La Carta de los Derechos de la Familia establece los derechos fundamentales de la familia en respuesta a un voto del Sínodo de los Obispos. Reconoce el derecho de las personas a contraer matrimonio y establecer una familia, el derecho de los padres a educar a sus hijos, y el derecho de la familia a existir y progresar libremente. Está dirigida a gobiernos, organizaciones internacionales y todas las personas para promover el respeto de estos derechos.