Especial para aquellos que que pierden grandes oportunidades por no saber un segundo idioma.

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Se vende tiempo
Vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=6Y5kLPMQA2A
(duración 0:54)
Isaí, busca trabajo desde que egreso de la universidad hace 2 años, sin éxito alguno.
Hasta que por fin llego a una empresa transnacional donde requisito todo lo que le exigían. Pero el
desencanto hizo su aparición cuando le pidieron que se entrevistara con quien sería su
coordinador. La conversación se llevaría a cabo a cabo en ingles*, no en su idioma materno el
español.
Después de ocurridos estos acontecimientos acerca de su conocimiento del idioma
extranjero, fue automáticamente declinada su postulación al puesto anhelado.
Isaí se sentía humillado, fuera de sí y avergonzado. Al día siguiente, nuestro personaje en
cuestión desayunaba. Se encontraba abatido, triste, acoquinado y desesperado. Salió de
casa, compró el periódico. De pronto su vista se detuvo en un anuncio que versaba:
“Se vende tiempo”

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La lectura del anuncio lo hizo sonreír. Pero enseguida, lo sumió en profundas reflexiones.
No perdía nada con preguntar. Tomo su Telcel y el número anunciado marcó. Le
contestaron, pero por desgracia no daban informes por teléfono.
Más intrigado que antes, se dirigió a la dirección proporcionada por quien le contestó.
Eran unas oficinas en la plaza kappa, de las que entraban y salían gentes de todo tipo.
Decidido busco y ante una dama se dirigió la cual amablemente lo atendió.
“Buenos días”, -dijo Isaí- “vine por el anuncio del periódico”. “Sí señor, aquí es”. “¿Cuánto
tiempo se le ofrece a usted’” Ante la pregunta de la dama encargada, Isaí pensó: “Bueno,
nada pierdo, en dos años puedo aprender el idioma que me requieren y tomar el puesto
que pretendo”.
“Quiero dos años, por favor” –dijo Isaí-. El encargado mencionó una cantidad de dinero que Isaí
apenas comprendió -ridícula por cierto $-. Sacó el dinero, pagó y salió con el contrato en la mano.
La primera sorpresa de Isaí fue al salir de la plaza Kappa a la avenida. Había un serio cambio en
todo. Autos más antiguos, la moda diferente y así muchas cosas más. Asustado y sacado de onda
preguntó a la primera persona que vio: “¿Qué fecha es hoy?” La respuesta fue como un rayo para
Isaí. Coincidía la fecha y el día, pero de dos años atrás. ¡Había comprado tiempo!
Sin perder un momento más, tomo un taxi y a una escuela de idiomas se dirigió. Por su mente
pasaron fugazmente las oportunidades que tuvo en el pasado reciente y en el remoto también de
aprender idiomas y que no aprovecho.
Esta vez vera diferente. Asistiría y dominaría el idioma. Isaí se inscribió y aunque el curso ya tenía
una semana de iniciado, convino en asistir a clases y aplicarse desde día siguiente.
Esa noche intranquilo Isaí durmió. Su mente inquieta le generaba sueños que iban y venían una y
otra vez. Ya muy de madrugada, logro conciliar el sueño y al poco rato de ello. Un estruendoso
ring… ring… ring y alguien que lo movía lo hicieron despertar. Isaí, levántate, que hoy vas a
continuar buscando trabajo -Era su madre-.

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Isaí despertó, se paró como un demente y a buscar trabajo se dispuso. Busco su agenda. Ahí
estaba la fecha: el día, el mes y el año actual.
Todo había sido un sueño. ¿De qué otra manera se podría explicar, ya que el tiempo no se
compra?
Conclusión: cuando en la vida se nos presenten oportunidades -recuerda a las
oportunidades casi siempre hay que crearlas-, evitemos excusas y posposiciones,
aprovechémoslas, ya que el tiempo no se compra, ni camina pa’atrás.
*Pudiera haber sido chino, Isaí tampoco lo sabía.
"No esperes las situaciones...
Crea las oportunidades, la suerte nunca te
Dará lo que tu puedes lograr por ti mismo".

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¿Recuperar el tiempo perdido?
Dicen que lo único inevitable es la muerte... y tienen razón... Y que la única constante es el cambio.

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No obstante hay cosas que no se pueden cambiar: plazos inaplazables, momentos que pasan y no
se pueden volver a vivir... No hay plazo que no se venza cumpla ni fecha que no se cumpla. Todo
aquello que no se puede hacer en otro momento, tiene que ver con el tiempo...
Reconozco que los días ya pasados me vinieron bien. Analizándolo fríamente, pienso que mi
organismo decidió hacerme esa faena para que frenase de una buena vez y me relajara un poco,
aunque fuera por la fuerza...
No puedo recuperar el tiempo perdido, cuando pasó dejé de poder hacer todas las cosas que
podía y quería hacer con él y lo invertí en otras...
Así que ahora voy a tratar de hacer las mismas cosas en otros momentos. Intentaré no darle
demasiadas vueltas a lo que pudo haber sido y no fue. Me centraré en hacer las cosas como se
debe y tiene que ser: "sin pausa pero sin prisa"... a ver qué tal se me da.
El tiempo corre y también vuela
Aprovéchalo bien decía mi abuela
Piensa bien lo que vas hacer
Para que no sufras después. (Abel Abelino)

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Aprovechar el tiempo lo mejor posible es un objetivo que tiene la mayoría de las
personas. En esta nota te presentamos 15 consejos para que evites perder tu valioso tiempo:

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#1
Cuando agendas una cita, intenta realizarla a primera hora del día o en la primera hora después
del tu almuerzo.
#2
Antes de ir a cualquier cita, haz un breve llamado de confirmación. De esta manera, te
evitarás tiempos perdidos. También recuerda que es siempre mejor realizar reservas en
restaurantes para evitar la espera.
#3
Bota, tira, deshazte de la pila de revistas que tienes allí por leer. Toma la pila, dale una rápida
mirada a la tabla de contenidos e identifica si algún artículo te interesa. Si ves alguno que valga la
pena leer, corta las páginas correspondientes y tira el resto de la revista. Haz lo propio para cada
revista de la pila y luego arma una pequeña carpeta que puedas llevar contigo con los artículos que
deseas leer. De esta manera, podrás ir leyéndolos en momentos de espera, por ejemplo, durante
alguna visita al médico.
#4
Fíjate si puedes unificar las fechas de vencimientos de facturas para que puedas dedicarte al
pago de las mismas una sola vez al mes. Aprovecha aquellos que ofrecen pagos online o vía
Internet para ahorrar tiempo. No pagues a último momento o en la misma fecha de vencimiento si
tienes que hacerlo de manera personal. En días de vencimiento las colas suelen ser mucho más
largas.
#5
Organízate para realizar todos los mandados hogareños juntos. Comienza por el que se
encuentre más alejado de tu hogar y termina en el más cercano. Recuerda llevar contigo una lista
antes de salir y reúne todas las cosas que necesitas llevar en un sólo lugar para no olvidar nada al
salir.
#6
Aprovecha el uso del temporizador de cocina o de alguna aplicación web para asignar tiempos a
las tareas y programar una alarma que te indique cuando ha finalizado el tiempo asignado.

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#7
Recuerda que no porque el teléfono suene, debes atenderlo. Habilita tu contestador automático
y devuelve los llamados en el momento en que te resulte más conveniente para evitar
interrupciones y ser más productivo.
#8
Cuando te dispongas a cocinar, piensa en hacer una doble porción. Es una buena idea y las
porciones extras pueden ir directamente al refrigerador para ahorrar tiempo en otra oportunidad.
#9
Intenta siempre terminar la tarea que has comenzado. Estarás realizado un uso mejor de tu
tiempo ya que interrumpir sin haber terminado te requerirá más tiempo al retomar la tarea para
finalizarla ya que tendrás que enfocarte de nuevo en el mismo tema.

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“Le pongo entusiasmo que es otra clase de orgasmo”
―Kase-O
#10
Ten en stock tarjetas de felicitaciones. Guárdalas en tu archivo y separadas por categoría. De
esta forma, cuando necesites enviar una no tendrás que ir hasta la tienda. Lo mismo aplica a
papeles y bolsas para regalos. ¡Es siempre una buena idea tener un pequeño stock en tu hogar!
#11
Separa claramente la lista de tareas que “si o si” debes realizar de la lista de tareas que te
“gustaría” realizar. Recuerda que en muchos casos, menos es más y es ideal separar los deseos
de lo que sí es verdaderamente importante para tí.
#12
Crea algún lugar en tu hogar para que sea tu oficina en lugar de utilizar tu mesa de comedor. Si
el desafío está en el espacio es un desafío, considera un escritorio rebatible en algún pequeño
rincón.
#13
Revisa tu correo electrónico una o dos veces al día. Ten a mano tu agenda o calendario y tu
lista de tareas para agendar citas y anotar actividades.
#14
Redacta un listado de compras de tus artículos más utilizados. Una buena idea es hacer 52
copias (1 para cada semana del año) y colocar una en la heladera o refrigerador para ir marcando
o tildando allí el ítem que necesitas en lugar de escribir una lista.
#15
Para cada mañana, ¡prepárate la noche anterior! Reúne todo lo necesario como tu
monedero, las llaves, la cartera o el maletín. Elije tu ropa y deja puesta la mesa para el desayuno.

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Reflexiones sobre el tiempo
Lo que el tiempo se llevo
El tiempo enseña, sana y borra. El tiempo muestra y oculta. El tiempo aclara y confunde. El tiempo
todo se lo lleva y todo lo trae. El tiempo es olvido y memoria, pérdida y hallazgo, ayer y mañana,
recuerdo y proyecto. El tiempo construye y destruye, asola y rehace, abate y eleva. El tiempo trae
muerte y vida, enfermedad y sanación, oscuridad y luz, sonido y silencio. Todo ocurre gracias al
tiempo, a pesar del tiempo, con el tiempo, a través del tiempo, inmerso en el tiempo y, a veces, a
tiempo.
Con el suficiente tiempo todo puede llegar a acontecer.

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Tememos al tiempo porque nos aterroriza la nada a la que estamos abocados sin pensar que, a fin
de cuentas, de ella venimos.
Si nos comparamos con el universo, nuestra vida es apenas un leve suspiro. Si nos comparamos
con insectos que apenas viven dos días, somos tan longevos como el mismo universo.
El tiempo, la vida, es una sucesión ininterrumpida de “ahoras”, una larga cadena de momentos,
una constante fuente de recuerdos.

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Todo momento vivido se transforma, en el mismo instante de ser vivido, en un recuerdo que
descartamos o atesoramos sobre la marcha para pasar, rápidamente, a fabricar otro.
De niño, el tiempo no significa nada o casi nada, algo que tiene que ver con los nombres de los
días y de los meses y poco más. No marca su paso relojes y calendarios sino momentos: el
desayuno, el cole, la comida, los deberes, los juegos, la merienda, la cena, el baño, la cama... El
momento del colegio es lento, largo y pesado mientras que el momento juegos es demasiado veloz
y excesivamente corto.
De niño, el tiempo no es nada que importe, no se le presta atención, no es interesante.
El tiempo, de niño, es algo de mayores. El futuro queda siempre lejos, el pasado no existe. La
vejez y muerte asustan pero en la misma medida que asustan los monstruos de los cuentos.

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De niño, el tiempo, es... otra cosa.
Que el tiempo sea nuestro amigo o nuestro enemigo no depende de él, sino de nuestra percepción
de lo que su paso supone.
Sin tiempo no hay vida y sin vida no hay tiempo.

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Relojes de arena rotos
Tic Tac…
Tic Tac…
Tic Tac…
Tic Tac…
Tic Tac…
Tic Tac…
Tic Tac…
El tiempo pasa… Despide el segundo que acaba de pasar y gasta otro… y así sucesivamente.
Lamenta el tiempo perdido, perdiendo más y más.
¡Vaya!
¡Vaya!
¡Vaya!

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¡CARPE DIEM!
¡Rápido!
¡YA NO HAY TIEMPO!
Y mientras dices eso otros segundos vuelan.
Quéjate de lo que no has hecho y de lo que nunca harás, y mientras te quejas no haces nada,
luego te quejaras porque no has hecho otra cosa más que quejarte. Y así en un círculo, donde no
hay salida. Pero… ¿Y qué vas a hacer? y ¿Para qué lo vas a hacer?
Rompe el reloj de arena… Pero así no evitarás que no pase el tiempo.
Intenta agarrarlo con las manos, pero como la arena esparcida no conseguirás cogerlo.
Tic Tac…
Tic Tac…
Tic Tac…
Adios.

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