muerte en el ruedo de su amigo. El tema de la
muerte, constante en toda la obra de Lorca, tiene aquí tintes premonitorios.
Poco después, sería la sangre del propio poeta la derramada.
15
16. Federico García Lorca fue también un gran dramaturgo. Los valores
tradicionales y el yugo de una autoridad desmedida son criticados en La
casa de Bernarda Alba, su obra maestra. Otros títulos importantes son
Bodas de sangre y Yerma.
- Pedro Salinas, es el gran poeta del amor de la generación del 27. Para él,
el amor es la fuente de la vida, su razón de ser. Sus dos libros más
importantes son: La voz a ti debida y Razón de amor.
- Jorge Guillén, fue, como Salinas, profesor universitario en su exilio
americano. Su poesía canta la perfección del mundo y la alegría de la
vida en Cántico. En otro libro posterior, Clamor, su voz se entristece un
tanto ante el desorden del mundo humano.
- Vicente Aleixandre, premio Nobel, es un poeta de difícil lectura,
representante máximo de la escuela surrealista en España. Los versos de
su primera época presentan un mundo amargo, doloroso. Destacan los
libros Espadas como labios, La destrucción o el amor y Sombra del
paraíso. A partir de este último, evoluciona hacia otros posiciones de
solidaridad con el hombre que sufre.
- Rafael Alberti, aglutina muy diversas tendencias en su obra. En su
primera época, destaca una poesía fácil, fresca y de recuerdos infantiles:
Marinero en tierra. Después incorporó un mundo complejo y
atormentado en los versos surrealistas de Sobre los ángeles. Finalmente,
a partir de su toma de conciencia política, será una poesía comprometida
la que cultive. Poesía al servicio de una idea, pero también noble
recuerdo de la patria perdida, de la España lejana; el dolor, en suma, del
exiliado. Los poemas de esta época se recogen en Poeta en la calle.
- Luis Cernuda. Exiliado también, representa una línea sincera y amarga
en la poesía española. Sus poemas son fruto de la lucha entre la realidad,
cruel, dolorosa, y el deseo vibrante, prohibido por ser homosexual. Su
obra se recoge, precisamente, con ese título: La realidad y el deseo.
Otros nombres relevantes de la generación son: Dámaso Alonso, Gerardo
Diego, Emilio Prados, Manuel Altolaguirre, etc...
- Miguel Hernández, desaparecido en plena juventud en la cárcel de
Alicante, donde estaba preso por motivos políticos, ni pertenece a la
generación del 27 ni es miembro de la literatura de posguerra. Sin
embargo, por la fechas de sus obras preferimos incluirle en el primer
grupo. El rayo que no cesa, gira en torno a tres temas clásicos en la
poesía: el amor, la vida y la muerte. Las obras posteriores: Viento del
pueblo, Cancionero y Romancero de ausencias, etc, dan cuenta de sus
16
17. preocupaciones políticas y sociales. Los poemas de esta época están
escritos en el frente y en la cárcel.
TEMA 5º
- LA LITERATURA ESPAÑOLA DESDE 1939.-
Al término de la guerra civil, se abre un nuevo periodo en la historia de
España y, por consiguiente, en su literatura. El nuevo régimen político
implanta una fuerte censura, que durante años, controlará a los escritores y
a sus libros. Además, se prohibieron numerosas obras de autores españoles
y extranjeros, lo que redujo el caudal de modelos de los jóvenes literatos.
También influyó poderosamente el exilio. A él tuvieron que marchar
nombres consagrados: Salinas, Alberti, Cernuda... y otros que andaban en
sus primeros balbuceos literarios: Sender, Francisco Ayala, Rosa Chacel,
etc... . Por si todo lo anterior hubiera sido poco, en los tres años que duró la
guerra murieron Miguel de Unamuno, Valle-Inclán, Antonio Machado, por
causas naturales y Federico García Lorca, asesinado. En 1942, desaparecía
también, en la cárcel de Alicante, el poeta Miguel Hernández.
Los años 40 fueron los de una censura más atroz. En esa década
menudearon los libros laudatorios del nuevo régimen, las obras que
recordaban el pasado imperial de España y, en general, una literatura de
escaso valor. Pese a ello, es entonces cuando publican sus primeras novelas
Camilo José Cela, Gonzalo Torrente Ballester o Carmen Laforet; también
en esos momentos descuellan los poetas de la generación del 36: Leopoldo
Panero, Luis Rosales, Dionisio Ridruejo..., muchos comprometidos en
principio con el régimen de Franco.
En los años 50 aparece una nueva generación de escritores que no había
participado activamente en la guerra. En todos los géneros se instaura una
literatura comprometida que bordeando los límites de una censura más
permisiva, intenta denunciar las injusticias sociales y la falta de libertad. En
algunos casos, los propósitos morales conllevan un descuido de la forma y
un desaliño general de la escritura. No obstante, surgen nombres de
singular importancia:
- En el teatro: Antonio Buero Vallejo, que ya había representado en los
años cuarenta.
- En la poesía: Blas de Otero, Gabriel Celaya...
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18. - En la novela, Miguel Delibes, que se había estrenado en la década
anterior, Juan Goytisolo, Ana María Matute, Rafael Sánchez Ferlosio...
En la década siguiente, los años 60, los autores se muestran más
preocupados por los valores artísticos de la obras. Sin olvidar los
propósitos sociales y políticos, conocedores de las corrientes más
avanzadas de la literatura extranjera, dan gran importancia al “cómo se
escribe”. Autores de épocas anteriores se suman los nuevos escritores
surgidos en este momento: poetas como Pere Gimferrer; novelistas como
Luis Martín Santos, Juan Benet o Juan Marsé.
Desde los años 70 a la actualidad han aparecido multitud de nombres y de
obras. Al desaparecer en los últimos años los motivos políticos que habían
alentado la producción anterior, los autores han debido buscar nuevos
caminos. Se hace difícil destacar figuras concretas, si bien algunos, como
Eduardo Mendoza, parecen ya consagrados.
Figuras importantes de la literatura contemporánea española son, entre
otras:
- Camilo José Cela. Es el novelista más importante de la posguerra. Su
visión del mundo es pesimista, pero no exenta de ternura hacia el
hombre. La familia de Pascual Duarte, presenta un mundo bárbaro,
donde dominan los instintos primarios. Es uno de los mayores
monumentos de la lengua castellana, como algunas de sus posteriores
obras. La Colmena, no publicada en España hasta 1951, es un amargo
cuadro de la vida de personas corrientes en el Madrid de posguerra. De
su vasta obra destacan también: San Camilo, 1936, o Mazurca para dos
muertos. Recibió el Premio Nobel en 1989.
- El novelista Miguel Delibes, ha dedicado su obra a glosar la vida rural y
a criticar las costumbres burguesas. De la primera vertiente destacan El
Camino, Las Ratas; de la segunda, Cinco horas con Mario y El Príncipe
destronado.
- Ramón J. Sender, es quizá el novelista más importante del exilio
español. Su producción es muy variada y extensa. Va desde un inmenso
documento sobre la España contemporánea, Crónica del Alba, hasta la
visión de esa misma España a través de los ojos de una extranjera, La
Tesis de Nancy; desde la historia de un conquistador, La aventura
equinoccial de Lope de Aguirre, a una profunda reflexión sobre la
guerra civil, Réquiem por un campesino español.
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19. - Blas de Otero, es el poeta español más conocido de la posguerra. Su
obra es un canto a la fraternidad humana, a la justicia y a la libertad. Por
ello, como a Gabriel Celaya, se le ha llamado “poeta social”. Algunos
de sus libros más importantes son: Pido la paz y la palabra, Ancia,
fusión de dos anteriores, y Que trata de España.
- Antonio Buero Vallejo, es la gran figura del teatro español
contemporáneo. Algunas de sus obras: Historia de una escalera, En la
ardiente oscuridad..., sin perder la inquietud social, apuntan hacia
problemas universales del hombre. Otras como La Fundación o El
Tragaluz..., tiene una clara intención política. Un tercer grupo: La
Detonación, Las Meninas..., que se ambienta en épocas pasadas, evoca
el presente desde la historia.
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