3. LA CARIDAD DE CRISTO NOS APREMIA ・ MOMENTO DE COMPRENDER
Corría el año de 1897
cuando Pablo Picasso dejó
plasmado sobre un lienzo
su obra Ciencia y Caridad,
en la que nos muestra una
Hija de la Caridad con un
pobre niño en su brazo
izquierdo mientras
extiende su mano derecha
para atender a un
enfermo en su lecho. La
estupenda obra del pintor
español nos deja
cristalizada una idea, el
médico es símbolo de la
ciencia mientas que una
hija de San Vicente es el
ícono de la Caridad.
Ciencia y Caridad por Pablo Picasso
4. Durante cuatro siglos el carisma vicentino ha
levantado la bandera de la Caridad en el
mundo, y no es para menos si somos hijos de
una intuición carismática que hizo a Vicente
de Paúl comprender a profundidad la
sentencia de Cristo a los fariseos:
Uno de ellos le preguntó con ánimo de
ponerle a prueba: «Maestro, ¿cuál es el
mandamiento mayor de la Ley?» El le dijo:
«Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu
corazón, con toda tu alma y con toda tu
mente. Este es el mayor y el primer
mandamiento. El segundo es semejante a
éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
De estos dos mandamientos penden toda la
Ley y los Profetas.» (Mt 22, 34-40).
LA CARIDAD DE CRISTO NOS APREMIA ・ MOMENTO DE COMPRENDER
5. Todos saben que en el amor de Dios y del
prójimo están comprendidos toda la ley y los
profetas decía San Vicente en su vejez (Cf. XI,
551), y así lo enfatizó en las primeras reglas
de las Hijas de la Caridad dadas en 1645
(que serán luego detalladas en tiempo del
Padre Almeras Cf. X, 874-898), donde
encontramos un perfecto paralelismo con el
texto evangélico que une el amor a Dios y al
prójimo como las dos caras de la misma
moneda:
Recordarán que se llaman hijas de la Caridad,
esto es, hijas que tienen la profesión de amar
a Dios y al prójimo; y por consiguiente, que
además del amor soberano que han de tener
a Dios, tienen que distinguirse en el amor al
prójimo, y especialmente a sus compañeras.
(X, 689).
LA CARIDAD DE CRISTO NOS APREMIA ・ MOMENTO DE COMPRENDER
6. De esta forma, la mayor obra artística
de Vicente de Paúl, pintar la caridad
en el mundo, señalada en el
imperativo paulino que luce en el
escudo de las Hijas de la Caridad:
Caritas Christi urget nos (2 Cor 5, 14)
toma tres direcciones distintas: Dios,
prójimo y compañeros; aunque con
mismo fin, una misma urgencia y una
misma forma de amar: afectiva e
efectivamente…
LA CARIDAD DE CRISTO NOS APREMIA ・ MOMENTO DE COMPRENDER
7. “Hay que saber que hay dos clases de amor: uno
se llama afectivo y el otro efectivo. El amor
afectivo procede del corazón. La persona que
ama está llena de gusto y de ternura, ve
continuamente presente a Dios, encuentra su
satisfacción en pensar en él y pasa
insensiblemente su vida en esta contemplación.
Gracias a este mismo amor cumple sin esfuerzo,
e incluso con gusto, las cosas más difí ciles y se
muestra cuidadosa y vigilante en todo lo que
puede hacerla agradable a Dios; finalmente, se
sumerge en este divino amor y no encuentra
ninguna satisfacción en otros pensamientos. Hay
amor efectivo cuando se obra por Dios sin sentir
sus dulzuras. Este amor no es perceptible al
alma; no lo siente; pero no deja de producir su
efecto y de cumplir su misión.” (IX, 432)
LA CARIDAD DE CRISTO NOS APREMIA ・ MOMENTO DE COMPRENDER
8. ¿Cómo se ama afectiva y efectivamente a Dios, al prójimo y a los
compañeros de servicio? El mismo Vicente nos ofrece una respuesta en
los siete actos de caridad que señaló en una conferencia en la que
explicaba el capítulo XII de las Reglas Comunes a los misioneros:
“Los actos de caridad con el prójimo estarán siempre en vigor entre
nosotros, como son:
1° Hacer a los demás el bien que querríamos razonablemente que nos
hicieran.
2° No contradecir nunca a nadie, y verlo todo bien en nuestro Señor.
3° Soportarnos mutuamente sin murmurar.
4° Llorar con los que lloran.
5° Alegrarse con los que se alegran
6° Adelantarse a honrarnos mutuamente
7° Demostrar afecto a los demás y servirles cordialmente.
En resumen, hacerse todo a todos para ganarlos a todos para Jesucristo.”
Y concluye unas líneas más abajo el santo: “Hemos de entregarnos a Dios
para imprimir estas verdades en nuestras almas, para dirigir nuestra vida
según este espíritu y para hacer las obras de este amor. No hay nadie más
obligado a ello que nosotros.” (XI, 551-553)
LA CARIDAD DE CRISTO NOS APREMIA ・ MOMENTO DE COMPRENDER
10. LA CARIDAD DE CRISTO NOS APREMIA ・ MOMENTO DE CONTEMPLAR
La estupenda obra de Picasso nos ofrece una
oportunidad para contemplar nuestro ser y
quehacer vicentino. Intentemos entrar en la
pintura, gustar y sentir desde la
hermenéutica vicentina lo que
representamos como el carisma de la caridad
para el mundo. Tratemos de meternos en el
sentir de la Hija de la Caridad que Picasso
nos presenta: ¿Realmente ardo en caridad
por los pobres que tengo a mi lado?
En esa misma pintura tratemos de identificar
en el enfermo o en el niño el rostro de
nuestros compañeros de grupo o rama
vicentina. ¿Cuáles actos de caridad nacen en
mí para mi prójimo más cercano, con el que
incluso convivo o comparto la misión
vicentina?
Ciencia y Caridad por Pablo Picasso
12. LA CARIDAD DE CRISTO NOS APREMIA ・ MOMENTO DE MEDITAR
Mientras oramos y pedimos a Dios la
humildad necesaria para poder vernos
a nosotros mismos detengámonos a
preguntarnos:
‣ ¿Qué significa para mí la palabra
caridad? ¿Cómo la expreso en actos
concretos?
‣ ¿Encuentro relación o distancia
entre la práctica la caridad hacia
Dios, el prójimo y los compañeros o
familia? ¿Tengo facilidad o dificultad
con algunos en específico?
‣ ¿Qué me dicen los siete actos de
caridad que propone San Vicente?
14. LA CARIDAD DE CRISTO NOS APREMIA ・ MOMENTO DE COMPROMETERNOS
En clima de oración y silencio releamos los siete
actos de caridad que San Vicente pidió a los
misioneros y que son perfectamente aplicables
para cualquier vicentino (Se recomienda leer
S.V.P. XI, 551-563 para mayor profundización) y
vayamos al árbol del compromiso con uno de
los siete actos en particular (no escojas más de
uno, así te podrás evaluar en unas semanas)
para ponerlo en práctica durante este Jubileo
por los 400 años del Carisma Vicentino.
Si perseveramos en la auténtica caridad
creceremos en la humildad que santifica a los
vicentinos, por eso San Vicente concluye sobre
el séptimo acto de caridad: “La humildad es un
producto auténtico de la caridad que, cuando
llega la ocasión, nos hace que nos adelantemos
a honrar y respetar al prójimo y, de esta forma,
nos ganemos su afecto. ¿Quién no ama a una
persona humilde?” (XI, 562)
15. por Rolando Gutiérrez, CM Vice-Provincia de Costa Rica
traducido por: Charles T. Plock, CM Eastern Province, USA
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