El documento propone la instalación de un dispositivo positivo en un espacio público compuesto por una malla con llamadores. El objetivo es que las personas usen los llamadores para expresar sus emociones y sentimientos, ya sea alegría o tristeza, y así compartir sonidos que mejoren el estado de ánimo general. El dispositivo sería construido de manera colaborativa por la comunidad y permitiría a cada persona dejar su propio llamador como contribución.