1. Escuela Secundaria Diurna No 170 “Heberto Castillo” Turno: Matutino Tecnología III Temas: Lámparas ahorradoras.. Profr: Adolfo Rodolfo Cameras Ruíz Romero Cervantes Jesús Antonio 3ºC Nl: 37
2. Introducción: En este trabajo se muestran algunos temas de interés como lo son las “Lámparas ahorradoras”. Aquí se mostrara cada uno de los significados de estos temas, así como su uso y desarrollo en cada uno. Para que en el momento requerido nosotros sepamos usar y demás estas cosas en su momento requerido.
3. Lámparas Ahorradoras: La lámpara compacta fluorescente o CFL (sigla del inglés compact fluorescentlamp) es un tipo de lámpara fluorescente que se puede usar con casquillos de rosca Edison normal (E27) o pequeña (E14). También se la conoce como: Lámpara ahorradora de energía Lámpara de luz fría
4. En comparación con las lámparas incandescentes, las CFL tienen una vida útil mayor y consumen menos energía eléctrica para producir la misma iluminación. De hecho, las lámparas CFL ayudan a ahorrar costes en facturas de electricidad, en compensación a su alto precio dentro de las primeras 500 horas de uso.
5. Las CFL tienen una duración media de unas 8000 horas de funcionamiento. La duración media de una lámpara incandescente está entre 500 y 2000 horas de funcionamiento dependiendo de su exposición a picos de tensión. y a golpes y vibraciones mecánicas, además de la calidad de la propia lámpara. Esto mejora en los nuevos modelos. Las CFL consumen aproximadamente una cuarta parte de la potencia de las incandescentes. Por ejemplo, una CFL de 15 W produce la misma luminosidad que una incandescente de 60 W, es decir, que el rendimiento luminoso de la CFL es de aproximadamente 60 lúmenes/W El kilovatio-hora es la unidad usada para medir el consumo de energía eléctrica en la mayoría de los países
6. Toxicidad Las lámparas fluorescentes contienen mercurio, un metal pesado utilizado en forma de gas para producir radiación, que luego un polvo fluorescente convierte en luz visible. Los tubos fluorescentes convencionales contienen entre 15 y 25 mg de esta sustancia, mientras que las lámparas de bajo consumo contienen una cantidad menor
7. Vida útil Los ciclos de encendido y apagado de las bombillas CFL afectan la duración de su vida útil, de manera que las bombillas sometidas a frecuentes encendidos pueden envejecer antes de lo que marca su duración teórica, reduciendo por tanto el ahorro económico y energético. Esto es aplicable en lugares de uso puntual, como pasillos o aseos. Deben evitarse también las bombillas en luminarias muy cerradas, pues las altas temperaturas también reducen su vida útil. La polémica se ha visto agravada por la mala calidad de muchas de las bombillas distribuidas en el mercado: un estudio de 2006 demostró que más de la mitad de las bombillas de ciertas marcas duraban menos de 100 horas, en lugar de las 3.000 u 8.000 anunciadas.
8. Arranque paulatino: Los primeros modelos, aparecidos en las décadas de 1980 y 1990, requerían temperaturas relativamente altas para generar una emisión luminosa suficiente. Puesto que esos modelos usaban balastros electromecánicos y arrancadores, igual que un tubo fluorescente lineal, no solo debían tomar temperatura, sino que además el encendido producía parpadeos.
9. Alto consumo inicial: Los primeros tubos fluorescentes, que son el antecedente de las lámparas compactas fluorescentes, usaron balastos y arrancadores cuya tecnología aún era primitiva. Para encender uno de esos equipos y llevarlo a su luminosidad, se requerían enormes cantidades de energía, debido a la falta de optimización de la tecnología.
10. Zumbido Las lámparas con equipo electromecánico tendían a zumbar al ritmo de la frecuencia de la red eléctrica, que funciona en 50 Hz ó 60 Hz de acuerdo al país, independientemente de la tensión. Las lámparas electrónicas no usan balastro sino un transformador electrónico muy optimizado que produce la alta tensión de arranque a altísimas frecuencias, condición que ayuda a la creciente disminución del tamaño.
11. Seguridad Los tubos fluorescentes equipados con balasto mecánico pueden explotar si éste entra en cortocircuito, dado que en este estado equivale a un trozo de cable que conecta el tubo directamente a la red eléctrica, sobrecargándolo. La lámpara fluorescente con balasto mecánico ha sufrido estos problemas, pero la electrónica está completamente exenta, dado que contiene un transformador electrónico que aísla el tubo de la red, aun en las peores condiciones, de manera que los modelos de hoy son más seguros que cualquier lámpara, excepto las LED.