El poema compara la percepción del valor del tiempo según la experiencia de diferentes personas, desde un estudiante que reprobó hasta un atleta olímpico. Resalta que el tiempo es irrepetible y debemos disfrutar cada momento, compartiéndolos con seres queridos para que sean aún más preciados. Alienta a transmitir el poema para llevar felicidad a otros.