El documento describe la unificación política y territorial de España bajo los Reyes Católicos Isabel de Castilla y Fernando de Aragón a finales del siglo XV. Resalta la conquista de Granada en 1492, la incorporación de Navarra y las Islas Canarias, y el matrimonio dinástico que unió Castilla y Aragón. También destaca los esfuerzos para consolidar el poder real, lograr la unidad religiosa católica, y establecer las bases del Estado moderno español.