3. La familia es "el lugar primario de
la 'humanización' de la persona y de
la sociedad"
Donde se aprende a amar
Donde se aprenden los valores
humanos y morales
Como “le va a la familia, le va a
la nación y al mundo.”
Hemos de salvaguardar la
dignidad de toda persona
4. "[p]romover y proteger la familia
fundada en el matrimonio como
la unión de un hombre y una
mujer es un asunto de justicia
para los hijos
'primerear‘….. la Iglesia nos
invita a compartir el Evangelio
con alegría, porque conocer el
Evangelio da alegría
Hemos de salvaguardar la
dignidad de toda persona
5. existe una "persistente difusión de la indiferencia
religiosa y del ateísmo" y su forma "más difundida
del secularismo", sobre todo en los países de
considerable riqueza (Christifideles laici, no. 4).
Violaciones a la dignidad: El derecho a la vida, la
libertad de conciencia y la libertad religiosa
Hemos de salvaguardar la
dignidad de toda persona
6. "la mejor defensa de Dios y del
hombre consiste precisamente
en el amor"
Deus Caritas est, no. 31
Hemos de salvaguardar la
dignidad de toda persona
9. "Se necesitan sobre todo
personas de fe que, con su
propia vida, indiquen el
camino hacia la Tierra
prometida y de esta forma
mantengan viva la esperanza"
(Evangelii gaudium, no. 86).
Practiquemos la misericordia
Divina
Hemos de salvaguardar la
dignidad de toda persona
Notes de l'éditeur
La comunión con Dios a la que cada uno de nosotros está llamado es a la vez filial, nupcial y eclesial.
Debido a nuestro bautismo, el haber sido creados nos da este privilegio, este don de tener una relacion con Dios como un padre a su hijo(a). Pero este mundo nos satura de su ruido, de sus tentaciones de seduccion como la fama, el poder, el dinero, la atencion, etc… En lugar de vivir la vida como un don, a menudo tratamos de vivir como si fuéramos el origen de nosotros mismos. Este es el pecado original de la humanidad: aferrarse a lo bueno en lugar de recibirlo de Dios. Es tratar de ser como Dios sin Dios, de pensar en nosotros como "hechos por nosotros mismos" y sin ser dependientes de nadie. UN hijo siempre depende de sus padres.
Dios quiere que estemos nupcialmente unidos a él. Vemos este misterio nupcial, sobre todo, en la relación entre Cristo, el Esposo, y la Iglesia, su Esposa. estamos llamados a participar y experimentar la unión nupcial de Cristo con la Iglesia en la historia a través de uno de los dos estados de vida: la virginidad y el matrimonio. Ambos expresan la alianza de Dios con su pueblo.
También estamos intrínsecamente relacionados entre nosotros y con el mundo en su conjunto. Sólo somos nosotros mismos en relación con los demás: en primer lugar, nuestra familia, pero también las comunidades y la sociedad en que nacemos, y en última instancia, el mundo entero. Como un don de Dios, la Iglesia realiza el significado de esta comunión natural entre las personas humanas de una manera incomparable.
No podemos hablar de la dignidad humana si no mencionamos la union entre un hombre y una mujer en el Matrimonio. De aqui nace la familia….nacen las personas, nace la dignidad humana.
Donde se aprende a amar, papa, mama, hermanos aunque nos ofendamos pero todos sabemos que al final del dia podran volar los platos pero si hay perdon siempre habra el amor.
Donde se aprenden los valores humanos y morales como la honestidad, sinceridad, gratitud, la generosidad, la prudencia, la sencillez, la amistad, el servicio.
Como dijo San Juan Pablo II en un discurso que dio en Australia “como le va a la familia, le va a la nacion y al mundo”
El catolico esta llamado a promover y proteger la familia fundada en el matrimonio, porque se lo debemos a futuras generaciones. No permitamos que Satanas nos siga engañando y proponiendo una definicion de amor que no es la que Dios manda y propone.
La consecuencia de esta indiferencia religiosa es real. Por un lado, el respeto a la dignidad de la persona se deteriora (Christifideles laici, no. 39). Esto se debe a que la cultura se desarrolla de tal manera que hay una separación peligrosa no sólo de la fe cristiana, sino también de los valores humanos básicos. Esto causa violaciones flagrantes a la dignidad de la persona humana, incluyendo el derecho a la vida, la libertad de conciencia y la libertad religiosa.
Consideremos la grave situación de los cristianos y otras minorías religiosas en Irak. Mujeres cristianas y yazidíes han sido violadas, esclavizadas y obligadas a contraer matrimonio por los extremistas de ISIS. Los cristianos que huyeron fueron despojados de sus propiedades, y lugares sagrados, como la tumba de Jonás, han sido destruidos. Monjas y niños han sido secuestrados por soldados de ISIS. Hay informes —e imágenes gráficas— de ejecuciones sumarias.
Dios, por amor a nosotros, nos hizo para sí y a su imagen. Es porque tenemos ese fin y esa naturaleza que necesitamos del derecho a la libertad religiosa.
A lo largo de la Biblia, el tema de la migración surge repetidamente y significa a menudo un punto de inflexión en la vida del pueblo de Dios. Abraham y Sara son llamados por Dios a migrar de la tierra de Ur a la tierra prometida de Canaán. Dios les dice, "Deja tu país, a tu parentela y a la casa de tu padre, para ir a la tierra que yo te mostraré. Haré nacer de ti un gran pueblo y te bendeciré. Engrandeceré tu nombre y tú mismo serás una bendición" (Gn 12:1-2).
En Éxodo, Moisés saca a los hebreos de la esclavitud en Egipto, y durante cuarenta años viven como vagabundos sin patria propia. La propia experiencia migratoria de los israelitas dio origen al mandamiento de Dios de brindar atención especial al extranjero: "Cuando un forastero resida entre ustedes, en su tierra, no lo opriman. Al forastero que reside entre ustedes, lo mirarán como a uno de su pueblo y lo amarás como a ti mismo; pues también ustedes fueron forasteros en la tierra de Egipto" (Lv 19:33-34, NBJ).
Los Evangelios comienzan con el relato de Mateo de la huida de José y María a Egipto porque el rey Herodes, hambriento de poder, quería matar a su hijo recién nacido, Jesús (Mt 2).
Hablar y salvaguardar la dignidad de toda persona, es hablar de los derechos que todos tenemos, por eso los pobres y marginados, no a la indiferencia. Esta sociedad que se ha convertido en una suciedad enfermiza de aparatos sofisticados y consumista y materialista se ha dejado anestesiar por el comfort y por lo practico.
Dios nos llama a atender a nuestros hermanos menos atendidos, Toda persona tiene el derecho de encontrar en su propio país oportunidades económicas, políticas y sociales, que le permitan alcanzar una vida digna y plena mediante el uso de sus dones. Es en este contexto cuando un trabajo que proporcione un salario justo, suficiente para vivir, constituye una necesidad básica de todo ser humano. ¿Soy yo acaso el guardian de mi hermano?“
No a la trata de personas, no a la esclavitud moderna…
¿Eres bienaventurado?
¡Advertencia! Esto podría conmocionarte: ¡En virtud de nuestro Bautismo, todosestamos llamados a ser pobres, a sentir aflicción, a ser mansos, hambrientos de justicia, misericordiosos, limpios de corazón, a trabajar por la paz y a ser perseguidos!
Practiquemos los abrazos sinceros, no nos de miedo de amarnos. Con un poco de ternura, compasion y amor este mundo cambia y derrotamos a Satanas.